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Skoda Octavia GreenLine

Skoda Octavia GreenLine es una versión que está optimizada para ofrecer un consumo y emisiones reducidas. Únicamente está disponible con un motor Diesel 1.6 litros de 105 CV asociado a una caja de cambios manual de cinco velocidades. Se puede adquirir desde 20.340 € (ver configurador).

Skoda Octavia GreenLineInterior
Todo el habitáculo está bien realizado en líneas generales. Frente a otros modelos similares, el Octavia ofrece mayor sensación de solidez en la mayoría de las piezas. Como en todos los coches del mercado, hay plásticos con diferentes calidades. Los materiales que más me han gustado son los que conforman la parte superior del salpicadero que, además de ofrecer muy buen aspecto, tienen un tacto blando y agradable. El resto de plásticos tienen una calidad más normal, aunque guardan un aspecto y tacto correcto.

La habitabilidad de las plazas delanteras es buena en todas las cotas. El puesto de conducción está bien diseñado para que personas de diferentes estaturas y complexiones pueda adaptarse sin problemas. La regulación del volante –en altura y profundidad- es lo suficientemente amplia para que los pedales de control se puedan manejar adecuadamente. El asiento del conductor tiene los habituales reglajes en altura, longitud e inclinación del respaldo –nuestra unidad no tenía ajuste lumbar-.

Como en casi todos los modelos del Grupo Volkswagen, el diseño del puesto de conducción y los diferentes reglajes, permiten que podamos disfrutar de una regulación muy amplia en altura. Se agradece.

Skoda Octavia GreenLineEl acompañante también puede ir bastante cómodo. Eso sí, el asiento no dispone de reglaje en altura, lo que puede ser una limitación para la comodidad de algunas personas, sobre todo las de mayor altura. Otro detalle que puede llegar a limitar el confort de este ocupante, es que no hay demasiado espacio para los pies, ya que el paso de rueda limita el espacio disponible en dicha zona.

Los asientos de las plazas delanteras son muy buenos, salvo por el diseño de los reposacabezas. La banqueta y el respaldo recogen perfectamente el cuerpo y el mullido guarda un muy buen compromiso entre firmeza y confort.

En las plazas traseras hay suficiente espacio para ir con comodidad y sin estrecheces. La habitabilidad disponible en todas las cotas es buena y destaca, especialmente, el espacio disponible para las piernas, que en este tipo de berlinas suele ser un inconveniente.

Respecto a las plazas delanteras, en las traseras no se disfruta del mismo nivel del confort, ya que los asientos no son igual de cómodos y la postura es algo más forzada, aunque no llega a ser excesivamente incómoda.

Los reposacabezas tienen forma de coma, lo que favorece la visibilidad trasera cuando no hay ocupantes en las plazas traseras. Aunque únicamente se pueden regular en altura, sin posiciones prefijadas, quedan cerca de la cabeza y se pueden colocar en el punto ideal (ver imagen).

Skoda Octavia GreenLineEl entorno de las plazas traseras es de peor calidad que el de las delanteras, ya que los plásticos de los paneles de las puertas son rígidos y más sencillos que los de las traseras.

Otro de los detalles que no me ha gustado en todas las plazas, es que la regulación en altura de todos los reposacabezas es muy engorrosa, ya que el sistema mecánico que nos permite desplazarlos está tremendamente duro.

Al igual que muchos coches del mercado, los reposacabezas de los dos asientos delanteros no quedan cerca de la cabeza. Se pueden regular en altura en cinco posiciones prefijadas que permiten adaptarse muy bien a personas de diferentes alturas (ver imagen). En mi caso, la regulación funcionaba perfectamente para que la cabeza apoyara en el punto ideal. No hay regulación en profundidad, lo que es un problema si queremos obtener la máxima seguridad en caso de colisión frontal o por alcance.

El tejido de todos los asientos tiene una buena presencia, es bastante sufrido, da sensación de ser resistente y es bastante adherente cuando está en contacto con la ropa.

En todos los asientos se pueden instalar dispositivos de retención infantil de los grupos 0 (hasta 10 Kg), 0+ (hasta 13 Kg), I (de 9 a 18 Kg), II (de 15 a 25 Kg), III (de 22 a 36 Kg). La instalación de estos dispositivos me ha parecido sencilla y las sillitas quedan perfectamente ancladas. Hay un detalle que me ha gustado y que no veo en demasiados coches. En los asientos traseros, los anclajes isofix son muy accesibles. Para acceder a ellos hay que abrir una cremallera que los protege muy bien y los oculta.

Skoda Octavia GreenLineEl habitáculo tiene una buena iluminación. Hay dos puntos de luz –uno a la altura del parabrisas (ver imagen) y otro en el centro del techo (ver imagen)-. Ambos emiten una luz potente que ilumina todo el interior con bastante decencia, con más calidad que muchos de sus rivales. Por lo demás y, salvo la guantera, ninguna zona está iluminada.

Huecos y compartimentos
Hay varios huecos repartidos por el habitáculo que contribuyen a dar mayor capacidad de almacenaje. Todos ofrecen una buena ubicación y son prácticos.

El conductor dispone de un pequeño cofre a la izquierda del volante (ver imagen), un cenicero delante del mando del cambio (ver imagen) y una colección de tres compartimentos, situados al lado del freno de estacionamiento, que sirven para guardar dos botes de refresco –por ejemplo- y objetos varios (llaves, monedas, un móvil, una cartera o tarjetas).

Delante del asiento del acompañante hay una guantera iluminada que no ofrece demasiada capacidad (ver imagen). No obstante, se puede guardar la documentación del vehículo y el chaleco de emergencia. El fondo está tapizado con un textil sintético, el resto de su entorno no lo está.

En la parte superior de la consola hay un portaobjetos muy práctico que tiene tapa amortiguada y que está tapizado con un fondo de goma. Es muy práctico para guardar, por ejemplo, el teléfono móvil (ver imagen).

Skoda Octavia GreenLineLos asientos de las plazas delanteras tienen pequeños compartimentos en la estructura de la banqueta que, aunque no son muy capaces, pueden venir muy bien para guardar pequeños objetos (ver imagen).

Las cuatro puertas integran bolsas rígidas que no están nada mal en cuanto a espacio se refiere. Las bolsas de las puertas delanteras tienen mayor amplitud que la de las traseras.

Maletero
Si necesitas un coche con un muy buen maletero, el Octavia debe ser uno de tus principales candidatos. Los 560 litros de capacidad dan para mucho (ver imagen). Además las formas son muy regulares y la boca de carga es muy amplia. Si se desea más volumen, los respaldos de los asientos traseros se pueden abatir en proporción 60/40 (ver imagen). Éstos, no queda perfectamente enrasados con el piso del maletero, pero sí que quedan totalmente planos, ya que la banqueta de los asientos se puede abatir (ver imagen).

El mecanismo que nos permite abatir de los asientos funciona con suavidad y apenas exige esfuerzo por parte del usuario. Se agradece, y mucho.

El maletero está equipado por una bandeja que lo cubre perfectamente y que se extrae con facilidad cuando queremos ampliar la capacidad del mismo. También hay ganchos muy resistentes que permiten colgar bolsas pesadas y un pequeño compartimento, situado a la derecha, que integra una pequeña red (ver imagen).

Debajo del piso del maletero hay un molde de poliestireno expandido que elimina posibles ruidos e integra varios compartimentos que puede dar cabida a las herramientas, las luces de repuesto, el kit antipinchazos y algún objeto extra (ver imagen).

Skoda Octavia GreenLineEn el entorno del maletero hay varias argollas de amarre que permiten instalar redes de sujeción para poder sujetar y distribuir la carga en función de las necesidades.

En los dos extremos del maletero hay dos puntos de luz que iluminan muy poco, pero es lo habitual en la mayoría de los coches del mercado.

El portón que cubre el maletero es enorme. No obstante, está muy bien asistido por dos amortiguadores para que el cierre y la apertura no supongan un gran esfuerzo por parte del usuario.

El resto de las puertas de la carrocería tienen un tacto correcto de cierre y apertura –el cierre está muy bien amortiguado para que, cuando cerramos con fuerza, no parezca que la puerta se vaya a romper-.

Mandos: disposición y funcionamiento
El Skoda Octavia hereda las buenas maneras de los modelos alemanes; en el diseño del interior prima la sencillez y el minimalismo. La ubicación y el funcionamiento de todos los mandos está muy bien elegida para facilitar las cosas al usuario.

Para el climatizador y el equipo de sonido, Skoda ha elegido, con buen criterio, mandos giratorios para las principales funciones. El resto, son botones bien ubicados y de tacto preciso. Lo mejor de todo es cuando echas un vistazo a la consola, tiene los mandos justos y necesarios, aunque los clientes que demanden diseño, la verán poco agraciada (ver imagen).

Skoda Octavia GreenLineEl volante es grueso y tiene un diámetro correcto. Está forrado con un cuero suave que resulta bastante esponjoso y no resbala demasiado. Cuenta con las habituales regulaciones en altura y profundidad y, en el caso de esta versión, no integra ningún mando que permita controlar el equipo de sonido y otro tipo de funciones.

Detrás del volante, están los típicos mandos satélite que se encargan de activar los indicadores de dirección, el control de crucero (ver imagen), limpia y lavaparabrisas y la sensibilidad del sensor de lluvia (ver imagen). Ambos son buenos por tacto y funcionamiento. Además, cuentan con una fabricación sólida, están bien anclados, no tienen movimientos extraños y están bien dispuestos.

Los mandos que controlan las luces de cruce, carretera, antiniebla y la intensidad de la iluminación interior están muy bien agrupados a la izquierda del volante (ver imagen).

El cuadro de instrumentación tiene la típica tipografía de todos los modelos de Skoda. Los números rodean toda la circunferencia de los diales del velocímetro y cuentarrevoluciones. La información del velocímetro se lee con claridad, la del cuentarrevoluciones no tanto, aunque no es algo excesivamente relevante ni importante.

Skoda Octavia GreenLineEn el centro de las dos esferas del cuadro, hay una pantalla multifunción digital con el fondo negro y con los testigos y dígitos en color blanco. Ofrece mucha información sobre el kilometraje recorrido, consumo, autonomía, indicador de cambio de marcha, temperatura exterior, relojÂ… etc. Todo está muy bien presentado y la navegación está muy bien estudiada para que busquemos el dato deseado sin distraernos al volante.

El funcionamiento del sistema de climatización y del equipo de sonido es correcto en ambos casos, cumpliendo con su cometido sin grandes problemas.

En el caso de nuestra versión, el equipo de sonido no se puede manejar desde el volante y tampoco se puede asociar el teléfono vía bluetooth.

Preparado para que consuma muy poco
Respecto a un Octavia convencional con la misma motorización, la versión Greenline cuenta con una serie de cambios específicos que permiten reducir el consumo de carburante y las emisiones. Esa lista de modificaciones está formada por una carrocería que ha sido optimizada para mejorar la aerodinámica (hay cambios en los paragolpes y, sobre todo, en los bajos), unos neumáticos de baja resistencia a la rodadura (Michelin Energy Saver 195/65 R15 91H), unos desarrollos más largos, un dispositivo de arranque y parada automático Start/Stop, un sistema de regeneración de energía y un indicador de cambio de marcha que está situado en el cuadro de instrumentos.

El Skoda Octavia GreenLine equipa un motor turbodiésel TDI Common Rail, de cuatro cilindros y 1.6 litros que, gracias al filtro antipartículas DPF, sólo emite 99 g/Km de CO2 en ciclo combinado y consume 3,8 litros de gasóleo a los 100 kilómetros (se ha reducido el consumo en un 4,5% respecto al modelo base).

Esta motorización entrega una potencia máxima de 105 CV a 4.400 y un par motor máximo de 250 Nm a 1.900 RPM.

Skoda Octavia GreenLinePese a que el motor está asociado a un cambio manual de cinco velocidades con unos desarrollos muy largos, es un propulsor que se le ve con fuerza, que entrega la potencia de forma vigorosa y que no demanda en exceso un manejo excesivo del cambio, salvo que queramos obtener una aceleración contundente.

Tampoco le podemos pedir que responda con fuerza cuando el motor gira a un régimen muy bajo circulando con marchas muy largas. Tampoco tiene demasiada fuerza en la zona baja del cuentavueltas. Lógicamente tiene sus limitaciones. Sin embargo, me ha sorprendido que un motor de esta cilindrada y potencia mueva con tanta soltura un vehículo de este peso (1.390 kg) y tamaño (4.569 mm de largo, 1.769 mm de ancho y 1.462 mm de alto). La sensación que he tenido, es que bajo el capó había un motor de mayores aspiraciones.

En cuanto a su funcionamiento en el Octavia Greenline, este motor es suave y refinado, sube de vueltas con alegría, no se perciben baches de potencia y las resonancias generadas por las vibraciones están muy bien contenidas. Únicamente, el embrague transmite un hormigueo algo acentuado.

Tampoco es un motor excesivamente rumoroso, y el nivel de ruidos no se dispara aunque nos movamos a un régimen de giro alto. En carretera, a velocidades legales, no es un coche ruidoso. Si aumentamos el ritmo hasta lo máximo que puede ofrecer esta versión, en cuanto a velocidad máxima se refiere, el nivel de ruidos aumenta –no excesivamente- y lo que más se oye es la aerodinámica y rodadura, por este orden.

Skoda Octavia GreenLineCuando se arranca en frío no es un motor ruidoso y no emite un ruido desagradable. Lo mejor de todo es que, una vez que alcanza la temperatura de servicio (algo que se produce muy pronto), el motor suena muy poco, y más cuando rodamos estabilizados en carretera a una velocidad normal.

El Skoda Octavia GreenLine tiene un consumo de carburante muy bajo. Todos los cambios específicos que tiene esta versión, como he comentado anteriormente, se hacen notar. Según nuestras mediciones, hemos obtenido un consumo medio en carretera, circulando entre 120 y 130 km/h de marcador, de 3,7 l/100 km en un recorrido de 100 kilómetros y con unas condiciones desfavorables, ya que los desniveles de la carretera eran constantes. En otro recorrido de kilometraje equivalente y, sacando las máximas prestaciones que ofrece este motor, el consumo se puede llegar a situar sobre los 7,1 l/100 km, sin duda, una buena cifra. Ya en recorrido urbano, es fácil conseguir una media de 5 l/100 km con un tipo de conducción descuidada y sin estar pendientes del consumo de carburante.

Lo mejor de todo es que, si realizamos una conducción eficiente (cuidando muy bien el régimen de giro, frenando lo justo, aprovechando las inercias del coche y tratando con suavidad el pedal del acelerador), el Skoda Octavia GreenLine premia al conductor con un consumo extremadamente bajo, ya sea en ciudad o carretera.

Skoda Octavia GreenLineLos desarrollos del cambio aportan mucho para que el consumo sea muy bajo. Por ejemplo, a 120 km/h el motor gira a 2.100 rpm y, a 140 km/h, lo hace a 2.400 rpm aproximadamente. Además de esto, en primera, segunda y tercera velocidad, el motor alcanza una velocidad máxima de 50, 90 y 152 km/h respectivamente.

Conducción
El Skoda Octavia GreenLine no es un coche que requiera de demasiado esfuerzo por parte de conductor, no obstante, el embrague, para mi gusto, está un poco duro. El cambio también lo está, y tiene un guiado con las marchas muy marcadas aunque, en este caso, el tacto es bueno.

Dinámicamente, el Octavia adopta las buenas maneras de los modelos de Volkswagen, aunque la suspensión tiene un tarado más bien orientado al confort, como cabe esperar en un coche de estas características.

Ante un bache o un badén pronunciado, la suspensión absorbe bien y amortigua correctamente en compresión aunque, en este caso, parece que es un poco seca sin ser excesivamente incómoda.

Pese a ser un coche confortable con unos balanceos y cabeceos de una suspensión que, en su primer recorrido, es blanda, el Skoda Octavia GreenLine es un coche ágil y de reacciones predecibles.

Skoda Octavia GreenLineEl tren trasero es muy receptivo en los giros y en los cambios de masas. En función de los grados de giro de la dirección, el tren trasero ayuda mucho para neutralizar el paso por curva, sobre todo al inicio de la misma. Esto hace que el Octavia ofrezca un juego muy divertido para que el conductor consiga un paso por curva neutro.

En cualquier caso, el Skoda Octavia GreenLine no es un coche concebido para disfrutar de la conducción. Se trata de un buen medio de transporte que consume muy poco y que tiene un nivel de confort correcto.

La dirección tiene un buen tacto, es precisa y cuenta con un tarado que permite manejarla con suavidad sin ser demasiado pesada.

Los frenos son muy buenos, de lo mejor que he probado en coches de esta categoría; son eficaces, tardan más de lo esperado en desfallecer cuando les ponemos al límite con frenadas constantes y son capaces de detener al Octavia con potencia y en un espacio de tiempo muy corto.

Los neumáticos de nuestra unidad de pruebas (Michelin Energy Saver 195/65 R15 91H) tienen un grip bastante limitado, aunque hay que entender que están concebidos para que el consumo de carburante salga ganando, ya que tienen una baja resistencia a la rodadura.

Skoda Octavia GreenLinePrecio y equipamiento
El Skoda Octavia GreenLine tiene un precio de salida de 20.340 € (incluye un descuento promocional de 1.540 €). ver configurador.

De serie, el Octavia GreenLine tiene lo justo; aire acondicionado, radio CD con MP3, airbag de conductor, acompañante, de cabeza delanteros y traseros y laterales delanteros, control de estabilidad y todas las medidas que permiten que gaste menos combustible entre lo más destacable.

Opcionalmente, se puede adquirir un navegador desde 485 €, una radio de mayor calidad con cargador frontal de 6 CDs + MP3 y doble sintonizador (cuesta 285 €), un sensor de aparcamiento trasero (cuesta 340 €), anclajes Isofix en el asiento del acompañante (cuesta 35 €), un sistema de arranque en pendientes (cuesta 80 €), un paquete que incluye sensor de lluvia, luces y espejo retrovisor fotosensible (cuesta 190 €) y se puede ampliar la garantía hasta 5 años y 150.000 km por 845 €.

Si incluimos todo el equipamiento opcional, el precio final se dispara hasta los 25.105 €, una cifra que ya empieza a ser muy respetable.

Conclusión: El Skoda Octavia GreenLine es una buena “herramienta” como coche polivalente de familia; gasta muy poco combustible, tiene un maletero enorme y muy práctico, una buena habitabilidad, unos asientos delanteros bastante cómodos y una realización interior bastante correcta. Frente a la competencia, no es de los modelos más baratos y equipados, aunque si eres de los que haces muchos kilómetros es muy probable que amortices el gasto con creces.

Texto: Gustavo Rodríguez
Fotos: A.R. Sastre y G. Rodríguez

Publicado el 05/01/2012 a las 00:41