Ya te hablamos en nuestra primera prueba sobre el gran salto que había dado el nuevo SEAT León respecto a la anterior generación. Pues bien, ahora llega el turno de analizar la versión más potente y deportiva de toda la gama, al menos hasta que llegue el Cupra.
Actualmente, el SEAT León FR se comercializa con tres motorizaciones; tres gasolina (1.4 TSI de 122 CV, 1.4 TSI de 140 CV y 2.0 TSI de 180 CV) y dos Diésel (2.0 TDI de 150 y 184 CV). Nosotros nos subimos al más potente de todos (el Diésel de 184 CV), una versión muy recomendable si te gustan las prestaciones acompañadas de un agrado de conducción notable.
Minimalista con un toque "FR" muy sutil
A primera vista, el SEAT León FR se diferencia del resto de versiones gracias a siglas FR presentes en la rejilla frontal y el portón trasero, las llantas de aleación de 17 pulgadas, la doble salida de escape y los parachoques deportivos. Es decir que, al igual que la anterior generación, no han hecho falta muchos detalles para diferenciar a esta versión deportiva del resto.
Por dentro hay menos detalles diferenciadores, y lo más destacable es el volante, la palanca de cambios y los asientos con inserciones de cuero adornadas con unas costuras de color rojo.
Como en el resto de la gama León, todos los materiales y guarnecidos del interior se encuentran a un gran nivel. Ahora el interior del León es mucho más acogedor y encontramos mayor cantidad de plásticos acolchados, sobre todo en el salpicadero.
La posición al volante está bien conseguida, ya que los diferentes reglajes del asiento y el volante nos permiten colocarnos a nuestro gusto para ir cómodos y acceder sin problemas a todos los mandos de control.
Los asientos delanteros, sin ser superenvolventes, resultan confortables, sujetan adecuadamente el cuerpo y son muy lógicos para el día a día. Los de las plazas traseras cumplen correctamente y hacen que la postura al sentarnos sea muy natural.
Cómodo y ergonómico
En términos de espacio, el SEAT León se posiciona como uno de los compactos más amplios de su segmento, sobre todo en las plazas traseras. Ahora se nota que la carrocería tiene un mayor volumen y la ganancia en anchura ha sido notable.
Qué decir de la ubicación de los mandos y su manejo, pues que, como puedes apreciar en las imágenes, todo es muy sencillo y la practicidad se antepone claramente al diseño. Por ejemplo, para regular la temperatura y el flujo de aire del climatizador, tan sólo hay que girar unos mandos giratorios para hacerlo con rapidez y facilidad. Con el cuadro de instrumentos ocurre algo similar. Las esferas del velocímetro y tacómetro son de generoso tamaño y su diseño es muy similar al que podemos encontrar en muchos modelos de Volkswagen. Entre estas dos esferas, encontramos una pequeña pantalla multifunción que muestra toda la información del ordenador de a bordo y, según el nivel de acabado, del navegador, teléfono, equipo de sonido y los sistemas de asistencia del vehículo.
La consola central está coronada por una nueva pantalla táctil que, según el acabado elegido, puede ser de 5 o 5,8 pulgadas. Como suele ser habitual en este tipo de sistemas, ofrece mucha información –al igual que el cuadro de instrumentos- sobre los consumos, equipo de sonido y sistemas de asistencia a la conducción, entre los que destaca el asistente de aparcamiento.
Si hablamos de todo lo práctico que puede ser este León, lo que más destaca es la capacidad de carga, que es de 380 litros, exactamente 39 más que la del modelo anterior. Para aumentarla, se pueden plegar los respaldos de los asientos traseros -a partir del acabado Reference se puede abatir en configuración 60:40-. Una vez abatido, la superficie casi plana de carga tiene una longitud de 1.558 milímetros mientras que el volumen de carga aumenta hasta 1.210 litros.
Motor Diésel de rendimiento impecable
Ahora llegamos al punto más importante de este modelo, que es su motor y su chasis. Si comenzamos por la parte mecánica, el León porta uno de los mejores propulsores del mercado, al menos si nos referimos a la versión probada. Sus 184 CV no sólo ofrecen unas prestaciones que mejoran a las de coches más potentes (por ejemplo, un Citroën DS4 THP Sport de 200 CV) sino que también aportan mucho para que el agrado de conducción esté a un grandísimo nivel. Por ejemplo, la respuesta del motor siempre es contundente entre las 1.750 y 4.000 rpm, no hay vacíos de potencia en la parte más baja del cuentavueltas, es una mecánica que es capaz de estirar por encima de las 5.000 rpm sin que se desinfle en exceso y nos permite ir en marchas muy largas a bajos regímenes sin que haya una sola queja.
Por tanto, por motor, es un coche muy satisfactorio para practicar cualquier tipo de conducción, ya que su respuesta siempre es buena y tampoco nos obliga permanentemente a jugar con el cambio para sacar lo mejor de esta versión o, al menos, para tener una aceleración decente.
Deportivo y ecológico
Para optimizar el consumo, o bien, para obtener la mejor respuesta del motor, la electrónica del SEAT León FR nos permite jugar con varias opciones para adaptarnos a cada momento. Por ejemplo, si queremos gastar lo mínimo, podemos elegir el modo “Eco” que, además de reducir los ruidos del motor, nos permite consumir menos carburante. Por el contrario, si quieres sacar el máximo con una respuesta al acelerador más rápida y una dirección más firme, sólo hace falta elegir el modo “Sport”. Asimismo, hay un modo adicional (se denomina “Individual”) que te permite configurarlo a tu gusto.
Con el modo “Sport” la aceleración del León es muy contundente y permite que ganemos velocidad con mucha facilidad, no sólo en el “0 a 100”, sino también cuando nos movemos a partir de 150 km/h.
El consumo de carburante es ridículo para la potencia y cilindrada que tiene este motor. En condiciones normales y circulando por carretera, se puede llegar a obtener un consumo por debajo de los 5 litros sin que tengamos que esforzarnos para conseguir una cifra tan baja. Ya en una conducción mucho más dinámica se conforma con poco más de 7 litros. Por último, en ciudad se pueden llegar a conseguir medias entre 5,5 y 6,5 litros, sin duda unos muy buenos registros.
Más cómodo y racional
Pero si el motor deja un buen muy buen sabor de boca, el chasis se encuentra a la altura de las circunstancias. Siendo menos radical que el del anterior modelo, el balance entre confort y eficacia está bastante logrado. Para empezar, es un coche muy fácil de conducir al límite; las bondades del bastidor nos permiten corregir en pleno apoyo en curvas de velocidad media y alta sin encontrarnos reacciones impredecibles que nos exijan mucha pericia al volante. Además, es un coche con el que se puede ir muy rápido (por encima de 200 kmh) sin que transmita sensación de velocidad por muy deteriorada que esté la carretera.
En curva rápida, la mayor limitación la encontramos en el generoso balanceo del tren delantero, que tiende a extender hacia arriba algo más de lo deseado en pleno apoyo, descompensando un poco el equilibrio de las masas y el agarre en curva. Aún así, el paso por curva sigue siendo muy bueno y podemos ir muy rápido sin perder la línea que nos marca la trazada.
Aunque no te gusten los coches con cierto corte deportivo, este SEAT León FR también me parece recomendable para el día a día, ya que no resulta incómodo por suspensión y el motor es muy agradable por los buenos bajos que tiene y la respuesta de la que hace gala.
Precio y equipamiento
Además de todos los detalles estéticos del interior y exterior ya comentados al inicio de esta prueba, el SEAT León FR equipa los siguientes elementos: ventanillas traseras tintadas, espejos retrovisores plegables, grupos ópticos traseros de LEDs, taloneras de aluminio, volante en piel, asientos deportivos con apoyo lumbar, iluminación ambiental, climatizador, elevalunas traseros eléctricos, sistema de conducción “SEAT Drive Profile” y equipo de sonido “Media System Colour” de ocho altavoces. Entre el equipo opcional destaca las opciones de acabado interior, que nos permite elegir entre tapicería de piel negra o Alcántara.
La versión Diésel de 184 CV está disponible desde 22.193 € (incluye un descuento promocional de 4.000 €). Con este precio, que es realmente bajo para la calidad de fabricación, conjunto mecánico y equipamiento de serie que ofrece este coche, el León FR se plantea como la mejor opción de su segmento o, al menos, de los modelos equivalentes de la competencia (aquí puedes consultar todos los precios de la gama SEAT León).
Conclusión: Si ahora mismo quieres comprar un compacto Diésel de tacto deportivo, este León FR de 184 CV debería ser tu elección. Ofrece un motor que es difícil encontrar en cualquier modelo de la competencia, el reglaje de las suspensiones permiten disfrutar de mucha estabilidad sin que el confort se vea perjudicado y el precio es de derribo teniendo en cuenta la calidad de construcción de la que hace gala nuestro protagonista.
Texto: Gustavo Rodríguez
Fotos: A.R. Sastre y G. Rodríguez