Probamos la versión Diésel más potente y deportiva de la berlina familiar de Skoda. Está dotada de un motor de 170 CV que ofrece buenas prestaciones y rendimiento. Dinámicamente, se muestra como un coche estable y cómodo para el día a día. Esta versión se puede adquirir desde 27.640 € (ver precios).
Poco detallista
Estéticamente son pocos los cambios que diferencian a esta versión deportiva del resto de la gama. Unos paragolpes y llantas específicas, una suspensión rebajada y endurecida, y unos asientos con un tapizado diferente, son los cambios más significativos. En este sentido se echa en falta algo que te haga sentir que estás en una versión deportiva de verdad y más exclusiva. En el caso del Octavia RS parece que han dejado algunas cosas a medias.
En cualquier caso, cuando echas el primer vistazo y, posteriormente te subes al interior, comienzas a notar que estás en una versión diferente y algo más deportiva. Para empezar, te sientas, y notas que la posición al volante es más baja y que la menor altura de la carrocería respecto al suelo también se nota.
Los asientos son firmes, cómodos y envolventes, tal y como uno espera en una versión deportiva como ésta. Su tapizado tiene una combinación de tela y cuero. En los respaldos hay un anagrama con la leyenda “RS” que ayuda a dar más ambiente al interior (ver imagen).
Salvo en los asientos, no hay más detalles que nos hagan pensar que estamos ante una versión especial. Todo lo demás es exactamente igual que una variante normal de la gama Octavia.
Buenos acabados
Como ya hemos destacado en otras ocasiones, el Skoda Octavia es un coche muy bien acabado para el precio que tiene. La parte más visible del salpicadero y de los paneles de las puertas están recubiertos por un material plástico blando y de buen aspecto. El resto de materiales también me parecen buenos y satisfactorios. Los acabados y el ajuste de todas las piezas están bastante cuidados. No encuentro grandes defectos y desajustes entre unas piezas y otras. Tampoco percibo ruidos parásitos como consecuencia de un mal ensamblaje entre piezas.
La posición al volante es buena. Se nota que es algo más baja que el resto de versiones o, al menos, da esa sensación, probablemente debido a que los asientos van anclados mas abajo. Digo esto, porque los reglajes tanto del volante como del asiento son generosos y están bien estudiados. Con pocos ajustes encontramos rápidamente la posición ideal.
Deportivo y práctico
Aunque se trate de una versión deportiva, el Skoda Octavia RS mantiene las cualidades prácticas del resto de la gama. Para empezar, el interior está muy bien servido en cuanto a huecos y compartimentos se refiere. Los objetos que uno lleva habitualmente encima se pueden ubicar con facilidad. Hay un hueco que hace las veces de posavasos muy útil para dejar objetos (me parece que es el más accesible de todos), dos compartimentos con tapa (uno encima de la consola central y otro en la parte inferior izquierda del salpicadero, justo debajo de los mandos que controlan las luces) y unas bolsas rígidas en las puertas de generoso tamaño. Todos los compartimentos, salvo los situados en las puertas, tienen fondos de goma en algunos casos y de tela en otros. A mi me gustan que estos huecos cuenten con estos tapizados, ya que en algunos casos evitan que los pequeños objetos que dejamos en ellos se resbalen y puedan rozarse o golpearse, pero sobre todo por los molestos ruidos que hacen cuando circulamos.
Tras ubicar los objetos en sus respectivos compartimentos, decido sentarme en el asiento del acompañante. Nada más acomodarme noto que me encuentro muy cómodo desde el primer momento. Abro la guantera, y veo que, además de ser climatizada, cuenta con una buena iluminación y capacidad para guardar la documentación y el chaleco de señalización, entre otros elementos. Además, todavía queda espacio para guardar un refresco o una botella de agua de medio litro.
Poco espacio en las plazas traseras
En las plazas posteriores no hay mucho espacio para las piernas, o al menos no el que yo esperaba. Tampoco me gustó demasiado la postura que adopta un adulto cuando se sienta; me pareció demasiado forzada y erguida. Como en las plazas delanteras, los asientos de las plazas traseras también me parecieron envolventes, lo que evita que se pueda poner un sistema de retención infantil en el centro del asiento trasero, en teoría el lugar mas seguro para ello. Sin embargo, se ha cuidado el diseño de la banqueta trasera para que dos adultos viajen con mayor comodidad -en la parte central del respaldo hay un apoyabrazos escamoteable que viene de maravilla para largos viajes y, además, tiene un pequeño compartimento que permite guardar objetos pequeños-.
Para instalar sillas infantiles en las plazas laterales traseras me parece un coche interesante, ya que el acceso al habitáculo es bueno y los dispositivos infantiles se colocan fácilmente y con poco esfuerzo. La climatización de las plazas traseras me pareció satisfactoria, sobre todo gracias a estos difusores situados en la parte más retrasada de la consola central. En las plazas traseras no hay tantos compartimentos como en las delanteras, no obstante, creo que tiene suficientes. Los paneles de las puertas integran dos pequeñas bolsas rígidas, hay un pequeño compartimento debajo de los difusores traseros del sistema de climatización y un pequeño compartimento integrado en el apoyabrazos.
Maletero capaz y funcional
El maletero me gusta; es amplío, está muy bien tapizado, es tremendamente práctico y tiene formas regulares que permiten aprovecharlo al máximo. Tiene una capacidad de 580 litros (ver imagen). Si abatimos los asientos (en proporción 60/40) la capacidad aumenta hasta los 1.620 litros (ver imagen). El piso no es completamente plano, pero tampoco es demasiado profundo, lo que ayuda a poder cargarlo sin tener que meterse dentro del coche. En las paredes laterales hay dos compartimentos. Uno sirve para guardar los triángulos de señalización y un pequeño botiquín de emergencia (ver imagen). El otro compartimento puede servir para guardar cosas varias; luces de repuesto o unos guantes que pueden venir muy bien para cambiar una rueda (ver imagen). Además, el maletero dispone de una serie de ganchos que permiten instalar redes y así sujetar objetos, si lo vemos necesario (ver imagen). También hay dos ganchos para colgar bolsas (hay una en la parte izquierda y otro en la parte derecha) y una toma de corriente de 12 V.
Los respaldos de las plazas traseras integran una pequeña trampilla que comunica el maletero con el habitáculo, la típica trampilla para meter los esquíes (ver imagen).
El portón no resulta demasiado pesado, tanto para abrirlo como para cerrarlo. Para cerrar el maletero hay un tirador de goma muy práctico y muy espartano que nos facilita mucho dicha maniobra. Lo único que me parece criticable es la pobre iluminación que tiene, y más en un maletero tan grande. De todas formas, es una asignatura pendiente en la gran mayoría de los coches.
Buenas prestaciones y bajo consumo
Llega la hora de ponerse en marcha para valorar las prestaciones y las cualidades dinámicas de esta versión deportiva. Al poner en marcha el motor Diésel 2.0 TDI de 170 CV de origen Volkswagen, la primera sensación cuando la mecánica empieza a girar es buena. Pocas vibraciones y ruido. Se nota rápidamente que el habitáculo está muy bien aislado. Destacable para lo que cabe esperar en un coche de este precio y categoría.
Comienzo a recorrer los primeros kilómetros y percibo rápidamente que el ruido no se incrementa demasiado según vamos aumentando de velocidad y de régimen de giro. El motor responde muy bien desde bajas vueltas. Desde 1.750 hasta 2.500 rpm ya podemos disfrutar de todo su par (350 Nm). La entrega es suave y progresiva. No hay tirones, ni “patadas” incómodas que nos obliguen a dosificar mejor el gas y el embrague cuando toca cambiar de marcha. Siempre tengo la sensación de que el motor tiene la fuerza suficiente como para rodar en marchas largas (si lo veo necesario) o para buscar una aceleración enérgica. Soy consciente que entre 1.750 y 4.000 rpm dispongo del par y potencia suficiente para poder desenvolverme sin problemas, tanto en ciudad como en carretera.
El consumo de carburante me ha parecido bastante contenido en líneas generales. Por autovía a velocidades legales su consumo se sitúa por debajo de 6 litros. En carreteras de segundo orden aprovechando la máxima aceleración y prestaciones posibles su consumo se sitúa sobre los 8 litros.
Como sucede en todos los modelos del Grupo Volkswagen, el tacto de todos los elementos mecánicos con los que entramos en contacto es excelente. El grupo pedalier (embrague, freno y acelerador) tienen un tacto agradable y preciso. Lo mismo ocurre con la dirección, precisión y suavidad la definen perfectamente. Por su parte, el cambio es rápido y con un tacto que transmite calidad y solidez.
Mayor dinamismo
El chasis del Skoda Octavia Combi RS se ha rebajado hasta los 127 mm. Por su parte, el peso se ha reducido en 15 kilos. Además, se ha trabajado en la resistencia aerodinámica para que sea menor y, de esta forma, se consigan mejores prestaciones (mayor velocidad punta y aceleración).
El Skoda Octavia Combi RS 2.0 TDI 170 CV acelera de 0 a 100 km/h en 8,4 segundos y alcanza una velocidad máxima de 225 km/h. Bajo mi punto de vista, son cifras que permiten superar a coches de mayor potencia con un peso y tamaño similar.
Al recorrer los primeros kilómetros se nota que la suspensión es más firme y seca que la del cualquier Octavia. Aún así, no me ha parecido un coche incómodo, más bien se trata de un coche razonablemente confortable que tiene una suspensión que intenta limitar algo el balanceo para encontrar un conjunto algo más eficaz y deportivo.
Sin ser un coche con planteamientos radicales en su bastidor, si que resulta fácil y divertido de conducir. El tacto de la dirección es bueno y ayuda mucho a ser precisos con el tren delantero. No es una dirección muy directa, pero en ningún caso llega a ser lenta e imprecisa.
El cambio también ayuda –en el caso de nuestra unidad de pruebas era un manual de seis velocidades-. Sus recorridos son cortos y no es especialmente duro, aunque cuando se maneja rápido siempre echaba en falta algo más de suavidad en las transiciones de marchas.
El pedal del freno tiene un tacto correcto, aunque no demasiado deportivo. Es algo esponjoso y con más recorrido del deseado, no obstante, permite una buena dosificación de la frenada. En cuanto a rendimiento, los frenos responden bien y aguantan lo que cabe esperar en un coche de serie de este precio.
La puesta a punto de las suspensiones le da equilibrio y bastante estabilidad a esta versión. Cuando realizamos fuertes apoyos en curva rápida y hacemos un cambio de dirección a altas velocidades, la sensación de control y estabilidad es notable.
Skoda también ha pensado en los conductores más dinámicos. El Skoda Octavia Combi RS es un coche muy ágil y con un tren trasero muy participativo que se insinúa siempre que queramos descolocarlo, eso sí, sus reacciones son siempre muy progresivas y la sensación de control sobre el coche siempre es buena. El límite de adherencia siempre se presenta con preaviso. Es un coche muy noble.
Equipamiento
El Skoda Octavia Combi RS 2.0 TDI 170 CV se puede adquirir con cambio manual o automático, ambos con seis velocidades. La gama está disponible desde 27.640 €. Únicamente se comercializa con un solo nivel de acabado que tiene una dotación de serie bastante completa y que deja pocas opciones a la vista. Entre lo más destacable de su dotación de serie cabe destacar los siguientes elementos: Airbag frontales y laterales, control de estabilidad, luces de xenón, sensor de presión de neumáticos, regulador de velocidad, climatizador, pintura metalizada, radio CD y llantas de aleación de 17 pulgadas.
Opcionalmente, el equipamiento se puede completar con los siguientes elementos: asistente para el arranque en pendiente (80 €), asientos delanteros calefactables (195 €), techo solar (870 €), tapicería de cuero (575 €), navegador (505 €) y alarma antirrobo (185 €) entre lo más destacable.
Conclusión: El Skoda Octavia Combi RS 2.0 TDI 170 CV puede ser una opción interesante para ese conductor que todavía quiere seguir disfrutando de la conducción en un coche con buen maletero, bien acabado, con un consumo muy bajo y unas prestaciones superiores a la de muchos rivales de mayor potencia y pretensiones. Su precio es más que razonable si tenemos en cuenta la calidad y el equipamiento del modelo de Skoda.
Texto: Gustavo Rodríguez
Fotos: A.R. Sastre, G. Rodríguez y Skoda