El Opel Zafira OPC es el monovolumen más potente del mercado. Su motor turbo de gasolina de 2.0 litros con 240 cv le permite superar ampliamente a su más directo rival, el SEAT Altea FR 2.0 TFSi de 200 cv.
Aspecto deportivo
La gama de colores disponibles para el exterior – Azul Ardenas, Negro, Rojo Magma y Plata. La clásica parrilla delantera OPC en nido de abeja, un paragolpes delantero dinámicamente diseñado con una gran entrada de aire central y luces anti niebla integradas, así como un spoiler de techo aerodinámicamente optimizado son los detalles diferenciadores. Su apariencia deportiva se destaca aún más por las llantas de aleación –de diseño específico- de 18 pulgadas con neumáticos 225/40 ZR 18 -opcionalmente se pueden solicitar llantas de 19 pulgadas-, los faldones laterales muy pronunciados, un paragolpes trasero distintivo más bajo y la salida doble del escape trapezoidal. La apertura de las puertas transmite solidez con un cierre y ajuste impecable.
El interior del Zafira OPC tiene unos asientos deportivos Recaro de tapicería mixta tela / piel (la tapicería completa de piel está disponible opcionalmente) en dos tonos combinados, azul ardenas y negro o plata y negro –son iguales que los del Astra OPC-. Las molduras decorativas en el salpicadero y en las puertas están coordinadas en el color de los asientos y disponibles en azul ardenas, negro o plata.
Buenos asientos
Los asientos son muy envolventes con un mullido más bien duro. Tienen un carácter anatómico muy bueno. Parece que serán bastante duraderos y que mantendrán sus buenas cualidades durante un largo periodo de tiempo. Para algunas personas serán perfectos, para los que sean anchos de caderas y espalda puede que demasiado justos.
El volante y el pomo de la palanca de cambios están forrados en piel. Son de nuevo diseño y llevan el logotipo de OPC (al igual que los embellecedores de puertas y los relojes de instrumentación con anillos cromados y agujas azules. Son elementos que comparte con el Astra OPC).
El volante y el pomo están fabricados con unos materiales que transmiten calidad y solidez. Su acabado y fabricación está a la misma altura. En cuanto al diseño de ambos elementos, dependerá del gusto de cada uno. El volante es muy grueso con un tacto suave y acolchado –nosotros preferimos un volante fino y con un tacto más duro. Su tacto es muy agradable, aunque se resbala con facilidad. El pomo también es grueso y presenta una forma en L invertida. Está muy bien realizado y parece sólido. Ergonómicamente tampoco nos ha gustado demasiado, se nota que en ambos elementos –volante y pomo- el diseño ha primado por encima de la ergonomía. En cualquier caso, puede que sean elementos totalmente satisfactorios para muchos conductores.
Interior ordenado
El aspecto del interior está bastante cuidado. Todos los materiales tienen buena apariencia y terminado más que aceptable. Todos los mandos, botonería e instrumentación es idéntica a la del Astra OPC. La estructura del salpicadero es similar, aunque en este caso se adapta a la carrocería del Zafira. La consola central acoge los mandos correspondientes a la climatización, el equipo de sonido y el teléfono entre otras funciones. Todos los botones y ruletas están correctamente ordenados, aunque al principio exigirán un periodo de adaptación. Por otra parte, echamos en falta un botón para accionar el aire acondicionado directamente, ya que para ponerlo en funcionamiento tenemos que entrar en el menú del ordenador.
La instrumentación está compuesta por tres esferas con anillos cromados que aloja al velocímetro, cuentarrevoluciones e indicador del depósito de combustible –echamos de menos un indicador de la temperatura del motor-. Las agujas son azules y el fondo de los relojes es negro. Es muy simple, sencilla, de fácil lectura y con una grafía clara y moderna.
En la zona superior de la consola central nos encontramos una pantalla que muestra toda la información de los sistemas de información / comunicación y el sistemas de navegación con DVD.
Posición elevada
La postura al volante es elevada. El pomo del cambio queda demasiado retrasado. Cuando insertamos segunda, cuarta y sexta pegamos con las orejas envolventes de los asientos.
La palanca del freno de mano es un asa en forma de U -al estilo Renault Mégane- que queda integrada en la consola central, y un hueco adicional para dejar objetos. No supone ningún avance en comodidad de uso, pero si que es más compacto que uno tradicional, lo que permite tener más espacio.
El Opel Zafira tiene una distancia entre ejes de 2.703 mm, cifra que le permite tener un buen espacio longitudinal. Al igual que el resto de la gama, el OPC cuenta con el sistema de asientos Flex7 que permite convertir el Zafira de un siete plazas en seis, cinco, cuatro, tres o dos plazas, sin la necesidad de quitar ni guardar fuera del coche ningún asiento. La operación se realiza correctamente y sin demasiado engorro, da la sensanción de que todo esté automatizado.
Hasta siete plazas
La habitabilidad interior es la esperada en un coche de las dimensiones y la carrocería del Zafira. Las plazas delanteras son suficientemente espaciosas. Los ocupantes de la segunda fila de asientos encontrarán suficiente espacio en altura y en anchura -siempre que viajen dos personas- y algo limitados en espacio para las piernas. La posición -al igual que en las plazas delanteras- es muy elevada. La tercera fila está concebida para llevar niños. Las plazas traseras no tienen anclajes isofix para acoplar dispositivos infantiles. Un adulto irá "encajonado", con las piernas muy flexionadas y con muy poco espacio. Son dos plazas adicionales que pueden venir muy bien para situaciones de emergencia.
En su configuración de cinco asientos, el volumen del maletero del nuevo Zafira es de 620 litros. También cuenta con el sistema de organización del maletero “Flex Organizer”, ya conocido del Astra StationWagon. Este sistema de organización de la carga está formado por dos raíles horizontales en el maletero, que tienen unos puntos de fijación móviles para permitir la instalación flexible de diversos tipos de cintas de sujeción, ganchos, divisores y cajas de almacenamiento. De esta forma, cualquier tipo de carga de puede transportar de forma segura, cómoda y limpia.
Motor 2.0 litros turbo con 240 cv
Al igual que el Astra OPC, está propulsado por un motor 2.0 litros turbo de 240 cv con una transmisión manual de seis velocidades. El par motor máximo es de 320 Nm a 2.400 rpm. Este motor está basado en el 2.0 litros turbo de 200 CV, que tiene un par máximo de 262 Nm, y que es la motorización más alta para el resto de las versiones. El incremento de potencia en el OPC es el resultado de la optimización de la admisión y el escape, la utilización de componentes de mayor calidad, así como mejoras en el sistema del turbocompresor y en la inyección.
Es un motor muy potente y con mucho nervio en toda la banda de utilización. Disponemos de 320 Nm de par máximo a tan sólo 2.400 rpm y podemos estirar las marchas hasta las 5.600 rpm para exprimir al máximo el motor. Es una maniobra que no es necesario realizar en la mayoría de los casos, ya que contamos con tanto par que con estirar el motor hasta medio régimen es más que suficiente. Como buen motor turbo que se precie, su comportamiento es plenamente satisfactorio, por rendimiento es impecable. El escape es diferente al del Astra OPC, el ruido del motor –lógicamente- es el mismo, pero el sonido es diferente. Al sobrepasar las 4.000 rpm acelerando a fondo no emite el espectacular sonido de turbina del Astra.
El tacto del motor es muy brusco, da tirones cuando levantamos gas, cuando aceleramos y cuando cambiamos de marcha –al subir y bajar-. Es menos brusco que el del Astra OPC. Tenemos que ser muy finos con el acelerador y el embrague para que no se produzcan tirones. La respuesta del acelerador es muy directa.
El cambio de seis velocidades es firme –que no duro-, tiene un tacto muy agradable, se puede manejar con rapidez y transmite calidad, es una auténtica delicia. Si tuviera unos recorridos más cortos, sería perfecto. Los pedales son algo más suaves y todos ellos tienen un tacto excelente. El pedal del freno es algo esponjoso, y por tanto, tiene un tacto menos deportivo.
Sus prestaciones son inferiores a las del Astra OPC. Acelera 0 a 100 km/h en 7,8 segundos –el Astra OPC lo hace 6,4 segundos- y tiene una velocidad máxima de 231 km/h –244 km/h en el Astra OPC-. El Zafira OPC tiene un peso elevado, 1.665 Kg -272 Kg más que el Astra OPC- y su carrocería es más voluminosa.
Su consumo entra dentro de lo que cabe esperar en un coche de sus características. En carretera –cuidando el gas en todo momento- podemos obtener medias de 8,5 litros, en ciudad se sitúa sobre los 12,5 litros y si realizamos conducción deportiva podemos llegar fácilmente hasta los 24 litros. Su consumo varía generosamente dependiendo del uso que hagamos con el acelerador, debemos ser cuidadosos si queremos obtener un consumo ajustado.
Comportamiento
La carrocería es 15 milímetros más baja que en el resto de la gama, con amortiguadores y muelles más firmes. La dirección asistida electrohidráulica también es específica para OPC, que ha sido ajustada para optimizar la respuesta y el contacto con el asfalto.
El Zafira estrena el sistema «IDS Plus2» que también está presente en el Vectra OPC. Respecto al «IDS Plus» tan sólo presenta un reajuste en la programación para obtener una amortiguación más confortable. El sistema de suspensión adaptativa IDSPlus2 (Sistema de Conducción Interactiva) con control electrónico de la amortiguación (CDC) y conexión electrónica de todos los controles dinámicos de conducción ofrece la opción de SportSwitch, que dota a los amortiguadores, dirección y acelerador de una respuesta más directa.
Si pulsamos el botón Sport situado en el salpicadero activamos la opción de SportSwitch, que incrementa la firmeza de la suspensión, endurece la dirección y recorta el recorrido del acelerador para obtener una respuesta más rápida. Este tipo de suspensiones gobernadas electrónicamente suelen estar presentes en coches de alta gama.
Las suspensiones son blandas y tienen bastante recorrido. La carrocería tiene un balanceo generoso –incluso cuando conectamos la opción SportSwitch- y se transmite mucho peso del tren delantero al trasero cuando aceleramos o giramos.
El Zafira OPC es un coche que tiene graves problemas para transmitir sus 240 cv al asfalto, ya que tiene unas perdidas de tracción realmente considerables -por muy finos y cuidadosos que seamos siempre se producen-.
La entrada en curva es muy subviradora y más aún cuando le damos salida. En el momento que pisamos el acelerador para pedirle tracción -aunque lo hagamos de forma progresiva- y salir con rapidez, el morro tiene una tendencia a irse recto, sin que la dirección responda por mucho que giremos.
Las reacciones cuando buscamos los límites, son fáciles de controlar. La zaga está bastante sujeta y para que gire hay que provocarla a conciencia. El control de estabilidad corta cualquier situación en la que se produzca un sobreviraje –aunque esté totalmente desconectado-.
Dirección y frenos
La dirección asistida electrohidráulica es directa, pero muy imprecisa. Nos costaba precisar mucho en los giros, debido a su falta de progresión. Tiene un recorrido inicial en el no gira demasiado y otro en el que gira “de golpe”. Cuando realizamos fuertes aceleraciones en línea recta genera zigzageos parásitos muy rápidos y bruscos que nos obliga a sujetar el volante con fuerza y decisión.
El equipo de frenos es el mismo que el del Astra OPC. El tren delantero tiene unos discos de 321 mm y el trasero de 278 mm. Las pinzas de freno están pintadas en el característico color azul de OPC. Los frenos se quedan justos, si pretendemos exigirles en conducción deportiva. La fatiga llega pronto y el ABS actúa demasiado. Las frenadas se alargan una barbaridad cuando pasamos por encima de un bache o apuramos una frenada. El control de estabilidad y el de tracción no están muy bien calibrados cuando exigimos eficacia. El de tracción actúa a base de tirones y el control de establidad entra demasiado en acción con cierta descoordinación.
En conducción normal su estabilidad es buena. La suspensión transmite rigidez y no es demasiado seca cuando atravesamos zonas bacheadas, es bastante tolerable.
Equipamiento
Desde el pasado mes de noviembre el Opel Zafira OPC presenta mejoras en su equipamiento. Ahora incorpora el sensor de lluvia, el encendido automático de los faros, el espejo retrovisor interior fotosensible y el Control de la Velocidad de Crucero de serie. Tiene un precio final de 33.450 euros. El equipamiento de serie es completo, opcionalmente podemos mejorar el equipo de sonido, incorporar la tapicería de cuero en los asientos, sensor de aparcamiento, apertura y arranque automático entre lo más destacable.