El Skoda Octavia Combi RS es un familiar único en su segmento, ya que no encontramos un modelo equiparable por calidad, cualidades prácticas y, sobre todo, deportividad. Con el motor de gasolina de 220 CV, la berlina checa da un salto de calidad definitivo para ser la elección perfecta para muchos conductores.
Un diseño espectacular
En la versión que nos ocupa, “la RS”, no puede ocultar su estilo y prestaciones. El frontal incorpora unas tomas de aire con estructura en panal, un nuevo faldón delantero y faros antiniebla también en diseño RS, así como los nuevos faros delanteros bi-xenón con luces diurnas LED integradas. Por su parte, la zaga luce un difusor pintado en color negro -que está adornado por una tira reflectante- (ver imagen), dos colas de escape cromadas con forma de trapecio y un alerón trasero que gobierna el portón del maletero. Ni que decir tiene, que todo queda rematado con las siglas ‘RS’, que están integradas en la parrilla delantera y en el portón.
El negro es el color dominante en el interior, que es bastante sobrio y no excesivamente detallista, aunque encontraremos los emblemas ‘RS’ en los asientos, volante y pomo del cambio. Por calidad y nivel de acabados, como hemos comentado con anterioridad, es un coche que está a un gran nivel.
Se adapta perfectamente al conductor
La posición de conducción, como buen modelo del Grupo Volkswagen que se precie, está más que lograda. Las regulaciones que ofrecen el volante y el asiento, son lo suficiente completas como para encontrar la postura correcta, que puede ser más bien baja si así lo deseas. Los asientos opcionales ‘RS’ son de tipo baquet y resultan suficientemente confortables. Quizá se echa en falta algo más de sujeción en la banqueta, pero en líneas generales hay que reconocer que están bastante bien.
Uno de los puntos en los que más ha mejorado el Skoda Octavia es en el espacio disponible en el interior, y más concretamente en las plazas traseras, donde el espacio disponible para las piernas ha crecido 73 mm. En términos prácticos, esta ganancia se nota claramente, y ahora encontramos una de las berlinas más amplias de su segmento. Los asientos también ayudan a incrementar el confort, ya que permiten que tengamos una postura muy natural y, además, integran un apoyabrazos con dos posavasos en la plaza central y una trampilla que nos permite acceder al maletero.
Precisamente, ya que hablamos del maletero, éste sigue siendo tan enorme como práctico. Su volumen ha aumentado hasta los 610 litros, cinco más que su predecesor. Son 20 litros más que el Octavia berlina. Con los asientos traseros abatidos, el volumen crece hasta los 1.740 litros (1.655 litros en la generación anterior). Los asientos traseros se pueden abatir desde el interior del maletero pulsando un botón. Con el asiento del acompañante abatido, el vehículo puede cargar objetos de hasta 2,92 metros de largo. Para mejorar su utilización, la apertura es automática.
Una mecánica sobresaliente
El motor de gasolina 2.0 TSI genera 220 CV, 20 más que su predecesor. El par motor máximo ha crecido un 25% (70 Nm) hasta los 350 Nm entre las 1.500 y las 4.400 rpm. Ambos modelos muestran una gran elasticidad y aceleración: en quinta marcha, la berlina con cambio manual acelera de 80 a 120 Km/h en 6,4 segundos, y en sexta lo hace en 7,9 segundos; un segundo y medio más rápido que su predecesor. La aceleración de 0 a 100 km/h la realiza en 6,8 segundos, 0,4 menos que antes. El nuevo Octavia RS berlina con cambio manual alcanza una velocidad máxima de 248 km/h, 6 más que la anterior generación. La velocidad máxima del familiar es de 244 km/h.
Por funcionamiento, es un propulsor muy refinado que responde perfectamente en toda su banda de utilización, y que se muestra muy progresivo para que el agrado de conducción salga ganando. En cuanto a consumo se refiere, según nuestras mediciones obtenidas en ciclo combinado, nuestra unidad de pruebas fue capaz de conseguir un consumo medio por debajo de los 8 litros a los 100 kilómetros.
Nuestra unidad de pruebas equipaba con la caja automática de seis velocidades y doble embrague ‘DSG’, funciona a la perfección para sacar el máximo partido al motor. Además, Skoda se ha preocupado para mejorar su agrado de uso, ya que funciona con mucha suavidad.
Eficaz y muy fácil de conducir
Dinámicamente es un coche más que resulta competente, con un chasis muy bien reglado que te permite ir a ritmos de escándalo sin exigir grandes dotes al volante. En curva, ya sea lenta o rápida, es un coche que entra muy bien de morro; tracciona perfectamente y el subviraje apenas hace acto de presencia. Por su parte, el tren trasero, que siempre reacciona con movimientos muy progresivos, se mantiene bastante pegado al asfalto, y sólo entra al trapo cuando le provocamos.
Además de encontrar un chasis bastante equilibrado, la electrónica aporta lo suyo para hacernos creer que somos muy buenos cuando nos ponemos al volante. En parte, ayuda mucho el control de estabilidad, que sólo se puede desconectar parcialmente. También aporta lo suyo el diferencial electrónico XDS que, sin ser muy de mi agrado, hay que reconocer que ha mejorado bastante en su tercera generación. Este sistema actúa sobre el eje delantero y asegura la distribución ideal de la potencia entre las cuatro ruedas, gestionando la frenada de las ruedas interiores en una curva. Esto reduce el subviraje, mejora la tracción y asegura un rendimiento más preciso y seguro.
Además de las ayudas electrónicas, existen cuatro perfiles de conducción: NORMAL, SPORT, ECO e INDIVIDUAL. En función del modo escogido, se ajustan distintos parámetros como los sistemas de control de la transmisión DSG, la dirección asistida, el control de distancia ACA, las luces delanteras bi-xenón o el sistema Climatronic. El modo NORMAL permite una conducción relajada e incluso dinámica. El SPORT genera una agilidad particular, ajustando la dirección o el cambio automático DSG de forma más directa. El modo ECO permite ahorrar combustible cambiando antes, retrasando la respuesta del acelerador y moderando el aire acondicionado. Finalmente, en el INDIVIDUAL, el conductor puede seleccionar sus propias características de conducción.
Precio y equipamiento
El nuevo Škoda Octavia Combi RS, asociado al motor de gasolina de 220 CV y cambio automático seis velocidades, está disponible desde 33.910 € (consultar todos los precios). Ofrece un equipamiento de primera línea. De este modo, puede incorporar Asistente de Velocidad de Crucero -que regula la distancia con el vehículo de delante-, Asistente de Iluminación Inteligente -que controla automáticamente el uso de las luces de carretera, mejorando la comodidad y la seguridad-, Asistente de Aparcamiento Automático -que ayuda en maniobras de estacionamiento, tanto en paralelo como en batería-, detector de señales de tráfico –que es parte del paquete de Asistencia de Viaje y muestra las señales de tráfico en el cuadro de instrumentos-, sistema de entrada, arranque y salida sin llave, y techo solar panorámico eléctrico entre lo más destacable.
Además de todo esto, el más deportivo de los Octavia luce una generación completamente nueva de sistemas de radio, infoentretenimiento y GPS. Este nuevo modelo incluye de serie la radio CD Swing con pantalla TFT monocromo, junto con cuatro altavoces delante y cuatro detrás. Además de las características básicas de la radio, Swing ofrece un reproductor de CD, una interfaz para tarjetas SD, conector USB y una entrada aux-in para conectar el reproductor MP3 u otros dispositivos. El equipo de sonido de nuestra unidad de pruebas sonaba realmente bien, con un sonido limpio y de bastante calidad.
Conclusión: El Octavia Combi RS es de ese tipo de coches, los menos, que son capaces de contentar a todo el mundo; es atractivo, confortable, muy práctico, deportivo, potente y con un conjunto mecánico que te hace disfrutar de la conducción, ya sea para dar un paseo, realizar un viaje extremadamente largo o disfrutar de las curvas a velocidades de vértigo.