El Toyota Prius es el pionero de los vehículos híbridos con verdadero éxito comercial e implantación mundial y masiva. Pertenece al grupo de los híbridos, de tamaño compacto, propulsados mediante un motor de gasolina y otro eléctrico, que en el caso del Prius pueden funcionar juntos o por separado. Ambos motores alcanzan, conjuntamente, una potencia máxima de 136 CV.
Sus dimensiones le otorgan cierta versatilidad, y su sistema de propulsión es suficientemente potente para circular como cualquier otro coche. Eso sí, en carretera hay que andar muy fino para que el consumo de carburante no sea superior al de un coche convencional con un motor de combustión interna.
Habitabilidad, acabados, ergonomía y visibilidad
El interior del Toyota Prius es bastante amplio para las dimensiones de la carrocería. El acceso a las plazas delanteras y traseras es bueno, ya que disponemos de un gran ángulo de apertura de todas las puertas. Todo el interior esta recubierto con materiales de buena apariencia y buen ajuste, aunque algunos plásticos son de calidad más corriente, sobre todo los que están en la parte baja del salpicadero y consola. Los plásticos empleados en la parte superior del salpicadero y los guarnecidos plásticos y textiles de los asientos, puertas y suelo tienen buena apariencia aunque sean de tacto duro.
Hay detalles de la ergonomía interior que debería mejorar. Por ejemplo, el botón de la función de calefactado y el de ayuda al aparcamiento están en un lugar poco accesible. El freno de estacionamiento es de pie, y esa posición hace que lo pisemos involuntariamente cuando accedemos al puesto del conductor. El volante queda en una posición demasiado baja, incluso si lo regulamos en la posición más alta. Tiene un buen tacto y grosor, pero la forma ovalada es poco útil para el manejo normal de un mando tan importante como éste.
La visibilidad trasera tiene sus ventajas e inconvenientes. La luneta trasera integra un marco bastante grueso que permite dividirla en dos partes Este marco, hace que sólo se vean los vehículos que vienen por detrás muy parcialmente. No obstante, de noche, este marco supone una ventaja importante, ya que tapa los faros de los vehículos que nos siguen, lo que es una ayuda para los fans del uso continuado de las luces de carretera, o los seguidores de los famosos “kit de xenon” que tanto hacen por mejorar el diseño de los vehículos por la noche y por la inseguridad vial en condiciones de baja visibilidad.
Los retrovisores exteriores permiten que la retrovisión sea muy buena, lo cual se agradece.
Iluminación exterior e interior
El Toyota Prius equipa luces de cruce de diodos -es de los mejores por intensidad de la luz emitida y por el tamaño del haz-. El resto de de las funciones del alumbrado delantero tiene luces halógenas. En el alumbrado trasero, tenemos diodos para las luces de posición y pare. Para el resto, tenemos luces halógenas.
El cuadro de instrumentación es digital y tiene una tipografía e iluminación en verde. La iluminación de los mandos y de algunos testigos es un poco deficiente –en el anterior modelo ocurría lo mismo-. Esta iluminación se puede regular mediante un sensor de luminosidad –no influye en su intensidad si el alumbrado está activado-.
La iluminación del interior corre a cargo de dos plafones que ofrece buena intensidad –está situados encima del retrovisor interior- (ver imagen). Además, hay un diodo que ilumina la zona de la consola cuando es de noche.
Mandos: disposición y funcionamiento
Los mandos del puesto de conducción están bien dispuestos, justo a mano. A la izquierda del volante, tenemos el mando de regulación de los espejos exteriores y el mando que activa la refrigeración del habitáculo que, a la vez, alimenta las placas solares del techo que montaba esta unidad (ver imagen). En la misma posición, encontramos el mando que activa las funciones de alumbrado -dispone de sensor crepuscular para la conexión automática de las luces de cruce-.
A la derecha del volante, tenemos el mando de los limpia y lavaparabrisas –incorpora un sensor para su funcionamiento automático-. Debajo de este mando, hay otro que activa y desactiva el control de velocidad activo -tiene control de distancia al vehículo precedente-. Lo hemos probado y ha funcionado satisfactoriamente, frenando con decisión y anticipación ante un frenazo imprevisto del vehículo que nos precedía.
El volante engloba los mandos para el sistema de audio, teléfono bluetooth y ordenador de bordo. Los botones tienen un buen tacto y su lógica de funcionamiento es muy sencilla. Además, con sólo rozarlos, aparecen superpuestos en el velocímetro digital (ver imagen).
El ordenador de bordo nos presenta mucha información sobre el rendimiento del sistema híbrido, con gráficos de consumo histórico de los últimos viajes, además de los valores parciales de kilometraje, consumo medio e instantáneo, etc (ver imagen). Podemos elegir entre varios gráficos, desde una vista del lateral del vehículo con la representación del flujo de energía, hasta el histórico de los últimos trayectos y el nivel de eficiencia energética (ver imagen). Toda esta información se representa con una estética muy “ochentera”, con un color verde fosforito que nos recuerda mucho a los monitores de ordenador de hace casi cuatro décadas. También tenemos un sistema de representación visual de datos sobre el parabrisas delantero. Se denomina “HUD”, y nos muestra los datos de velocidad y navegación (ver imagen). El que escribe, que según la última revisión oftalmológica tiene la vista casi en perfectas condiciones, veía borrosa la información representada en el parabrisas -podemos regular en altura el sistema “HUD”, pero no lo podemos enfocar-.
Asientos
Los asientos delanteros, tapizados en cuero de grano muy fino y perforados en la zona de contacto con el cuerpo, son cómodos y sujetan suficientemente en los movimientos laterales. Tienen las habituales regulaciones de altura –únicamente en el asiento del conductor-, de inclinación, ajuste lumbar –es de ajuste eléctrico y sólo está disponible en el asiento del conductor- y longitudinal.
La posición, respecto al salpicadero y los pedales de control, es elevada, incluso si lo ajustamos en su posición más baja. Por su parte, los reposacabezas quedan cerca de la cabeza, y sólo tienen una sencilla regulación en altura. Estos reposacabezas son activos. En caso de impacto por alcance, se activan de forma automática para evitar el latigazo cervical.
Los asientos traseros, son muy cómodos para dos adultos que no sean muy altos, o dos niños con sistemas de retención infantil de los grupos 0, 0+, I y II. Si viajan adultos en las plazas traseras, tendrán suficiente espacio para las piernas (ver imagen). Por su parte, La plaza central no es una plaza usable de forma habitual, ya que tiene un mullido más duro de lo habitual. Los asientos traseros se abaten en proporción 60/40 para dejar un piso casi plano enrasado con el piso del maletero (ver imagen).
Climatizador, equipo de sonido y navegador
La consola contiene el climatizador, los mandos del equipo de audio y del navegador. La disposición de los mandos y botones me ha parecido bien situada –todos están situados alrededor de la pantalla del navegador, que es táctil-. Muchas de esas funciones sólo las utilizaremos una vez, como la configuración del teléfono o el botón auto del climatizador -otras se sustituyen por su mando correspondiente en el volante-. Los botones están tan a mano, que siempre me resultaba más cómodo subir el volumen del equipo de audio con el potenciómetro de la consola, que con el botón del volante.
El equipo de sonido es bastante completo y tiene un sonido francamente bueno. Además, la radio gestiona discos CD con mp3/wma/cd audio, perfil de audio bluetooth, conexión de equipos mediante conector USB como memorias o reproductores mp3 y disco duro donde podemos almacenar música en 10 Gb de capacidad.
La conexión USB está situada en el interior del apoyabrazos que divide las dos plazas delanteras –su ubicación me parece un acerito, sobre todo porque evita que tengamos cables por todo el habitáculo- (ver imagen).
El navegador tiene una pantalla de resolución baja, que ya está más que superada por las nuevas pantallas “LCD”. La información la representa de una forma demasiado apelotonada, con muchas informaciones alrededor del mapa y opciones para desplegar menús de configuración y opciones disponibles. El perfil de bluetooth funciona perfectamente. La emisión y recepción de llamadas son buenas y la gestión de la agenda del teléfono se hace de forma sencilla.
El climatizador, seleccionable con una sola temperatura para todo el habitáculo, tiene un uso muy sencillo y funciona correctamente. En modo auto, alcanza rápidamente la temperatura. En modo manual, mantiene fácilmente la temperatura seleccionada. Tenemos salidas de aires suficientes para las plazas delanteras. Para las traseras sólo tenemos salidas debajo de los asientos delanteros.
El Toyota Prius incorpora una función, en su sistema de climatización, ciertamente interesante. Desde el mando a distancia podemos poner en funcionamiento el sistema de climatización, para que éste refrigere el habitáculo tres minutos antes de entrar en él. Para que funcione, no hace falta que tengamos la batería cargada, ya que un panel de células fotoeléctricas se encargan de alimentar el compresor del aire acondicionado, que no funciona con correa. Ésta, es una opción muy útil cuando aparcamos el coche en días calurosos -esta función viene asociada al techo eléctrico-.
Huecos y compartimentos
Existen varios huecos repartidos por el interior del habitáculo que contribuyen a dar mayor capacidad de almacenaje. No nos faltarán huecos para ello en las plazas delanteras, donde podemos encontrar un hueco debajo de la consola con una gran capacidad y con el fondo tapizado de moqueta -tiene una toma de corriente y los botones que activan la calefacción de los asientos delanteros, que no podemos regular en intensidad-. Este hueco es útil para guardar objetos grandes o pequeños, ya que en la zona mas alejada del salpicadero, está protegida para que no se caigan.
En el salpicadero, tenemos dos guanteras con tapa amortiguada y huecos tapizados. La guantera superior tiene menor capacidad que la inferior. En la de mayor capacidad, hay espacio suficiente para guardar la documentación y poco más.
En la parte delantera hay dos posavasos, uno detrás del selector del cambio, que tiene tapa y nos vale para guardar objetos varios, y otro debajo del reposabrazos, al que accedemos deslizando el reposabrazos hacia atrás (ver imagen). Además, en el reposabrazos, tenemos una pequeña bandeja para el móvil y un hueco, bastante amplio, justo debajo (ver imagen).
En las puertas delanteras, tenemos un hueco pequeño para poner alguna botella pequeña.
En las plazas traseras destacamos la falta de espacios para dejar objetos, con sólo un par de posavasos en la parte posterior del respaldo de la plaza central.
Maletero
Tiene una buena capacidad, si contamos con el doble fondo. Está bien terminado y completamente guarnecido (ver imagen). Los paneles laterales están guarnecidos con plásticos duros e incluyen guanteras con tapa de muy mejorable anclaje -simplemente van a presión-.
La tapa que hace de suelo, está tapizada en moqueta de pelo corto con aspecto de ser resistente. Debajo de esa tapa tenemos el doble fondo, accesible mediante una trampilla abatible o apartando el suelo del maletero. Al descubrir ese doble fondo, nos encontraremos con un molde de material aislante que contiene herramientas y un kit antipinchazos.
El maletero está cubierto por una cortina, que es poco sofisticada y que necesita mucha intervención por parte del usuario. El portón no es muy pesado -para ser grande- y no queda muy alto. Por el contrario, el borde de carga sí queda algo alto.
Sistema de aparcamiento inteligente IPA
El Toyota Prius dispone de un sistema de asistencia al aparcamiento que detecta el espacio disponible, tanto en línea, como en batería. Además, cuenta con una cámara trasera para facilitarnos las maniobras de aparcamiento (ver imagen).
Funciona correctamente, aunque no es de los sistemas más refinados del mercado. En este sistema, el conductor tiene que realizar ciertos ajustes antes de comenzar la maniobra. Funciona, tanto para espacios de parking en línea, como en batería.
Para aparcar en línea, debemos detectar primero el espacio disponible. Para ello, a menos de 15 km/h, debemos pulsar el botón que activa el dispositivo para detectarlo. Una vez detectado, el sistema nos va dando instrucciones de lo que debemos hacer –se muestran en la pantalla del navegador-.
En el caso del aparcamiento en batería, el funcionamiento es similar para la detección del espacio disponible –se activa mediante una doble pulsación del botón del sistema IPA-. Una vez realizada la maniobra para colocar el coche en el espacio detectado, debemos poner la dirección recta, poner la R en el cambio, y tocar la pantalla del navegador para indicar al sistema la trayectoria que debe seguir el coche entre las opciones que nos presenta.
Para activar el parking asistido, hay que pulsar OK en la pantalla del navegador, poner la R en el cambio y quitar las manos del volante.
Nosotros hemos intentado aparcar con la ayuda de este sistema y no lo hemos conseguido -es un sistema lento y un poco engorroso-. Es tan lento, que sólo es recomendable en lugares sin circulación.
En marcha
El Toyota Prius sorprende por lo bien que va por casi cualquier vía, y más si tenemos en cuenta el tamaño de los neumáticos, quizá demasiado pequeños para lo que se estila en un vehículo de su tamaño –tienen una medida de 195/65R15H- (ver imagen).
Siempre que circulemos en unas condiciones normales, el Toyota Prius es un coche muy cómodo y silencioso. Lo que más suena es el ruido aerodinámico, que no llega a ser molesto en ningún caso.
Las suspensiones transmiten más firmeza de lo esperado –su tarado es muy similar al del Toyota Auris HDS-. Al ser algo más firmes de lo habitual, permiten sujetar muy bien la carrocería cuando solicitamos un buen nivel de estabilidad. Además, filtran bien los baches y evitan que el coche pierda la trayectoria cuando pasamos por encima de un bache o por las típicas juntas de dilatación.
En ciudad es un coche agradable de conducir, ya que se mueve con mucha agilidad, gracias a la respuesta del motor. Además, todos los mandos de control -pedales y dirección- tienen un tacto muy suave que implican muy poco esfuerzo por parte del conductor.
En carretera, es un coche que siempre va muy asentado, con una dirección de tacto muy suave pero bastante comunicativa. Lo mejor del Toyota Prius, es lo bien que reacciona cuando hay una pérdida de adherencia y su comportamiento noble y predecible.
Los frenos cumplen correctamente, aunque su tacto es mejorable. El pedal tiene un tacto muy esponjoso y con mucho recorrido. Hasta la mitad del recorrido, no empezamos a obtener la potencia de frenado deseable. En este sentido, no es muy dosificable.
Consumo
Lo verdaderamente interesante del Toyota Prius, desde el punto de vista de la economía de consumo, es la circulación urbana, que con las condiciones que podemos encontrar en una gran ciudad, puede ser un coche que consuma realmente poco. En ciudad, con atascos inmisericordes, hemos tenido un consumo medio de 3,9 litros a los 100 km, lo que es un dato excelente.
En carretera abierta, si hacemos una conducción económica y no nos importan las prestaciones, obtendremos cifras muy cercanas a los mejores vehículos diesel de su categoría. Eso sí, no tendremos las prestaciones de éstos, porque no es un coche rápido, a pesar de tener 136 CV.
En condiciones más desfavorables, incluyendo tramos de autovía, hemos medido un consumo mixto de 4,8 litros, lo que es un consumo muy bueno.
Los dos motores del Toyota Prius están asociados a un cambio automático de variador continuo. Su funcionamiento es suave cuando se acelera de forma cuidadosa y progresiva, no obstante, hemos tenido la sensación de que este cambio penaliza mucho las prestaciones que puede ofrecer el sistema de propulsión.
El selector del cambio se maneja perfectamente. Tiene las habituales posiciones de marcha atrás, punto muerto y drive -la posición de parking está en un botón justo al lado-. Adicionalmente, tiene una posición “B” que aumenta la retención del motor y, por consiguiente, la carga de la batería en retención.
El cambio de variador continuo tiene ese tacto peculiar de este tipo de cambios. Si se acelera a plena carga, conseguiremos que el motor suba de revoluciones sin apenas ganar velocidad. En cambio, acelerando a media carga y de forma continua, el vehículo acelera mucho mejor ganando velocidad progresivamente.
La batería que alimenta al motor eléctrico se recarga automáticamente cuando el motor retiene o en las fases de frenado. Durante todas las pruebas que hemos podido realizar, hemos comprobado que la batería se recarga con bastante facilidad en este tipo de condiciones.
El Toyota Prius tiene, además, la posibilidad de elegir tres modos de funcionamiento (“EV”, “Eco Mode” y “Power Mode” -ver imagen-).
En el modo “EV” podemos circular, únicamente, con el motor eléctrico -siempre que vayamos a una velocidad que no supere los 40 km/h y con un recorrido aproximado de unos 3 kilómetros-.
En el modo “Eco Mode”, la gestión del motor varía para que el coche gaste lo menos posible.
Por último, el modo “Power Mode” es el ideal para los conductores que quieran disfrutar de todo el nivel prestacional que puede llegar a ofrecer todo el sistema de propulsión -entre el “Eco Mode” y el “Power Mode” hay una diferencia clara en el tacto del acelerador y en la entrega de potencia-.
Conclusión: El Toyota Prius está teniendo un creciente éxito entre los servicios de transporte públicos urbanos de las grandes urbes, donde ya no se dan licencias para motores diesel. Debido a ello, los vehículos con este sistema de propulsión, están adquiriendo cada vez más protagonismo en nuestras ciudades y carreteras, donde los particulares parecen empezar a entender las posibilidades que tiene un coche híbrido. Si buscas un buen vehículo híbrido, bien fabricado, con un buen comportamiento dinámico, un buen nivel de prestaciones y un equipamiento interesante, el Toyota Prius puede ser la mejor elección. Se puede adquirir desde 23.950 € (aquí puedes configurarlo a tu gusto).
Texto: Antonio Guzmán
Fotos: Toyota