El Nissan Note llega al segmento de los movolúmenes con espíritu urbano y familiar y con argumentos de peso para quedarse y mantenerse. Mantiene un buen compromiso entre tamaño y practicidad. Veamos si tiene algo más para situarse entre los más apetecibles de este disputado segmento.
En primer lugar el Note deriva directamente del prototipo denominado Tone que fue presentado en el Salón de París en su edición del año 2004. El nuevo monovolúmen de Nissan adelanta de alguna forma el lanzamiento del Renault Grand Modus –que contará con la misma batalla-. Recordemos que comparte plataforma y elementos mecánicos con el modelo francés.
Familiar Todo Terreno
El Note se ajusta perfectamente a las familias que deseen un monovolumen para poder utilizarlo a diario, moverse por la gran ciudad y realizar desplazamientos medio y largos sin ningún inconveniente.
Estéticamente es fiel a las líneas que presentó en su día el Tone, mínimos cambios diferencian al Note del concept Tone. En cuanto a su diseño nos llamó la atención los originales pilotos traseros en forma de boomerang y el diseño de la rejilla delantera heredado del Nissan Murano.
Su interior no es tan lujoso como el de un Renault Modus de similar acabado y terminación. Su diseño guarda cierta similitud con el Micra, de hecho comparte muchas piezas con su hermano de gama. Nos llamó la atención encontrarnos con unos pedales de aluminio y unas costuras rojas en el volante y asientos, algo reservado para vehículos con un caracter "más deportivo".
Los materiales utilizados para configurar el interior son muy sencillos. El tacto de todos los plásticos es duro y tienen un tratamiento correcto. Tan sólo la zona superior del salpicadero en la zona del acompañante tiene un compuesto mullido.
Los acabados son correctos sin ser excepcionales en líneas generales, o al menos, no están a la altura de lo que nos podemos encontrar en un Modus o en un Meriva. Se echa en falta piezas mejor rematadas y ajustadas. Algunas piezas se podían desprender con facilidad, como por ejemplo la goma de las puertas, el marco de la llave de encendido o el plafón que recogía las luces de la iluminación interior. Por lo demás tanto la tapicería como los diferentes materiales se podían limpiar con facilidad.
La presentación de los mandos es clara y sencilla en línas generales, aunque la instrumentación no presentaba un indicador con la temperatura del agua, tan sólo se conforma con un testigo luminoso.
Arranque sin llave
Nuestra unidad de pruebas contaba con el sistema de apertura, cierre y arranque sin llave. La apertura de las puertas se realiza mediante el mando a distancia o a través de un pequeño botón de goma situado en tirador de las puertas delanteras y maletero. Para encender el motor debemos que pisar el freno y girar una pieza fija de plástico que hace las veces de llave. Dicho sistema nos permite arrancar con una marcha insertada siempre que tengamos el pedal de embrague pisado. Para apagar el motor tenemos que girar la pieza como si fuera una llave convencional. Una vez apagado debemos pulsar un botón situado en la misma zona y volver a girar para desconectar y de esta forma poder cerrar el vehículo, si lo deseamos. Se nos antoja un sistema engorroso, teniendo en cuenta que la otra marca de la alianza cuenta con un sistema mas transparente para el usuario. No se ve en este punto las sinergias tecnológicas tan anunciadas por la Alianza Renault-Nissan.
No es un sistema tan avanzado como el utilizado en Renault pero puede que sea una traba para los enemigos de lo ajeno que no lo conozcan o para los más pequeños de la casa. También nos ahorra el gesto de sacar el mando a distancia para abrir las puertas-si así lo deseamos- e insertar la llave en el contacto para poder arrancarlo. Puede que los primeros días de uso sea un pequeño engorro, pero una vez adaptados creemos que supone un pequeño plus de confort.
Los asientos -de aspecto "deportivo"- están fabricados con un mullido mas bien blando. Las banquetas son demasiado planas y cortas –tanto en las plazas delanteras como en las traseras- y no sujetan correctamente el cuerpo en zonas viradas, aunque el Note no es un coche que invite a realizar una conducción deportiva a priori, se agradecería no tener que agarrarse al volante en demasia en según que curvas.
La plaza del conductor cuenta con un cómodo apoyabrazos en la parte derecha, pero no lo incorpora el asiento del acompañante, algo que sumado a la forma del asiento hace que éste no vaya tan cómodo. En los respaldos de los asientos delanteros se encuentran dos prácticas bandejas abatibles idénticas a las del scenic con un posavasos cada una y dos bolsas de generoso tamaño. La banqueta del asiento del acompañante esconde un generoso hueco que podemos descubrirlo al levantarla.
Espacio para los objetos
El interior es práctico y con suficientes huecos como para dejar un buen número de objetos. La guantera tiene una capacidad correcta, está refrigerada y su tapa aloja un práctico hueco que sirve para dejar documentación, mapas, etcÂ…También nos encontramos con un compartimiento con tapa en la zona superior en el que podemos dejar las gafas, el móvil o unas llaves. En la zona inferior de la consola central contamos con un nuevo hueco para dejar más objetos. Por el contrario las bolsas de las puertas son de escasa capacidad.
La habitabilidad del Note es una de sus grandes bazas. No debemos olvidar que el compacto monovolúmen de Nissan tiene una batalla de 2.600 mm –un Renault Mégane tiene 2.625 mm-. El espacio es notable tanto en las plazas delanteras como en las traseras. Los asientos traseros pueden desplazarse longitudinalmente –como en el Modus- para ganar espacio en el maletero. Con los asientos en su posición más adelantada los pasajeros podrían viajar sin grandes complicaciones pero algo incómodos según su altura, debido a la reducción del espacio para las piernas, sobre todo si son adultos. La capacidad mínima del maletero es de 280 litros, si desplazamos los asientos podemos llegar hasta los 437 litros y si los abatimos conseguimos 1332 litros de volumen, según medición VDA.
Sistema Flexi-Board
Para ganar en practicidad, los ingenieros de Nissan ha desarrollado un sistema –denominado Flexi-Board- que consta de dos planchas situadas en el suelo del maletero que nos permiten obtener un doble fondo si así lo deseamos. Dicha transformación se realiza de una forma rápida y sencilla.
El motor es uno de los puntos fuertes del note. El 1.6 litros de 110 cv de origen Nissan está construido en aluminio. Curiosamente comparte la misma cilindrada, potencia y similar par con el 1.6 litros de Renault. Por funcionamiento es prácticamente el mejor dentro de su categoría.
Destaca su respuesta a bajo y medio régimen, algo muy de agradecer en la conducción por ciudad. Sube muy bien de vueltas y es muy progresivo y agradable de utilizar. No es un motor que necesite moverse en la zona más alta para hacer vida de él. Tambien destaca su funcionamiento al ralentí, los ruidos y vibraciones son practicamente inexistentes, con una sensación como si nuestro Note se hubiera calado.
Para obtener tan buenos resultados se apoya en una caja que cuenta con unos desarrollos muy bien elegidos que le permiten obtener muy buenos registros. En condiciones de circulación ligeramente superiores a los límites de velocidad no llegamos a aprovechar la quinta en su totalidad, por tanto, creemos que es suficientemente larga. Los consumos en carretera pueden variar entre 5,5 y casi 9 litros dependiendo del tipo de conducción y lo que le exijamos a la mecánica. En ciduad el consumo se sitúa entre sobre los 8 litros en condiciones normales.
Para la ciudad y la carretera
El Note se adapta perfectamente a cualquier tipo de vía. Se desenvuelve como pez en el agua tanto en ciudad como en carreteras y autovías. La suspensión no tiene demasiado recorrido y puede llegar a dar cierta sensación de rigidez. En curva rápida la carrocería genera ciertos movimientos de cabeceo parásitos al pasar baches que nos invitan a tomarnos las cosas con calma. Cuando atravesamos una ondulación o realizamos el primer giro se descompone fácilmente con continuas oscilaciones, pero en cuanto encontramos el apoyo mantiene la línea correctamente, aunque con sus lógicas limitaciones. En curva lenta tiene una marcada respuesta subviradora. Cuando entramos apoyados y damos gas, el morro se levanta de forma exagerada y nos quedamos prácticamente sin agarre en el tren delantero. El tren trasero no aporta una gran ayuda, ya que cuando solicitamos su asistencia reacciona de forma brusca.
En carretera uno de los puntos que le restan confort al Note es el ruido. Su aislamiento acústico no esta muy logrado, quizás porque no es un coche diseñado y pensado para viajar constantemente.
Dirección y frenos
La dirección –de dureza variable en función de la velocidad- nos gustó por tacto y funcionamiento.
Es muy suave y agradable en todo tipo de situaciones, además de contar con un buen nivel de precisión. Nos gustaría que tomaran nota en Renault de la dirección del Note.
Los frenos carecían de mordiente, recordemos que son de disco en el tren delantero y de tambor en el trasero. En una utilización normal cumplen sin problemas, pero cuando les exigimos mayor esfuerzo con continuas frenadas desfallecen con rapidez.
Nuestra unidad de pruebas contaba con el acabado más alto denominado Tekna- que incorpora de serie control de estabilidad, un sistema de apertura y cierre sin llave, tapicería de piel, climatizador, sensor de luz y airbag frontales y laterales entre lo más destacable por 17.050 €. Un precio más que correcto si tenemos en cuenta su equipamiento, nivel de acabado y sobre todo, versatilidad.