Citigo es la propuesta de Skoda para desenvolverse lo mejor posible por el tráfico y la gran ciudad, sin prescindir de un maletero y de un habitáculo suficientemente amplio para que cuatro adultos viajen con suficiente comodidad. Este modelo lo puedes adquirir desde 6.600 €, un precio que incluye el plan PIVE (1.000 €) y un descuento comercial ofrecido por la marca que asciende a 1.980 € (aquí puedes consultar todos los precios).
Para tratarse de un coche pequeño y, sobre todo, económico, la verdad es que transmite una buena sensación de que todo está bien hecho por fuera y por dentro. En la carrocería todas las piezas están muy bien ensambladas y todo transmite robustez. Ya dentro, la sensación es idéntica. Aunque todo el habitáculo está recubierto con plásticos sencillos y rígidos, todos ellos transmiten buenas sensaciones y están bien ensamblados, incluso mucho mejor que coches más costosos.
De todo lo que se refiere al interior, lo que menos me ha gustado, es que los apoyabrazos de los paneles de las puertas no están acolchados y que los asientos delanteros tienen un diseño que hace que la parte cervical, de la espalda y las lumbares, se sobrecarguen algo más de lo deseado si se hacen muchos kilómetros en carretera. En ciudad y en un recorrido normal, no platean problemas, salvo los reposacabezas, que están integrados en el respaldo, no tienen regulaciones y, en mi caso, quedaban muy lejos de la cabeza.
Delante se respira mucha sensación de espacio, probablemente porque es un coche alto y, sobre todo, porque todo el espacio interior está muy aprovechado. No obstante, lo mejor de todo, es que las plazas traseras son muy amplias, y dos adultos irán con bastante confort, quizá más de lo que cabe esperar en un coche de este tamaño.
Maletero y compartimentos
El maletero, que tiene una capacidad de 251 litros, es más que suficiente para lo que cabe esperar en un coche de este tipo y cumple perfectamente para llevar la compra semanal del supermercado o la sillita de un bebé. Si se demanda más espacio, abatiendo los asientos en proporción 60/40 la capacidad pueden aumentar hasta los 951 litros.
Para ser un coche pequeño, hay suficientes compartimentos de almacenamiento. Por ejemplo, recipientes para vasos o el reproductor multimedia y las redes en la espalda de los asientos delanteros. Otras soluciones incluyen un gancho incorporado en el mecanismo de apertura de la guantera y un portarretratos en el salpicadero. El juego de redes asegura el transporte de objetos en el maletero.
Sistema «Move&Fun»
Todos los mandos son sencillos y fáciles de manejar. Destaca el navegador «Move&Fun», por el que hay que pagar 30 € para preinstalarlo. Se trata de una solución que está compuesta por una pantalla táctil de cinco pulgadas extraíble que se integra perfectamente en la electrónica del vehículo. Te lo recomiendo.
Sus múltiples funciones incluyen el sistema de navegación, el teléfono de manos libres con control de voz y un ordenador de a bordo que proporciona al conductor toda clase de información relativa al funcionamiento del coche. El «Move&Fun» se puede combinar con el sistema integrado de radio y altavoces, y mediante la tarjeta de memoria SD se puede escuchar la selección particular de canciones grabadas en formato MP3.
El «Move&Fun», que ha sido desarrollado en colaboración con Navigon, puede actualizarse mediante su descarga por Internet, mientras que sus apps a medida ofrecerán funciones adicionales para el futuro.
En marcha
Llega la hora de ponerse en movimiento, y adentrarse en el hábitat natural del Citigo, la gran ciudad y los desplazamientos habituales que solemos hacer a diario. En este terreno, el pequeño de los Skoda se desenvuelve como pez en el agua; es fácil de aparcar, muy ágil a la hora de callejear y, sobre todo, fácil de conducir, por lo que te pone muy bien las cosas al volante.
El tacto de todos los elementos mecánicos (dirección, pedales y cambio) están muy cuidados y hacen que la conducción sea agradable, algo a valorar en un utilitario.
En carretera, aunque no sea el entorno del Citigo, se defiende con dignidad, es estable y seguro. Sí que es cierto, que la suspensión es más bien blanda en extensión para la sensación de firmeza que transmite, pero no llega a ser un problema para perjudicar la estabilidad, incluso si llevamos el Citigo al límite de sus posibilidades.
Los frenos me han gustado por lo bien diseñados que están para que la frenada sea buena y no se fatiguen en uso intensivo. Por su parte, el control de estabilidad actúa con finura y no resulta desagradable cuando interviene en una situación extrema.
Movilidad suficiente
El motor de gasolina de tres cilindros y 1.0 litro de cilindrada es más que suficiente para desenvolverse por ciudad, y más si tenemos en cuenta lo limitada y perseguida que está la velocidad en un entorno urbano. Sí que es cierto que le falta algo de energía aunque suba bien de vueltas, que no tiene una gran respuesta por debajo de las 3.000 rpm, pero debo ser muy sincero contigo, creo que no es necesaria más potencia si lo tratamos con lógica.
Los 60 CV se consiguen a 5.500 rpm y el par motor máximo (95 Nm) está disponible entre las 3.000 y 4.300 revoluciones. Con estas cifras, el Citigo acelera de 0 a 100 km/h en 14,4 segundos y alcanza una velocidad máxima de 160 km/h.
En carretera, aunque te parezca mentira, se desenvuelve muy bien "llaneando" y si no le pedimos grandes aceleraciones y recuperaciones. En estas condiciones, si llevamos el motor en la “zona buena”, el Citigo es capaz de mantener con comodidad cruceros por encima de los 120 km/h.
Como buen utilitario que se precie, el consumo de carburante es bajo. En ciudad, dependiendo de las condiciones del tráfico y del tipo de conducción, el consumo de carburante se sitúa entre los 5 y 6 litros. Ya en carretera, esas cifras se pueden llegar a reducir hasta los 4,5 litros de media.
El motor de acceso a la gama desarrolla una potencia de 60 CV (44 kW) a 5.500 rpm. Su par motor máximo es de 95 Nm, disponible entre las 3.000 y 4.300 revoluciones. Debido a que el 90% del par máximo está disponible entre las 2.000 y 6.000 vueltas, el motor permanece ágil y ofrece una respuesta rápida en toda la gama de revoluciones. La velocidad máxima es de 160 km/h y, en combinación con la caja de cambios manual de cinco velocidades, su consumo ponderado es de 4,5 litros a los 100 kilómetros.
Apuesta por la seguridad
En cuanto al equipamiento, me gustaría destacar su dotación de seguridad, que es única en su segmento. El Citigo equipa un airbag de cabeza y tórax, que se combina con el “City Safe Drive”. Esta función de frenado urbano de emergencia se activa automáticamente a velocidades por debajo de los 30 Km/hora utilizando un sensor láser para detectar cuándo puede haber una colisión. En función de las condiciones de velocidad y del tráfico, el frenado automático puede reducir la gravedad de los accidentes o incluso preverlos totalmente. Esto reduce considerablemente el riesgo de colisiones por accidente múltiple en el centro de la ciudad.
Conclusión: El Skoda Citigo es el típico coche que terminas cogiéndole bastante cariño, porque es barato, funciona muy bien, te vale para todo, cubre todas las necesidades de un motón de conductores, te gastas lo justo en impuestos y seguro, tiene un mantenimiento muy económico y consume muy poca gasolina. Además, su calidad no es inferior a la de coches más caros y es uno de los utilitarios más recomendables del mercado.