Peugeot regresa a sus orígenes con el nuevo 208 GTi, heredero natural del 205 y, también, del 206. El nuevo pequeño deportivo de Peugeot no pierde la esencia de sus antecesores, aunque ha penalizado algo en pureza y radicalidad para ser un producto más confortable y ‘usable’ para el día a día.
Por fuera es una versión algo discreta, tanto es así, que hay que fijarse a conciencia para diferenciarlo de sus hermanos de gama. Sin embargo, está provisto de unos cuantos embellecedores, los obligados emblemas ‘GTI’, unas llantas de aleación de 17 pulgadas y una alerón que adorna muy bien la zaga y una doble salida de escape que sirve para rematar la faena.
Un interior deportivo y bien acabado
Por dentro también se aprecian ciertos detalles diferenciadores que, al igual que la carrocería, resultan bastante sutiles. Muy deportivos, los asientos mezclan el cuero Club Nappa y el tejido Maille Caro, dinamizados por una línea roja.
El salpicadero, revestido de TEP PU negro con pespuntes rojos, recibe una decoración degradada de negro a rojo hacia el techo al igual que los montantes de las puertas. La información sobre las prestaciones del coche se consultan en una instrumentación elevada muy tecnológica y equipada con una pantalla a color enmarcada por los instrumentos principales con un filo cromado y retro-iluminados en rojo mediante LED. En su fondo de aluminio cepillado que dibuja un motivo ajedrezado negro brillante, las agujas blancas sólo piden lanzarse hacia la zona roja.
Con asientos de gran sujeción y cinturones negros con una banda roja, la posición de conducción resulta obviamente deportiva. Los pies se sitúan de manera natural sobre los pedales y el reposapiés en aluminio mientras que los talones descansan sobre las alfombrillas de gama alta con reborde negro pespunteado en rojo. Intuitivamente, las manos se posan sobre el pequeño volante de cuero perforado y también pespunteado en rojo. Sin necesidad de dirigir hacia allí la vista, la mano derecha encuentra rápidamente el pomo del cambio en aluminio, con un adorno lateral rojo y la palanca del freno de mano en cuero picado pespunteado.
El habitáculo no es sólo deportivo sino también ergonómico y al servicio del conductor. Las manos caen de manera natural sobre el pequeño volante y, con la punta de los dedos se maneja la gran pantalla táctil de 7’’ con conectividad ampliada (tomas Jack y USB y Bluetooth).
Como puedes ver, la presentación del interior es destacable, no sólo por diseño, sino también por la calidad de la mayoría de los materiales utilizados para fabricarlo.
Una vez visto que no es un coche que esconda su calidad y atractivo, llega la hora de lo más esperado, que es ponerse a los mandos para disfrutar de la conducción. Para empezar, este 208 tiene un tacto delicioso, y eso se comprueba cuando hay que manejar el cambio y pisar los pedales. Todos estos elementos muestran mucha suavidad y precisión, incluso cuando hay que manejarlos con rapidez.
Por otra parte, los envolventes asientos y el pequeño volante, ayudan a que la conducción, además de dinámica, sea muy agradable. Da gusto encontrarse con un volante tan compacto y que el cuerpo no se mueva en acceso cuando tenemos que abordar unas cuantas curvas con un mínimo de agilidad.
GTi para todos los días
Las suspensiones tienen un tarado ideal para que el coche sea razonablemente cómodo –quizá demasiado- y muy racional para el día a día. No obstante, los conductores que demanden un comportamiento más extremo y deportivo, encontrarán que este GTi no es lo suficientemente rígido y rápido de reacciones al realizar un cambio de dirección.
En cuanto al motor se refiere, hay que decir que es una auténtica delicia. Con un par máximo de 275 Nm y una potencia máxima de 200 CV, el 208 GTi presenta aceleraciones y recuperaciones de primer orden. El 0 a 100 km/h se alcanza en 6,8 segundos y los 1.000 metros con salida parada se realizan en menos de 27 segundos. Las recuperaciones son de un nivel similar y el 208 GTi pasa de 80 a 120 km/h en menos de 7 segundos en quinta velocidad.
Estas prestaciones son el resultado del aligeramiento del coche. Con apenas 1.160 kg, el 208 GTi emite tan solo 139 g de CO2/km, una auténtica proeza. Y no queremos olvidarnos de su consumo, que también resulta ajustado. Según nuestras mediciones, este GTi es capaz de consumir menos de 7 litros en autovía y poco más si nos movemos a un ritmo ágil o nos movemos en ciudad.
Su equipamiento de serie es muy completo, y apenas deja opciones a la vista. La versión más accesible está disponible desde 22.284 €, lo que es un precio muy competitivo si se tienen en cuenta las prestaciones de este modelo, su calidad de fabricación y su completo equipamiento (aquí puedes consultar todos los precios).
Conclusión: Aunque el nuevo 208 GTI no resulta tan radical y deportivo como sus predecesores –sobre todo como el 206 RC-, es un coche que guarda un buen equilibrio en su bastidor, un comportamiento bastante ágil y un motor que sabe rematar muy bien la faena para tener un conjunto competente. Sin duda, se consolida como uno de los GTI más interesantes del mercado.