El Nissan Note 1.5 dCi de 85 cv puede ser una buena alternativa, si se desea adquirir un monovolúmen con suficiente espacio, prestaciones, consumo reducido y equipamiento a un precio ajustado.
El nuevo modelo de Nissan deriva directamente del prototipo denominado Tone que fué presentado en el Salón de París en su edición del año 2004. El nuevo monovolúmen de Nissan adelanta de alguna forma el lanzamiento del Renault Grand Modus –que contará con la misma batalla-. Recordemos que comparte plataforma y elementos mecánicos con el modelo francés.
Para lo que quieras
El Note se ajusta perfectamente a las familias que deseen un monovolumen para poder utilizarlo a diario, moverse por la gran ciudad y realizar desplazamientos medio y largos sin ningún inconveniente.
Estéticamente es fiel a las líneas que presentó en su día el Tone, mínimos cambios diferencian al Note del concept Tone. En cuanto a su diseño nos llamó la atención los originales pilotos traseros en forma de boomerang y el diseño de la rejilla delantera heredado del Nissan Murano.
Su interior no es tan lujoso como el de un Renault Modus de similar acabado y terminación. Su diseño guarda cierta similitud con el Micra, de hecho comparte muchas piezas con su hermano de gama.
Los materiales utilizados para configurar el interior son muy sencillos. El tacto de todos los plásticos es duro y tienen un tratamiento más bien normal. Tan sólo la zona superior del salpicadero en la zona del acompañante tiene un compuesto mullido. Los tapizados se encuentran al mismo nivel.
Los acabados son correctos sin ser excepcionales en líneas generales, o al menos, no están a la altura de lo que nos podemos encontrar en un Renault Modus o en un Opel Meriva. Se echa en falta piezas mejor rematadas y ajustadas. Algunas piezas se podían desprender con facilidad, como por ejemplo la goma de las puertas y el marco de la llave. Por lo demás tanto la tapicería como los diferentes materiales se podían limpiar con facilidad.
Sencillez en su interior
La presentación de los mandos es clara y sencilla en líneas generales, aunque la instrumentación no presentaba un indicador con la temperatura del agua, tan sólo se conforma con un testigo luminoso.
Los asientos están fabricados con un mullido más bien blando. Las banquetas son demasiado planas y cortas –tanto en las plazas delanteras como en las traseras- y no sujetan correctamente el cuerpo en zonas viradas, aunque el Note no es un coche que invite a realizar una conducción deportiva a priori, se agradecería no tener que agarrarse al volante en demasía cuando atravesamos zonas con curvas.
La plaza del conductor cuenta con un cómodo apoyabrazos en la parte derecha, pero no lo incorpora el asiento del acompañante, algo que sumado a la forma del asiento hace que éste no vaya tan cómodo. En los respaldos de los asientos delanteros se encuentran dos prácticas bandejas abatibles idénticas a las del Renault Scenic con un posavasos cada una y dos bolsas de generoso tamaño. La banqueta del asiento del acompañante esconde un generoso hueco que podemos descubrirlo al levantarla.
Espacio para los objetos de cada día
El interior es práctico y con suficientes huecos como para dejar un buen número de objetos. La guantera tiene una capacidad correcta, está refrigerada y su tapa aloja un práctico hueco que sirve para dejar documentación, mapas, etcÂ…También nos encontramos con un compartimiento con tapa en la zona superior en el que podemos dejar las gafas, el móvil o unas llaves. En la zona inferior de la consola central contamos con un nuevo hueco para dejar más objetos. Por el contrario las bolsas de las puertas son de escasa capacidad.
La habitabilidad del Note es una de sus grandes bazas. No debemos olvidar que el compacto monovolúmen de Nissan tiene una batalla de 2.600 mm –un Renault Mégane tiene 2.625 mm-. El espacio es notable tanto en las plazas delanteras como en las traseras. Los asientos traseros pueden desplazarse longitudinalmente –como en el Renault Modus- para ganar espacio en el maletero. Con los asientos en su posición más adelantada los pasajeros podrían viajar sin grandes complicaciones pero algo incómodos según su altura, debido a la reducción del espacio para las piernas, sobre todo si son adultos. La capacidad mínima del maletero es de 280 litros, si desplazamos los asientos podemos llegar hasta los 437 litros y si los abatimos conseguimos 1332 litros de volumen.
Para ganar en practicidad, los ingenieros de Nissan ha desarrollado un sistema –denominado Flexi-Board- que consta de dos planchas situadas en el suelo del maletero que nos permiten obtener un doble fondo si así lo deseamos. Dicha transformación se realiza de una forma rápida y sencilla.
Motor de origen Renault
El Note adopta el K9K –conocido comercialmente como 1.5 dCi- con 85 cv. Con un sistema de inyección de segunda generación. Éste motor de 1.461 cm3 desarrolla 85 a 3.750 r.p.m y un par máximo de 20,4 mkg a 2.000 rpm. Su funcionamiento es muy progresivo durante toda su banda de utilización –comprendida entre las 2.000 y las 3.750 rpm-. Por debajo de 2.000 rpm le falta algo de fuerza, pero sin llegar a ser algo demasiado preocupante. Sus prestaciones son mas que suficientes para movernos por ciudad con rapidez y correctas para realizar largos trayectos por carretera sin mayores problemas. Cuenta con una respuesta más que aceptable y se defiende con bastante dignidad.
Uno de los puntos que le restan confort al Note es el ruido. Su aislamiento acústico no esta muy logrado, quizás porque no es un coche diseñado y pensado para viajar constantemente. En cualquier caso, no es de los diesel más ruidosos. Estabilizados en carretera no llega a ser demasiado molesto –es menos ruidoso que el 1.6 de gasolina de 110 cv en determinadas circunstancias-, pero nos hubiera gustado que fuera más silencioso. El motor no emite demasiadas vibraciones, aunque se dejan notar sobre todo en el embrague y en menor medida en el cambio.
Una de las razones por la que ésta versión puede ser más que interesante, son sus consumos. En carretera podemos obtener cifras que se pueden llegar a situar por debajo de los 5 litros. Si le exigimos lo máximo a la mecánica podemos llegar a un máximo de 9 litros. En ciudad podemos obtener registros por debajo de 6 litros.
Con caracter familiar
Ésta versión monta unas suspensiones menos enérgicas que la variante 1.6 de gasolina de 110 cv. Las inclinaciones de la carrocería son generosas. En curva rápida la carrocería genera ciertos movimientos de cabeceo parásitos al pasar baches que nos invitan a tomarnos las cosas con calma. Cuando atravesamos una ondulación o realizamos el primer giro se descompone fácilmente con continuas oscilaciones. En curva tiene una marcada respuesta subviradora. Cuando entramos apoyados y damos gas, el morro se levanta de forma exagerada y nos quedamos prácticamente sin agarre en el tren delantero. Cuando realizamos una transferencia de masas, el tren trasero tiende a cruzarse con bastante facilidad en cualquier tipo de giro.
Es recomendable incorporar el control de estabilidad para los conductores que valoren el tener un coche estable y seguro. Nuestra unidad de pruebas presentaba el acabado Acenta. Dicho terminado no puede incorporar como opción el control de estabilidad.
En ocasiones, cuando realizábamos una fuerte frenada en piso firme o cuando frenábamos al atravesar un bache detectamos un fuerte ruido provinente del tren delantero. Como si algún elemento de la suspensión delantera estubiera suelto.
Dirección y frenos
La dirección –de dureza variable en función de la velocidad- nos gustó por tacto y funcionamiento. Es muy suave y agradable en todo tipo de situaciones, además de contar con un buen nivel de precisión. Renault podría tomar nota.
Los frenos carecían de mordiente, recordemos que son de disco macizo en el tren delantero y de tambor en el trasero. En una utilización normal pueden llegar a cumplir sin demasiados problemas, pero cuando les exigimos mayor esfuerzo con continuas frenadas desfallecen con rapidez.
Nuestra unidad de pruebas contaba con el acabado más alto denominado Acenta- que incorpora de serie ABS con distribución electrónica de la fuerza de frenado, aire acondicionado, bandejas detrás de asientos delanteros, elevalunas eléctricos delanteros y traseros, radio con CD y airbag de conductor, acompañante y laterales entre lo más destacable por 16.550 €. Un precio más que correcto si tenemos en cuenta su equipamiento, nivel de acabado y sobre todo, versatilidad.
Opcionalmente puede incorporar climatizador, cristales traseros sobrepintados, la radio con cargador de 6 CD y 6 altavoces en un sólo pack por 500 €. Por último se puede añadir la pintura metalizada por 301 €. En definitiva, el precio se puede disparar como máximo hasta los 17.351 €.