El Renault Fluence Z.E. es el primer modelo de tres volúmenes que se comercializa con un sistema de propulsión 100% eléctrico. Está pensado para clientes particulares y, más especialmente, para flotas de empresas que busquen una berlina económica, ecológica, con un coste de utilización bajo y un excelente nivel de equipamiento.
Ya está disponible en los concesionarios de Renault desde 25.800 € (ver precios). Los precios no incluyen el precio de la batería -es de alquiler y tiene un coste de 82 €/mes-.
El Renault Fluence Z.E. se comercializa con tres niveles de acabado (Expresion, Prime Time y Dynamique). Aquí puedes configurarlo y aquí tiene un site específico donde encontrarás mucha información sobre todos los modelos eléctricos que Renault vende actualmente.
El Fluence Z.E. está desarrollado sobre la base de este prototipo y la fabricación se realiza en la planta de OYAK-Renault, en Bursa, Turquía.
Un diseño con identidad eléctrica
El nuevo Renault Fluence Z.E. presenta detalles en su carrocería que le permiten diferenciarse de la versión térmica, con algunos elementos característicos de los nuevos vehículos eléctricos de la gama de Renault. Su diseño es bastante futurista.
La parte delantera del Z.E presenta diferencias apreciables con respecto al Renault Fluence. La fina calandra cromada, se ha sustituido por una de color negro brillante y se ha dividido por una fina moldura cromada que une dos detalles en los extremos de la misma (ver imagen). El emblema de la marca y los cercos interiores de los faros y de los antiniebla son de color azul. También es nuevo el paragolpes delantero, especialmente la parte inferior, que ahora cuenta con una fina toma de aire que sirve de nexo de los antiniebla.
En el lateral, las molduras protectoras anti-roce de la parte inferior de los paneles de las puertas se han pintado en color carrocería, un elemento que lo distingue de las versiones normales (ver imagen). Los espejos retrovisores exteriores se han pintado en color negro brillante y las llantas de aleación de 16 pulgadas de diámetro presentan un diseño específico para este modelo (son más eficientes aerodinámicamente, ya que reducen las turbulencias).
La parte trasera es la zona de la carrocería que más cambios tiene. Además de tener un voladizo de mayor tamaño, los pilotos traseros adoptan una forma diferente. Disponen de una malla de color azul, en forma de pequeños rombos, en los que se han integrados diodos para las funciones de freno y posición (las funciones marcha atrás e intermitencia se mantienen con bombillas convencionales). Una moldura, del mismo color azul que el interior de los pilotos, sirve de unión entre los mismos (ver imagen).
La luneta trasera también cambia. Tiene una forma diferente e integra un listón negro brillante en la parte inferior que viene a mejorar la aerodinámica.
Al igual que el paragolpes delantero, el trasero también es de nueva factura. En su parte más baja, cuenta con un difusor de color negro que mejora el rendimiento aerodinámico.
La carrocería ofrece una gama de 7 colores (Azul Energy, Azul de prusia, Beige Ceniza, Gris Eclipse, Gris Platino, Negro Nacarado y Blanco Glaciar). Ninguno de ellos tiene un coste adicional.
Amplio espacio interior
Del mismo modeo que el Renault Fluence, el espacio interior del Fluence Z.E. es tan digno como el de un Renault Laguna, con una anchura en la zona de los codos, en las plazas delanteras y traseras, de lo mejor del segmento.
En el habitáculo del nuevo Renault Fluence Z.E., se encuentran los mismos elementos que en la versión térmica, incluso el mismo salpicadero y la instrumentación. Sólo se echa en falta el reloj del cuentarrevoluciones, que se ha sustituido por un indicador que informa sobre la autonomía y la recarga (ver imagen). Otro elemento único, es una moldura decorativa de un color exclusivo (ver imagen). En la prueba que realizamos a la versión dCi de 110 CV tienes más información sobre el interior del Fluence.
Chasis modificado
Al igual que el Renault Fluence convencional, el Z.E se construye tomando como base mecánica la plataforma del Renault Mégane Sport Tourer, que tiene una batalla más larga que el resto de carrocerías de la gama Mégane.
El motor eléctrico está situado en la parte delantera y pesa 160 kilogramos (ver imagen). Por su parte, las baterías están posicionadas a la altura del tren trasero y pesan 250 kilogramos (ver imagen). De esta forma, ha sido necesario modificar, de nuevo, la base mecánica para adaptarla a las especificaciones técnicas de dimensiones y de reparto de masas.
El nuevo Renault Fluence Z.E. mide 4.748 milímetros de longitud, 1.813 milímetros de anchura, 1.458 milímetros de altura y tiene una distancia entre ejes de 2.701 milímetros, la misma batalla que el Renault Mégane Sport Tourer. Con respecto a un Renault Fluence, la cota de longitud se ha visto incrementada en 130 milímetros, la de anchura en 50 milímetros y la de altura en 15 milímetros. Sólo la distancia entre ejes es un milímetro menor. El volumen del maletero es de 300 litros.
Además, tanto la vía delantera como la trasera, también han experimentado una reducción (miden 1.537 y 1.555 milímetros, lo que supone una rebaja de 4 y 8 milímetros respectivamente).
Estas modificaciones en las dimensiones se deben a necesidades técnicas y mecánicas, ya que el aumento de la longitud y de la anchura ha permitido integrar las baterías por detrás de los asientos traseros, sin disminuir la capacidad del habitáculo.
Igualmente, al incrementar la anchura, ha sido necesario rediseñar los laterales de la carrocería.
A diferencia del Renault Fluence de combustión térmica, la suspensión delantera del Z.E. está equipada con un tren rodante de menor rigidez, ya que el motor eléctrico es más ligero que el resto de motores combustión interna que se montan en el Fluence. En la parte trasera, el tren también ha sido redimensionado debido al aumento de peso que supone la presencia de la batería (aquí puedes ver la información del bastidor del Fluence).
El nuevo Renault Fluence Z.E está equipado con unos neumáticos especialmente desarrollados por Goodyear. Pertenecen a la serie EfficientGrip y se caracteriza por ofrecer una baja resistencia a la rodadura (ver imagen). Esto hace que se disminuya el consumo de energía eléctrica. Además de todo esto, funcionan muy bien, ya que se muestran adherentes en los apoyos fuertes y en las frenadas más exigentes.
Respecto a un Fluence normal, el comportamiento en carretera no varía demasiado, aunque se notan los 250 kg de la batería que alimenta el motor y que, como hemos comentado antes, está posicionada encima del tren trasero. Esa masa se nota cuando realizamos un cambio de dirección o efectuamos un apoyo fuerte en una curva con un cambio de desnivel. En cualquier caso, es un coche que transmite mucha seguridad al volante, no sólo por sus reacciones, sino por lo rápido que actúa el control de estabilidad. Por cierto, este último elemento interviene de una forma demasiado brusca y poco refinada, no obstante, cumple con su función, que al fin y al cabo es lo más importante.
Cuando vamos lanzados a una velocidad elevada, los balanceos y cabeceos de la carrocería son amplios. Sin embargo, las ayudas electrónicas nos permiten ir rápido y cometer errores sin que tengamos que lamentarlo.
Nos ha gustado mucho el funcionamiento de la dirección eléctrica; siempre se ha mostrado muy precisa y rápida. Con una dirección tan ágil como la del Renault Fluence Z.E., da gusto conducir un coche.
El nivel de ruidos del motor es inapreciable, tal y como cabe esperar. Tan sólo se aprecia un pequeño silbido que se hace más notorio cuando aceleramos a plena carga. Los ruidos generados por la rodadura y aerodinámica son normales o, al menos, equivalentes a las versiones de combustión interna.
Mecánica eléctrica de cero emisiones
Renault Fluence Z.E. es un vehículo totalmente eléctrico que no emite ni un solo gramo de CO2. Está propulsado por un motor eléctrico de imanes síncronos permanentes con rotor bobinado (ofrece una potencia de 70 kW a un régimen de giro de 11.000 revoluciones por minuto y un par motor de 226 Newton metros).
Respecto a un motor de combustión, el eléctrico proporciona unas aceleraciones lineales. Sorprende la rapidez de respuesta y el brío que muestra cuando aceleramos desde parado. En un primer momento, transmite mucha aceleración y, posteriormente, parece que se desinfla en función del aumento de velocidad. También sorprende lo rápido que avanza y la facilidad que tiene para ganar velocidad en pocos metros (los 130 km/h se alcanzan con muy poco esfuerzo). Sin embargo, tirando de cifras puras y duras, es más lento que cualquiera de las versiones de combustión interna (es 1,3 y 2 segundos más lento acelerando de 0 a 100 km/h que el Diesel y gasolina de 110 CV respectivamente). La velocidad punta también es inferior (50 km/h si lo comparamos con esos mismos motores).
Para mejorar la eficiencia energética, el motor eléctrico cuenta con un sistema de recuperación de energía que, en caso de deceleración y frenadas, permite recargar las baterías.
El motor eléctrico está alimentado por una batería de ión litio con una capacidad energética de 22 kilowatios por hora. Esta batería está instalada tras los asientos traseros.
Según el manual del vehículo, el Renault Fluence Z.E. puede asimilar dos tipos de carga; una rápida y otra lenta. El modo rápido de carga de 400 voltios se realiza en un margen de 6 a 8 horas si queremos completar la carga al máximo. Por el contrario, si queremos optar por el modo lento de carga, hay que invertir entre 9 y 12 horas. Este tipo de carga, de 220 voltios, se puede conseguir enchufando el coche a una toma doméstica.
Para facilitar la carga, el Renault Fluence Z.E. equipa dos tomas (hay una toma en cada una de las alegas delanteras). El cable que nos permite conectarlo al punto de recarga, se puede guardar en un pequeño compartimento situado en el piso del maletero (ver imagen).
Acciona, que es el proveedor de Renault encargado de gestionar el sistema de recarga, realizará un estudio personalizado de cada cliente para ver la viabilidad en cuanto a la utilización diaria y recarga del vehículo se refiere.
Para más adelante, Renault propone un sistema, denominado Quickdrop, que consiste en sustituir la batería en estaciones de servicio preparadas para ello. Este proceso se realiza en tres minutos (ver vídeo).
Un eléctrico de cero emisiones que no renuncia a un completo equipamiento
Renault Fluence Z.E. dispone de un equipamiento de serie muy avanzado tecnológicamente hablando. Puede incluir elementos como el sistema de navegación integrada Carminat TomTom con telefonía Bluetooth, climatizador automático de doble zona, sensores de luz y lluvia y sistemas electrónicos de ayuda a la conducción como el antibloqueo de frenos ABS y el control de estabilidad ESC (estos dos últimos elementos han sido objeto de una reconfiguración y recalibrado para adaptarlos al sistema de propulsión eléctrica).
Sistema de navegación y equipo de sonido
Nuestra versión de pruebas disponía del navegador “TomTom” y un equipo de audio con procesador DSP firmado por “Arkamys”, especialista francés en procesadores de audio profesional y de consumo. Equipa conexión bluetooth con perfil de audio estéreo A2DP y conexiones para fuentes auxiliares. También cuenta con lector de CD compatible WMA/MP3. El sonido es correcto, mejora lo que Renault nos ha enseñado durante los últimos años con la gama updatelist o tunerlist (su sonido era malo).
Este sistema está en la media en equipos de audio embarcados, no obstante, a diferencia de las versiones Cabasse y Bose, sigue sin mejorar la calidad de los altavoces (los “arkamys 3D” de esta versión siguen siendo mejorables). Con unos altavoces decentes, este sistema es, incluso, bueno. Con unos buenos altavoces, es cuando se aprecia, de verdad, la buena ecualización que nos da el procesador “DSP”.
Las funciones del sistema de audio y del bluetooth se controlan mediante un mando giratorio y dos botones, de selección y cancelación, que se sitúan en el frontal del propio sistema de audio. Nos hubiera gustado que estuvieran integrados en el mando HMI que controla el “TomTom”, tal y como Renault ofrece en los modelos que montan Carminat DVD (Itsystem).
El navegador dispone de cartografía en 2D/3D con una resolución y texturas un poco simples, pero bastante claras. Podemos cambiar el avatar del punto que representa el vehículo en la pantalla, por alguno de los que componen la colección de imágenes que tenemos a nuestra disposición, que incluye la vista trasera de prácticamente toda la gama Renault y algunos vehículos históricos, como el Renault Spyder.
La cartografía y los puntos de interés, sin embargo, son muy completos y personalizables. Las indicaciones vocales son muy claras y exactas. Además, tiene información sobre radares fijos y cartografía (actualizable) en tarjeta SD, Map Share de TomTom y una serie de servicios interesantes para compartir con otros usuarios, etc. Una opción barata y muy recomendable por lo completa que es.
En función del acabado elegido, el Fluence puede equipar, de serie o en opción, los "Servicios LIVE". Esta función nos informa de las previsiones meteorológicas, alertas de seguridad en carretera, información sobre el estado del tráfico y nos permite tener acceso a más de 11 millones de puntos de interés (aquí tienes más información). Además de todo esto, el sistema de navegación nos marca e informa sobre todos los puntos de recarga y nos puede guiar hacia ellos si así lo deseamos.
Conclusión: El Fluence Z.E. es el primer paso que ha dado Renault para implantar de forma masiva el coche eléctrico en nuestras ciudades y carreteras. Puede ser una opción interesante si realizas pocos kilómetros al día y necesitas mucho espacio interior. Además, también puedes beneficiarte de ciertas ventajas fiscales, de estacionamiento gratuito y de aportar tu granito de arena para ayudar a conservar el medio ambiente.
Texto: Gustavo Rodríguez
Fotos: A. R. Sastre, G. Rodríguez y Renault
Agradecimientos: La unidad de pruebas ha sido cedida por cortesía de Arroyo S.A., concesionario oficial de Renault en Arroyo de la Encomienda - (Valladolid), Ctra. Burgos-Portugal, km 129. Tlf: +34983408910
