Škoda lanza el nuevo Octavia Combi, un modelo que ofrece espacio sin rival y una funcionalidad inigualable. Esta tercera generación es significativamente más grande que su predecesor, ofreciendo un espacio generoso para cinco ocupantes y su equipaje. Con 4,659 metros, el vehículo es 90 mm más largo y, con 1,18 metros (excluyendo los retrovisores), 45 mm más ancho que su predecesor. Al mismo tiempo, la distancia entre ejes del Combi ha aumentado en 108 mm. El resultado es una mayor oferta de espacio. Al igual que hace la berlina, la versión Combi impresiona con los mejores valores de su segmento en términos de espacio.
Nosotros quisimos probar una de las versiones más interesantes que plantea la gama, que es la que monta el motor Diésel menos potente (105 CV), con el acabado más alto de la gama (Elegance). La fórmula es tremendamente exitosa si estás buscando un muy buen familiar, con un precio razonable y con un motor que te permita disfrutar de unas prestaciones más que correctas para la vida real, acompañadas, eso sí, de un consumo muy contenido.
Mejorando lo presente
Respecto al anterior modelo –que ya era bueno-, el nuevo es aún mejor. Y lo es, no sólo porque Škoda ha mejorado de forma muy inteligente todo lo que cabía mejorar, sino porque se nota que es un producto de mayor calidad. En primer lugar, se aprecia que, por fuera, el ensamblaje de la carrocería está más que cuidado, y las tolerancias son mínimas entre piezas. Esta misma apreciación es la que se tiene cuando uno accede al interior; Škoda ha optado por mejores materiales pare recubrir las zonas más visibles del habitáculo, y la sensación de solidez y acabado es mucho mejor.
Como cualquier modelo del Grupo Volkswagen, la ergonomía está muy cuidada, y tanto si quieres poner el climatizador en marcha, como quieres ponerte cómodo al volante, encontrarás que es un coche muy bien pensado para facilitar su uso en el día a día.
De todas las mejoras que incorpora el nuevo Octavia, me gustaría destacar dos: la ganancia de espacio en las plazas traseras y la capacidad del maletero. En el primer caso, hay que apuntar que, ningún otro vehículo en el segmento de los compactos, ofrece un interior más largo y más espacio para las rodillas detrás. La longitud interior de 1.782 mm del ŠKODA Octavia Combi, ha crecido 33 mm en comparación con su predecesor. El espacio para las piernas detrás ha aumentado 26 mm hasta 73 mm, y hay más espacio para la cabeza tanto delante como detrás (delante: 983 mm en lugar de 981; detrás: 995 mm en lugar de 984). El espacio para los codos también ha crecido considerablemente: 1.454 mm delante, 39 mm más, y 1.449 mm detrás, 26 mm más. El espacio para los hombros también ha sido optimizado con 19 mm delante hasta los 1.398 mm y en 4 mm detrás hasta los 1.378 mm.
En el caso del maletero, hay que decir que, el Škoda Octavia Combi, marca otro récord en su clase, ya que su volumen ha aumentado hasta los 610 litros, cinco más que su predecesor. Son 20 litros más que el Octavia berlina. Con los asientos traseros abatidos, el volumen crece hasta los 1.740 litros (1.655 litros en la generación anterior). Los asientos traseros se pueden abatir desde el interior del maletero pulsando un botón. Con el asiento del acompañante abatido, el vehículo puede cargar objetos de hasta 2,92 metros de largo.
El portón del maletero del Škoda Octavia Combi se abre por completo, lo que facilita mucho el proceso de carga: la apertura del maletero es de 1.070 mm de altura, 9 mm más que su predecesor. La anchura del maletero es de un máximo de 1.070 mm (Octavia Combi II: 1.061 mm). El borde de carga es de solo 631 mm, 6 mm menos. Además, para facilitar aún más el acceso al maletero, éste se puede abrir y cerrar electrónicamente usando dos botones en el mismo maletero, pero también se puede abrir desde dentro del vehículo presionando un botón en la consola central o en el mando de bloqueo remoto. En estos casos, el vehículo emite un aviso. También es posible configurar la posición más alta del maletero cuando se abre.
Un motor excelente en cuanto rendimiento, funcionamiento y consumo
Cuando nos ponemos en marcha, la buena calidad del Škoda Octavia también se hace sentir. Para empezar, el pequeño motor Diésel de 105 CV apenas hace ruido, y se le nota refinado y silencioso en cualquier tipo de régimen. Además, atesora un rendimiento y funcionamiento que roza el sobresaliente, sobre todo si lo comparamos con las motorizaciones equivalentes de la competencia. La gran virtud de este motor, es lo plano y progresivo que se muestra en la entrega de par y potencia, algo que en un vehículo familiar es básico y fundamental.
Para rizar el rizo, este pequeño 1.6 TDI está asociado a un cambio automático de doble embrague (DSG), que es una auténtica maravilla, y que se adapta perfectamente a este motor para ofrecer una gran rapidez de funcionamiento. Además, presenta dos programas; uno deportivo en el que permite llevar el motor más alto de vueltas y, otro eficiente, que gestiona muy bien las relaciones para consumir lo mínimo. Las dos modalidades funcionan perfectamente.
Pero además de rendir muy bien y hacer gala de unas prestaciones más que suficientes para conducir en la vida real, consume muy poco, y eso en los tiempos que corren es algo a valorar. Según nuestras mediciones, nuestra unidad de pruebas consiguió una media -en ciclo ponderado y sin buscar una conducción eficiente- por debajo de 6 litros, lo que es un dato fantástico.
Cómodo y equilibrado como pocos
En cuanto a su dinámica se refiere, encontramos lo que esperamos; una maniobrabilidad impecable en ciudad y un confort estupendo en carretera. Las suspensiones filtran perfectamente las imperfecciones del asfalto, y tienen el grado de dureza justo para que la estabilidad, incluso en situaciones comprometidas, no se vea comprometida. Asimismo, todos los mandos de control y, sobre todo la dirección, muestran mucha suavidad para que el agrado de conducción apruebe con nota.
Además de todas las mejoras mencionadas, el nuevo Škoda Octavia también ofrece un equipamiento de primera línea. Por primera vez, un Octavia Combi puede montar toda una serie de nuevas funciones que incremental el confort y numerosos sistemas de asistencia que mejoran su seguridad como el Asistente de Crucero Adaptativo (ACA), el Asistente de Luz Inteligente, la cámara de reconocimiento de señales de tráfico o hasta nueve airbags. De esta forma, el Octavia ha sido reconocido con 5 estrellas EuroNCAP, la máxima puntuación posible que otorga este organismo independiente.
Si optas por la versión que es objeto de esta prueba, la podrás adquirir desde 24.305 €, un precio que incluye un descuento promocional de 2.000 €, otros 2.000 € si lo financias con Škoda y los 1.000 € del Plan PIVE. Su equipamiento es muy completo, y no faltan elementos tan interesantes como los faros Bixenon, asistente de aparcamiento, accionamiento eléctrico del portón trasero, climatizador y un muy buen equipo de sonido entre lo más destacable.
Conclusión: El Škoda Octavia Combi me parece el familiar generalista definitivo. Tiene todo lo que le puedes pedir a un coche de estas característica; habitabilidad interior, maletero, versatilidad, confort de marcha y un equipamiento de última generación. Además, cuenta con una base mecánica de calidad abalada por el Grupo Volkswagen; el motor Diésel de 105 CV es fantástico por consumo y rendimiento, y el bastidor ofrece un confort y estabilidad de primer nivel.