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Toyota Land Cruiser 4.0 VVT-i V6 Automático 3P VXL

Es la variante más potente y lujosa de toda la gama Land Cruiser. Puede ser una opción muy interesante para los conductores que valoren el confort y el refinamiento. Cuenta con un motor y unas suspensiones que nos permiten realizar largos desplazamientos con un nivel de confort muy elevado.

Muy amplio
El interior tiene una calidad aparente buena, pero sin llegar a ser lujosa. Todos los materiales tienen un tratamiento y ajuste correcto en líneas generales. El tacto de todos los materiales y de la tapicería de cuero es bastante agradable. La habitabilidad interior es excelente, sobre todo destaca el espacio de las plazas traseras, ideal para realizar largos viajes.

Los asientos delanteros son muy confortables pero no tienen el agarre deseado cuando atravesamos zonas con curvas o rampas cuando nos movemos por campo. La banqueta y el respaldo son demasiado planos. En las plazas traseras se echan de menos unos apoyabrazos para tener un confort razonable. Cuando nos sentamos en posición natural nuestro brazo derecho o izquierdo -dependiendo donde nos situemos-, busca de forma permanente un inexistente apoya-brazos.

La instrumentación es clara y toda la botonería está correctamente ordenada. En líneas generales todo se puede manejar con facilidad. Encontramos suficiente espacio en la guantera, en el apoyabrazos central y las bolsas de las puertas.

Máximo confort
El Land Cruiser está repleto de dispositivos electrónicos que nos permiten circular con mayor seguridad tanto por carretera como fuera de ella. Tiene una suspensión muy suave, blanda y agradable. Aunque estemos hablando de un Todo Terreno de generosos dimensiones y peso, nos parece un coche interesante para viajar, ya que es realmente confortable.

En carretera sus 1845 Kg de masa se dejan notar y nos invitan a tomarnos las cosas con mucha calma. Sus suspensiones tienen unos recorridos generosos y el subviraje aparece muy pronto. La dirección es suave y agradable, pero es realmente imprecisa, lenta y sensible. Tenemos que realizar continuas correcciones, además cuenta con muy poco avance.

Los frenos cumplen correctamente su cometido. Lo peor nos lo encontramos en su tacto. El pedal tiene un tacto “tipo pulsador”, su asistencia es muy directa y no nos permite dosificar la fuerza, lo que produce una cierta descoordinación. Por otra parte, el ABS entra demasiado pronto e igualmente lo encontramos bastante imprecisión en su funcionamiento.

Como pez en el agua
En campo, nos encontramos con un todo terreno con muchas posibilidades, pero que se ve muy limitado por el control de tracción y estabilidad –que no son desconectables-. Cuenta con un ángulo máximo lateral de 42º, un ángulo de ataque de 32º, un ángulo de frenado de 25º, un ángulo de salida de 30º y puede superar una pendiente de de 42º como máximo.. Para utilizarlo por campo puede que sea más recomendable el 3.0 D-4D, que cuenta con mayor par 410 Nm –el 4.0 V6 tiene 380 Nm-, además de contar con un consumo mucho más ajustado. Incluso, sería aún más recomendable las variantes KX y KXR, especialmente preparadas para fuera de la carretera.

Su comportamiento en campo es notable, se percibe claramente contamos con una buena base y unas suspensiones muy bien equilibradas. Es un todo terreno muy divertido cuando nos movemos por pistas de tierra. Sus reacciones son progresivas y predecibles. Podemos llevar y meter a nuestro Land Cruiser por donde queramos. Es una lástima que el control de tracción y estabilidad –que se agradecen en las situaciones criticas- no sean desconectables y nos dejen a medias cuando queremos disfrutar de la conducción en pistas de tierra con buen firme.

Control de tracción activo
El sistema de control de tracción activo (A-TRC), que está ideado para controlar la tracción inicial y aceleración en superficies resbaladizas.

Numerosos todoterrenos están equipados con un mecanismo de bloqueo de diferencial, normalmente central, para mejorar el rendimiento en superficies desiguales. Sin embargo, cuando el diferencial está bloqueado, se pierde su rendimiento esencial como diferencial y se deteriora sensiblemente el rendimiento en viraje debido al fenómeno de frenado en curvas cerradas.

Además, cuando dos ruedas diagonalmente opuestas patinan, no hay ningún mecanismo que limite el giro de las ruedas de la izquierda en relación con las de la derecha. Por ello, la fuerza de transmisión no se puede trasladar a la superficie de la carretera, por lo que la conducción resulta más difícil. En cambio, el sistema electrónico de control de tracción activo (A-TRC) aplica un control de frenado independientemente a cualquiera de las cuatro ruedas que pueda patinar, creando así un potente efecto de diferencial de deslizamiento limitado.

La fuerza de transmisión que se pierde debido a la rueda que patina se puede transferir a una rueda diferente, por lo que es posible obtener el mismo grado de rendimiento en superficies desiguales que el que proporciona un mecanismo de bloqueo central y posterior. A-TRC utiliza la misma configuración mecánica básica que el control de la estabilidad del vehículo (VSC), con sensores de la velocidad de las ruedas que detectan el patinado de las ruedas y lo comunican a una unidad de control central que mide asimismo el comportamiento del vehículo y la respuesta del conductor. Los sensores activos de la velocidad de las ruedas, de nuevo desarrollo, pueden detectar el movimiento tanto hacia atrás como hacia adelante y son sumamente sensibles, ya que detectan el movimiento a partir del momento en que empieza a moverse el vehículo.

El control de tracción activo también incorpora un control de descenso de pendientes. Cuando nuestro Lando Cruiser está en 1ª, en el margen inferior de velocidad y descendiendo por una pendiente pronunciada, utiliza el freno del motor para controlar la velocidad. Sin embargo, si se eleva una de las ruedas, toda la potencia de freno del motor tiende a trasladarse a esa rueda, por lo que la velocidad del motor aumenta repentinamente. A-TRC contrarresta este fenómeno, aplicando los frenos a las ruedas que permanecen en contacto con el suelo. Esta prestación resulta especialmente útil para controlar la velocidad al descender por pendientes en las versiones equipadas con transmisión manual.

Asistente de arranque en pedientes
El Toyota Land Cruiser está equipado con control de asistencia para arranque en pendientes (HAC). Este sistema no sólo controla el patinado de las ruedas cuando se intenta arrancar cuesta arriba en una pendiente resbaladiza, sino que además detecta si el vehículo está empezando a deslizarse hacia atrás por la pendiente en lugar de desplazarse hacia adelante. Cuando arranca en una pendiente pronunciada o resbaladiza, el vehículo puede descender hacia atrás, con lo cual resulta difícil ponerse en marcha. Para evitar que esto ocurra, HAC aplica temporalmente (aproximadamente 5 segundos como máximo) los frenos a las 4 ruedas con el fin de reducir la velocidad del vehículo mientras se desplaza hacia atrás.

Al controlar la rotación de cada rueda individual, el sistema HAC puede detener el movimiento cuesta abajo, de manera que el conductor pueda desplazarse hacia adelante sin perder el control. De esta manera no sólo se mejora el rendimiento de arranque en pendientes, sino también la capacidad de respuesta del conductor. HAC es un sistema completamente automatizado y funciona con la caja de cambios automática en las posiciones D, L o 2ª y 3ª. Se desactiva automática-mente al cabo de tres segundos si no se ha accionado, o al cabo de cinco segundos si se ha accionado. Esta prestación sólo está disponible con la transmisión automática.

Control de descenso
El control de asistencia para descenso de pendientes (DAC) es un sistema de control de frenos que funciona automáticamente en todas las ruedas para controlar la velocidad e impedir que se deslice fuera de control por una pendiente. Ofrece un control mucho mayor que el del freno de pie cuando resulta difícil controlar la velocidad debido al bloqueo de las ruedas, o cuando el freno del motor no es suficiente para controlar la velocidad del vehículo.

Se puede accionar el sistema DAC cuando se selecciona la velocidad baja en la caja de transferencia. Funciona a velocidades inferiores a 25 km/h y cuando no se están pisando los pedales del acelerador y del freno. La velocidad se mantiene entre 5 y 7 km/h cuando el vehículo se está moviendo hacia adelante, y entre 3 y 5 km/h cuando se mueve hacia atrás.

Los nuevos sensores activos de la velocidad de las ruedas pueden detectar velocidades extremadamente bajas y la dirección de giro de cada rueda. Esto permite al sistema DAC ajustar la velocidad correcta cuando el vehículo se desplaza hacia adelante y hacia atrás. Al mismo tiempo, los ajustes del sistema DAC se han adaptado con precisión a una amplia gama de situaciones hipotéticas para la conducción todo terreno. Sólo está disponible con la transmisión automática.

Los diferenciales marcan la diferencia
El nuevo Land Cruiser está equipado de serie con un diferencial central de deslizamiento limitado Torsen con detección de par motor. Al detectar automáticamente el par motor necesario en cada pareja de ruedas, el diferencial puede ajustar el par a las ruedas delanteras o traseras. Cuando se conduce en una carretera recta y seca, la distribución del par motor es de 40/60 para las ruedas delanteras y traseras. Si las ruedas delanteras empiezan a patinar, se puede aplicar más par motor a las ruedas traseras (29/71) y, si las ruedas traseras empiezan a patinar, se puede aplicar más par a las ruedas delanteras (53/47).

El diferencial central Torsen también dispone de un bloqueo que se puede ajustar manualmente. Proporciona una distribución fija del par motor entre las ruedas delanteras y traseras, lo cual facilita la conducción del vehículo en terrenos embarrados o en la arena. El bloqueo central se activa por medio de un botón situado en el panel de control. La caja de cambios ofrece una elección de dos relaciones altas y una reductora. Para poder cambiar las relaciones con la caja de cambios automática, nuestro Land Cruiser debe estar parado.

Motor poderoso
En cuanto a su motor, un 4 litros VVT-i de 6 cilindros en V, 24 válvulas y 249 cv tiene un funcionamiento suave, progresivo y refinado. Nada más arrancarlo, nos responde con un espectacular rugido –como si de un león se tratara- que nos adelanta su notable poderío. Funciona perfectamente en todo su régimen de giro, pero especialmente entre las 3.800 rpm y las 5.200 rpm. Se consigue llegar fácilmente a su velocidad máxima -180 km/h- limitada electrónicamente.

Sus consumos entran dentro de lo que cabe esperar en un coche con el motor y la masa del Land Cruiser. En carretera siempre nos movemos por encima de los 10 litros en conducción normal y en campo y en ciudad podemos superar los 17 litros sin mayores problemas.

Equipamiento
El Land Cruiser 4.0 VVT-i V6 unicamente se comercializa con el terminado VXL –el más alto de la gama- por 46.975 euros. Dicho terminado incluye elementos como los asientos delanteros calefactables, control de crucero, navegador, tapicería de cuero, techo solar eléctrico, airbags de cortina, airbags laterales, DAC (control de descenso) (VERSIÓN AUTOMÁTICA), HAC (control de asistencia para arranque en pendientes) (versión automática), inserciones de madera en puertas y salpicadero, llantas de aleación, luces antiniebla delanteras, molduras en las puertas, ordenador de viaje con pantalla multifunción TT, paragolpes envolventes pintados color carrocería, volante, pomo de cambio y palanca de freno cuero, ABS + EBD, airbag conductor y acompañante, ajuste lumbar eléctrico, apoyabrazos central con guantera integrada, apoyabrazos central trasero con portavasos, A-TRC (control dinámico de tracción), BA (asistente de frenada de emergencia), bloqueo eléctrico del diferencial central, capó motor con amortiguación, cargador de 6 CD´s en guantera, climatizador automático, cuatro elevalunas eléctricos con sistema antiatrapamiento, diferencial central autoblocante Torsen, estribos laterales, fijaciones Isofix para asientos infantiles, inserciones metálicas en salpicadero,llantas 17 pulgadas de aleación, ordenador de viaje, radio cassette RDS con regulación automática de volumen, 9 altavoces, retrovisores color carrocería, térmicos y plegables eléctricamente, tiradores puertas color carrocería, volante con ajuste en altura y profundidad, VSC (control de estabilidad) y 3 años de garantía o 100.000 Km. Tan sólo queda en opción la pintura metalizada que tiene un precio de 430 euros.

Publicado el 04/02/2007 a las 16:04