Peugeot está inmersa en una renovación total de todos sus productos. La firma francesa está dotando a todos sus modelos de una calidad superior y una renovada esencia dedicada básicamente a la conducción. Uno de los últimos productos que ha renovado, ha sido el RZC, su coupé deportivo que engancha nada más verlo gracias a la originalidad de su diseño. Nosotros nos subimos a la única versión Diésel, que nos maravilló por prestaciones, conducción y calidad. Este modelo está disponible desde 30.600 € (ver precios).
Para poner al día el RZC Peugeot se ha centrado en rematar detalles de lo que, ya de por sí, era un muy buen producto. Exteriormente sigue siendo un coche tan atractivo como el anterior modelo, aunque hay que reconocer que las mejoras introducidas en el frontal le han sentado realmente bien. En este apartado, en el de la estética pura y dura, el RCZ puede presumir sin complejos de ser uno de los modelos más atractivos y originales del mercado.
Mayor nivel de personalización
Además, por si estas mejoras se quedaran cortas, ahora el RCZ es un coche más personalizable para que cada cliente lo configure a su gusto. Ahora sus propietarios podrán elegir entre tres colores distintos para el arco, como por ejemplo el nuevo Negro Mate, diez llantas de aleación, dos de las cuales son exclusivas de este nuevo RCZ, y una nueva opción de junquillos de la parrilla en negro lacado en lugar de los junquillos cromados satinados de serie, tres adhesivos de carrocería o el Black Pack.
Por lo que respecta al interior, se percibe algo más de calidad y un mejor aspecto. En este sentido evoluciona con el contorno del pomo de la palanca de cambio, ahora en negro lacado, los paneles de las puertas vestidas de pespuntes en su guarnecido cuero, o las inserciones de aluminio, que visten la unión del salpicadero con la consola central.
El puesto de conducción es impecable y muy propio de un deportivo, con una posición lo suficientemente baja como para ir muy cómodo. Por su parte, el volante, ahora ha reducido su tamaño para mejorar su manejo. Sin duda, este es uno de los grandes avances que ha tenido este coche para mejorar con creces a su predecesor.
Los asientos delanteros son confortables. Son de tipo baquet, un diseño que permite que sean muy atractivos a la vista, pero poco efectivos para que la cabeza quede perfectamente protegida en caso de impacto frontal o por alcance. Digo esto porque, como en todos los baquet, los reposacabezas están integrados en el respaldo, y esto hace que no se puedan regular para posicionarlos correctamente.
Las plazas traseras están compuestas por una banqueta y respaldo de tipo monobloque que puede acoger a dos ocupantes. Me sorprende que estas dos plazas se hayan podido homologar, ya que no me parecen seguras ni para transportar a dos niños. Si queremos instalar un sistema de retención infantil, no vamos a tener espacio longitudinal, salvo que los asientos delanteros estén muy adelantados. Un adulto de una talla media, pegará con la cabeza en la luneta trasera. Los reposacabezas son fijos y no se pueden regular ni en altura ni longitudinalmente. Por tanto, creo que las plazas traseras son testimoniales y para ser usadas en una emergencia o en ocasiones de fuerza mayor.
El maletero tiene una capacidad de 321 litros, que se pueden ampliar hasta los 639 litros abatiendo el respaldo de los asientos traseros en un solo bloque. Los asientos se abaten mediante un tirador mecánico situado en el techo del maletero. Las formas son bastante regulares y su capacidad total se puede aprovechar perfectamente, algo que es de agradecer en un coche de estas características.
Un equipamiento lujoso
Dentro de su equipamiento destaca el equipo de sonido, firmado por JBL, tiene una calidad por encima de la media. Además, ofrece un sonido bastante bueno y gestiona bien los discos CD con mp3/wma/cd audio y memorias USB. Según el manual, también permite conectar un Ipod vía USB con funciones limitadas.
Adicionalmente, contamos con una entrada Video IN en la guantera, alojamiento SIM para el servicio SOS y Peugeot online (no hemos podido probarlo al no estar activado para esta unidad). Este sistema cuenta con un funcionamiento muy sencillo y transparente para el usuario (presenta dos botones dedicados al lado de la pantalla del navegador, uno para cada función).
También nos gustaría destacar el navegador que equipa este renovado RCZ, ya que resulta muy completo y tiene muy buena resolución de pantalla, que es abatible eléctricamente. En el modo 3D aparecen representados edificios emblemáticos en tres dimensiones, un detalle que le da una gran calidad visual a la cartografía. No tiene base de datos de radares. Los menús del sistema de audio y del navegador son bastante intuitivos y de funcionamiento sencillo, no hace falta mucho tiempo ni entrenamiento para hacerse con su funcionamiento.
Un motor y chasis sobresaliente
Aunque un coche de este tipo pida un motor de gasolina a gritos, y si es potente mejor que mejor, hay que reconocer que la única versión disponible dentro de la gama le sienta de maravilla al coupé de Peugeot. Nuevamente nos deshacemos en elogios a la hora de valorar este Diésel de 2.0 litros y 163 CV, y es que, esta mecánica, sigue siendo una de las mejores si la comparamos con las equivalentes de la competencia. No sólo es un motor que rinde de maravilla y permite que este Peugeot sea un coche rápido, sino también es un motor refinado, poco ruidoso y muy agradable de utilizar en todo tipo de circunstancias. Además, no queremos pasar por alto el consumo de carburante, que es otro de los puntos fuertes de este motor. Buena prueba de ello, son los poco más de seis litros de medias que obtuvimos en ciclo combinado a un ritmo ligero, un dato que deja muy claro al nivel que se encuentra este motor.
El chasis es tan bueno como el motor. Peugeot lo ha mejorado para que el RCZ sea un coche más fácil de conducir en situaciones límite. No sólo transmite seguridad porque sea un automóvil que va sobre raíles, también por el nivel de adherencia de sus neumáticos y por las sanas reacciones que muestra en las condiciones más críticas. En este apartado, sin lugar a dudas, el RCZ obtiene el sobresaliente.
Conclusión: El renovado Peugeot RCZ ha dado un gran salto de calidad respecto a la anterior versión. Ahora es un coche de mayor calidad y más equipado. Además, la marca francesa ha mejorado algunos apartados criticados del anterior modelo, como , por ejemplo, el enorme volante. El motor y el chasis son excepcionales, lo suficiente como para encontrarnos un coche deportivo que agradará a cualquier cuando llegue el turno de conducir.