El Prius ha sido un éxito tan rotundo para Toyota, que necesitaba alguna carrocería adicional para ganar algo de espacio y maletero. La respuesta no ha tardado en llegar y, con motivo del lanzamiento de la tercera generación, el híbrido japonés ahora está disponible con un habitáculo de siete plazas y un maletero de 505 litros.
Para empezar, hacía tiempo que no me subía a un Prius, de hecho, todavía no había probado esta nueva generación. Respecto al anterior modelo, el nuevo me parece mejor en todo.
Interior futurista con una calidad normal
Si hablamos del interior, se respira algo más de calidad, aunque no esperes materiales lujosos ni grandes acabados. Eso sí, los plásticos utilizados, aunque no son muy buenos, están bien ensamblados y presentan una textura y aspecto bastante logrados para que resulten suficientemente agradables. En la parte más visible del salpicadero hay zonas mullidas. Por lo demás, me hubiera gustado que las zonas acolchadas en las que deben apoyar los codos, fueran algo más confortables.
Al igual que el anterior Prius, el nuevo hace gala de un aspecto futurista y no demasiado convencional, aunque también debo decirte que se respira cierto aire ochentero. Me gusta ponerme a los mandos y ver que todo es poco convencional y resulta hasta entretenido. Por ejemplo, para arrancar hay que pulsar un botón redondo y, para estacionarlo, hay que pulsar un botón cuadrado y luego un pedal situado a la izquierda del embrague.
La palanca de cambios es muy pequeña y tiene un tacto muy suave. No tiene demasiadas posiciones; la marcha directa, marcha atrás, punto muerto y una “B” que nos quiere decir que, si la ponemos en funcionamiento, el motor retiene algo más para activar el freno motor y generar algo de energía para recargar las baterías.
El volante tiene una forma ovalada muy sugerente, sin embargo, lo que más me gusta, es que es más bien pequeño, por lo que se maneja realmente bien. Además, integra varios botones para controlar la temperatura del climatizador, la distancia de regulador de velocidad activo, el equipo de sonido, el control por voz y el ordenador de a bordo.
La instrumentación está en el centro y es digital. Muestra bastante información y lo hace de una forma clara y correctamente ordenada. Para que el conductor no se distraiga ante tanto mando y botón, hay un pequeño display que se refleja en el parabrisas y que nos informa sobre la velocidad a la que circulamos –algo importante para evitar multas- y algunas indicaciones del sistema de navegación.
Pero lo que más me gusta, además de todo lo comentado, es que me pongo a los mandos y me encuentro cómodo desde el primer momento. Los asientos son confortables y están tapizados en un cuero de tacto bastante agradable. El volante, aunque queda en una posición ligeramente forzada, puedo regularlo bien para poder conducir correctamente. En el centro de los dos asientos hay un apoyabrazos que, aunque no se pueda regular en altura, está en la posición ideal para que resulte cómodo si queremos apoyar el brazo izquierdo.
Como digo, me siento y me encuentro cómodo desde el primer momento. Pero también dispongo de sufrientes compartimentos para dejar los pequeños objetos que se suelen llevar encima; un móvil, llaves o una cartera. Además, también puedo llevar un botellín de agua o un bote de refresco.
Práctico y conectable
Me gusta que debajo de la consola central haya una pequeña bandeja para dejar mi iPod, mi maquinilla de afeitar o mi teléfono móvil para poder conectarlo a una toma de datos (USB y Jack) o a una de corriente de 12V.
Pero Toyota también ha querido pensar en el acompañante. Este puede disponer de dos guanteras que, sin ser exageradamente capaces, ambas consiguen un volumen conjunto bastante decente. Además, el aireador izquierdo integra un pequeño posavasos.
En la segunda fila de asientos hay suficiente espacio como para que dos adultos vayan suficientemente cómodos. En estas plazas he encontrado cuatro inconvenientes; los asientos no son tan envolventes como los delanteros, la banqueta es algo más elevada de lo deseado, la plaza central carece de apoyabrazos y, el de las puertas, queda demasiado bajo para que se vaya con comodidad.
En la tercera fila hay dos asientos. A diferencia de otros coches de este tipo, estas dos plazas son bastante válidas para que dos adultos puedan viajar mínimamente seguros y con suficiente espacio como para no sentirse contorsionistas. Bien es cierto que irás con las piernas bastantes flexionadas y que el confort no es el ideal, pero en general sorprende lo bien que se va.
Dos maleteros en uno
El Prius+ dispone de 232 litros de volumen de carga, incluso con siete ocupantes a bordo. Con la tercera fila de asientos abatida, esa cifra sube hasta los 784 litros, y con la segunda y la tercera fila plegadas, aumenta hasta un máximo de 1.750 litros. La apertura del portón trasero, de 1.105 mm de ancho por 730 mm de alto, 95 mm más ancha y 85 mm más alta que la del Prius estándar, para facilitar la carga y descarga.
La flexibilidad de carga mejora gracias a una gran bandeja de almacenamiento de 60 litros y 345 mm de profundidad situada bajo el suelo del maletero. Resulta muy sencillo guardar las bolsas de la compra bajo el suelo del maletero, mientras que una maleta o un cochecito de niño caben verticales levantando la placa del suelo.
Obviamente, como puedes imaginar, los 232 litros de capacidad que tiene el maletero cuando se utilizan las siete plazas, se quedan muy escasos para lo que se suele demandar en un coche de corte familiar, no obstante, siempre se pueden eliminar estas dos plazas adicionales para disponer de un maletero bastante generoso. Cuando las dos plazas traseras están abatidas, el piso queda totalmente plano, pero hay que tener cuidado si llevas pequeños objetos para que estos no se cuelen entre los huecos que dejan los asientos a la altura de los reposacabezas.
El sistema híbrido combinado Full Hybrid del Prius+ cuenta con un motor de gasolina VVT-i de 1.8 litros, un potente motor eléctrico, un generador, una batería de ión litio de alto rendimiento, una unidad de control de la energía y un dispositivo de distribución de la potencia. Todo ello ofrece una potencia conjunta de 136 CV.
Un híbrido de gasolina de 136 CV
El sistema HSD utiliza la potencia del motor de gasolina y del motor eléctrico en paralelo, o por separado, maximizando la eficiencia de ambas unidades para conseguir un equilibrio óptimo entre rendimiento de conducción y eficiencia de combustible.
Al decelerar y al frenar, el motor eléctrico actúa como generador de gran capacidad para efectuar el frenado regenerativo. La energía cinética, que normalmente se pierde en forma de calor, se recupera como energía eléctrica en la batería de alto rendimiento.
La transmisión eléctrica continuamente variable (E-CVT, Electric Continuously Variable Transmission) se controla mediante la tecnología Shift-by-Wire (cambio electrónico), a través de un sistema electrónico de palanca de cambio.
Como sucede en el Prius estándar, en el Prius+ se pueden seleccionar tres modos de conducción para aumentar las capacidades del sistema híbrido combinado Full Hybrid, incluido un exclusivo modo EV que ofrece un funcionamiento excepcionalmente silencioso utilizando únicamente el motor eléctrico, con un consumo de combustible cero y cero emisiones de CO2, NOx y partículas.
Más estable y seguro
A diferencia del anterior Prius, el nuevo me ha sorprendido gratamente por varias razones. En primer lugar, es mucho más estable, transmite mayor seguridad al volante –incluso cuando lo queremos llevarlo al límite de sus posibilidades-, el sistema de propulsión es más avanzado y el tacto de conducción es más agradable.
Analizando todos estos puntos con algo más de profundidad, empezaré por su comportamiento en carretera. Sorprende que un coche concebido para ir muy tranquilo y para recorrer muchos kilómetros en ciudad, disponga de una suspensión más bien dura que, sin serlo en exceso, creo que sí que debería ser mucho más confortable. Sin embargo, cuando salimos a la carretera y conducimos a un ritmo alegre –dentro las prestaciones que nos puede ofrecer un Prius- notamos un coche bastante aplomado y estable. Además, la dirección eléctrica transmite bastante precisión y nos permite guiar al tren delantero por donde nosotros queremos.
No me ha gustado nada el tarado del control de estabilidad. Es excesivamente brusco cuando se produce una pérdida de la trayectoria bastante violenta –por ejemplo, cuando realizamos un rápido cambio de dirección a altas velocidades o variamos la trayectoria cuando el coche va apoyado en una curva rápida-. Es brusco porque, cuando actúa sobre los frenos, estos clavan literalmente el coche con la sensación de que no nos permite corregir la trayectoria de forma adecuada.
Mejor en ciudad que en carretera
Respecto al anterior Prius, el motor eléctrico tiene un mayor protagonismo, lo que es de agradecer. Esto permite que el consumo en ciudad se haya reducido considerablemente, siempre y cuando nuestra conducción sea suave e inteligente. En estas condiciones, es posible conseguir medias de 5,5 litros. De todas formas, donde gana el Prius por goleada en este apartado, es cuando nos metemos en un atasco o callejeamos por el centro puro y duro de una gran ciudad.
Para circular por carretera, salvo que seas de los que te ciñes de forma estricta a los límites de velocidad y practiques una conducción tranquila, es un coche poco recomendable. Para empezar, sus prestaciones son muy limitadas y, si quieres buena respuesta y aceleración, lo único que vas a encontrar es mucho ruido y pocas nueces. Además, el consumo de carburante se incrementa de forma exagerada –muy por encima de los 7 litros en el mejor de los casos-.
Salvo que nos movamos en ciudad o a una velocidad baja en carretera, el Prius + es un coche ruidoso, sobre todo por aerodinámica y por motor –sobre todo cuando este funciona a un régimen de giro alto-.
Precio y equipamiento
El equipamiento del Prius + es bastante completo. Te hablaré de lo más interesante. Por ejemplo, nuestra unidad de pruebas equipaba el sistema de calidad premium Toyota Touch Pro, que cuenta con una interfaz de pantalla táctil de 7 pulgadas de alta resolución, con una función de pantalla de “inicio”, de consulta rápida de la información más importante de climatización, sonido y navegación. Ofrece una completa gama de funciones avanzadas, tales como reconocimiento de voz, zoom automático del mapa en las intersecciones, modelos de ciudades 3D y gráficos de lugares de interés, un servicio de búsqueda de Puntos de interés online y un visor superior (Head-Up Display) que muestra las indicaciones del navegador.
El sistema proporciona asimismo acceso a mensajes SMS y correos electrónicos, e incluye un servicio de lectura de mensajes de “texto hablado”. También vienen de serie el Monitor de energía del sistema híbrido HSD, la información de consumo de combustible y una cámara trasera con líneas de orientación dinámica para facilitar las maniobras en espacios limitados.Toyota Touch Pro incorpora además una radio digital DAB/DAB+/DMB de serie, que lo hace compatible con el nuevo servicio de información de tráfico del Grupo de expertos en protocolos de transporte (TPEG, Transport Protocol Experts Group). Basado en un canal de comunicación digital, TPEG representa una mejora considerable sobre los sistemas analógicos RDS-TMC existentes, porque puede transportar muchas más información.
El acabado Executive equipa de serie el asistente de aparcamiento que, entre otras cosas, permite que el Prius+ pueda aparcar solo. Esta función, que inicialmente parece reservada para las películas de ciencia ficción, es prácticamente inútil para la vida real, ya que es tan lento y poco efectivo, que al final nunca lo utilizas. Sin embargo, este asistente integra una cámara trasera, que resulta muy útil y hace que podamos aprovechar al milímetro el espacio disponible-. Eso sí, eliminaría el insoportable pitido que nos alerta cuando insertamos la marcha atrás.
El Toyota Prius+ lo puedes adquirir desde 27.300 €, aunque, si quieres decantarte por la versión más equipada (Executive), tendrás que gastarte 33.800 €, lo que comienza a ser una cifra más que respetable. Sin embargo, lo mejor del Prius+ Executive es que sólo deja, como única opción, la pintura metalizada, que cuesta unos 600 €. Actualmente, hay un descuento promocional de hasta 2.800 € en toda la gama (más información).
Conclusión: El Prius+ me ha recordado mucho a los Citroën de los 80, coches que eran futuristas y poco convencionales. Respecto al anterior Prius, el nuevo ha mejorado mucho su sistema de propulsión, su estabilidad y equipamiento. En ciudad, es un coche que puede ofrecer un consumo de carburante muy bajo. El precio de partida sigue siendo muy elevado si lo comparas con vehículos Diésel de similares características como, por ejemplo, un Chevrolet Orlando.
Texto: Gustavo Rodríguez
Fotos: A.R. Sastre, G. Rodríguez y Toyota