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Peugeot 508 Allure 1.6 BlueHDi 120

Peugeot 508 Allure 1.6 BlueHDi 120

A finales del pasado año, Peugeot puso a la venta la versión renovada de su berlina más representativa, el 508. Respecto al anterior modelo, el nuevo presenta cambios en diseño, equipamiento y gama de motores. Nosotros nos subimos a la versión Diésel de 120 CV (el segundo motor menos potente de la gama) asociada al acabado más alto y lujoso de la marca (Allure).

A primera vista, los cambios más reseñables, son los realizados en el diseño de la carrocería, que presenta un frontal completamente nuevo y una zaga que ofrece nuevos pilotos y paragolpes.  Con todas estas mejoras, ahora el 508 es una berlina con mayor atractiva y, por qué no decirlo, también mayor empaque.

Un interior perfectamente rematado
En su interior no hemos percibido cambios en su diseño y calidad. Tan sólo cabe destacar la pantalla de siete pulgadas que está situada en la parte central del salpicadero, que ahora es táctil. Su manejo sigue siendo intuitivo y su sistema táctil resulta preciso.

La sensación del interior es realmente buena, con unos materiales de muy buen aspecto y calidad. Además, el ensamblaje y la solidez con la que están integradas todas las piezas transmiten bastante solidez.

Todos los mandos están bien ubicados, son accesibles y presentan un manejo sencillo e intuitivo. Además del cuadro de instrumentos, que ofrece mucha información, disponemos del sistema Head up Display (HUD), que en el acabado Allure forma parte del equipamiento de serie. Se trata de una pequeña lámina oscurecida de policarbonato en la que se proyecta información sobre la velocidad a la que se circula, sobre el regulador y limitador de velocidad y sobre las indicaciones más básicas del navegador. Puede resultar muy útil para muchos conductores.

La posición al volante sigue siendo elevada, aunque esto no resulta un inconveniente, y puede que sea una virtud para muchos conductores. Los asientos delanteros son realmente buenos por confort y sujeción. Están tapizados en cuero y tela, e integran unos reposacabezas de ‘tipo libro’ que están muy bien diseñados para mitigar lesiones en caso de colisiones frontales y por alcance.

Las plazas traseras son muy confortables, no sólo por los asientos, sino también por el espacio disponible y por lo bien situados que están. En la parte central de los mismos, hay un apoyabrazos con posavasos y una trampilla que nos permite acceder al maletero. Los respaldos se pueden abatir por completo desde el habitáculo.

El maletero, que tiene una capacidad de 473 litros, es muy regular y presenta una boca de carga realmente amplia pese a tratarse de una berlina de tres volúmenes. Su iluminación es correcta, equipa dos cintas elásticas a cada lado y, debajo de piso, se ocultan las herramientas y el kit anti pinchazos.

Un motor Diésel muy refinado y económico
Si entramos en el apartado dinámico, cabe destacar el motor, que es de lo mejor que hay en el mercado en cuanto a funcionamiento, consumo y prestaciones. Sus 120 CV son más que suficientes como para encontrar un coche equilibrado y muy competente para una conducción normal. Aunque es muy plano y progresivo, cosa que se agradece, es un motor con una respuesta destacable. También es un motor muy refinado, suave en su funcionamiento y con un nivel de ruidos muy bajo. Tampoco es un motor que vibre, mucho menos que mecánicas equiparables de la competencia.

El consumo también es uno de sus puntos fuertes. Según nuestras mediciones, en ciclo combinado, nuestra unidad de pruebas gastó poco más de cinco litros, una cifra prácticamente récord que está a la altura de los mejores.

El cambio manual de seis velocidades tiene un tacto muy suave y resulta muy agradable de utilizar, además podemos manejarlo con rapidez y ofrece unos desarrollos muy bien elegidos para conseguir ese balance perfecto entre consumo y prestaciones.

Mucho confort
Nos ha dado la sensación que, ahora, el 508 es un coche más confortable y con una calidad de rodadura superior. Las suspensiones absorben muy bien badenes agresivos y cualquier tipo de imperfección, mucho mejor que berlinas equivalentes de la competencia. Además, aunque amortigüen a la perfección, no perjudican la dinámica de conducción cuando se conduce a un ritmo ágil, pues los movimientos de la carrocería están muy bien contenidos y no da la sensación de ir con un coche ‘blando de suspensión’.

Al  completo equipamiento que ya ofrecía el 508, Peugeot ha incluido nuevos elementos que viene a completar la excelente dotación que ofrece la berlina francesa. Ahora el modelo de Peugeot incorpora el navegador al nivel de acabado Active y el ‘Pack City’ al Allure por tiempo limitado. Además, ofrece durante cuatro años (u 80.000 km) el mantenimiento para toda la gama 508.

El ‘Pack City’ está formado por el detector de obstáculos trasero y delantero, los retrovisores exteriores abatibles eléctricamente, la cámara de visión trasera y el sistema de vigilancia de ángulo muerto.

La versión Diésel 1.6 litros de 120 CV está disponible desde 24.270 €, pero si se opta por el acabado más lujoso (Allure) la cifra se dispara hasta los 28.470 € (Consultar todos los precios).

Conclusión: Los cambios introducidos en el 508 le han sentado realmente bien a la berlina de Peugeot. Estéticamente ha ganado muchos enteros, no obstante, la anterior versión era tan buena, que no han sido necesarios grandes cambios para evolucionar una de las mejores berlinas de la categoría. Su nivel de confort, agrado de conducción y la calidad del interior son sus puntos más fuertes. La versión Diésel de 120 CV es muy recomendable por consumo, precio y prestaciones.

Publicado el 29/06/2015 a las 00:00