El Volkswagen Jetta es la berlina más económica que comercializa Volkswagen en estos momentos. Respecto al Passat, con el que no hay una gran diferencia de tamaño, es unos 3.540 € más barato si comparamos las versiones que dan acceso a la gama.
Nosotros hemos probado la versión de gasolina 1.4 TSI de 160 CV, que nos parece muy recomendable para el conductor que busque una berlina con un buen nivel de prestaciones pero, sobre todo, con una conducción de calidad que no ofrecen sus competidores directos (ver todas las versiones).
Por fuera, exhibe los estándares de calidad de cualquier Volkswagen, al menos de gama media. Frente a otros modelos de la competencia, se aprecia un muy bien ensamblaje de todas las piezas de la carrocería que transmiten una buena sensación de calidad y solidez.
Interior: calidad, habitabilidad, puesto de conducción y asientos
Más de lo mismo es lo que se aprecia en el habitáculo. Hay buenos acabados y mayor sensación de solidez que cualquiera de sus rivales. No obstante, la calidad y el acabado de la mayoría de los plásticos del interior no están a la altura de lo que ofrece un Volkswagen Golf con un nivel de acabado equivalente. Salvo la parte más visible del salpicadero y, algunas partes de los paneles de las puertas, todos son plásticos rígidos con un acabado y aspecto sencilloÂ… quizá demasiado para lo que cabe esperar en una berlina de esta categoría y precio.
Al volante uno se siente muy cómodo. Los reglajes del volante y, sobre todo, del asiento, son muy amplios, y eso hace que uno se sienta perfectamente integrado con el coche. La postura de conducción puede ser muy baja, así que, personas de gran estatura se encontrarán perfectamente acopladas a los mandos.
Los asientos de las plazas delanteras me gustaron mucho. Sujetan muy bien los movimientos transversales del cuerpo y, con bastante corrección, los longitudinales, algo a destacar en un coche de calle. Además de sujetar muy bien, se amoldan perfectamente al cuerpo para que nos sintamos cómodos y para que el paso de los kilómetros afecten lo más mínimo. Por su parte, los reposacabezas quedan cerca de la cabeza, pero no se pueden regular para que apoyen en el punto adecuado, al menos en mi caso.
En las plazas traseras, además de tener mucho espacio en todas las cotas, resultan muy confortables. El mullido de la banqueta y el respaldo es más blando que el de los asientos delanteros, sin embargo, me sentí muy cómodo en todo momento, algo que es complicado encontrar en muchos coches. Los reposacabezas de las plazas exteriores, sin ser perfectos, tienen regulación en altura. A diferencia de los delanteros, estos sí que quedan cerca de la cabeza y se puede regular en el punto ideal.
Mandos: disposición y funcionamiento
El cuadro de instrumentación tiene una tipografía muy clara y una iluminación en blanco para los relojes y roja para las agujas del cuadro. Todo está presentado de una forma ordenada y cuidada, lo suficiente para acceder a mucha información sin apartar demasiado la vista de la carretera.
En el centro de las dos esferas del cuadro, hay una pantalla multifunción digital con el fondo negro y con los testigos y dígitos en color blanco. Ofrece mucha información sobre el kilometraje recorrido, consumo, autonomía, indicador de cambio de marcha, temperatura exterior, relojÂ… etc. Todo está muy bien presentado y la navegación está muy bien estudiada para que busquemos el dato deseado sin distraernos al volante.
La iluminación del cuadro de instrumentos y del resto de mandos y botones es muy suave y está bien elegida para que sea agradable a la vista, no canse cuando se circula de noche y permita ver perfectamente todos los pictogramas.
El volante que equipaba nuestra unidad de pruebas es el mejor que ofrece Volkswagen. Tiene un grosor y un diámetro perfecto. Además, está forrado con un cuero muy suave que resulta muy agradable al tacto y tiene una amplia regulación en altura y profundidad, que se realiza mediante un mando mecánico que se maneja con poco esfuerzo.
Detrás del volante, están los típicos mandos satélite que se encargan de activar los indicadores de dirección, el control de crucero (ver imagen), limpia y lavaparabrisas y la sensibilidad del sensor de lluvia (ver imagen). Ambos son buenos por tacto y funcionamiento. Además, cuentan con una fabricación sólida, están bien anclados, no tienen movimientos extraños y están bien dispuestos.
Los mandos que controlan las luces de cruce, carretera, antiniebla, la altura del haz de luz de los faros delanteros y la intensidad de la iluminación interior están muy bien agrupados a la izquierda del volante (ver imagen).
Climatizador y equipo de sonido
La consola central del salpicadero contiene todos los mandos que permiten controlar el sistema de climatización y el equipo de audio (ver imagen).
El climatizador funciona muy bien, ya que es silencioso y potente. Además, permite regular la temperatura de forma independiente para el conductor y pasajero. Todas las salidas de aire delanteras están bien ubicadas, se pueden orientar muy bien y cubren perfectamente todo el campo de las plazas delanteras. La disposición y la presentación de todos los mandos es, sencillamente, ejemplar -muchos fabricantes deberían tomar buena nota-. La temperatura de las plazas delanteras se pueden regular desde dos mandos giratorios (esta solución me parece un acierto) -ver imagen-.
La climatización de las plazas traseras es mucho mejor que la que encontramos en la mayoría de sus rivales. Los pasajeros disponen de dos difusores en la consola (ver imagen) y otros dos en el piso.
El equipo de sonido ofrece un sonido limpio y potente. Gestiona tanto discos CD con mp3/wma/cd audio, como reproductores MP3 conectados vía USB o Jack. Toda la información se muestra, perfectamente, en una pantalla rectangular de cristal líquido.
Se pueden conectar dispositivos externos de audio. Hay una toma Jack en la consola central y otra MEDIA-in en la guantera (esta última equipa un pequeño cable-adaptador que nos permite conectar dispositivos vía USB).
Compartimentos y maletero
El Volkswagen Jetta es uno de esos coches que no presume de tener una gran cantidad de espacios portaobjetos. Sin embargo, todos compartimentos que ofrece son muy prácticos y están bien ubicados. No faltan huecos específicos para dejar bebidas, tanto en las plazas delanteras como en las traseras, hay un hueco muy útil delante del mando del cambio y otro pequeño compartimento con tapa en el techo (ver imagen). Es decir, en el Jetta te sientas y, automáticamente, encuentras compartimentos perfectamente ubicados para dejar con rapidez las cosas que llevamos encima (móvil, cartera, llaves etcÂ…).
Casi todos los compartimentos tienen el fondo forrado con bandejas de goma o, como en el caso del cofre que hay entre las dos plazas delanteras, con una alfombrilla textil de material sintético -a mi me hubiera gustado que todos estos revestimientos fueran de mayor calidad-.
Delante del asiento del acompañante está la habitual guantera en la que se suele guardar la documentación del vehículo, el manual de usuario y el chaleco de señalización, entre otras cosas. No cuenta con demasiada capacidad ni está revestida por dentro, no obstante, está iluminada y climatizada.
Como buena berlina que se precie, el Volkswagen Jetta presenta un buen maletero. Tiene una capacidad de 510 litros (un muy buen dato). Si queremos ampliar el volumen, se pueden abatir los respaldos de los asientos traseros en proporción 60/40 (ver imagen). Con los asientos abatidos, el piso no queda totalmente plano, pero no es un problema si queremos introducir objetos largos y voluminosos.
Para abrir el portón, se puede hacer desde el mando a distancia, desde una tecla dedicada que está situada en el panel de la puerta del conductor (ver imagen) o desde un botón situado en el propio portón. Todos ellos, facilitan mucho las cosas y se agradecen.
Del maletero hay cosas que no me han gustado. Para empezar, no está completamente tapizado (hay “chapa” a la vista en la parte superior y en parte del portón -ver imagen-). La iluminación es muy pobre y corre cargo de un pequeño punto de luz ubicado en el techo del maletero. Por último, el brazo derecho que sustenta el portón no tiene ningún tipo de revestimiento que camufle la carrocería y tornillería (el que está situado en la parte derecha tiene una funda de plástico que permite cubrir el cableado que suministra electricidad a la bombilla de la matrícula -ver imagen-).
Debajo de la moqueta del maletero, se oculta la rueda de repuesto (es de emergencia) y todas las herramientas necesarias para su instalación (todo está correctamente presentado) -ver imagen-.
En marcha
Como he comentado en el inicio de la prueba, una de las cosas que más me han gustado del Volkswagen Jetta, es su conducción, algo que es habitual en cualquier modelo de Volkswagen.
Hoy por hoy, Volkswagen, es uno de los fabricantes de referencia en cuanto a agrado de conducción y dinámica se refiere. Por mucho que pruebo modelos de la competencia, no termino encontrar una marca –no ubicada dentro del Grupo- que sea competencia real del fabricante alemán.
La posición al volante, como he comentado anteriormente, es perfecta. Con pocos reglajes uno se siente como si todo estuviera hecho a medida. Ya en movimiento, el Jetta tiene las buenas maneras de cualquier modelo de Volkswagen; la dirección es muy precisa y tiene un tacto delicioso, el funcionamiento de todos los mandos mecánicos es impecable y su comportamiento en carretera se sitúa entre los mejores.
Nuestra unidad de pruebas, asociada al acabado Sport, equipaba una suspensión más firme que permite rebajar la altura de la carrocería respecto al suelo. El tarado de la misma, que es mucho más firme en compresión que en extensión, mantiene el coche bastante sujeto al suelo, aunque al ser algo blanda en extensión y con un recorrido algo amplio, no puede evitar que la carrocería balancee algo más de lo deseado y que contenga algo mejor los movimientos cuando se realiza rápidos cambios de dirección. Aún así, todos los movimientos parásitos que genera el coche cuando hay un desplazamiento de masas, son muy predecibles y fáciles de controlar. En condiciones normales, la estabilidad es muy buena y no plantea un solo problema. La verdad es que he disfrutado mucho conduciendo este coche.
En curva, el Volkswagen Jetta expresa, al momento, su marcado carácter subvirador. Sin embargo, la agilidad del tren trasero permite que podamos contrarrestarlo con facilidad y sin sustos de ningún tipo. Este Jetta no es de esos coches supereficaces cuando se trata de negociar una curva, ni tampoco es especialmente ágil ante un rápido cambio de dirección, pero resulta divertido y agradable de conducir.
El control de estabilidad forma parte del equipamiento de serie en todos los acabados. No se puede desconectar y permite bastante libertad al tren trasero para que gire cuando se produce un desplazamiento de masas o un apoyo muy fuerte en curva de media y alta velocidad.
Los frenos cumplen correctamente; el pedal ofrece un buen tacto, aguantan sin problemas cuando sufren un uso prolongado y son suficientemente eficaces cuando se trata de detener el coche en pocos metros. El tren delantero equipa unos discos ventilados de 312 mm y, el trasero, discos macizos de 253 mm.
Nuestra unidad de pruebas equipaba unos neumáticos Bridgestone Potenza RE050A 225/45 R17 con código de carga “91” y de velocidad “W” (ver imagen). En seco, su adherencia me ha parecido mejorable, pero me hubiera gustado probar el Jetta con otros neumáticos para sacar unas conclusiones más claras y precisas.
Motor turbo de 160 CV
El conjunto motor-cambio es, a mi juicio, lo mejor de esta versión. Bajo el capó, se encuentra un motor 1.4 TSI de 160 CV, que es de lo mejor del mercado dentro de la gama de motores de esta cilindrada y potencia. Es más, todas las berlinas equiparables al Volkswagen Jetta no tienen un motor de esta potencia.
El 1.4 TSI hace gala de un refinamiento y rendimiento excelente. Entrega todo el par y potencia de forma constante, sin interrupción alguna, sin tirones, vibraciones y variaciones parásitas en la respuesta.
Saliendo desde parado, responde de forma inmediata. Además, lo puedes estirar hasta las 5.800 rpm sin problemas para sacar el máximo partido al motor.
También es rápido, de hecho es capaz de superar a berlinas con motores de mayor potencia y cilindrada. Por ejemplo, es más rápido acelerando de 0 a 100 km/h que un Opel Insignia 4p Sportive 1.6 Turbo de 180 CV (el Opel tarda 8,9 segundos, mientras que el Jetta lo hace en 8,3).
El consumo varía mucho en función de lo que le queramos pedir al motor. En ciudad, con tráfico y ciñéndonos únicamente a las zonas céntricas de la urbe, el consumo siempre se ha estabilizado por debajo de los 8 litros, lo que no es un mal dato. Si el recorrido urbano, puro y duro, se combina con vías de circunvalación, el consumo se puede rebajar en algo más de medio litro. Ya en carretera y, siendo muy estrictos con las limitaciones de velocidad, podemos llegar a obtener un consumo comprendido entre 6,5 y 7 litros.
Desde el punto de vista técnico resulta especialmente interesante echar un vistazo al modo de trabajo complementario del compresor y del turbo: el compresor, propulsado mecánicamente por correas, aumenta el par TSI a bajas revoluciones. Se trata aquí de una unidad de compresión del tipo Roots. Una de las características especiales del compresor utilizado es el grado de transmisión interno que posibilita una alta eficiencia volumétrica desde un número de
revoluciones bajo.
A un alto número de revoluciones se incorpora adicionalmente el turbo de gases de escape (con válvula Wastegate). De este modo, el compresor y el turbo de gases de escape están conectados en serie. El compresor se activa a través de un acoplamiento magnético integrado en un módulo dentro de la bomba de agua. Una válvula de mariposa se ocupa de dejar pasar aire fresco hacia el turbo o hacia el compresor, proceso que es necesario para alcanzar el punto de funcionamiento. En el estado de servicio puro con el turbo, la válvula de mariposa está abierta. En este caso, el aire sigue el camino habitual de los motores turbo convencionales a través del intercooler frontal y de la válvula de mariposa hacia el colector de admisión. El compresor le cede el turno completamente al turbocompresor al llegar a 3.500 r.p.m.
Cambio DSG de 7 velocidades
A este motor, le sienta de maravilla el cambio DSG de doble embrague y siete velocidades. Es una auténtica delicia y se desenvuelve a las mil maravillas, ya que funciona muy rápido y, lo que es más importante, permite que podamos estirar el motor hasta las 6.000 rpm en las reducciones. Me parece un buen cambio que te recomendaría sin dudarlo un momento, ya que te hace la vida más cómoda y es rapidísimo. Se puede manejar, de forma semi-automática, desde el pomo del cambio o mediante unas levas situadas detrás del volante que me parecen imprescindibles.
El ruido generado por la aerodinámica, rodadura y motor está bastante atenuado, probablemente más que el de cualquiera de sus rivales directos. Esto hace, que los largos desplazamientos por carretera sean confortables, al menos en cuanto a ruido se refiere. Por suspensión, me ha resultado menos confortable, aunque debemos tener en cuenta que esta versión equipaba la suspensión deportiva. Los asientos son, sencillamente, impecables.
Precio y equipamiento
El Volkswagen Jetta Sport 1.4 TSI 160 CV DSG 7 velocidades se puede adquirir desde 26.230 € (descuento promocional de 615 € incluido). Su equipamiento de serie está formado por llantas de aleación de 16 pulgadas, climatizador dual, asientos deportivos, faros antiniebla con luz de giro, indicador de desgaste de las pastillas de freno, suspensión deportiva, control de estabilidad, volante forrado en cuero y con mandos integrados (aquí puedes consultar el configurador de Volkswagen).
Probablemente, estarás pensando que hay mejores alternativas, si lo que buscas es una buena relación entre precio y equipamientoÂ…. y sí, debo darte la darte la razón. Sin embargo, el Volkswagen Jetta tiene un extra, en cuanto a base mecánica y calidad de conducción se refiere, que no ofrecen el resto de competidores.
Conclusión: El Volkswagen Jetta es una buena berlina, probablemente la mejor opción de su segmento, si lo que buscas es un buen conjunto motor-cambio (al menos en la versión que hemos tenido la oportunidad de probar), un comportamiento en carretera de primer nivel y una calidad de conducción que ninguno de sus contrincantes europeos es capaz de alcanzar. Además de todo esto, es amplio por dentro, bastante confortable y tiene un maletero que está a la altura de lo que se espera en una berlina de este tipo. Una lástima que la calidad de algunos plásticos del interior y sus acabados no estén a la altura de lo que se espera de un modelo de Volkswagen... aún así, es algo que pasa a un segundo plano.
El Volkswagen Jetta es uno de los candidatos que optan a la nueva edición de "Coche del Año en Internet 2012". Ayúdanos a elegirlo pinchando aquí. ¡Esperamos vuestras votaciones!
Texto: Gustavo Rodríguez
Fotos: A. R. Sastre y G. Rodríguez