Hoy por hoy no encuentro en el mercado una berlina que reúna todas las excelentes cualidades que tiene el Skoda Superb. Pudimos probar la versión turbodiesel 2.0 litros de 170 CV con tracción integral, un modelo que destaca por estabilidad, confort, habitabilidad, prestaciones y maletero. Esta versión está disponible desde 30.740 €.
No he probado otro motor de la gama Superb, tampoco he probado la versión con tracción delantera, pero la que es objeto de esta prueba me ha dejado con muy buen sabor de boca.
Todos los modelos que pueden equipararse al Superb son más costosos o tienen un tamaño inferior. Tan sólo el Ford Mondeo tiene unas dimensiones similares y un precio competitivo, aunque el modelo de la marca del óvalo no está disponible con tracción integral, no tiene la estabilidad del Superb y tampoco tiene la doble apertura del maletero del modelo de Skoda.
Estabilidad ejemplar
Del Skoda Superb me han gustado muchas cosas (diría que prácticamente todas), aunque lo que más me ha impresionado es su estabilidad. En este sentido, no he probado una berlina de 4.838 metros que consiga la estabilidad y la eficacia en curva que tiene el Superb con tracción integral. Dinámicamente supera a modelos más pequeños, ligeros y con vitola de “coches con tacto deportivo”. El Superb es capaz de ir muy rápido en todo tipo de vías; es estable en largas rectas con excelente asfalto y también lo es en carreteras secundarías con muchas curvas, tanto si el firme está perfecto o deteriorado.
Lo que más me sorprendió es lo bien que se desenvuelve en curva, y más si tenemos en cuenta que estamos hablando de un coche que tiene una masa de 1.668 kg y una longitud de 4.838 metros. Apenas se notan las inercias, la sensación de seguridad es enorme, la adherencia en curva rápida es formidable, la tracción excelente, el tarado del control de estabilidad muy cuidado (apenas interviene y cuando lo hace actúa de forma inteligente y progresiva) y los frenos rinden sin dar señales de agotamiento. Lo más sorprendente de todo es que nuestra unidad de pruebas no llevaba la suspensión deportiva opcional.
Supongo que la tracción integral ayuda en gran medida a que la estabilidad sea buena, pero como de momento no he tenido la oportunidad de probar la versión con tracción delantera no puedo pronunciarme en este sentido.
La tracción total con embrague Haldex es de cuarta generación. Monitoriza la potencia de forma electrónica. Durante la conducción normal, el 100% de la potencia va al eje delantero. Si es necesario el par motor máximo se pueden transmitir a las ruedas traseras. Digamos que actúa de forma inteligente en función de las necesidades que demande el coche y de la adherencia disponible en carretera (asfalto en perfecto estado, hielo, nieve o tierra).
Una buena base mecánica
El chasis del Skoda Superb está basado sobre una plataforma modificada que comparte con el Skoda Octavia, Volkswagen Passat y Audi A4, entre otros modelos del grupo. La suspensión delantera es de tipo McPherson y está anclada en un eje de aluminio. El tren trasero tiene un esquema multibrazo. La calidad de rodadura me ha parecido muy buena, y el nivel de ruidos generado por la aerodinámica, motor y chasis es muy bajo.
La dirección eléctrica tiene un funcionamiento suave y agradable (como en todos los modelos del Grupo Volkswagen). La asistencia me ha parecido la adecuada, tanto para aparcar como para circular a altas velocidades en carretera.
Los frenos también me gustaron por lo bien que actúan en las frenadas más agresivas y por lo bien que aguantan el uso intensivo. El tacto del pedal es más bien espojoso y su asistencia es progresiva.
Notables prestaciones y bajo consumo
El turbodiesel 2.0 TDI de 170 CV con tecnología common rail me gustó por las prestaciones que ofrece y lo poco que consume. Es un motor muy plano y progresivo que estira una barbaridad (hasta las 5.300 rpm) y sube muy bien de vueltas. Como mejor se encuentra esta mecánica es a partir de las 2.000 rpm (el par máximo de 350 Nm está disponible entre las 1.750 y las 2.500 rpm). En carretera es un motor sensacional, ya que a medio y alto régimen rinde mejor que otros motores de similar potencia y cilindrada.
El consumo es bajo. En carretera a una velocidad comprendida entre 140 y 160 Km/h el gasto de carburante se sitúa sobre los 7 litros (la prueba la realizamos en circuito cerrado). Respetando las limitaciones de velocidad el consumo se estabiliza sobre los 6,5 litros, según nuestras mediciones. La emisión de CO2 se sitúa en los 159 g/kilómetro, por lo que hay que pagar el 9,75 % del impuesto de matriculación.
Por prestaciones es un motor sobradamente preparado para conseguir buenas aceleraciones y recuperaciones en carretera. El Skoda Superb 2.0 TDI 170 CV 4x4 alcanza una velocidad máxima de 222 km/h y consigue los 100 km/hora en 8,8 segundos.
Texto: Gustavo Rodríguez
Fotos: A.R. Sastre, Skoda y G.R.
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Skoda Superb 2.0 TDI 170 CV 4x4
Publicado el
16/06/2009 a las
11:30