Puede que el Suzuki Swift no sea uno de los utilitarios más conocidos del mercado o incluso uno de los más lujosos y con una larga lista de opciones en su equipamiento, pero es un coche que transmite muy buenas sensaciones al volante, tiene un interior muy espacioso, una buena caja automática, un precio interesante y un motor que tiene un buen funcionamiento. Un utilitario puro y duro que te enganchará.
Amplio y accesible
El Swift tiene una carrocería muy compacta y con una altura generosa que le permite tener un habitáculo bastante amplio y aprovechado si tenemos en cuenta sus dimensiones -3695 mm de largo, 1690 mm de ancho y 1500 mm de alto-. Su carrocería –en el caso de nuestra unidad era la de cinco puertas- nos permite tener un fácil y cómodo acceso tanto a las plazas delanteras como a las traseras. Puede ser interesante para personas de generosa altura o de movilidad reducida. La versión de cinco puertas está homologada para cinco ocupantes.
Con todos los asientos en uso, el área de equipaje tiene una capacidad de 213 litros (VDA), que puede ampliarse hasta los 562 litros con los asientos traseros abatidos –no se puede desplazar longitudinalmente-. La zona de equipaje es suficientemente alta como para permitir que una maleta grande sea colocada en posición vertical. Además, el suelo del maletero es plano y regular gracias a la suspensión trasera de barra de torsión. Echamos en falta ganchos, alguna red para sujetar objetos o una toma de corriente adicional. Por otra parte la bandeja no está sujeta por cordones al portón trasero, y por tanto, si queremos levantarla, tendremos que hacerlo nosotros mismos.
El asiento trasero tiene un diseño de división 40/60 y una función plegable de forma que puede configurarse para crear un maletero plano más extenso a cada lado. En las versiones más bajas tienen un asiento trasero tipo banco con respaldo plegable que también se puede utilizar para dar más espacio al maletero. El portón trasero puede ser abierto eléctricamente pulsando un botón.
Una vez sentados
Los asientos delanteros ofrecen un margen de deslizamiento de delante a atrás de 240 mm. Además, el asiento del conductor tiene un ajustador de peso con un margen de altura de 30 mm. Las banquetas quedaban algo cortas en todas las plazas y echamos en falta algo más de ergonomía en todos los asientos. La calidad de los asientos no es excelente, pero su mullido y confort son correctos. La columna de dirección no presenta ajuste en profundidad, lo que puede provocar un pequeño inconveniente para poder encontrar la postura ideal.
La posición al volante es elevada y confortable, además la encontramos con rapidez. La visibilidad frontal es muy buena y contamos con un buen dominio visual. También destacan los retrovisores -eléctricos y calefactados- de generosas dimensiones que igualmente nos proporcionan un buen campo visual.
Su interior cuenta con compartimentos en el panel de instrumentos, una caja para guantes, sujeta-botellas en las parte delantera y trasera, un bolsillo en el respaldo del asiento, bolsillos en las puertas delanteras (suficientemente grandes para guardar mapas de carretera de tamaño DIN A-4), y una bandeja debajo del asiento del copiloto.
Diseño y materiales
El diseño del interior es muy sencillo. La instrumentación es muy clara y se lee con facilidad. También incluye una pantalla de información situada en la zona central que muestra la hora, el consumo de carburante instantáneo –no el consumo medio- y la temperatura exterior. Los sistemas de audio y de control de la temperatura son fáciles de usar gracias a su sencillez y a los controles convenientemente grandes y tipo dial. Todos los mandos funcionan correctamente, se utilizan con poco esfuerzo y son suficientemente precisos.
Los materiales utilizados para configurar el interior son muy sencillos. Todos los plásticos son duros al tacto, la calidad es muy normalita y los acabados mejorables. Encontramos piezas mal ajustadas –no generaban ruidos parásitos provocados por vibraciones-. El volante de tres radios tiene el tamaño y grosor deseado. Está fabricado de plástico -tiene un tacto y manejo agradable-. El pomo de la caja de cambios tiene forma esférica -su forma y tacto también es agradable-.
Motor suave y agradable
El 1.3 litros de gasolina -conocido internamente como M13A- desarrolla una potencia máxima de 92 cv a 5.800 rpm y un par máximo de 116 Nm a 4.200 rpm. Su funcionamiento es muy suave y silencioso por debajo de de 4.500 rpm. Apenas percibimos vibraciones al ralentí. Por encima de 4.200 rpm el motor se vuelve más ruidoso y áspero, pero sin ser exagerado.
Su rendimiento es el esperado en un motor de la cilindrada y la potencia del M13A. Tiene una velocidad máxima de 175 Km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h de 12,5 segundos -inferior a la versión con cambio manual (11 s)-.
La transmisión automática de cinco velocidades presenta dos tipos de modos, uno manual y otro automático. Su modo automático tiene dos configuraciones seleccionables: El Modo Economy, permite un mayor ahorro de combustible, y el modo normal, cuenta con unas reacciones más rápidas. Ambas opciones pueden ser interesantes dependiendo de cada momento de uso.
El modo secuencial nos gustó por su rapidez. Cuando subimos marcha, se produce con suficiente agilidad como para no echar de menos un cambio manual. Las reducciones suelen ser más lentas, cuando realizamos una conducción más dinámica, donde exigimos rápidas reducciones. En condiciones normales, es totalmente satisfactorio. Tiene un tacto sólido y se puede manejar con precisión.
Los consumos son bastante ajustados -gracias en parte a sus largos desarrollos-. Gasta prácticamente lo mismo que la versión de cambio manual -en ciudad puede consumir ligeramente menos la versión automática-. En carretera circulando a un ritmo por encima de las velocidades legales -entre 130 y 140 Km/h- obtuvimos un consumo medio de 7,8 litros.
En condiciones de máxima exigencia, aprovechando al máximo el motor, obtuvimos un consumo medios superior a 10 l/100km. En ciudad -en condiciones normales- el gasto de combustible se sitúa sobre los 8 litros.
La respuesta del equipo de frenado es suficiente y correcta para el uso que va a recibir en condiciones normales. Incluye sistema antibloqueo de frenos a las cuatro ruedas, sistema electrónico de distribución de la fuerza de frenado y función de ayuda a la frenada.
Plataforma y suspensiones
La nueva plataforma desarrollada por Suzuki presenta unos anchos de vía bastante amplios (frontal: 1470 mm, trasero: 1480 mm), la anchura general también es destacable (1.690 mm), y su distancia entre ejes también proporciona una buena habitabilidad interior (2.380 mm).
La suspensión delantera cuenta con un diseño en el que los brazos inferiores, la caja de la dirección y el soporte del motor trasero están unidos a un subchasis de suspensión. Este diseño da una rigidez del soporte significativamente mayor, lo que se traduce en teoría en menor ruido en carretera y una mayor sensación de estabilidad.
La suspensión trasera es de barra de torsión, que en teoría destaca por un peso no suspendido más reducido, lo que hace que el ángulo de inclinación y la convergencia de las ruedas puedan ser mejor controlados y de esta forma encontrarnos con mayor precisión.
Cuidando el confort
Las suspensiones son blandas y están orientadas para ofrecer un buen nivel de confort. En carretera los generosos balanceos de la carrocería no invitan a forzar demasiado la máquina, pero si jugamos con la transferencia de masas podemos conseguir buenas dosis de diversión al volante, ya que la trasera se puede descolocar con facilidad. Sus reacciones son progresivas y fáciles de controlar. Su comportamiento en ciudad es muy bueno, ya que se puede conducir con suficiente agilidad y se puede aparcar en cualquier sitio sin demasiado esfuerzo. Las ruedas con llantas de aluminio de cinco radios y 15 pulgadas nos parecen muy acertadas. Por último no podemos incluir el control de estabilidad ni en opción.
El sistema de dirección servo-asistida cuenta con una nueva caja de dirección que proporciona una sensación más directa –si lo comparamos con su predecesor-. El tacto es agradable, además de ser precisa y comunicativa.
Equipamiento
Su equipamiento no es de los más amplios y modernos de su segmento -no incluye ni opcionalmente el control de estabilidad, regulador de velocidad o luces de xenón entre otros elementos-. Con el acabado, GLX -el más alto de gama-, nos encontramos con un volante multifunción, radio CD, aire acondicionado y llantas de aleación entre lo más destacable.
En cuanto al equipamiento de seguridad destaca la columna de dirección plegable, pedales de embrague y freno que mitigan las heridas en las piernas, pretensores en los cinturones de seguridad delanteros y limitadores de fuerza, embellecedores que absorben energía, airbag delanteros y, airbag laterales y de cortina.