Con tan sólo 6 meses de vida, Renault Captur exhibe ya un nutrido palmarés de éxitos. Desde el punto de vista industrial, el crossover compacto “made in Spain” ha superado las 100.000 unidades fabricadas con destino a más de 60 países en los 5 continentes y ha consolidado su segundo turno de fabricación en la factoría de Carrocería - Montaje de Valladolid, que lo realiza en exclusiva mundial.
Desde el punto de vista comercial, lidera, tanto en España como en los países de su entorno, como Francia, Italia, Holanda o Bélgica, el recién creado segmento de crossover urbanos, que se sitúa a la cabeza del crecimiento del mercado del automóvil y que protagoniza los gustos de las nuevas clientelas.
Muy polivalente
El Captur es un crossover compacto que aúna lo mejor de tres universos: el espacio y la modularidad de un monovolumen, la maniobrabilidad y la agilidad de una berlina urbana y el estilo y la versatilidad de un SUV.
Renault Captur democratiza numerosas innovaciones de orden práctico, como las tapicerías desenfundables, la gran guantera “Easy Life” de 11 litros, la banqueta trasera deslizante, el maletero multiposición más grande de su categoría, hasta de 455 dm3, o el sistema multimedia integrado R-Link de última generación.
Especial mención merece el dispostivo R-Link, ya que incorpora el nuevo sistema “Coyote Series”, una interesante solución que nos indica las zonas de riesgo señaladas y validadas en tiempo real por la comunidad, y las zonas de peligro. Coyote Series también avisa de las perturbaciones del tráfico (accidentes, objetos en la vía, radares móviles etc.) para permitir al conductor anticipar posibles ralentizaciones y mejorar así su seguridad a diario. Este sistema se nutre de una comunidad de conductores que colaboran para avisar a todos los usuarios que utilizan esta solución. En España la comunidad no es muy numerosa, pero se espera que en breve gane muchos adeptos.
Gracias a la fiabilidad de los exploradores y al sistema de filtro de las alertas, el usuario recibe una información pertinente y en tiempo real:
- en caso de radares móviles y fijos,
- en caso de zonas de peligro permanente y de zonas de riesgo temporal,
- en caso de incidentes de tráfico (accidente, congestión, condiciones especiales de la carretera, etc.)
Personalizable y a la venta con tres motorizaciones
El Renault Captur también presenta una amplia oferta de posibilidades de personalización, que permite a los diferentes tipos de clientela adaptar el look exterior e interior de Captur a su gusto. La oferta de pintura bitono, que cuenta con 18 combinaciones diferentes, ha enamorado a las clientelas de muchos países de culturas diferentes, ya que ha recabado más del 70% del nivel global de pedidos.
Captur viene equipado, desde su lanzamiento, con 3 motorizaciones también “made in Spain”, que han recibido toda la experiencia y el savoir-faire de Renault en la fórmula 1, y que son una referencia en rendimiento, fiabilidad y eficiencia: Tce 90 y 120 EDC gasolina y dCi 90, éste último con un consumo de 3,7 l/100 y 95g de CO2/km.
Llega el cambio de doble embrague al Diésel de 90 CV
El motor dCi 90 recibe por primera vez la caja EDC de doble embrague (ver prueba de la versión con cambio manual). Esta asociación resulta especialmente placentera en el uso. Es además económica, con un consumo de 3,9 l / 100 km y unas emisiones de CO2 de 103 g/km. Su utilización se adapta a la polivalencia natural de Renault Captur. En ciudad, el elevado par disponible a bajo régimen y la suavidad de los cambios de marchas garantizan una progresión fluida. En carretera, las seis marchas disponibles y la potencia suficiente del motor ofrecen recuperaciones limpias, todo ello con un confort, sobre todo acústico, muy notable. Esta versión ya está disponible desde 19.750 € (ver todos los precios).
¿Cómo funciona?
Se trata de dos cajas manuales conectadas, a trvés de dos ejes primarios concéntricos, con dos embragues secos. La primera controla la 1ª, 3ª y 5ª velocidad. La segunda, la 2ª, 4ª, 6ª y la marcha atrás. Las velocidades se engranan por medio de sincronizadores gracias a una unidad de control electrónica que decide cuál es la marcha adecuada.
Nos ponemos en marcha
He podido probar esta versión durante algo más de 500 kilómetros. La mayoría de ellos los he realizado en autovía, siempre respetando la limitación máxima de velocidad, que es de 120 km/h. En menor medida, he podido probarlo también en carretera secundaria con algún tramo deteriorado y, también, en ciudad. Después de todos los kilómetros realizados, el Captur me ha parecido muy satisfactorio en cualquier tipo de vía y/o uso.
El Renault Captur destaca por confort y agrado de conducción:
- Es muy agradable de conducir porque los mandos mecánicos -dirección, pedales y cambio- cuentan con un tarado suave a la vez que preciso, lo que permite que sea un coche que no canse cuando se trata de hacer muchos kilómetros.
- Es confortable gracias al acertado tarado de su suspensión. Lo es, porque es capaz de absorber muy bien las imperfecciones del asfalto y aislar éxito a los ocupantes sin transmitir rebotes parásitos ni vibraciones desagradables.
Pero además de ser un coche cómodo, es muy estable, ágil y fácil de conducir en caso de encontrarnos con una situación límite en carretera:
- Es estable porque tiene un buen nivel de adherencia y sigue muy bien la trazada que le marcamos, incluso a una velocidad elevada.
- Es ágil porque su tren trasero tiene a redondear las curvas con facilidad si le provocamos o entramos a una velocidad excesiva, aunque siempre de una forma progresiva y totalmente controlada.
- Es fácil de conducir porque equipa control estabilidad de serie y, éste, interviene con suavidad y de una forma muy eficaz.
Además de todo lo comentado, el Renault Captur transmite una gran sensación de ligereza. Tanto es así que, la sensación que he tenido en todo momento, es que parecía que conducía un Renault Twingo.
La versión dCi de 90 CV ya pude probarla en profundidad. Es un motor que me sigue pareciendo muy suave y no tiene nada que envidiar a uno de gasolina por funcionamiento y refinamiento. Aunque esté frío o lo llevemos a un régimen elevado, los ruidos y vibraciones me han parecido bajos o, al menos, poco molestos. Por rendimiento, es una mecánica brillante para la potencia que tiene y la masa que le toca lastrar.
Una caja de cambios rápida y eficiente
El cambio de doble embrague EDC es una incorporación fantástica que viene a redondear un buen producto, como es el Captur. Me ha parecido muy rápida, tal y como cabe esperar en una caja de este tipo, y tiene una lógica de funcionamiento en modo automático más que acertada. Es acertada porque sabe interpretar muy bien, mediante el acelerador, lo que demanda el conductor. Es decir, se adapta perfectamente a una conducción muy dinámica o, por el contrario, una más ahorradora y suave. Tras probarla durante muchos kilómetros y tiempo, no le pongo ningún pero, es más, me parece preferible a la manual y te la recomendaría si valoras el confort de marcha por encima de todo. Sin duda, es una gran incorporación a la gama del Captur.
El consumo que he podido medir en autovía me ha parecido muy equilibrado. En este tipo de vía, he conseguido una media de 5,2 l/100 km circulando a velocidades legales. Pero lo mejor de todo es que, si practicamos una conducción claramente más dinámica, esa cifra no se incrementa en exceso y siempre se mantiene bastante estable.
Conclusión: El pequeño crossover de Renault entra con fuerza con una estética muy fresca, un precio competitivo y un equipamiento que no está nada mal. La versión Diésel de 90 CV consumo muy poco, es poco ruidosa y, en el caso de nuestra unidad de pruebas, puede estar asociada a un cambio automático de doble embrague que funciona con rapidez y aporta muchas dosis de confort.
