Probamos la versión más potente del Opel Astra. Con su motor sobrealimentado de 1.6 litros y 180 CV se consiguen buenas prestaciones y un coche bastante equilibrado en líneas generales. Esta versión se puede adquirir desde 22.100 € (ver precios gama).
Nuestra unidad de pruebas tenía el acabado Sport y a la suspensión de dureza variable que opel denomina “FlexRide” (ver imagen). Aunque sobre el papel y con esta presentación podríamos esperar una versión que apuesta claramente por la deportividad y las prestaciones, la verdad es que el Astra 1.6 turbo 180 cv es un coche equilibrado y razonable que se muestra cómodo para el día a día y estable en conducción mas exigente.
Buena calidad percibida
Respecto a la anterior generación del compacto de Opel, lo primero que notamos cuando nos subimos al Nuevo Astra es que, en diseño, sigue la línea marcada por el Opel Insignia. La primera sensación que tengo es que el interior intenta guardar una buena calidad percibida (ver vídeo del interior). En un primer vistazo parece que guarda los mismos estándares de calidad que un Insignia, pero cuando lo vemos con más detenimiento notamos que el tacto de los materiales no es el mismo en su gran mayoría. La sensación que tenemos es que se trata de un Insignia pero más barato (aquí tienes más información sobre el interior del Opel Astra).
La postura al volante es correcta, hay amplias y variadas regulaciones tanto en el asiento como en el volante que nos permiten adaptarnos con facilidad a los mandos. No me gustaron tanto los asientos de este acabado sport, me hubiera gustado que recogieran mejor el cuerpo y que tuvieran mayor sujeción lateral. Es de ese tipo de asientos en los que no terminas de coger la postura adecuada, al menos en mi caso - yo tengo una complexión de un 75 percentil-.
Estéticamente, hay que reconocer que el salpicadero y cuadro de mandos es atractivo y transmite modernidad, otra cosa es su utilidad funcional. En líneas generales es el típico coche en el que te pierdes para manejar cualquier función. La consola central tiene demasiados botones. Es necesario un periodo de adaptación para acostumbrarse a manejar tanto botón, pero está claro que para manipular cualquier función del sistema de climatización, equipo de sonido o navegador hay que distraer demasiado la atención cuando conducimos. Esta peculiaridad empieza a ser muy común en coches con sistemas cada vez mas avanzados de información, entretenimiento y ayuda a la conducción. El tacto de los botones y mandos es correcto y transmite una buena sensación de buen montaje y durabilidad.
Amplio y cómodo
La amplitud del interior es razonable para el tamaño y dimensiones en la carrocería. El espacio tanto de las plazas delanteras como el de las traseras es holgado en todas sus cotas.
En las plazas traseras el espacio longitudinal es muy bueno y los asientos resultan cómodos. Lo que menos nos gustó fueron los reposacabezas. Su regulación en altura es escasa, y eso provoca que no se encuentren en la posición deseada para proteger el cuello en caso de accidente por alcance.
Desde el puesto del conductor la visibilidad en los tres cuartos delantero y trasero no es demasiado buena. El diseño de la carrocería no permite que sea mejor, lo que indica que el diseño ha primado por encima del campo de visión trasero. En este sentido me recuerda mucho a la pésima visibilidad que se tiene en un SEAT León.
El interior del nuevo Opel Astra dispone de numerosos huecos portaobjetos: las bolsas de las puertas tiene suficiente capacidad para llevar botellas de agua de hasta un litro y medio (ver imagen); en la consola central existe un hueco en el que se puede dejar un reproductor de sonido como un iPod/iPhone (ver imagen); en la parte izquierda del salpicadero hay una pequeña guantera (ver imagen), bajo el asiento del pasajero se puede montar opcionalmente un pequeño cajón y detrás de los asientos delanteros hay dos bolsas en las que se puede guardar un mapa o un periódico (ver imagen). La guantera situada en la parte derecha del salpicadero ofrece espacio variable con divisiones móviles para sujetar un bolígrafo, monedas o tarjetas, etc.
FlexFloor: un sistema inteligente de espacio en el maletero
El maletero también se beneficia de la optimización inteligente del espacio gracias al sistema FlexFloor. El suelo del portaequipajes es ajustable en tres niveles, de forma que aumenta de forma importante la flexibilidad para organizar la carga.
Así, se pueden ocultar objetos bajo un falso suelo cuando éste está en la posición intermedia o más alta y en la más baja se pueden colocar hasta 370 litros de equipaje. Incluso si se abaten los respaldos de las plazas traseras, por mitades asimétricas 60/40, el espacio puede alcanzar 795 litros de capacidad total (ver imagen). Con los asientos abatidos el piso no queda totalmente plano.
FlexFloor dispone de unas ranuras en cada esquina del maletero en las que se encaja el suelo del mismo y a diferentes alturas. En cualquier posición, el suelo puede soportar hasta cien kilogramos de peso máximo. En la posición más alta, el plano de carga queda a la altura del borde del paragolpes trasero, quedando un hueco bajo el suelo visible de poco más de metro y medio de superficie, lo que supone 126 litros de capacidad.
En la posición intermedia, el piso del maletero queda a la misma altura que el respaldo del asiento trasero cuando está plegado, quedando un espacio bajo el piso de 55 milímetros de profundidad (aproximadamente 52 litros), lo que resulta ideal para alojar ropa y bolsas de equipaje pequeñas. En la posición más baja, se ofrece como capacidad toda la superficie del maletero.
Suspensión ajustable
Como en la anterior generación, el actual Opel Astra puede equipar la suspensión de dureza variable “FlexRide” (es la misma solución que equipa el Opel Insignia). ver vídeo
FlexRide dispone de dos programas de ajuste específicos de la suspensión: Tour y Sport, que se activan y desactivan mediante dos botones identificados con estos programas en la consola central. El programa “Tour” es el reglaje estándar que se activa automáticamente cuando arrancamos el coche. Tiene una configuración que apuesta por el confort, adquiriendo los amortiguadores una respuesta más suave.
El programa “Sport” activa todos los sistemas electrónicos necesarios para apostar por una conducción más deportiva; los amortiguadores se endurecen, el acelerador responde con mayor rapidez y se reduce la asistencia de la dirección –se vuelve más dura-. Al seleccionar el programa Sport, la iluminación del panel de instrumentos pasa de blanco a rojo (ver imagen).
Una nueva pulsación devuelve el sistema a reglaje normal. En este modo, los amortiguadores se adaptan continuamente a las condiciones de conducción, ofreciendo el mejor compromiso entre confort y eficiencia.
FlexRide es capaz de incrementar los valores de estabilidad del vehículo, siempre que el programa activado sea el “Tour”. El módulo de control registra la información que recogen los sensores repartidos por el chasis además de registrar la maniobra de giro del volante realizada por el conductor y endurece los amortiguadores.
FlexRide es un equipamiento opcional, disponible en los acabados Enjoy, Sport y Cosmo con todas las motorizaciones, a excepción del motor de gasolina de 1,4 litros atmosférico y el bloque diesel CDTI de 1,3 litros.
El Opel Astra 1.6 Turbo de 180 CV no es un coche incómodo en ninguno de los dos reglajes disponibles. Tampoco se aprecia mucha diferencia de dureza en la suspensión entre los dos programas (Tour y Sport). Si que es cierto que con el programa Sport el balanceo de la carrocería es más contenido.
Cuando activamos el modo “Sport” la dirección también se endurece. A mi personalmente, me gusta más la asistencia de la dirección con el modo “Tour” -es más suave y no es menos precisa que la del modo “Sport”-. Creo que en el modo “sport se endurece de una forma demasiado artificial que resta precisión cuando se buscan la trazada más fina.
En cualquier caso, desde la pantalla multifunción que hay en la parte superior de la consola central se pueden ajustar los reglajes a nuestro gusto, es decir, se pueden activar o desactivar todas las funciones por separado (la suspensión deportiva, la respuesta del acelerador, la asistencia de la dirección y el cambio de color de la instrumentación). ver imagen
Con ambos reglajes, el Opel Astra 1.6 Turbo de 180 CV es un coche estable y seguro en todo tipo de condiciones. La calidad de rodadura es buena y todos los ruidos y vibraciones están bien aislados (aquí tienes más información sobre el bastidor del Opel Astra).
Motor y prestaciones
El propulsor no da sensación de grandes prestaciones y aceleraciones para la potencia que declara, pero viendo fríamente los datos, las cifras son buenas. Es de esos coches que parece que no corren, pero corren. Acelera de 0 a 100 Km/h en 8,5 segundos y alcanza una velocidad máxima de 220 Km/h.
Donde mejor rinde este motor es en la zona alta del cuentavueltas –sobre las 5.500 rpm-. A medio régimen la respuesta es correcta y a bajas vueltas me esperaba algo más de nervio. En cualquier caso, es un motor que responde con una aceleración muy lineal.
Opcionalmente, este motor puede asociarse a una caja de cambios automática secuencial de seis relaciones (Opel la denomina “Active Select”). De serie, esta versión, monta una caja manual de seis velocidades.
Para no tratarse de un cambio automático de doble embrague, su respuesta y funcionamiento es bueno en líneas generales. No es todo lo rápida cuando se le exige continuos cambios de marcha, tanto para subir como para reducir, pero en condiciones normales responde perfectamente y gestiona muy bien las relaciones para mantener un régimen de giro prudente, además de adaptarse correctamente al tipo de conducción de cada uno.
El gasto de carburante se ajusta a lo que cabe esperar de un coche de gasolina con la potencia y peso que tiene este Astra. En ciclo mixto –recorrido urbano y carretera- nuestra unidad de pruebas consiguió una media ponderada de 7,7 litros. Eso sí, si a esta versión se le exigen prestaciones y se rueda a un régimen de giro alto, el consumo de carburante se incrementa con facilidad, pero sin ser muy exagerado.
El equipamiento puede ser muy completo. A diferencia de sus rivales directos, el Astra ofrece mucho equipamiento tecnológico de última generación que, sobre el papel, viste mucho. Entre dichos dispositivos, cabe destacar la suspensión de dureza variable FlexRide, el sistema de iluminación AFL+ que funciona muy bien, el sistema de lectura de señales de tráfico "Opel eye", que no funciona muy bien y se equivoca mas que acierta lo que deja en dudosa su utilidad, la alarma de cambio de carril, el asistente de arranque en pendientes y un sistema integrado de transporte de bicicletas "Flex Flix" entre lo más destacable (aquí tienes más información sobre su equipamiento).
El Opel Astra también cuenta con soluciones interesantes que sí que me parecen realmente prácticas y muy útiles. Por ejemplo, el sistema de llenado de combustible es sin tapón. Me parece un sistema simple y limpio de usar cuando se reposta, además, esta solución está diseñado para prevenir las confusiones de combustible y el consecuente peligro, inconveniencia y coste añadido.
El sistema de navegación integra una función que se activa cuando nos quedamos "en la reserva" de carburante (ver imagen). Automáticamente, el navegador nos muestra en la pantalla multifunción las estaciones de servicio más cercanas para poder repostar lo antes posible (ver imagen).
Conclusión: La estrategia comercial de ofrecer tecnología de vanguardia en un coche generalista puede ser un buen argumento para decantarse por el modelo de Opel, aunque algunos elemento de ese equipamiento desentonen por su funcionamiento errático que seguro se irá optimizando en sucesivas evoluciones. El nuevo Astra en su versión más potente objeto de esta prueba es un coche que cumple correctamente en todos los apartados y no desentona en ninguno de ellos -tampoco destaca sobre la competencia en casi ningún apartado-. Se trata de un compacto de última generación que ofrece un equipamiento avanzado, un buen nivel de confort al volante, una buena calidad percibida y, en el caso de nuestra unidad de pruebas, un motor que ofrece buenas prestaciones y un consumo de carburante equilibrado.
Texto: Gustavo Rodríguez
Fotos: A.R. Sastre, G. Rodríguez y Opel