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Peugeot RCZ 1.6 THP 156

El Peugeot RCZ es un compendio entre deportividad y diseño, dos conceptos que unidos con acierto, han dado como fruto un vehículo que, además de ser muy divertido de conducir, levanta pasiones y miradas allá por donde va.

Peugeot RCZ 1.6 THP 156El coupé de la firma francesa es la continuación de la evolución que ha sufrido Peugeot como marca, entregando productos más refinados y también más arriesgados, que huyen claramente del aburguesamiento que emanaban sus modelos más recientes. Entre todas las novedades de Peugeot, éste es, sin duda, su mayor soplo de aire fresco.

Probamos la versión de acceso a la gama, que equipa un motor turbo de gasolina de última generación que entrega una potencia máxima de 156 CV, una cifra más que suficiente para encontrar unas prestaciones muy dignas (ver motorizaciones disponibles).

Interior: Habitabilidad y asientos
Para tratarse de un coupé con una carrocería muy baja, el acceso al interior  y la habitabilidad en las plazas delanteras es destacable. Tengo que confesaros que durante los primeros kilómetros no terminaba de ir cómodo en el puesto del conductor, probablemente debido a que ya llevaba tiempo que no me subía a un coche de estas características. Digo esto, porque según avanzaban los kilómetros cada vez me iba encontrado más cómodo, hasta el punto que me resultaba un coche perfectamente válido para conducir durante muchos kilómetros.

Peugeot RCZ 1.6 THP 156La posición al volante es, lógicamente, muy baja, aunque todo está muy bien diseñado para que el conductor se encuentre cómodo y tenga todos los mandos a su alcance.

Los asientos delanteros son confortables. Son de tipo baquet, un diseño que permite que sean muy atractivos a la vista, pero poco efectivos para que la cabeza quede perfectamente protegida en caso de impacto frontal o por alcance. Digo esto porque, como en todos los baquet, los reposacabezas están integrados en el respaldo (ver imagen), y esto hace que no se puedan regular para posicionarlos correctamente.

Las plazas traseras están compuestas por una banqueta y respaldo de tipo monobloque que puede acoger a dos ocupantes. Me sorprende que estas dos plazas se hayan podido homologar, ya que no me parecen seguras ni para transportar a dos niños. Si queremos instalar un sistema de retención infantil, no vamos a tener espacio longitudinal, salvo que los asientos delanteros estén muy adelantados. Un adulto de una talla media, pegará con la cabeza en la luneta trasera. Los reposacabezas son fijos y no se pueden regular ni en altura ni longitudinalmente. Por tanto, creo que las plazas traseras son testimoniales y para ser usadas en una emergencia o en ocasiones de fuerza mayor.

Peugeot RCZ 1.6 THP 156Las puertas que nos permite acceder al habitáculo son grandes y demasiado pesadas, algo que es lógico y asumible en un coche de estas características y diseño. El único inconveniente que tienen es que debemos tener cuidado para salir del coche cuando aparcamos en batería (siempre que el espacio sea reducido). Por otra parte, el tirador interior que nos permite abrir las puertas está algo adelantado y puede llegar a resultar incómodo cuando las abrimos.

La calidad percibida del interior es buena para el precio que tiene este coche. Abunda mucho el tapizado de cuero en todo el interior (está presente en los paneles de las puertas, en el salpicadero y en los asientos).

El cuero utilizado es de grano muy fino y su tacto es agradable. Al ser tan fino y al estar presente en prácticamente todo el habitáculo, deberás ser cuidadoso para evitar que se deteriore o pueda dañarse con el paso del tiempo, así que, si quieres tenerlo como el primer día, deberás tratarlo con mimo.

Plazas traseras: Acceso y habitabilidad
Al ser un vehículo de dos puertas, el acceso a las plazas traseras se realiza mediante el abatimiento de los respaldos de los asientos delanteros (ver imagen). El mando que desenclava el respaldo es mecánico (es de tacto tosco y un poco endeble). El acceso a las plazas traseras es difícil e incomodo hasta que nos sentamos. No debemos olvidar que es un coupé en el que priman otras cosas.

Huecos y compartimentos
El habitáculo no tiene demasiados huecos para guardar objetos, aunque los que hay son prácticos y están bien repartidos. En la consola tenemos un hueco delante del selector del cambio que está tapizado con una alfombrilla adherente que viene muy bien para dejar el móvil, las llaves y algún objeto extra que queramos tener a mano. El conductor tiene a la izquierda del volante un hueco sin tapa que no está guarnecido y que no sirve para mucho, salvo para guardar unas monedas y poco más. La plaza del acompañante delantero tiene, ante sí, una guantera con suficiente capacidad para guardar la documentación, el manual del coche, el chaleco de señalización y algún objeto extra, además, está iluminada, climatizada y equipa unas tomas RCA para conectar dispositivos externos. En las puertas encontramos una bolsa rígida que ofrece una capacidad correcta. Entre los dos asientos delanteros hay un cofre, que hace las veces de apoyabrazos, que tiene una buena capacidad y está equipado con una toma USB y un lector de tarjetas de memoria SD -ver imagen-).

Peugeot RCZ 1.6 THP 156Maletero
El maletero tiene una capacidad de 321 litros, que se pueden ampliar hasta los 639 litros abatiendo el respaldo de los asientos traseros en un solo bloque (ver imagen). Los asientos se abaten mediante un tirador mecánico situado en el techo del maletero (ver imagen). Las formas son bastante regulares y su capacidad total se puede aprovechar perfectamente, algo que es de agradecer en un coche de estas características.

Según el manual de usuario, si se abaten los asientos traseros, Peugeot no recomienda transportar objetos con un peso superior a 30 kg.

El piso, las paredes laterales, el portón y las bisagras del maletero están muy bien recubiertos y guarnecidos (ver imagen). La moqueta tiene un tacto muy agradable y el tejido transmite calidad. El techo del maletero no está guarnecido y queda toda la chapa de la carrocería a la vista (al menos no se ve cableado y no tiene piezas cortantes -ver imagen-). La iluminación es bastante pobre e insuficiente,  ya que corre a cargo de un pequeño plafón situado en la parte izquierda del maletero.

El maletero de nuestra unidad de pruebas no equipaba redes para sujetar objetos. Tampoco tenía compartimentos cerrados ni huecos. En cualquier caso, hay que ser consciente que Peugeot ha intentado ofrecer un maletero con una buena capacidad y con formas regulares.

Debajo del piso del maletero tenemos un kit antipinchazos, los triángulos de emergencia y todavía queda espacio para guardar más cosas, algo que se agradece. Todo está perfectamente sujeto y ordenado en un molde de poliestireno expandido (ver imagen). Cuando levantamos la moqueta del piso, podemos dejarla sujeta mediante dos topes situados en los extremos. Es una solución muy sencilla, que se agradece y que no equipan la mayoría de los coches.

Peugeot RCZ 1.6 THP 156Mandos: disposición y funcionamiento
La totalidad de mandos, indicadores y testigos del vehículo tienen un tacto y disposición muy buenos.

El cuadro de instrumentación tiene una tipografía clara e iluminación en blanco para los relojes y ámbar para los indicadores de la consola, puertas y pantalla multifunción. Es muy agradable a la vista, no obstante, su superficie plástica transparente genera reflejos (son especialmente molestos cuando se conduce de noche). Tiene un reostato para regular la intensidad de la iluminación del cuadro de instrumentación y del resto de mandos.

Los mandos del puesto de conducción están bien dispuestos, justo a mano. El único mando que queda un poco lejos es el que controla el navegador (ver imagen).

La iluminación del habitáculo es buena, por intensidad y reparto de los puntos de luz.

El botón que acciona el menú del ordenador de bordo es sencillo e intuitivo. Está situado en el mando que controla los ajustes del limpia y lava parabrisas (ver imagen). Nos ofrece datos sobre consumos, velocidades y distancias habituales en los datos de viaje.

Los mandos satélite que regulan los ajustes de audio, teléfono y limitador/regulador de velocidad tienen un tacto blando, frágil y errático (ver imagen mandos parte izquierda y derecha).

El volante, forrado en cuero, tiene un tacto muy agradable, un grosor perfecto y un diámetro excesivo. Su tamaño se ve comprometido por la situación y tamaño de los relojes del velocímetro y del tacómetro (ver imagen). Tiene regulación en altura y profundidad. Los conductores de mayor altura, echarán de menos que la regulación longitudinal sea más amplia.

La consola contiene los mandos del climatizador, equipo multimedia y/o audio y navegador. Todos están bien dispuestos, ordenados y se manejan de forma intuitiva.

Peugeot RCZ 1.6 THP 156Equipo de sonido, navegador, climatizador y multimedia
El equipo de sonido, firmado por JBL, tiene una calidad por encima de la media. Ofrece un sonido bastante bueno y gestiona bien los discos CD con mp3/wma/cd audio y memorias USB (ver imagen). Según el manual, también permite conectar un Ipod vía USB con funciones limitadas.

Adicionalmente, contamos con una entrada Video IN en la guantera, alojamiento SIM para el servicio SOS y Peugeot online (no hemos podido probarlo al no estar activado para esta unidad). Este sistema cuenta con un funcionamiento muy sencillo y transparente para el usuario (presenta dos botones dedicados al lado de la pantalla del navegador, uno para cada función).

El navegador es completo y tiene muy buena resolución de pantalla, que es abatible eléctricamente (ver imagen). En el modo 3D aparecen representados edificios emblemáticos en tres dimensiones, un detalle que le da una gran calidad visual a la cartografía. No tiene base de datos de radares. Los menús del sistema de audio y del navegador son bastante intuitivos y de funcionamiento sencillo, no hace falta mucho tiempo ni entrenamiento para hacerse con su funcionamiento.

El bluetooth para el teléfono funciona perfectamente, tanto la emisión como la recepción son buenas. Además, la gestión de la agenda del teléfono se hace de forma transparente y automática para el usuario. El bluetooth no tiene perfil de audio A2DP.

Peugeot RCZ 1.6 THP 156El alumbrado del vehículo es muy completo y los faros delanteros en su función de cruce y carretera alumbran muy bien. El Peugeot RCZ utiliza luces de descarga de gas xenón para las funciones de cruce y carretera. Adicionalmente, puede equipar el sistema AFS (es bastante rápido y responde perfectamente al movimiento del volante). Para el resto de funciones (luces diurnas, posición e indicadores de dirección), se usan bombillas halógenas. Los faros traseros usan diodos para la función de posición, y bombillas halógenas para el resto de funciones (indicadores de dirección, antiniebla trasera, luz de matrícula, marcha atrás y luz de freno).

El climatizador funciona bien, alcanza la temperatura deseada con rapidez y la mantiene fácilmente.

Comportamiento dinámico
Para los que busquen un coche de corte deportivo, encontrarán en el Peugeot RCZ cosas mejorables o poco cuidadas por el fabricante. Principalmente, hay tres detalles que a mí, personalmente, no me han gustado. En primer lugar, el volante es excesivamente grande, como anteriormente he comentado. Esto hace que resulte algo aparatoso y tengamos poco espacio para los brazos y codos cuando lo manejamos con rapidez. En segundo lugar, el tacto de los pedales es mejorable, que no malo. El acelerador tiene el típico doble fondo que sirve para desactivar y activar el regulador de velocidad –a mí me parece poco agradable-. El embrague tiende a quedarse enganchado cuando retrae -únicamente cuando intentamos cambiar rápido-. El pedal del freno tiene mucho recorrido y es demasiado esponjoso. En tercer lugar, el mando del cambio tiene unos recorridos demasiado largos, aunque tiene un guiado muy suave y agradable.

Peugeot RCZ 1.6 THP 156Los frenos se fatigan con facilidad, siempre que vayamos rápido y realicemos continuas frenadas en carreteras con muchas curvas.

Para los conductores que no busquen facetas deportivas en este coche, y sí un medio de transporte llamativo para conducir en condiciones normales, el Peugeot RCZ tiene un tacto suave y agradable, que yo personalmente valoro, ya que es un coche que se conduce con poco esfuerzo, gracias a la suavidad de todos los mandos de bordo. En este sentido, es un apartado en el que todos los modelos del Grupo PSA suelen destacar.

Dinámicamente, el Peugeot RCZ de 155 CV es un coche rápido en todo tipo de vías. Para exprimir las máximas prestaciones de su motor, es un coche que exige maneras al conductor, ya que sus reacciones son bruscas y poco predecibles. También es de esos coches que te hace trabajar y te obliga a ser muy preciso con la dirección para guiar adecuadamente el tren delantero. Puede ser un coche muy rápido y eficaz, pero todo eso se consigue a base de conducirlo y entenderlo.

En condiciones de conducción normal, es un coche muy estable, tanto en curva como en línea recta. También reacciona bien ante una frenada de emergencia o un cambio de dirección a una velocidad medio-alta.

Peugeot RCZ 1.6 THP 156La suspensión tiene un tarado muy firme, que contiene perfectamente las oscilaciones de la carrocería y hace que el coche se pegue con una lapa al asfalto.

Nuestra unidad de pruebas equipaba unos neumáticos Continental ContiSportContact 3 con medida 235/40 R19 con código de carga "83" y de velocidad "W" (ver imagen). Su nivel de adherencia en seco me ha parecido notable.

Aquí tienes más información sobre el bastidor.

El Peugeot RCZ cuenta con un spoiler trasero escamoteable, que dispone de dos posiciones.

De forma totalmente automática, al superar una velocidad mínima de 85 km/h, se eleva hasta la primera posición, con una inclinación de 19 grados. Al superar la cifra de 155 km/h, el spoiler pasa a la segunda posición, con un ángulo de apertura de 34  grados. Igualmente y de modo inverso, al bajar hasta una velocidad de 145 km/h, el spoiler regresa a la posición 1 y, cuando se baja de la velocidad mínima de 85 km/h, éste se repliega automáticamente y se integra en la carrocería. Aquí tienes más información sobre la carrocería.

También, si el conductor prefiere desplegarlo, puede hacerlo pulsando un botón dedicado en la consola central pero, en este caso, pasa directamente a la segunda posición, de mayor grado de apertura.

Motor y cambio
La primera toma de contacto con el Peugeot RCZ, la hemos realizado con el motor menos potente de la gama. Se trata de un motor de gasolina sobrealimentado con sistema de inyección directa. Tiene una cilindrada de 1.598 cm3, una potencia máxima de 156 caballos a 5.800 rpm y un par de 240 Nm a 1.400 rpm.

Peugeot RCZ 1.6 THP 156El motor turbo 1.6 THP es un prodigio de elasticidad, entregando la potencia de forma lineal hasta las 5.800 vueltas, donde notamos que pierde eficacia de forma clara. A partir de las 2000 rpm  es cuando el motor se transforma claramente, dándonos todo lo bueno que tiene.

La caja de cambios es una delicia, por suavidad, por lo rápido que podemos meter las marchas y por lo poco que cuesta cambiar. Las relaciones están bien escalonadas, con un grupo más bien corto. Hemos llegado a callejear en tercera a 50 km/h con buena respuesta al acelerador a media carga, algo fabuloso. Parecía un motor mucho más grande.

En marcha normal es un motor que no consume en exceso, nos parece bastante bueno en este sentido. En nuestro circuito habitual, con carretera de montaña, vías interurbanas, autovías y recorrido urbano, nos ha dado un consumo medio de unos 9 litros, incluido recorridos buscando las cosquillas del propulsor. No es un dato nada malo teniendo en cuenta el tipo de vehículo que es. En condiciones de utilización acordes a la filosofía del vehículo, el Peugeot RCZ presenta muy buenas cifras de consumo -circulando en autopista a velocidades legales, obtuvimos un consumo medio de 6,8 l/100 km-.

Peugeot RCZ 1.6 THP 156El tapón del depósito de carburante es de rosca (ver imagen). Se quita y se pone perfectamente y queda sujeto en un soporte fijo integrado en la tapa que lo cubre (ver imagen). A diferencia de la mayoría de los coches, el tapón está situado en horizontal. Esta situación facilita mucho las cosas para quitar y poner la tapa y el tapón. Por contra, cuesta algo más de trabajo colocar la manguera del surtidor de carburante.

Peugeot RCZ 1.6 THP 156 se puede adquirir desde 28.600 €. En el configurador oficial de Peugeot puedes ver los precios actualizados de todas las versiones y elementos opcionales, además puedes configurar tu RCZ a tu gusto (Aquí tienes información sobre su equipamiento).

Conclusión: El Peugeot RCZ tiene dos justificaciones para su adquisición; una visceral, destinada a una persona que quiere un vehículo de capricho en el que se busca un diseño claramente diferenciado del resto y muy llamativo. Y otra racional, quizá la que más se ajusta al verdadero espíritu del vehículo, es decir, disfrutar de una máquina muy especial, con un comportamiento verdaderamente deportivo. A nosotros nos parecen perfectas las dos, ya que podemos disfrutar de un auténtico deportivo que despierta la admiración de conductores y viandantes.

Texto: Gustavo Rodríguez
Fotos: A.R. Sastre y G. Rodríguez

Publicado el 17/05/2011 a las 22:15