Nos pusimos al volante del Škoda Superb Combi asociado al nuevo acabado SportLine, que es el más deportivo de la gama. Nuestra unidad de pruebas estaba equipada con el motor de gasolina 2.0 TSI de 280 CV. Esta motorización se comercializa, de serie, a un cambio automático de seis velocidades y a un sistema de tracción total. Se puede adquirir desde 46.740 euros (consultar todos los precios).
El interior destaca por ofrecer un buen número de soluciones prácticas. Destacan la siguientes: un dispositivo de remolque retráctil manual, un soporte para la tablet en la parte trasera, un compartimiento para la tablet en el Jumbo Box en la parte delantera, un puerto USB y enchufe de 230 V en la parte trasera, una apertura para una botella de 0,5 litros y un soporte adicional de almacenamiento en las cuatro puertas para el chaleco reflectante. Tanto las puertas delanteras como las traseras tienen espacio para almacenar una botella de 1,5 litros.
La calidad de materiales y de realización de interior es destacable. Todos los plásticos ofrecen un muy buen aspecto y transmiten una sensación de solidez que es difícil de encontrar en sus rivales directos. Tanto en los paneles de las puertas como en el salpicadero, encontramos materiales que son blandos al tacto.
Los asientos de las plazas traseras no son tan ergonómicos y, además, al igual que la anterior generación, la banqueta sigue siendo corta -se echa de menos que, ésta, tenga regulación en longitud-. No obstante, la sensación de espacio, sobre todo en longitud, no se experimenta en ningún modelo de la competencia.
Un maletero enorme
Aunque el modelo es solo 23 mm más largo que su predecesor, el maletero cuenta con 27 litros más de capacidad que antes. Al abatir sus respaldos, la capacidad de carga se incrementa hasta prácticamente los dos metros cúbicos: los 1.950 litros de capacidad son, de largo, los mejores de su clase, y superan en 85 litros al modelo de segunda generación. Incluso, se pueden transportar objetos largos, ya que el asiento del acompañante se puede abatir fácilmente y deja espacio para meter objetos de hasta 3,1 metros de largo en el nuevo Superb Combi.
Para abatir los respaldos de los asientos traseros, solo hay que presionar un botón situado en el maletero. Ofrece un suelo extraíble que puede dividir el maletero de distintas formas, haciéndolo más flexible. El sistema también crea un práctico espacio de almacenamiento: el estante para abrigos y la cubierta extraíble del maletero se puede almacenar bajo el falso (doble) suelo.
Al igual que en la berlina, la versión Combi también está disponible con un portón trasero de apertura automática. Este se puede abrir con un simple movimiento del pie cerca de la parte inferior del parachoques trasero, o bien, pulsando una tecla situada en el interior o en el mando a distancia.
Pero si el maletero cuenta con una capacidad enorme, el interior ofrece una habitabilidad sobresaliente. Los asientos de las plazas delanteras son muy confortables y envolventes -están tapizados en piel y Alcantara-. Además, ofrecen el grado de dureza justo para que no sintamos incomodidad o cansancio por muchos kilómetros que hagamos. Entre lo mejorable, nos gustaría que la banqueta tuviera regulación en longitud.
Lleno de potencia
Nuestra unidad de pruebas equipaba el motor más potente de la gama. Se trata de un 2.0 litros de gasolina de 280 CV, que destaca por sus excelentes prestaciones y respuesta progresiva. También es un motor bastante refinado que no resulta ruidoso y apenas transmite vibraciones. Para mejorar el conjunto mecánico, hay un cambio automático de doble embrague y 6 velocidades, que permite que la conducción sea muy confortable o deportiva, según se requiera.
El consumo de carburante resulta muy ajustado si tenemos en cuenta la potencia y la cilindrada del motor. En condiciones normales, se puede obtener un consumo en ciudad que oscila entre los 8,4 y 9,6 litros, según nuestras mediciones. En carretera, llegamos a obtener una media de 7,6 l/100 km circulando a velocidades legales.
El Škoda Superb es un coche que transmite mucha calidad por sus buenos acabados, tanto en la carrocería como en el interior. Pero también se sienten esas sensaciones cuando nos ponemos en movimiento. El buen filtrado de las suspensiones, el tacto de la dirección y el comportamiento del coche en carretera, aportan mucho para encontrar un coche que te invite a conducirlo en todo momento. En uso urbano, es un vehículo que sorprende por lo bien que se maneja y porque no resulta aparatoso pese a sus dimensiones. Para estacionar, recomiendo al 100% el asistente de aparcamiento, que cuenta con sensores en la parte delantera y trasera y funciona realmente bien –la cámara de visión trasera ayuda mucho-.
Equipamiento premium
El nuevo Superb sigue siendo una de las mejores berlinas de su categoría gracias a su equipamiento. Entre el menú que ofrece este nuevo Skoda, cabe destacar el nuevo chasis activo provisto de varios modos de conducción, el mejorado sistema de climatización, el techo solar eléctrico, los asientos calefactados, el freno de mano eléctrico, el acceso sin llave, el portón trasero de apertura eléctrico, el nuevo sistema de infoentretenimiento, el sistema de sonido Canton de 12 altavoces con una salida de 610 y el característico paraguas que ahora está escondido en las dos puertas delanteras.
Por último, otro de los puntos en los que ha mejorado el nuevo Superb, es en el campo de la iluminación. Las luces delanteras siguen contando con tecnología halógena o lámpara bi-xenón que incluyen la función AFS, siendo novedad las luces diurnas de tipo LED. Opcionalmente, el alcance de la luz de carretera se puede controlar electrónicamente a través las funciones Light Assist o la avanzada Smart Light Assist. En la parte trasera, brillan de serie las impresionantes luces LED, además de los dos reflectores en ambos lados del parachoques trasero.