SEAT ha dado un gran paso adelante con el nuevo León. Tanto es así, que nada tiene que ver con el anterior modelo, ya que su diseño cambia de forma radical, los estándares de calidad son muy superiores, es un coche más confortable, ha ganado mucho en equipamiento y tiene un precio muy competitivo.
He podido probar la versión de gasolina de 105 CV, que porta un pequeño motor de 1.2 litros sobrealimentado que sorprende una barbaridad por su excelente rendimiento. De hecho, creo que es innecesaria más potencia para un uso normal tanto en ciudad como en carretera. Por tanto y, como veras a lo largo de la prueba, es uno de los motores más recomendables de la gama.
Pero antes de hacer una análisis más profundo de su mecánica y bastidor, quiero empezar por lo que nos presenta la carrocería y el habitáculo.
Cambio radical en su diseño
Por fuera queda claro que, aquel diseño deportivo y personal, ha dejado paso a algo más minimalista y alemán. Las líneas curvas de la anterior generación, han dejado paso a unas mucho más rectas. Pero más allá de su diseño, hay una mejora notable en el ensamblaje de piezas y en su correspondiente acabado. Ahora el León es un producto de mayor calidad, con una construcción de una calidad muy superior y con unas tolerancias entre piezas que logra ponerse prácticamente a la par de un Volkswagen Golf.
Ha mejorado mucho el sistema de apertura y cierre de todas las puertas. El tacto bastante seco y muy desagradable del anterior modelo ha desaparecido por completo. Ahora, la apertura es muchísimo más refinada y el cierre se ha amortiguado considerablemente.
Un interior muy alemán
Ya dentro, parece un coche fabricado por otra compañía. Cambia absolutamente todo (materiales, mandos y guarnecidos). No hay ni un solo resquicio del anterior modelo que nos haga pensar que estamos en un SEAT. Para empezar, lo que más cambia, es la calidad de todos los materiales que cubren el interior. Destaca especialmente la fabricación del salpicadero, que ahora luce un recubrimiento blando y con bastante espesor en su parte más visible. Por lo demás, sigue habiendo plásticos rígidos en zonas menos visibles, pero están bien cuidados y ostentan un buen tratamiento.
Qué decir de la ubicación de los mandos y su manejo, pues que, como puedes apreciar en las imágenes, todo es muy sencillo y la practicidad se antepone claramente al diseño. Por ejemplo, para regular la temperatura y el flujo de aire del climatizador, tan sólo hay que girar unos mandos giratorios para hacerlo con rapidez y facilidad. Con el cuadro de instrumentos ocurre algo similar. Las esferas del velocímetro y tacómetro son de generoso tamaño y su diseño es muy similar al que podemos encontrar en muchos modelos de Volkswagen. Entre estas dos esferas, encontramos una pequeña pantalla multifunción que muestra toda la información del ordenador de a bordo y, según el nivel de acabado, del navegador, teléfono, equipo de sonido y los sistemas de asistencia del vehículo.
Nueva pantalla multifunción
La consola central está coronada por una nueva pantalla táctil que, según el acabado elegido, puede ser de 5 o 5,8 pulgadas. Como suele ser habitual en este tipo de sistemas, ofrece mucha información –al igual que el cuadro de instrumentos- sobre los consumos, equipo de sonido y sistemas de asistencia a la conducción, entre los que destaca el asistente de aparcamiento.
Con una longitud de 4,24 metros, el nuevo León mide unos cinco centímetros menos que el anterior modelo, aunque la batalla mide casi seis centímetros más, lo que aumenta el espacio libre dentro del habitáculo, sobre todo para los pasajeros de los asientos traseros, y en la zona de carga. Ahora hay una mayor sensación de espacio y, en las plazas traseras, se respira amplitud en todas sus cotas.
Los asientos delanteros, que en el caso de nuestra unidad estaban tapizados en piel de dos tonalidades, me resultaron cómodos pero con una banqueta que puede que sea algo corta y poco envolvente. Por su parte, los traseros, aunque son algo planos por respaldo y banqueta, recogen adecuadamente el cuerpo y, a diferencia de muchos de sus rivales, los reposacabezas quedan cerca de la cabeza.
Un interior muy práctico
Según SEAT, la funcionalidad y la flexibilidad fueron dos aspectos clave en el proceso de diseño del nuevo León. Hay aproximadamente una docena de huecos y espacios para guardar objetos, además de cinco compartimentos cerrados en las puertas, la consola central, entre y delante de los asientos delanteros. Nunca es difícil encontrar un lugar donde depositar todo tipo de objetos.
Hay un compartimento en la consola central para guardar objetos diversos de uso cotidiano como llaves y teléfono móvil. Aquí también se encuentran los puntos de conexión opcionales para conectar los dispositivos multimedia (mediante Aux-in, USB, tarjeta de memoria SD y cable para iPod) a la red del vehículo. Este compartimento está cubierto por una tapa que resulta algo engorrosa de manejar, aunque también puede ser un punto a favor si se quiere guardar algún objeto de valor que no esté al alcance de los amigos de lo ajeno.
La capacidad de carga del nuevo SEAT León es de 380 litros, exactamente 39 más que la del modelo anterior. Para amentarla, se pueden plegar los respaldos de los asientos traseros -a partir del acabado Reference se puede abatir en configuración 60:40-. Una vez abatido, la superficie casi plana de carga tiene una longitud de 1.558 milímetros mientras que el volumen de carga aumenta hasta 1.210 litros.
Motor turbo de gasolina de 105 CV
Las mejoras y los cambios también se suceden cuanto toca analizar el apartado mecánico. Tal y como he comentado al principio, el pequeño motor de gasolina de 1,2 litros y 105 CV rinde de lo lindo para que casi cualquier usuario se encuentre satisfecho por prestaciones y funcionamiento. Si hablamos de cifras, este León es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 10,1 segundos y alcanza una velocidad máxima de 191 km/h. Sé que estarás pensando que no son cifras de un superdeportivo, pero es ligeramente más rápido y tiene prácticamente la misma velocidad punta que un Citroën C4 1.6 VTi de 120 CV.
Dejando de lado su rendimiento y prestaciones que, como has podido comprobar, son más que solventes, este pequeño motor turbo hace gala de un funcionamiento muy refinado. Apenas hay vibraciones –sobre todo al ralentí- y siempre responde con suavidad, incluso si se le lleva a un régimen de giro alto.
La respuesta siempre es buena y, salvo que queramos una aceleración contundente, no hace falta ir a un régimen de giro alto. Eso sí, es una pena que los desarrollos del cambio sean tan largos, ya que penalizan en exceso las buenas maneras de este motor, no obstante, para conducir por vías apestadas de radares creo que no son un gran inconveniente.
Un cambio manual con unos desarrollos muy largos
Nuestra versión, equipada con el sistema Start/Stop, incluía el cambio manual de seis velocidades que, pese a equipar unos desarrollos muy largos, tiene un tacto muy suave que transmite bastante agrado.
Bien por la tecnología del motor, por el peso (1.189 kg), por los largos desarrollos del cambio o por la suma de todos o casi todos, el consumo de carburante es ajustado para lo que se puede esperar de un motor de gasolina de esta potencia. En carretera, circulando a velocidades legales, hemos obtenido un consumo medio por debajo de los 6 litros, lo que es un dato récord dentro de su segmento.
Ya en ciudad, le cuesta mucho llegar a los 7 litros. En parte, este buen dato se debe al sistema Start/Stop, que desconecta el motor cuando funciona al ralentí, cuando la palanca de cambios se encuentra en posición de punto muerto y cuando, además, el conductor ha dejado de pisar el pedal del embrague. Si el conductor vuelve a pisar el embrague, el motor se vuelve a poner en funcionamiento silenciosamente y sin retardo alguno. Gracias a una batería especialmente potente y resistente a numerosos ciclos de funcionamiento, el sistema permanece activo incluso en condiciones meteorológicas de frío extremo. Con el sistema Start/Stop es posible reducir el consumo de combustible en un 4% a los 100 km.
Nueva plataforma
El nuevo SEAT León presenta una nueva arquitectura. Todos los propulsores son ahora más compactos y se sitúan a un ángulo de 12º hacia la parte posterior del vano motor, lo que ha permitido a los ingenieros posicionar el eje delantero 40 milímetros más hacia adelante. Los resultados han sido una batalla más larga y una distribución de la carga sobre los ejes más equilibrada, dos mejoras al servicio del confort y el comportamiento deportivo.
El eje delantero es un clásico McPherson con subbastidor. El nuevo compacto reacciona con precisión y agilidad a los giros del volante y traza las curvas a alta velocidad. La dirección electromecánica trabaja en función de la velocidad del coche y además, es insensible en buena medida a las irregularidades de la calzada. El sistema no consume energía mientras el coche avanza en recta, por lo que gracias a ello el consumo de combustible se reduce. El diámetro de giro es de solo 10,2 metros.
No podría asegurar si el actual León –equiparando motor- es más eficaz y estable que el anterior, pero lo que sí puedo afirmar es que sigue siendo un coche que va realmente bien. A diferencia del anterior modelo, el nuevo es mucho más confortable y las vibraciones generadas por el estado del asfalto están mucho más filtradas. Ahora es un coche mucho más confortable.
En carretera, si queremos ir a un ritmo muy vivo para ver hasta donde puede llegar este nuevo León, nos encontramos un coche muy fácil de conducir y con unas reacciones muy sanas y predecibles cuando se comienza a perder adherencia en los apoyos. En este sentido, es un coche que siempre va por la línea que le marcamos sin un mal gesto y siempre trata de hacer las cosas lo mejor posible.
En ciudad y a velocidades normales, es un coche agradable de conducir por la suavidad de suspensión y de todos los mandos de control (dirección, cambio y pedales).
Especial mención merece la dirección eléctrica, que ofrece un tarado muy suave a bajas velocidades que nos permite maniobrar con poco esfuerzo sin comprometer la precisión y el tacto.
Por último, los frenos ha funcionado con corrección y están bien dimensionados para aguantar bastante cuando se les exige con continuidad.
Con cuatro niveles de acabado
La tercera generación del SEAT León estará disponible en el mercado europeo en 2012 con una completa lista de equipamiento y a un precio competitivo. Los cuatro niveles de acabado son León, Reference, Style y FR.
El motor 1.2 TSI de 105 CV asociado al sistema Start/Stop, únicamente está disponible con el acabado Reference y Style. El primero de ellos ofrece de serie siete airbags, elevalunas eléctricos delanteros, ordenador de abordo con indicador de la temperatura exterior, cierre centralizado con mando a distancia, asiento del conductor regulable en altura, respaldo del asiento posterior plegable 60:40, anclajes Isofix y Top Tether en los asientos traseros para asientos para niños, llantas de aleación de 15 pulgadas, sistema Media System Touch, aire acondicionado de regulación manual, remates cromados en la parrilla y las manetas y las carcasas de los espejos retrovisores pintadas en el mismo color de la carrocería.
Opciones y precio
El nuevo SEAT León también viene equipado con una amplia selección de elementos opcionales para la seguridad y el confort: faros de LED integrales, reposabrazos delanteros, techo panorámico eléctrico, espejo retrovisor con función antideslumbrante automática, sensor de luces, sensor de lluvia, SEAT Sound System y sistema de navegación, entre otras.
El SEAT León 1.2 TSI 105 CV Start&Stop Reference está disponible desde 14.220 € (incluye un descuento promocional de 4.000 €), un precio que hace que este nuevo León sea uno de los modelos más competitivos de su segmento gracias a su buena relación calidad-precio (ver todos los precios).
Conclusión: El nuevo SEAT León es más alemán que nunca. Ahora, gracias a este paso de gigante que ha dado respecto a su predecesor, se encuentra más cerca que nunca del Volkswagen Golf, modelo con el que sigue compartiendo proyecto industrial. Gracias a esta mejora, es un coche más confortable, amplio y equipado. Además, sigue contando con una gama de motores de calidad y el precio sigue siendo muy competitivo.
Texto: Gustavo Rodríguez
Fotos: A.R. Sastre, G. Rodríguez