Ford ha ganado cierta ventaja respecto a sus competidores con el nuevo Focus. De hecho, hoy por hoy, no hay un modelo equivalente con tantas ayudas a la conducción y motores de última hornada como el que nos ha tocado probar esta semana. Sin duda, la tercera generación del Ford Focus es el adelanto de lo que les espera a los modelos compactos de última generación; muchas ayudas al volante, motores sobrealimentados de cilindrada reducida, más calidad en la rodadura, mayor empaque en los interiores y unas posibilidades de equipamiento mucho más amplias.
Máximo rendimiento con menos consumo y emisiones
Con las normativas anticontaminantes cada vez más severas y con el precio que están alcanzando los carburantes, los fabricantes se están poniendo las pilas para sacar mecánicas cada vez más eficientes. Con un litro y tres cilindros, Ford ha sido capaz de concebir un motor de gasolina con dos niveles de potencia (100 y 125 CV). El más potente, que ha sido objeto de nuestra prueba, tiene unas prestaciones equivalentes a un motor de gasolina atmosférico de 1.6 litros y unos 115 CV, aproximadamente. También se puede equiparar a un turbodiesel de la misma cilindrada y potencia.
Para conseguir un rendimiento tan bueno, gran parte de la responsabilidad recae sobre los hombros de la inyección directa y un turbo de muy baja inercia, que hace que tengamos par disponible desde muy bajas revoluciones. Con esta fórmula, encontramos un motor enérgico, perfectamente utilizable y con un consumo de carburante ajustado en ciertas condiciones como más adelante comentaremos.
Para empezar, lo primero que llama la atención al arrancar el coche, son las bajas vibraciones y ruidos que emite el motor cuando se pone en funcionamiento. Sorprende el refinamiento y la exquisitez de esta mecánica, que no tiene nada que envidiar a muchos propulsores de gasolina. Y no sólo pasa desapercibido cuando arrancamos el motor o se mantiene al ralentí, tampoco se escucha cuando nos ponemos en movimiento a una velocidad sostenida. Tan sólo se hace notar cuando llevamos el motor a un régimen de giro alto, y en ese caso, el ruido está muy bien aislado y no se hace molesto aunque llevemos el motor al límite de sus posibilidades.
Menos es más
Por prestaciones, este tricilíndrico de 125 CV no es un motor que se vea limitado en carretera. Aunque va más que sobrado para mantenernos en los estrictos límites de velocidad que tenemos en España, el motor da bastante de sí para ir a una velocidad entre 150 y 160 km/h sin que tengamos que recurrir al cambio manual de seis velocidades para mantener ese ritmo. A partir de de esas velocidades, a este Focus le cuesta algo más de trabajo alcanzar su velocidad máxima.
Tampoco encontramos limitaciones para efectuar adelantamientos en carreteras secundarias de doble sentido. Con todo esto, no quiero que pienses que esto es la panacea y que se trata de una motorización milagrosa. La física tiene que hacer acto de presencia para que este pequeño tricilíndrico tenga sus lógicas limitaciones si solicitamos aceleraciones contundentes o mucha respuesta y velocidad en repechos muy pronunciados. Aún así, no le veo un motor limitado, es perfectamente solvente para el día a día y tiene unas prestaciones más que suficientes para una conducción normal.
Si hablamos con las cifras en la mano, este Focus alcanza una velocidad máxima de 193 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 11,3 l/100 km. Unos números que, como he comentado anteriormente, le sitúan al nivel de un 1.6 litros atmosférico de unos 115 CV aproximadamente.
En ciudad también es un coche muy satisfactorio. A 1.400 rpm, aparecen los 200 Nm de par máximo para mantenerse hasta las 4.500 Nm. Por encima de esas revoluciones, todavía le queda algo más de chicha hasta las 6.000 rpm, régimen que no merece la pena superar aunque el motor suba hasta las 6.500 rpm.
Como puedes ver, por rendimiento es un motor satisfactorio, aunque hemos detectado leves baches de potencia –nada preocupantes- a 4.500 rpm y 5.500 rpm. También se echa en falta un pelín de par cuando salimos desde parado, sin embargo, no me parece algo realmente criticable.
Consumos y sistema Start/Stop
Si tiramos de los datos de consumo homologados, verás que este Focus gasta poco carburante y emite poco CO2 a la atmósfera (114 gr/km). Según estas cifras, el modelo de Ford tiene un consumo de 6,3 litros en ciudad, 4,2 litros en carretera y un ponderado de 5,0 litros. Sin embargo, según nuestras mediciones, estás cifras se incrementan considerablemente en ciertas condiciones. En ciudad, hemos obtenido un consumo comprendido entre 7,6 y 8,3 litros, sin duda, algo elevado teniendo en cuenta el motor que llevamos bajo el capó. Sin embargo, ya en carretera, a una velocidad sostenida y siendo muy estrictos con las limitaciones de velocidad, este Focus gasta lo que un Diésel. En nuestro caso, obtuvimos un consumo medio por debajo de 6 litros, lo que es un buen dato. Si optamos por conducir por carreteras secundarias, sin aprovechar la inercia que tanto ayuda en las autovías, el consumo no se dispara demasiado y se puede estabilizar fácilmente sobre los 7,6 l/100 km.
El sistema de parada y arranque automático (Start/Stop) ha funcionado muy bien, sobre todo porque es capaz de parar el motor aunque llevemos el aire acondicionado conectado. Además, la finura de esta mecánica aporta mucho para que este dispositivo intervenga evitando cualquier tipo de vibración molesta.
Conducción agradable
Además de ser un motor con un buen rendimiento, con un consumo bajo en carretera, resulta muy refinado, lo que le otorga a este Focus un tacto de conducción agradable. Además de ser un coche que está bien insonorizado, el tacto de todos los mandos de control (dirección, pedales y cambio) están muy bien tarados y diseñados para que puedan manejarse con suavidad y refinamiento. En este sentido, tan sólo me hubiera gustado que el tacto del embrague fuera algo mejor. Aunque este elemento mecánico no resulta pesado de manejar, cuesta demasiado dosificarlo para evitar tirones cuando cambiamos de marcha. Para mitigarlos conviene ser más cuidadosos a la hora de soltar el pedal en la última fase de recorrido, algo que llega a resultar algo incómodo e, incluso, estresante.
El cambio manual de seis velocidades funciona muy bien. Se nota que Ford se ha preocupado para que tenga un tacto agradable y transmita solidez sin que resulte pesado de manejar. Si se hubieran acortado algo más los recorridos, el resultado sería aún mejor.
Otra de las ventajas que le veo a esta versión, además de quedar exenta del impuesto de matriculación y de pagar lo mínimo en cuanto al impuesto de vehículos de tracción mecánica, es que se trata de un coche que puede asegurarse con poco dinero. Según una simulación que hemos realizado en nuestro comparador de seguros, hemos obtenido un precio anual de 292,44 €. Este presupuesto –el más barato de todos- corresponde a la aseguradora “Génesis”. Para realizarlo, hemos optado por buscar las aseguradoras con mejor relación calidad-precio con una póliza a todo riesgo con franquicia.
Buen compromiso entre confort y estabilidad
Como en las dos generaciones anteriores, el Focus sigue siendo un coche muy satisfactorio en cuanto a dinámica de conducción se refiere. Esta versión cubre perfectamente las necesidades del público al que va destinado, ya que es un coche estable, preciso cuando hay que guiarlo en las curvas, confortable, agradable de conducir y con una calidad de rodadura destacable.
Pese a que monta unas suspensiones más bien blandas –lo que es todo un acierto-, el chasis ofrece una buena puesta a punto para deleitarnos con un muy buen compromiso entre confort y estabilidad. Tanto en curva lenta como en rápida, ya sea llaneando, o con desniveles, es un coche que se mantienen bien por la trazada, a pesar de que nuestra unidad de pruebas no montaba los mejores neumáticos (unos Michelín Primacy Hp con medida 215/50 R17 con código de carga "95" y de velocidad "W" -ver imagen-). Estas ruedas están concebidas para ahorrar carburante a cambio de comprometer la adherencia. No obstante, presentan un código de carga y, sobre todo, de velocidad, más que holgado, ya que son capaces de asumir una velocidad máxima de 270 km/h.
En curva, el subviraje se hace notar en mitad de la misma siempre que forcemos la máquina. No en vano, el tren trasero trabaja muy bien para contrarrestar esa tendencia subviradora a poco que ahuequemos el acelerador. En ese tipo de condiciones, las reacciones son muy seguras y el derrapaje se controla a la perfección, gracias, en gran medida, al buen trabajo del control de estabilidad. Este elemento de seguridad actúa perfectamente para mantener el coche en la trayectoria adecuada, interviene de una forma refinada y apenas se entromete si hacemos bien las cosas. Por último, no hay posibilidad de desconectarlo, aunque sí que se puede anular el control de tracción desde el ordenador de a bordo.
Habitáculo
El diseño y el aspecto que tiene el interior es el equivalente al de un coche moderno y de última generación. Por calidad y acabados no se encuentra entre los mejores de su segmento, por ejemplo, a la altura de un Volkswagen Golf (más información) o Citroën C4 con un nivel de acabado equivalente (más información), pero al final le presentación general es bastante correcta (ver alternativas).
Mirando todos los recovecos del habitáculo con mayor detenimiento, hemos detectado varios fallos de acabado en las zonas menos visibles de nuestra unidad de pruebas poco justificables (ver imagen: 01, 02, 03, 04, 05, 06 y 07).
También hemos detectado tolerancias de hasta 3 milímetros de diferencia comparando algunas zonas de la carrocería –en la unión del portón trasero con los pilotos y paneles laterales, en el capó y en el alerón posterior-. Por otra parte y, como ocurre en la inmensa mayoría de los coches, hay soldaduras y pliegues de la carrocería poco cuidados (ver imagen).
Asientos
Los asientos delanteros de la versión Titanium son bastante confortables, siendo más envolventes por respaldo que por banqueta. Están revestidos con cuero integral de grano grueso, de tacto rugoso y con apariencia de ser resistente al uso. Ese mismo cuero también está presente en los reposabrazos de las puertas (ver imagen).
Los asientos delanteros tienen múltiples regulaciones en altura y las habituales de inclinación lumbar (en altura, anchura y profundidad) y longitud). El asiento del conductor tiene ajustes eléctricos en altura, longitud e inclinación del respaldo, aunque no tiene memoria. Los reposacabezas quedan cerca de la cabeza, aunque se echa en falta un ajuste en profundidad para que cumplan perfectamente con su función.
Los reglajes del asiento del acompañante son mecánicos (ver imagen). Además, no ha posibilidad de regular la banqueta en altura, lo que resta mucho espacio en altura. Tampoco hay demasiado espacio en anchura para los pies.
Los asientos traseros tienen una disposición 40/20/40. Son abatibles y cómodos, aunque no tienen una gran sujeción lateral. Las plazas laterales son más grandes que la central, no obstante, esta última es completamente funcional para poderse usar, ya que la banqueta no tiene una diferencia estructural ni un mullido diferente al de las otras dos plazas.
Detrás, como suele ser habitual en coches de este tamaño, dos adultos pueden viajar con total comodidad. Tres niños con sistemas de retención infantil de cualquier grupo también lo harán sin problemas.
Para mejorar el confort, en la plaza central hay un apoyabrazos muy confortable que integra dos posavasos (ver imagen).
Mandos: disposición y funcionamiento
El cuadro de instrumentación tiene una tipografía muy clara y una iluminación en blanco para los relojes y, azul, para las agujas del cuadro, la pantalla multifunción, los testigos de la consola, puertas, mandos e indicadores. Es muy agradable a la vista, y la intensidad, sin duda, está muy bien escogida. Como suele ser habitual, se puede regular la intensidad de la iluminación mediante un mando.
El volante, forrado en cuero perforado, tiene un tacto muy agradable, un grosor adecuado para todo tipo de manos y un diámetro perfecto. Tiene una amplia regulación en altura y profundidad mediante un mando mecánico que se maneja con poco esfuerzo.
Desde el volante se pueden manipular muchas funciones del vehículo. En la parte izquierda, hay dos mandos desde los que se puede gestionar el menú del ordenador de a bordo y el control de velocidad. En la parte derecha, hay otros dos mandos gemelos que nos permiten manejar el equipo de sonido y el teléfono. Todos se manipulan bien y no requieren de un tiempo de adaptación demasiado amplio.
Detrás del volante, están los típicos mandos satélite que se encargan de activar los indicadores de dirección (ver imagen), limpia y lavaparabrisas y la sensibilidad del sensor de lluvia (ver imagen). Ambos son buenos por tacto y funcionamiento. Además, cuentan con una fabricación sólida, están bien anclados, no tienen movimientos extraños y están bien dispuestos.
Los mandos que controlan las luces de cruce, carretera, antiniebla e intensidad de la iluminación interior están muy bien agrupados a la izquierda del volante (ver imagen).
Climatizador y equipo de sonido
La consola central del salpicadero contiene todos los mandos que permiten controlar el sistema de climatización y el equipo de audio.
El climatizador funciona muy bien, ya que es silencioso y potente. Además, permite regular la temperatura de forma independiente para el conductor y pasajero. Las salidas de aire delanteras están bien ubicadas y cubren perfectamente todo el campo de las plazas delanteras.
Debajo del climatizador, tenemos unos botones con varias funciones: apertura y cierre remoto del maletero, sistema de aparcamiento automático y el desempañado de la luna delantera y trasera (ver imagen). Todos tienen un tacto suave y preciso.
El equipo de sonido ofrece un sonido limpio y potente. Además, gestiona tanto discos CD con mp3/wma/cd audio, como reproductores MP3 conectados vía USB o Jack. El sistema se puede manejar desde el volante o desde la consola. Los menús del sistema de audio son muy sencillos. No hace falta mucho tiempo ni entrenamiento para hacerse con su funcionamiento.
El bluetooth con perfil de audio A2DP para el teléfono funciona perfectamente, tanto la emisión como la recepción son muy buenas. Cuenta, para ello, con un procesador DSP para la voz (la gestión de la agenda del teléfono se hace de forma transparente y automática para el usuario). La reproducción de audio vía bluetooth es perfecta.
Para facilitar el manejo de todas estas funciones, hay una herramienta de control por voz que gestiona diferentes elementos de equipamiento (radio, teléfono, climatizador, etc). Ha funcionado bastante bien, entendiendo a la primera las órdenes que le dábamos. Hay muchas instrucciones que podemos dar, pero sino queremos aprendernos todas, con decir "ayuda", el sistema nos indicará las más importantes.
En la guantera que está delante del asiento del acompañante, hay dos conectores USB y Jack muy útiles para asociarlos a dispositivos externos. Además, delante de los posavasos de la consola, hay una toma de 12V que puede ser muy útil para conectar aparatos que necesiten alimentación eléctrica (ver imagen).
Huecos y compartimentos
El interior es práctico y tiene huecos suficientes para facilitar la vida a bordo. Los ocupantes de las plazas disponen de los siguientes compartimentos: unas bolsas rígidas que se sitúan en los paneles de las puertas –tienen una capacidad bastante correcta- (ver imagen), un pequeño cajón escamoteable que está situado a la izquierda del volante (ver imagen), dos posavasos muy prácticos integrados en la consola (ver imagen), un cofre que hace de apoyabrazos situado entre los dos asientos delanteros (ver imagen), un portagafas integrado en el plafón delantero -que es perfectamente válido para guardar las gafas de un adulto- y una guantera delante del conductor que cuenta con suficiente amplitud para guardar la documentación, el manual del vehículo, el chaleco de señalización y algún objeto extra (ver imagen).
El guarnecido de todos estos compartimentos está poco cuidado, además, algunos de ellos, como en el caso de la guantera, ofrecen una iluminación muy pobre y un acabado del interior poco cuidado.
Para los pasajeros traseros hay pocos huecos repartidos por el interior: las bolsas de las puertas traseras no son muy grandes (ver imagen) y hay dos huecos en los laterales de los asientos que, por su situación y capacidad, parece más un adorno, que un compartimento realmente útil (ver imagen). Ninguno de los huecos mencionados están revestidos por dentro. En el respaldo de la plaza central hay un apoyabrazos muy confortable que integra dos posavasos y los respaldos de los asientos delanteros tienen bolsas para guardar mapas, revistas o similares.
La iluminación del habitáculo está bastante cuidada, salvo la que hay en la guantera. Hay varios puntos de luz blanca de gran intensidad que no había visto en ningún modelo de su categoría (ver imagen: 01 y 02). En la parte delantera hay dos plafones que ofrecen una iluminación ambiental muy agradable en la que se puede variar el color (ver imagen).
Maletero
Por capacidad está más o menos en la media del segmento. Lo mejor de todo es que las formas del interior son regulares, y eso permite aprovechar al máximo todo su volumen (ver imagen). La capacidad puede variar en función de si elegimos Kit antipinchazos –que es de serie en todas las versiones- (363 litros), rueda de emergencia (316 litros) o una rueda de repuesta con la misma medida que el resto (277 litros). Si se necesita mayor capacidad, se pueden abatir los respaldos de los asientos traseros en proporción 60/40 (ver imagen). Estos quedan completamente enrasados con el piso del maletero, lo que le permite alcanzar una capacidad máxima de 1.148 litros.
Todo el maletero está guarnecido con moqueta de una calidad bastante aceptable, no obstante, a la altura del plafón que lo ilumina, hay una zona que no está guarnecida y que deja todo el cableado y parte del revestimiento a la vista (ver imagen).
El maletero está cubierto con una bandeja -demasiado blanda para mi gusto- que se abate solidariamente con el portón y que cubre perfectamente todo el interior cuando el coche está cerrado (ver imagen). La puerta del maletero está muy bien asistida por dos amortiguadores que facilitan las cosas para que la apertura y el cierre se realicen con poco esfuerzo. Para cerrar el portón, hay dos asideros muy prácticos que facilitan, enormemente, dicha maniobra.
El equipamiento del maletero no es muy completo. Tan sólo hay cuatro ganchos para colgar bolsas, unas cintas elásticas en los laterales y unas argollas que permiten instalar una red para sujetar la carga si es necesario. Los triángulos de señalización no cuentan con un compartimento específico para guardarlos, así que tienen que ir en una bolsa que resta demasiado espacio al maletero (ver imagen).
Como suele ser norma en la mayoría de los coches, la iluminación del maletero es muy pobre. Esta, corre a cargo de dos plafones que están situados en la parte superior de los laterales del maletero (ver imagen).
Equipamiento
El Ford Focus puede tener un equipamiento de confort y seguridad activa que, en estos momentos, es una referencia dentro de su segmento. Sin duda, en Ford han aprovechado toda la tecnología en seguridad activa desarrollada por Volvo para aplicarla en el nuevo Focus.
El alumbrado delantero es muy bueno para las luces de cruce y carretera, ya que monta un sistema bixenon de lámparas de descarga de gas y automatismo con sensor crepuscular para su encendido y apagado. Para el resto de funciones de alumbrado, salvo la tercera luz de freno que lleva diodos, utiliza luces halógenas. Adicionalmente, el Ford Focus equipa luces de esquina muy potentes y útiles.
Los sensores de aparcamiento, tanto delantero como trasero, se activan al meter la marcha atrás, pero no se activa al iniciar la marcha desde parado.
El “Active Park Assist” o sistema de aparcamiento automático funciona realmente bien. Sólo tenemos que pulsar un botón y preocuparnos de meter las marchas que nos indica la pantalla del ordenador y esperar a que el vehículo realice la maniobra (este sistema de aparcamiento únicamente sirve para aparcar en línea). Para seleccionar uno u otro lado, sólo tenemos que poner el intermitente del lado en el que queremos aparcar. Una vez habituados a su funcionamiento y teniendo un poco de paciencia, supone una gran ayuda para estacionar sin que tengamos que intervenir.
El (BLIS) detector de ángulo muerto no ha funcionado siempre. Este dispositivo nos alerta de los ángulos muertos mediante un testigo luminoso, situado en los espejos retrovisores exteriores, que se enciende cuando el vehículo que nos adelanta no está dentro de nuestro campo de visión (ver imagen).
El cambio automático de las luces de cruce/carretera tampoco ha funcionado siempre, aunque ha sido más eficiente que el BLIS. Se trata de un dispositivo que cambia, automáticamente, las luces de cruce y carretera en función de las necesidades de cada momento.
El sistema de reconocimiento de señales ha funcionado bien y supone un plus de seguridad importante en cuanto a la información de cada vía: limitaciones de velocidad y puntos de adelantamiento.
El avisador de cambio de carril es uno de los elementos de seguridad más interesantes. Este dispositivo actúa en caso de abandonar involuntariamente el carril. Cuando se pone en funcionamiento, transmite una vibración al volante y, a continuación, asiste ligeramente sobre la dirección. Funciona muy bien, siempre que la curva no sea muy pronunciada y mantengamos las manos sobre el volante, ya que si las soltamos, se desactiva automáticamente en su primera intervención. Cuando este dispositivo actúa varias veces en un plazo de tiempo muy corto, automáticamente muestra, en el panel de instrumentos, un icono de aviso que te anima a descansar (ver imagen).
Active City Stop es un dispositivo que frena automáticamente el coche -siempre que sea a una velocidad inferior de 30 km/h- para evitar colisiones. No lo hemos podido probar en el Focus y sí en un Volvo S60Â… y funciona perfectamente. Supone un avance en seguridad muy importante y es de esperar que se vaya extendiendo, cada vez más, entre los modelos de la competencia.
Además de todas las ayudas a la conducción, el Ford Focus también cuenta con soluciones interesantes, como la llave inteligente que nos permite acceder y salir del habitáculo sin tener que hacer uso de ella, arranque por botón y una boca de carga del depósito de carburante que carece de tapón y que incorpora un sistema que impide que nos confundamos de carburante (ver imagen).
Ford tiene un site específico del Focus en el que se ilustra, con animaciones, todas las novedades y soluciones tecnológicas (más información).
El Ford Focus 1.0 EcoBoost Auto-Start-Stop 125 CV con la carrocería "Berlina" de cinco puertas está disponible con tres niveles de acabado (Trend, Sport y Titanium). La versión más asequible, asociada al acabado Trend, se puede adquirir desde 17.300 € (este precio incluye un descuento promocional de 2.350 €). Aquí puedes configurar tu Ford Focus.
Conclusión: El Ford Focus de 3 cilíndros y 125 CV es una buena opción si buscas un buen compacto de última generación –con todo lo que ello conlleva en cuanto a equipamiento y tecnología-. El pequeño motor de gasolina es bastante eficiente y te permitirá pagar lo mínimo en cuanto a seguro e impuestos se refiere. Por prestaciones, es una opción válida y, hasta inteligente, si tenemos en cuenta los elevados precios de los carburantes y lo perseguida que está la velocidad en nuestras carreteras.
Texto: Gustavo Rodríguez
Fotos: G. Rodríguez