Desde el pasado mes de febrero está disponible en los concesionarios la gama 2016 del monovolumen compacto de Toyota. Nosotros probamos la versión de gasolina 1.6 Valvematic de 132 CV en su variante de cinco plazas, que destaca por suavidad y refinamiento. Se puede adquirir desde 16.750 €.
Si comenzamos por las novedades que presenta el familiar japonés, nos centramos en su exterior, que incorpora una nueva gama de llantas de aleación, con tres nuevas opciones, dos de 16’’ y una de 17’’, y la paleta de colores de la carrocería. Está se puede elegir en Azul Océano, Blanco Classic, Blanco Perlado, Gris Grafito, Gris Meteoro, Negro Azabache y Plata —el tono Gris Meteoro es la novedad en la gama 2016 de Verso—.
Un interior bien fabricado
En el habitáculo, Verso presenta nuevo diseño en el volante, tapizado en piel napa, y el pomo de la palanca del cambio, con inserciones cromadas, y el sistema multimedia Toyota Touch 2 con una pantalla de mayor tamaño (7”) y software renovado. Este dispositivo puede ir asociado a un sistema de navegación —Toyota Touch 2 & GO y Toyota Touch 2 & GO Plus— con 3 años de actualización de mapas. A ello se une la nueva tapicería de tela de color negro para el acabado Advance, que además pasa a llevar de serie los cristales traseros oscurecidos.
El interior sigue ofreciendo un muy buen nivel de acabados y una calidad de ajustes que nos dio la sensación que está aún más cuidada. Delante, conductor y acompañante encontrarán mucho espacio y un salpicadero poco intrusivo que también dejará bastante espacio para las piernas. La postura al volante es bastante elevada, por lo que se controlan muy bien las dimensiones de toda la carrocería. Por su parte, los asientos delanteros son confortables y el tapizado de tela resulta bastante agradable.
El diseño del salpicadero cuenta con un diseño acertado, ya que todos los mandos están muy bien situados para su localización y posterior manejo. La instrumentación, que es analógica y cuenta con una tipografía bastante clara, está situada en la parte central y orientada ligeramente al conductor. Justo debajo, se encuentra la consola central, en la que están todos los mandos que nos permiten controlar el equipo de sonido, el climatizador y el navegador. Precisamente, la consola central está gobernada por una pantalla táctil a todo color de 6,1 pulgadas, que muestra todo el sistema de info entretenimiento. Incorpora radio AM/FM, reproductor de CD/MP3, conectividad Bluetooth con teléfonos móviles con una función de reproducción inalámbrica de música, y un puerto USB para conectar reproductores de música portátiles, con la posibilidad de mostrar portadas de álbumes desde un iPod. Por otra parte, cuenta de serie con una cámara de visión trasera.
El espacio disponible en las plazas traseras sigue siendo muy bueno en todas sus cotas, sobre todo en longitud. Las tres plazas son independientes, algo que es muy favorable a la hora de instalar dispositivos de retención infantil. Al igual que los asientos de la primera fila, los de la segunda también son muy confortables.
El maletero, que tiene una capacidad de 484 litros, sigue siendo muy amplio en anchura -algo que es de agradecer-, y sus formas permiten que lo podamos aprovechar al máximo. Si necesitamos transportar objetos muy largos como, por ejemplo, una bicicleta, los respaldos de los asientos de las plazas traseras se puede abatir para conseguir un volumen máximo de 1.740 litros. Los asientos se abaten con facilidad, rapidez y sin apenas esfuerzo.
Se impone el confort
Cuando nos ponemos en marcha, lo que impera en el Verso, al menos en esta versión de gasolina, es la suavidad, el refinamiento y el confort de marcha. El motor, que es bastante silencioso en su funcionamiento, apenas se percibe a regímenes moderados. Cuando nos movemos a un régimen de giro alto, el ruido se percibe con mayor notoriedad, pero sigue siendo bajo, no resulta molesto y las vibraciones están muy contenidas. La aerodinámica y la rodadura también están muy bien aisladas.
El tacto de los mandos mecánicos que nos permiten conducir (dirección, cambio y pedales) también ofrecen un tacto muy refinado. La dirección eléctrica sigue siendo muy suave y hace gala de un funcionamiento realmente agradable cuando se circula en ciudad y/o a bajas velocidades. En carretera resulta precisa y comunicativa. El cambio manual de seis velocidades también resulta bastante suave y aporta su granito de arena para mejorar todo el conjunto del coche.
Por estabilidad y pese a su veteranía, el Toyota Verso sigue siendo uno de los mejores de su clase. Cuando lo pruebas en carretera a un ritmo ágil o intentas poner al Verso en problemas, éste no responde con un mal gesto, reacciona de una forma muy sana y resulta muy fácil de conducir y controlar en situaciones límites. En este tipo de situaciones, el tren delantero muestra un buen nivel de adherencia, el trasero se encuentra cosido al asfalto y los movimientos de la carrocería no transmiten malos modos.
Refinamiento y suavidad en su mecánica
Bajo el capó encontramos un motor atmosférico de gasolina de los de toda la vida. Sus 1.6 litros y 130 CV no dan mucho de sí para buscar un buen rendimiento y prestaciones en carretera. Por el contrario, si practicas una conducción suave y relajada, esta mecánica es recomendable por la suavidad y refinamiento que muestra a bajo y medio régimen.
En carretera es un coche algo limitado, incluso si viajas sin ocupantes y equipaje. Por ejemplo, si conectas el control de crucero para mantener una velocidad de 120 km/h en sexta velocidad en una autovía con repechos pronunciados, el motor no es capaz de mantener esa velocidad, por lo que te obligará a jugar constantemente con el cambio para buscar 5.000 rpm, recuperar la velocidad marcada y volver a conectar el control de crucero.
Por consumo, tampoco es un motor que brille en exceso. En carretera no hemos sido capaces de bajar de 7,4 l/100 km practicando una conducción normal respetuosa con las limitaciones de velocidad. En ciudad, como te puedes suponer, es imposible bajar de 8 litros.
Su precio y equipamiento
La gama 2016 de Verso está formada por dos niveles de equipamiento —Comfort y Advance— y dos paquetes opcionales — Pack Style y Pack Smart Line—.
El Pack Style, que reemplaza al Pack Skyview de la gama Verso 2015, incluye llantas de aleación de 17”, faros Bi–xenon con lavafaros y luces diurnas (DRL) de LED y techo panorámico (Skyview). Por su parte, el Pack Smart Line, que va asociado a la adquisición del Pack Style, ofrece tapicería mixta cuero/tela —gris oscuro o gris claro—, asientos delanteros calefactables, sistema de entrada y arranque sin llave (Smart Entry) y parasoles retráctiles en las ventanillas traseras.
La versión que hemos probado estaba asociada al acabado Advance y contaba con el Pack Style (800 €) y el sistema Toyota Touch & Go (600 €). Cuesta 19.150 € (consultar todos los precios).
Conclusión: Pese a ser todo un veterano, el Verso está asumiendo perfectamente el paso del tiempo y, además, sigue siendo una de las mejores opciones que plantea el mercado en estos momentos. Por espacio, capacidad de carga y cualidades prácticas es un coche competente y satisfactorio. La versión de gasolina de 130 CV es más recomendable para circular en ciudad que en carretera o en vías con muchos repechos. Su refinamiento y suavidad son sus puntos fuertes si buscas un monovolumen con un excelente agrado de conducción.