El Toyota Verso pertenece a ese grupo de vehículos de carrocería monovolumen de unos 4 metros y medio de largo y con un habitáculo de un máximo de 7 plazas. Es un familiar concebido para usuarios que necesiten el espacio y la versatilidad que da el tener esas plazas disponibles. Nosotros probamos la versión Diesel de 126 CV asociada al acabado “Active” (aquí puedes configurarlo).
Interior
Al entrar en el habitáculo, lo primero que vemos es un interior recubierto con plásticos duros casi en su totalidad, salvo en la parte superior del salpicadero. Todos están bien ajustados y tienen un acabado sobrio y correcto en líneas generales, no obstante, nos hubiera gustado que las calidades fueran mejores o que, al menos, estuvieran a la altura de los mejores de su segmento.
El interior ofrece una disposición de las plazas en un formato 2+3+2.
Asientos
Los asientos delanteros de la versión “Active” son confortables y tienen una buena sujeción lateral. Están guarnecidos con un textil que es agradable al tacto y que tiene apariencia de ser duro y resistente al uso. Ambos tienen regulación en altura y los habituales de inclinación y longitud. No tienen regulación lumbar, lo cual es un fallo importante en un vehículo en el que casi con seguridad tendremos que viajar. El asiento del conductor tiene una posición demasiado elevada en su regulación más baja (suele ser lo habitual en este tipo de coches). No obstante, la postura es correcta, ya que el volante presenta amplios reglajes en altura y profundidad. Los reposacabezas son mejorables, ya que quedan lejos de la cabeza y sólo pueden ajustarse en altura. Los cinturones de seguridad cuentan con regulación en altura.
Entre los dos asientos delanteros, hay un reposabrazos central de tamaño ínfimo y muy mejorable, ya que no lo pueden usar los dos pasajeros delanteros a la vez. Este reposabrazos oculta el acceso a un hueco iluminado que no está totalmente tapado (ver imagen).
Los asientos de la segunda fila son cómodos para dos adultos sentados en las plazas laterales. Tres adultos que no sean muy voluminosos (sobre todo a lo ancho) podrán viajar bien, sin demasiados aprietos. Dos niños con sistemas de retención infantil de cualquier grupo viajarán sin problemas en los mismos asientos. Si los ocupantes que van a ocupar las plazas traseras van a ser adultos, éstos no tendrán problemas de espacio para las piernas, incluso si adelantamos los asientos unos centímetros.
Los asientos de la tercera fila son de calidad y están bien dispuestos para que se vaya más cómodo de lo que es habitual en modelos de similares características. Eso sí, sólo recomendables para personas de pequeña estatura, complexión delgada o niños. Un adulto que supere el 1,80 m de estatura irá con las piernas demasiado encogidas. Para poder acceder a estas dos plazas, hay que abatir los asientos laterales de la segunda fila. El acceso es bastante amplio y se realiza con poco esfuerzo.
Huecos y compartimentos
Existen varios huecos repartidos por el interior del habitáculo que contribuyen a dar gran capacidad de almacenaje, algo muy importante en un vehículo de corte eminentemente familiar, donde los niños campan a sus anchas y necesitan tener lugares donde poner todo lo que traen consigo. Que luego usen esos huecos es otra guerra.
El hueco que menos nos ha gustado, por capacidad, es la guantera. Poco espaciosa y dividida en dos compartimentos con tapas abatibles, sólo es suficiente para meter la documentación y poca cosa más. El hueco superior está refrigerado (ver imagen) y caben dos botellas de medio litro.
El conductor y el pasajero delantero tienen varios huecos a su alcance; disponen de una bolsa rígida de buena capacidad en el panel de la puerta y de dos huecos en la parte izquierda y derecha de la consola (son pequeños y estrechos, pero suficientemente profundos para dejar monedas y pequeños objetos). En el plafón delantero hay un alojamiento amortiguado porta-gafas en el que únicamente caben gafas pequeñas, lo cual empieza a ser norma entre los fabricantes. En la consola tenemos un hueco pequeño y profundo justo detrás del selector del cambio. Al lado del mando del freno de mano tenemos dos posavasos y un hueco al final de la consola (ver imagen).
Los pasajeros de la segunda fila pueden guardar objetos en los paneles de las puertas y en unos cofres situados en el suelo. Ambos compartimentos no tienen demasiada capacidad. Los respaldos de los asientos delanteros integran unas bandejas abatibles. No están guarnecias con fondo de goma e integran un posavasos (ver imagen).
En las plazas de la tercera fila hay un posavasos en el panel lateral. Cabe destacar que el plástico de esa zona es de peor calidad que el del resto del habitáculo, además se raya con suma facilidad.
Maletero
Tiene una buena capacidad, está muy bien terminado y completamente guarnecido en moqueta de pelo corto y con plásticos duros en los paneles laterales. Las formas no son demasiado regulares, ya que los reposabrazos de la tercera fila de asientos restan algo de espacio en anchura (ver imagen). Equipa una toma de corriente, un plafón que ilumina muy poco, una bandeja enrollable en la que no podemos dejar objetos pesados, dos compartimentos con tapa situados en los paneles laterales y un doble fondo con varios huecos en el que se aloja un kit antipinchazos.
Con las tres filas de asientos en su disposición habitual 2+3+2, el maletero tiene una capacidad de 178 litros, una cifra que se puede ampliar hasta los 1.699 litros si abatimos los asientos de la segunda fila y extraemos los de la tercera. Cuando liberamos de espacio al habitáculo, queda un piso completamente plano, lo que es de agradecer para introducir objetos voluminosos. Todo se consigue con rapidez y poco esfuerzo.
Mandos: disposición y funcionamiento
El cuadro de instrumentación tiene una tipografía moderna y legible. Todos los indicadores, mandos y testigos están iluminados en color ámbar. Es agradable a la vista y su intensidad se puede regular. La presentación de la información del vehículo se muestra en una pantalla a la derecha del velocímetro y el tacómetro (presenta la información referente al nivel de carburante, la autonomía restante y el kilometraje parcial y total). Esta pantalla tiene una mala situación, ya que le da el sol con facilidad y, además, se ensucia a la mínima, lo que dificulta la lectura de los datos que ofrece.
Los mandos del puesto de conducción están bien dispuestos, justo a mano.
El volante, forrado en cuero, tiene un tacto agradable, un aro con un grosor más bien delgado y un diámetro correcto. Tiene una amplia regulación en profundidad y en altura. Además, dispone de varios mandos que permiten manejar diferentes funciones del vehículo. En el brazo derecho, se encuentran los mandos que controlan el menú del ordenador, el control de crucero, el control de voz y el dispositivo bluetooth del teléfono (ver imagen). Por su parte, en el brazo izquierdo, se puede controlar el equipo de audio y la elección de la fuente de sonido (ver imagen).
Detrás del volante, están los típicos mandos satélite que permiten controlar los indicadores de dirección, las luces, los limpiaparabrisas y el regulador de velocidad. Al igual que los mandos integrados en el volante, éstos también ofrecen un tacto agradable, suave y preciso.
Climatizador y equipo de sonido
La consola contiene el climatizador bi-zona que tiene un funcionamiento correcto y silencioso. La temperatura deseada se obtiene en poco tiempo. Lo peor de este sistema es que no tiene mandos específicos para las dos filas traseras. Únicamente podemos seleccionar una temperatura para todo el habitáculo o dos temperaturas diferentes para los pasajeros delanteros.
El equipo de audio es bueno. Ofrece un sonido limpio y potente, y gestiona bien los discos CD con mp3/wma/cd audio y reproductores MP3 conectados vía USB o AUX (ver imagen). Ambos conectores están situados a la izquierda de la consola, cerca del pasajero delantero. Esta ubicación resulta poco práctica cuando el conductor viaja solo.
Nuestra unidad de pruebas equipaba un dispositivo bluetooth integrado con perfil de audio A2DP (su funcionamiento y emparejamiento al teléfono resulta errático). Una vez emparejado, este dispositivo funciona bien y es transparente pare el usuario (la emisión y la recepción de las llamadas son correctas y la agenda del teléfono se gestiona sin problemas).
La reproducción de audio vía bluetooth es correcta. La gestión del dispositivo de audio conectado vía bluetooth sólo se puede realizar desde el dispositivo. Si conectamos un dispositivo externo mediante USB, tenemos acceso limitado a algunas funciones desde los mandos del volante (ver imagen).
Iluminación exterior e interior
El alumbrado exterior es bueno, ya que la luz que ofrece es buena en intensidad y amplitud. Lleva todas las funciones de alumbrado con luces halógenas sin sensor crepuscular, únicamente disponible con el modelo Advance.
La iluminación del habitáculo es correcta, tiene varios puntos de luz de intensidad mejorable. Los parasoles tienen espejo y luz de poca intensidad, algo que comienza a ser habitual entre la mayoría de los fabricantes.
Motor y cambio
Probamos la versión Diesel D.4D de 126 CV, que es la menos potente de la gama (hay otra versión de 150 CV que, de momento, no hemos tenido la oportunidad de probar en este modelo). El motor tiene un funcionamiento muy sorprendente, con mucha fuerza en la zona baja del cuentarevoluciones y con una abrupta bajada de prestaciones llegando a las 4000 rpm. No es un motor deportivo, es un motor de ciclo diesel muy voluntarioso, que mueve con mucha suficiencia al Toyota Verso. Es, además, un motor muy silencioso. Al tener tanta fuerza a bajas revoluciones, se hace muy agradable de utilizar en ciudad.
El selector del cambio, situado en lo alto de la consola y muy a mano, acciona un cambio manual de 6 velocidades que tiene un tacto un poco esponjoso, pero nada desagradable (ver imagen). Su guiado es correcto y preciso, aunque los recorridos son un poco largos.
El consumo de este motor es bastante correcto. En un recorrido de 1.200 km circulando a una velocidad media de 107 km/h en el que no se ha buscado una conducción económica y en el que han viajado dos personas adultas con su correspondiente equipaje, hemos obtenido un consumo medio de 6,3 l/100 Km. En condiciones de utilización respetando los límites de velocidad este vehículo puede consumir menos aún.
Aquí tienes más información sobre la gama de motores del Toyota Verso.
En marcha
Dinámicamente es un vehículo bien amortiguado y asentado. Teniendo en cuenta su masa, su tamaño y la configuración de las suspensiones, que están claramente orientadas hacia el confort, el Toyota Verso es un coche de reacciones nobles que se comporta de forma dinámica y ágil en carreteras reviradas y aplomado en vías con largas rectas.
La suspensión, más firme en compresión que en extensión, tiene una acertada puesta a punto para obtener un buen compromiso entre confort y estabilidad. Es confortable porque aísla bien el interior de las irregularidades de la carretera sin generar rebotes extraños y, es estable, porque los movimientos de la carrocería están bastante contenidos y la carrocería es poco sensible al viento lateral cuando viajamos por autovía a velocidades legales. Además, siempre se ha mostrado como un coche muy dinámico y ágil, tomando las curvas justo por donde queríamos y siguiendo fielmente las indicaciones del volante.
Nuestra unidad de pruebas veía algo limitada su adherencia, debido a que equipaba unos neumáticos de perfil alto y de baja resistencia a la rodadura.
Durante la prueba dinámica no hemos detectado ningún ruido parásito, lo cual es digno de mención, ni siquiera cuando hemos circulado por carreteras o vías muy rotas o con empedrado. En este sentido, un diez para Toyota.
La respuesta de los frenos es correcta, tanto en uso normal como condiciones más extremas. El pedal tiene mucho recorrido si queremos obtener una frenada potente.
Aquí tienes más información sobre el bastidor.
El ruido aerodinámico está bien aislado, algo ciertamente destacable si tenemos en cuenta que nuestra unidad equipaba un enorme techo panorámico (ver imagen). El ruido de rodadura también es bajo, tanto por la configuración de la suspensión, que filtra muy bien todas las irregularidades del terreno y no transmite ruidos parásitos al habitáculo, como por los neumáticos que montaba nuestra unidad, que son muy silenciosos y de un perfil que fomenta el confort de marcha.
Los espejos ofrecen una buena retro visibilidad. Para las maniobras de aparcamiento o maniobras marcha atrás, contamos con un radar de parking delantero y trasero con aviso sonoro y visual. El modelo Advance puede llevar una cámara de visión trasera.
El Toyota Verso incorpora, de serie, un asistente de arranque en pendiente, cuyas siglas en ingles son HSA (Hill Start Assist). Tiene un funcionamiento muy poco refinado en comparación con otros sistemas, ya que tiene que ser el usuario quien debe activarlo, pulsando durante unos segundos el pedal de freno con mayor presión de la normal para que se active. Todo esto hace que se convierta en un sistema de activación demasiado lento y engorroso. Además, el pulsador incorporado en el pedal de freno, que activa el sistema HSA, dejaba un tacto desagradable en el pedal. Esto es atribuible, muy probablemente, sólo a esta unidad concreta.
Aquí tienes más información sobre el equipamiento.
Conclusión: Con pocos o muchos niños, con pocos o muchos pasajeros, con poco o mucho equipaje, este vehículo soportará cualquier situación a la que lo pongamos a prueba, porque su bandera es la versatilidad. Es de esos coches que, dentro de la sobriedad, siempre responden bien, cumplen correctamente y transmiten una sensación de solidez y fiabilidad difícil de explicar. Todo funciona y eso es lo que importa, sin alardes ni lujos. Eso, a veces, es lo más importante. Sobre todo si es tu familia la que va a bordo.
Texto: Antonio Guzmán
Fotos: Toyota
