Renault presenta ahora el Coupé - Cabriolet, cuarta carrocería del programa Mégane que ve la luz y que se comercializa en nuestro país desde otoño, como una muestra de la firme voluntad por parte de la marca, que se comprometió a renovar completamente la gama Mégane en menos de 18 meses.
El Renault Coupé - Cabriolet es el primer vehículo de este tipo que dispone - de serie - de un techo rígido escamoteable de cristal y que se dirige tanto a los clientes de cabriolets como a los de los coupés. Con cuatro auténticas plazas, un maletero digno de un berlina, un confort acústico y térmico muy cuidado y una buena visibilidad trasera, el Renault Coupé - Cabriolet rompe con todas las barreras que se imponen a la hora de comprar un cabriolet.
La elegancia de líneas quedan encajadas en un diseño avanzado en el que la parte delantera y aletas son comunes al resto de la gama, en tanto que la parte trasera, ofrece un diseño característico para una carrocería dual Coupé y Cabriolet. Su silueta alargada le confiere proporciones similares a las del segmento superior, con una longitud de 4,35m. En cualquier caso puede gustar o no pero lo que está claro que presenta unas líneas muy originales.
En cuanto a la calidad percibida, el modelo se beneficia de los adelantos incorporados al programa Mégane: el corte limpio de las líneas, la precisión de los ensamblados, tolerancias de ajuste reducidas y enrasados perfectos lo sitúan al más alto nivel.
UN INTERIOR POR ENCIMA DE LA MEDIA
El interior es exactamente igual que el de cualquier Mégane, la calidad de los acabados evidencian la perfecta integración de algunos elementos del habitáculo. Concretamente nuestra unidad presentaba tapizería de cuero de buena calidad con una tonalidad roja en las costuras del pomo de la palanca de velocidades, freno de aparcamiento, paneles de las puertas y asientos que le hace ganar muchos enteros aparte de presentar una calidad general que está por encima de la media.
El techo rígido escamoteable de cristal constituye una auténtica invitación a viajar bajo el cielo azul y extiende el placer de conducir un cabriolet a la configuración coupé. Además de su aportación al diseño del vehículo, este techo especial presenta numerosas ventajas: luminosidad excepcional, visibilidad trasera amplia y contacto permanente con el exterior que ofrecen al conductor y a sus pasajeros una sensación de espacio y de libertad única. De este modo se elimina la sensación de encierro propia de los coupés y de los cabriolets tradicionales.
Karmann, especialista reconocido en este campo, ha llevado a cabo el estudio y desarrollo técnico de este techo. Este techo rígido consta de dos paneles y se pliega en V, lo que hace posible su acoplamiento en el maletero. El módulo se compone del techo escamoteable, de los mecanismos combinados de la puerta del maletero y de una unidad hidráulica con calculador electrónico. El techo y los mecanismos se activan y se bloquean mediante un sistema hidráulico. La bandeja trasera y las tapas prolongan la unión de la banqueta trasera con la puerta del maletero en las diferentes configuraciones coupé y cabriolet.
El peso total del módulo del techo es de 78 kg, de los cuales, aproximadamente 15 kg corresponden a los cristales. Los módulos de techo completos se fabrican y se ensamblan íntegramente en Karmann, en Alemania. A continuación se trasladan, ya listos para su instalación, a la fábrica de Renault en Douai, protegidos por embalajes específicos cuya disposición corresponde a su colocación en el vehículo.
Las amplias superficies acristaladas laterales y traseras, así como la ausencia de marcos en las puertas, dotan al Renault Coupé - Cabriolet de una amplia visibilidad trasera. La luneta de cristal de gran tamaño adopta un sistema de deshielo por filamentos, ofreciendo de este modo las prestaciones de un berlina.
UN CABRIO DE INVIERNO
Normalmente situamos a un cabrio en temporadas de veraniegas o de muy buen tiempo, pero poco a poco los tópicos desaparecen para dar lugar a los descapotables de última generación, y es que aunque parezca un atrevimiento, podemos hacer uso de nuestro descapotable en pleno invierno, o lo que es lo mismo, a la inglesa. Sin capota y con las ventanillas bajadas, la calefacción al máximo con unos guantes y un buen abrigo para los más frioleros, podemos rodar sin problemas ni excesivos ruidos aerodinámicos hasta los 70 km/h. Pero si lo que deseamos es mantener unos buenos cruceros en carretera tan sólo tenemos que subir las ventanillas para que la excelente aerodinámica haga el resto.
Debemos tener claro que para circular descapotados a elevadas velocidades debemos sacrificar las plazas traseras para instalar la red antiremolinos (como opción y accesorio) que permite proteger al conductor y al pasajero delantero de las corrientes de aire. Es fácil de manejar y colocar, pero da sensación de ser algo frágil y endeble, aunque esto no queira decir que pueda llegar a romperse. Éste derivabrisas dispone de un compartimiento específico en el maletero que ayuda a facilitar su uso general.
En lo que respecta al confort acústico, este techo garantiza un aislamiento de 2dB menos que el de un cabriolet que equipe una capota de tela. Los ruidos aerodinámicos perceptibles en un cabriolet tradicional quedan ligeramente atenuados en este vehículo, siendo el efecto más parecido al de un coche convencional, por otra parte no hemos detectado grandes crujudios, tan sólo algún "grillo" cuando atravesamos zonas muy bacheadas.
UNA UTILIZACIÓN SENCILLA, RÁPIDA Y SEGURA La transformación del coupé en cabriolet, totalmente automatizada, se efectúa en 22 segundos, sin ninguna intervención manual del conductor ni bloqueo complementario.
La maniobra del techo se efectúa mediante una simple presión continua en el interruptor situado encima del mando del freno de mano: los 4 cristales (puertas y custodias) descienden simultáneamente, la puerta del maletero se abre, el techo se desbloquea y a continuación, se pliega en el maletero. Al mismo tiempo, la bandeja trasera y las tapas, directamente unidas al techo, se colocan en posición horizontal, y ocultan de este modo las aberturas. El cierre de la puerta del maletero pone fin al ciclo y una señal sonora advierte al conductor del bloqueo del sistema. Una vez plegado, el techo se sujeta bloqueado en el maletero mediante topes de goma para evitar cualquier daño al circular.
Si después de la señal sonora se suelta el interruptor y a continuación se ejerce una segunda presión continua en el mismo sentido, los 4 cristales suben simultáneamente. Un segundo interruptor, situado en el mismo lugar, permite accionar los 4 cristales simultáneamente, tanto en la subida como en la bajada. De este modo, con una sola presión del dedo, se puede viajar al aire libre con el techo cerrado. El cierre se efectúa siguiendo exactamente la misma secuencia pero, obviamente, realizando el proceso a la inversa.
El Renault Coupé - Cabriolet ha sido concebido para 4 personas. La habitabilidad es superior a la de cualquier Coupé, con mucho espacio en sus plazas delanteras y más justo en las traseras. Para favorecer la altura se han bajado los asientos 24 mm , el techo se ha preservado en la posición coupé y la habitabilidad vertical se ha aumentado en 15 mm con respecto al antiguo Mégane cabrio. Los asientos del conductor y el pasajero, regulables en altura, ofrecen una excelente sujeción lateral, lo que contribuye a la sensación de deportividad.
En la parte trasera, es otra historia, el espacio ni mucho menos es la mismo, aunque propone una habitabilidad de primera categoría: la distancia transversal de las bandas de 1.166 mm está entre las mejores de la categoría. La distancia al techo de 819 mm y el espacio disponible para las rodillas de 85 mm, el doble que en el su predecesor. La inclinación de los respaldos de los asientos traseros es de 21° y están dotados de arcos de seguridad recubiertos de una espuma blanda. En definitiva no vamos cómodos ni disponemos de mucho espacio pero la sujeción los asientos es excelente.
CAPACIDAD RECORD EN SU MALETERO
El habitáculo dispone de varios compartimientos que facilitan la vida a bordo. La guantera tiene una capacidad de 17 litros además está refrigerada y se bloquea automáticamente, mediante el mismo principio que una tapa de carburante, cuando se condenan las puertas, para así impedir cualquier posible robo en la configuración cabriolet. Entre los asientos delanteros existe un compartimiento cerrado con apoyabrazos que tiene una capacidad de 6 litros. Las puertas del conductor y el pasajero están equipadas con un receptáculo portaobjetos con porta botes de refresco integrado y un compartimiento cerrado de un litro debajo de cada apoyabrazos. En total, el volumen interior de almacenaje es de 31 litros, tiene una gran practicidad y hace frete a vehículos de un carácter más familiar.
La zaga sin ser fea quizás se le puede criticar en parte de poco estilizada y con una longitud similar a la del morro, pero ello contribuye a que dispongamos de un maletero digno de un berlina y con el mayor volumen de la categoría. En la configuración coupé, la capacidad disponible llega a los 490 dm3 (VDA), mientras que en la configuración cabriolet, se mantiene una capacidad de 190 dm3 (VDA).
Una toldilla separadora en el maletero permite delimitar, en la configuración coupé, el espacio destinado al techo y el espacio reservado al equipaje. Es obligatorio colocar esta toldilla para abrir el techo y pasar a la configuración cabriolet.
Al volante e igual que en todos los Mégane nos encontramos muy a gusto y con acceso a los mandos muy cómodo y sencillo. Gracias a la altura del cojín del asiento, 24 mm -altura fijada por la curvatura del techo- nos encontramos con una posición más "sport".
Esta versión Coupé - Cabriolet dispone de una batalla de 2.522 mm -es decir, 103 mm menos que el Mégane 5 puertas- para una longitud de 4.355 mm -frente a 4.209 mm del Mégane convencional-. En carretera tiene una tendencia subviradora algo acusada que le impide ganar en agilidad. En carretera abierta el aplomo y confort es de berlina con una calidad de rodadura bastante elevada.
DIRECCIÓN MEJORADA
El tacto de la dirección mejora respecto al resto de la gama Mégane, tiene unas reacciones más naturales que nos permiten ganar algo en precisión. El pomo de la palanca de velocidades queda justo debajo de la mano, de modo que garantiza una excelente precisión en su manejo. El tacto es mejor que el de la variante sedan que pudimos probar pero sigue sin convencernos.
El Coupé - Cabriolet nos transmite buenas sensaciones con un chasis sólido y de buena calidad, es cierto que no es uno de los compactos más ágiles del mercado pero si incluimos en nuestro equipamiento el control de estabilidad y valoramos por encima de todo la seguridad en carretera, el ESP debe estar presente. El límite le encontramos rápidamente y nada más detectar una desviación de trayectoria, el ESP produce el efecto inverso actuando en el par motor y el frenado de una o de varias ruedas, para volver a colocar el vehículo en la trayectoria correcta.
El sistema de frenado, procedente del Mégane, ha sido adaptado en función de las características dimensionales de la versión Coupé - Cabriolet. Los discos delanteros de 280 mm son ventilados y los discos traseros tienen un diámetro de 240 mm. Está equipado con un sistema ABS Bosch 8.0 de última generación, asociado a un repartidor electrónico de frenado EBV y al Sistema de Asistencia a la Frenada de Emergencia (con encendido automático de las luces de emergencia en caso de frenada intensa). Por mediciones y eficacia se encuentra entre las referencias de la categoría. Aunque como ya apuntamos en las anteriores pruebas que realizamos a las variantes Sedán y Grand Tour, el tacto tiene que mejorar.
LAS PRESTACIONES EN SEGUNDO PLANO
La gama de motores de momento no es muy amplia a falta de que se incorporen motores en diesel y gasolina más potentes. Nuestra unidad equipaba la mecánica de entrada, estamos hablando del 1.6 16v de 115 cv, que ya pudimos probar en el Sedán. Las prestaciones como es lógico brillan por su ausencia, si ya en la carecería sedán se quedaba corto, en el CC aún más, no podemos pedir mas de lo que puede dar porque no lo vamos a obtener. Para conseguir las reacciones más rápidas debemos movernos entre 4.200 y 6.000 rpm. Los consumos son elevados, con un gasto medio de 9 litros en el mejor de los casos.
Esta versión está más pensada para cortos recorridos, no debemos caer en el error de pedirle rapidez en aceleraciones y recuperaciones, por que no las vamos a obtener. En carretera se defiende pero sabiendo lo que tenemos, y podemos mantener cruceros aceptables.
La seguridad es un de los apartados en los que Renault más se ha molestado para lanzar al mercado modelos realmente seguros. Disponemos de dos Airbags frontales adaptativos, dos Airbags laterales cabeza-tórax y dos airbags anti-deslizamiento. En la parte trasera, los asientos están equipados con 2 cinturones de 3 puntos con limitador de esfuerzo y pretensor aparte de equipar fijaciones Isofix para instalar un asiento para niños. Especial mención se llevan los apoyacabezas de protección programada que son ejemplares.
En caso de vuelco, los ocupantes están protegidos por una célula de protección que consta de un apoyo formado por el travesaño superior de vano en la parte delantera y por los arcos, fijos o automáticos (en opción) en la parte trasera. Estos arcos están cubiertos de una espuma absorbente de 35 mm de espesor.
El equipamiento aparte de ser de última generación es de los más ricos de su categoría, con un montón de soluciones que hacen el uso de cada día mucho más cómodo. Los 19.915 que hay que pagar son suficientes como para que nos pensemos seriamente la posibilidad de disponer de una carrocería exclusiva y que nos permite disfrutar de más opciones que en un "carrozado".