Desde que Skoda fue absorbida por el Grupo Volkswagen, la marca checa necesitaba un compacto para pelear en uno de los segmentos más importantes que hay en Europa. Además, este modelo viene a ser una opción ideal para quien busque un buen compacto económico, o bien, un vehículo familiar de tamaño mediano.
Desde nuestro punto de vista, el Spaceback destaca, fundamentalmente, por maletero y por el espacio disponible en las plazas traseras. En estos dos puntos, es mejor que muchas berlinas de mayor tamaño y precio, lo que es algo a valorar.
Si analizamos al Skoda Spaceback con mayor profundidad, destaca el buen ensamblaje y fabricación de todas las piezas de la carrocería. En este sentido, nos ha sorprendido por calidad, tolerancias y sensación de solidez frente a modelos de un precio equivalente e, incluso, superior.
Interior amplio con buenos acabados
Por dentro, el ensamblaje y los acabados siguen siendo buenos, aunque los materiales utilizados son muy sencillos y equivalentes a los que podemos encontrar en algunos utilitarios. En el caso de nuestra unidad de pruebas (Ambition), el volante y el pomo estaban forrados en cuero.
Los asientos, sin ser muy envolventes, resultan satisfactorios por confort. Además, cuentan con un tapizado bastante sufrido y que resulta fácil de limpiar. Algo a valorar.
En términos de habitabilidad no hay pegas. Y es que, en las plazas traseras, se disfruta de mucho espacio, además de un buen nivel de confort si lo comparamos con sus rivales, y si tenemos en cuenta su precio.
El maletero es enorme. Con sus 415 litros de capacidad, hay mucho volumen para meter de todo. Lo que más me gusta, es que, además de contar con formas regulares, el portón trasero hace que la boca de carga sea muy amplia, con todas las ventajas que esto conlleva. Si se desea una capacidad aún mayor, abatiendo los asientos delanteros se puede alcanzar un volumen de 1.380 litros.
En cuanto al manejo de instrumentos, lo que prima en el Skoda Spaceback, es la sencillez y la facilidad de manejar todo. Lo único que me ha parecido algo engorroso y poco intuitivo, es la función que permite emparejar el teléfono móvil. Por lo demás y, una vez emparejado, todo funciona perfectamente.
Un conjunto mecánico competente y muy satisfactorio
El motor Diesel de 105 CV es de lo mejor del conjunto por rendimiento y consumo. Es cierto que, en el Skoda Spaceback, todo está poco filtrado -la mecánica transmite ciertas asperezas y puede ser algo ruidoso-. Sin embargo, este pequeño motor Diesel, rinde de maravilla y resulta enérgico y competente. De todas formas, lo mejor de este motor, es su consumo. En este sentido, estoy casi convencido que es de los coches que menos carburante consume del mercado.
Puedes hacer cientos y cientos de kilómetros sin pasar por la estación de servicio. Según nuestras mediciones, y siempre circulando a una velocidad legal, en carretera es capaz de obtener una cifra por debajo de los cuatro litros. Ya en ciudad, y sin preocuparnos en exceso por la conducción, la cifra no se dispara más allá de los 5,2 litros. Esta media hemos podido rebajarla hasta los 4,9 litros en condiciones reales.
Su rendimiento mecánico es bueno y más que aceptable para el uso que va a tener un coche de este tipo, ya que es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 12,1 y alcanzar una velocidad máxima de 182 km/h.
Con cambio DSG de 7 velocidades
Nuestra unidad de pruebas venía equipada con el cambio automático de doble embrague (DSG) de siete velocidades. Cuesta 1.650 € y me parece recomendable frente al manual, no sólo porque ofrezca mayor confort de uso, sino porque el agrado de conducción sale ganando claramente. En el caso de la versión equipada con el cambio manual, el tacto del embrague y guiado del cambio resultan algo densos. Asimismo, ni que decir tiene que el funcionamiento del cambio DSG de siete velocidades es impecable por rapidez y gestión de marchas según lo que demande el conductor.
Aunque la suspensión tenga bastante recorrido -sobre todo en el tren delantero- y resulte muy confortable, no tiene el refinamiento de coches más costosos, como, por ejemplo, el Skoda Octavia. No obstante, me ha parecido más que satisfactoria y con la calidad que cabe esperar en un coche de este precio.
Nos ha gustado el control de estabilidad, no sólo porque actúa de una forma suave, sino porque funciona perfectamente para cumplir con su función. Su intervención transmite mucha sensación de seguridad al conductor.
Los frenos, que son capaces de detener al Spaceback en pocos metros, transmiten una gran sensación de potencia, además de aguantar bastante bien el uso intensivo en situaciones de máxima exigencia. Por otra parte, el pedal del freno no es que tenga un tacto muy refinado, pero al menos nos permite dosificar la frenada progresivamente en condiciones normales.
La dirección, que varía su asistencia en función de la velocidad, resulta muy satisfactoria por tacto y funcionamiento. Es capaz de transmitir la precisión deseada en cualquier tipo de giro y, además, se maneja con muy poco esfuerzo, tanto en ciudad, como en carretera. Por estabilidad es un coche correcto que cumple con el uso que va a tener. Es cierto que, cuando se intentan buscar los límites, resulta muy subvirador y los movimientos de carrocería no invitan a pasar rápido epor una curva. Sin embargo, en un uso normal es un coche que cumple con lo esperado y no resulta peor que otros modelos de la competencia.
Los ruidos generados por el motor, rodadura y aerodinámica, sin ser especialmente bajos, no son molestos.
Precio y equipamiento
La versión más económica del Skoda Rapid dispone de serie de seis aribag (frontales, laterales y de cortina) y control de estabilidad. Por lo demás y, dependiendo del nivel de acabado, todos son opcionales. Entre todos ellos, se puede incluir el climatizador, asientos calefactables, sensor de parking, navegador y sensor de presión de neumáticos entre lo más destacable.
La versión que hemos probado (1.6 TDI CR 105 CV Ambition) equipaba algunos opcionales, como la pintura 'Blanco Candy' (160 €) las llantas de aleación de 16 pulgadas (560 €), accesorios portaobjetos en el maletero y puerta del conductor (45 € cada uno de ellos) y el volante tapizado en cuero (15 €). Esta versión se comercializa con un precio final de 16.550 €, que incluye un descuento promocional ofrecido por la marca, además del Plan PIVE (ver todos los precios).
Conclusión: Si estás buscando un modelo compacto económico, pero dotado de una base mecánica de calidad avalada por el Grupo Volkswagen, el Skoda Spaceback debería ser tu mejor opción. Si además optas por la versión Diésel de 105 CV acompañada, eso sí, con el magnífico cambio automático DSG de 7 velocidades, encontrarás un coche equilibrado con un rendimiento mecánico y consumo de carburante que se encuentra entre los mejores -por no decir que el mejor- de sus rivales directos. Además, es un compacto amplio y con un coste de utilización muy bajo ¿Quién da más?