En la moda de las marcas de crear vehículos de nicho, aparece este Nissan Juke, un coche que Nissan presenta con argumentos suficientes para ser un superventas. No es perfecto en todo, pero es muy práctico, completo y polivalente.
La primera toma de contacto que hemos realizado a este modelo ha sido sobre un Juke con el motor de gasolina de 1.6 litros atmosférico de 117 CV, asociado al acabado Teckna Sport con tracción delantera (4X2). Esta versión se puede adquirir desde 17.850 €.
Antes de entrar a valorar sus cualidades dinámicas y equipamiento, voy a comentar mi primera impresión al ver este peculiar coche. Lo primero que impacta de este modelo es su diseño. Pese a que presenta una línea diferente y vanguardista, he tenido la sensación de que el coche calará entre el gran publico. En este sentido, creo que Nissan ha creado los mimbres necesarios para conseguir un producto con argumentos suficientes para que funcione en el mercado.
Además de todo esto, creo que el Nissan Juke será un modelo que marcará tendencia en el mercado, ya que combina la maniobrabilidad de un utilitario, se acerca en dimensiones a un compacto y comparte alguna que otra cualidad con un SUV. Seguro que otras marcas lanzarán conceptos similares que compitan directamente con este modelo.
Interior vanguardista
Pero si el Nissan Juke impacta a primera vista, el interior también tiene un diseño bastante personal y original que poco tiene que ver con otros modelos de Nissan. Lo primero que se percibe cuando se accede al interior es que el diseño es moderno y de última hornada.
Desde el primer momento me encuentro cómodo en unos asientos envolventes, con un mullido muy confortable y con un tapizado bastante moderno que no había visto en ningún otro coche. En la banqueta hay una serie de motivos que imitan al enjambre de una abeja. Estos motivos tienen un relieve que tiene cierta adherencia cuando lo tocas. Habrá que ver si aguanta el paso del tiempo y la rozadura con otros textiles. Por lo demás, el resto del tapizado me parece bastante logrado.
Otra de las cosas que me ha gustado del interior es el volante. Éste, tiene un diámetro pequeño que permite ganar espacio, y así evitar que los codos peguen contra los paneles de las puertas. Además, un volante de este tamaño siempre te facilita las cosas cuando uno quiere conducir con agilidad.
Otra de las cosas que me ha gustado del puesto de conducción es que la palanca de cambios está en una posición perfecta, que no obliga a buscarla con el brazo en ningún momento.
La consola central también es muy accesible, atractiva y simplificada para poder manejar todas las funciones sin distraernos de la conducción. En la parte superior está situado el equipo de sonido, que me gustó por lo accesible y fácil de manejar que es. Debajo, el sistema de climatización y de control dinámico –denominado d-mode- comparten la misma botonería, que podemos variar pulsando uno de estos dos botones. Es una solución muy práctica porque elimina botones, simplifica la instrumentación y le da un toque de modernidad y vistosidad al interior. Supongo que será una solución que creará tendencia.
La instrumentación es muy completa, atractiva y clara. Combina indicadores analógicos y digitales. Las esferas correspondientes al cuentarrevoluciones y velocímetro se leen con claridad. En el centro hay una pantalla digital donde se puede ver el nivel de carburante, la temperatura exterior, la temperatura del refrigerante del motor y los datos del ordenador de a bordo, sobre consumos, distancias, etc. Tiene iluminación permanente -la intensidad luminosa se puede variar mediante un botón que es poco accesible y que se encuentra integrado entre las esferas del cuentarrevoluciones y velocímetro-. Cuando se conduce durante un largo tiempo de noche se agradece que se pueda variar la intensidad de la iluminación, ya que ésta es bastante potente. Justo a la derecha de ese botón se encuentra otro con el que se pueden variar los diferentes datos del ordenador de a bordo. Que este botón se encuentre en esa ubicación sí que me parece más criticable, ya que son datos que se suelen consultar con mayor asiduidad. Es algo muy común en los coches japoneses.
El volante integra los mandos que permiten manejar el equipo de sonido, el teléfono y el control de velocidad. Los mandos no me parecieron especialmente agradables de usar, pero creo que están mejor diseñados que en otros modelos. En la parte izquierda tiene varios mandos que nos permiten cambiar de emisoras de radio y cambiar las fuentes de sonido, así como cambiar el volumen. A la derecha del volante se encuentran los mandos correspondientes al regulador de velocidad. Estos últimos si me parecieron con un funcionamiento mejor resuelto.
Aunque en el interior se respire mucho diseño, me parece que lo han conjugado bien para que a la vez sea práctico. En la consola central hay tres huecos que nos permiten guardar objetos (ver imagen). Justo delante de la palanca de cambios, hay una pequeña bandeja tapizada con un recubrimiento de goma de tacto esponjoso que permite dejar un iPod/iPhone sin que pueda rayarse. Además, queda perfectamente sujeto y no produce molestos ruidos. Detrás de la palanca de cambios hay dos huecos posavasos bastante profundos –en ellos se pueden dejar los objetos que llevamos habitualmente encima-. Hay otra pequeña bandeja detrás que no la veo demasiada utilidad, ya que cualquier objetos que dejemos en ella puede caerse con facilidad. Estos últimos huecos no tienen alfombrillas adherentes.
La guantera es amplia y profunda. Hay espacio de sobra para dejar la documentación, el chaleco de señalización y bastantes objetos extra. No tiene iluminación y no esta climatizada ni tapizada. En su interior se ubica el mando que permite desconectar el airbag del acompañante.
Habitáculo y acabados
El habitáculo tiene formas irregulares. En las plazas delanteras hay espacio suficiente en todas sus cotas para que los ocupantes de las mismas estén suficientemente cómodos. El techo tiene, en la parte delantera, un curioso abombamiento no muy pronunciado que aumenta la buena sensación que nos han dado las plazas delanteras. En las plazas traseras hay menos espacio, pero el suficiente para que dos adultos de altura normal viajen suficientemente cómodos. Yo, que tengo una altura de 1,76 m, me encontré muy cómodo en las plazas traseras, tanto por espacio, como por la posición de los asientos. Respecto a las plazas delanteras, hay menos espacio en altura, debido a que el techo tiene una caída pronunciada similar a la de un modelo con carrocería coupé. Una persona de mayor estatura puede que necesite una mayor altura.
Aunque se hayan usado plásticos rígidos y sencillos, todos los materiales del interior del acabado Tekna Sport tienen una calidad buena, tanto por tacto como por apariencia. Los que peor sensación dan son los situados en los paneles de las puertas y los que cubren los pilares A.
Hay otros plásticos que ofrecen algo más de vistosidad al interior. Se trata de unas inserciones plásticas brillantes, pintadas en color rojo y negro, que adornan la consola central que divide las plazas delanteras y los apoyabrazos de los paneles de las puertas.
Me hubiera gustado que la parte superior del salpicadero y de los paneles de las puertas tuvieran un recubrimiento plástico blando, que quizás sea menos moderno, pero que se hace mas agradable al tacto y ayuda a la insonorización del conjunto.
El maletero tiene una capacidad de 251 litros. Excepto en las versiones 4wd, el maletero tiene un espacio de almacenaje bajo el piso que es muy útil para guardar los triángulos de señalización, las luces de repuesto y alguna que otra herramienta u objeto (ver imagen). Los asientos traseros se abaten en proporción 60:40 y el plegado se efectúa en un único movimiento para habilitar un piso de carga completamente plano, que permite aumentar el espacio de cara hasta 830 litros (VDA) medidos hasta el techo (ver imagen).
Para esconder la carga de miradas no deseadas, el maletero dispone de una bandeja superior que, al contrario de las tradicionales, está anclada al portón y se eleva con éste cuando se abre el maletero. Esta solución es similar a la que equipa un Renault Grand Modus o un Skoda Superb Combi, por ejemplo.
Motor de gasolina con 117 CV
Nuestra unidad de pruebas equipaba el motor de gasolina atmosférico con tecnología de distribución variable twin VTC 1.6 litros de 117 CV.
Técnicamente, lo más interesante de este motor es que adopta un sistema de inyección dual -primicia mundial- con dos inyectores en cada cilindro, cada uno de ellos con pulverizadores más pequeños para proporcionar inyecciones de combustible más finas y más adecuadas para una mayor atomización de la gasolina y una combustión más completa de la misma.
Este motor únicamente está disponible con la variante de dos ruedas motrices, tanto con un cambio manual de cinco velocidades como, de manera opcional, con la nueva generación de la caja XTRONIC CVT, una transmisión CVT distinta a la que se utiliza con el motor DIG-T de 190 CV. Nosotros probamos la versión con cambio manual.
Los datos de prestaciones incluyen una velocidad máxima de 178 km/h (CVT: 170 km/h) con un consumo medio de 6,4 l/100 kms (CVT: 6,3 l/km). Las emisiones de CO2 son de 147 g/km para la versión manual y de 145 g/km para la dotada del cambio CVT. La aceleración de 0 a 100 km/h. es de 11 segundos (CVT: 11.5).
Por su funcionamiento me parece un motor más recomendable para utilizarlo en carretera que en ciudad. Al tratarse de una mecánica atmosférica de distribución variable, para conseguir su mejor respuesta hay que moverse en un régimen de giro alto. Entre 4.000 y 6000 rpm está lo mas interesante de este motor. Por debajo, las prestaciones son más pobres, aunque más que suficientes para circular sin problemas.
Si lo llevas a un régimen de giro por debajo de 4.000 rpm no es un coche de prestaciones fulgurantes, pero llevándolo en su régimen de giro adecuado el motor muestra buenas prestaciones.
Siempre que no llevemos el motor a un régimen de giro muy alto, el nivel de ruidos es bajo. Es más, al ralentí las vibraciones y el ruido mecánico son muy bajos, hasta tal punto, que en ocasiones puede dar la sensación de que el coche se ha calado.
Me ha sorprendido gratamente lo bien que está trabajado el aislamiento acústico de la aerodinámica y rodadura –es similar al de coches más caros y lujosos-. Sin embargo, como he comentado anteriormente, el ruido del motor se impone en carretera cuando el régimen de giro supera las 4.000 rpm.
Aunque sea un motor ruidoso, en Nissan se han molestado para mitigar bien los ruidos y las resonancias generadas por el motor. Tan sólo percibimos una pequeña resonancia en el interior de la consola central sobre las 5.800 rpm.
El cambio manual de cinco velocidades tiene un escalonamiento bien elegido para conseguir un buen compromiso entre prestaciones y consumo. No obstante, echamos de menos una sexta velocidad para desahogar aún más al motor cuando circulamos en carretera a una velocidad estable.
Agradable de conducción
Una de las cosas que más me han gustado del Nissan Juke es lo bien que se ha trabajado el agrado de conducción. Me parece algo muy destacable en un coche en el que su uso va a ser mayormente en ciudad. La dirección, el cambio y los pedales tienen una suavidad extrema que permite manejarlos con poco esfuerzo. El Juke es uno de esos coches que, por mucho tiempo que lo conduzcas, nunca te cansa.
Del tacto que tiene el coche cuando lo conduces, lo que menos me ha gustado es que el embrague es difícil de dosificar para evitar los típicos tirones cuando realizas un cambio de velocidades, tanto para subir como para bajar marchas. Es un tacto similar que he podido ver en algún modelo de Renault. Además, el punto del embrague está demasiado alto para mi gusto. Algo típico en casi todos los modelos de Renault.
Una peculiaridad que tiene el Nissan Juke frente a otros modelos y competidores, es que te permite modificar algunos reglajes del coche a tu gusto. El sistema de control dinámico –denominado d-mode- es un sistema de control y de información que permite al conductor ajustar algunos parámetros que inciden directamente en el comportamiento del coche, así como efectuar cambios en elementos de confort interior como el climatizador.
Programado para operar en ocho idiomas diferentes -inglés, francés, alemán, italiano, portugués, español, ruso y holandés- integra una pantalla digital montada en el centro del salpicadero. Ésta cambia la presentación, el color y las funciones dependiendo del modo elegido en cada momento.
En el modo climatizador, por ejemplo, la pantalla informa de la temperatura interior mientras que los "botones" reflejan los caudales de aire elegidos. En el modo D, los botones cambian, permitiendo al conductor optar por los modos de conducción Normal, Sport y Eco.
Cada uno de estos ajustes cambian la respuesta del acelerador, el esfuerzo de la dirección e incluso la respuesta del aire acondicionado, para adaptarlos al modo de conducción elegido y a los deseos del conductor. Con los ajustes en modo Sport, por ejemplo, la unidad electrónica del motor cambia para ofrecer más potencia a regímenes elevados y una respuesta más rápida al acelerador, mientras que con el ajuste Eco, las revoluciones del motor se reducen para una aceleración progresiva, suave y mas económica.
En el modo “Sport” la dirección es algo más dura. Por el contrario, en el modo “Normal” es más asistida, suave y lineal. En modo Eco, la cantidad de aire frío en circulación dentro del habitáculo se optimiza reduciendo la carga del climatizador y rebajando el consumo de energía del sistema. Esta función se puede desconectar, si así lo deseamos, aunque elijamos el modo “Eco” para conducir.
Excelente calidad de rodadura
El Nissan Juke está basado en la plataforma B de la Alianza Renault Nissan, que ha sido actualizada para esta nueva aplicación. Tiene una distancia entre ejes de 2.530 mm y mide 4.135 mm de largo, 1.765 mm de ancho y 1.570 mm de alto. Las versiones de acceso a la gama disponen de llantas de 16 pulgadas de serie, no obstante, pueden equipar llantas de 17 pulgadas calzadas con neumáticos 215/55 R17.
De la dinámica del chasis, lo que más me ha sorprendido es lo bien que se ha trabajado la calidad de rodadura, algo a valorar en un coche de este precio. También me ha sorprendido lo estable que es en curva rápida y la poca sensación de velocidad que transmite el coche cuando se circula a velocidades elevadas. Por el contrario, el Nissan Juke se muestra más crítico cuando realizamos rápidos cambios de dirección o cuando efectuamos un apoyo fuerte en curva. Si hilamos fino e intentamos llevar el coche por la mejor trazada, se muestra muy rápido y efectivo. El amplio recorrido de suspensión y el ancho perfil del neumático se hacen notar en este sentido.
En zona lenta es un coche poco ágil, que pierde tracción con facilidad, pese a no tener potencia. Esto se produce en conducción de máxima exigencia, claro está, donde la mayoría de los usuarios de este coche no lo llevará, pero es bueno saber que en esta condiciones el coche nos avisa con reacciones claras pero nobles. En condiciones normales es un coche estable y seguro.
La suspensión tiene un reglaje claramente concebido para ofrecer buenas cualidades dinámicas en carretera, que es el entorno en el que más se va a utilizar mayoritariamente el Nissan Juke. Pese a tener un tarado de suspensión relativamente firme, la absorción de los baches es buena. No hay rebotes ni ruidos, y el coche no se descoloca ante un bache cuando se va rápido. Este buen compromiso entre confort y firmeza transmitirá siempre seguridad y estabilidad al conductor.
Facilidad de conducción en todos los terrenos
Una de las razones de peso por las que me compraría un Nissan Juke es por lo fácil que es de conducir, por lo bien que se desenvuelve en carretera y por las excelentes cualidades que muestra en ciudad. No hay que temer por los molestos badenes, ni por las pronunciadas rampas de los garajes, ni tan siquiera de aparcar en batería y pensar que el molesto bordillo nos va a romper la “panza” del parachoques, el Juke se muestra como el perfecto caballo de batalla urbano para el día a día.
La visibilidad y la conducción en ciudad me ha parecido muy buena. En primer lugar, la posición al volante es dominante, como corresponde a la del mejor SUV. Las dimensiones de la carrocería se controlan perfectamente. Hacía tiempo que no me subía en un coche en el que se controlara a primera vista la dimensión longitudinal del morro. Me ha parecido un coche fácil de aparcar y en el que no echas de menos los típicos sensores de aparcamiento. En cualquier caso, creo que facilitan mucho cualquier maniobra. Si decides adquirirlos, forman parte del equipamiento opcional –el delantero cuesta 133 € y el trasero 324 €-.
Pese a que las formas de la carrocería no dejen una luneta trasera especialmente generosa en cuanto a tamaño, a mí me ha parecido suficiente para tener la visibilidad adecuada. Además, los espejos retrovisores son grandes, tanto en anchura como en altura, algo que se agradece para tener una retrovisión sobresaliente.
El Nissan Juke tiene una capacidad de iluminación nocturna muy buena. En la parte alta del capó los faros superiores tienen las funciones de luz diurna y los intermitentes, mientras que los faros principales redondos están montados más abajo, en el frontal del coche. La luz diurna no se enciende automáticamente, sino que la podemos accionar a nuestro gusto (ver imagen).
Todos los Nissan Juke disponen de serie elementos como el aire acondicionado, elevalunas eléctricos delanteros y traseros, asientos traseros partidos en proporción 60/40 y radio con CD. Los sistemas de seguridad comprenden seis airbags y el control electrónico de estabilidad (ESP). Nuestra unidad, dotada con el acabado “Tekna Sport” equipa de serie elementos como las llantas de aleación de 17 pulgadas, tapicería Alcantara gris con inserciones en rojo y cristales traseros oscurecidos. Opcionalmente, el equipamiento se puede completar con la pintura metalizada (416 €), alerón trasero (229 €), kit de pedales deportivos fabricados en aluminio (96 €), Alarma (318 €), sensor de aparcamiento delantero (133 €) y trasero (324 €), enganche de remolque extraible (388 €) y un engache porta bicicleta (351 €) entre lo más destacable. Aquí puedes configurar a tu gusto el Nissan Juke.
Conclusión: El nuevo Nissan Juke es un coche interesante por la polivalencia de la que hace gala y por lo bien que se desenvuelve en todos los terrenos. El motor 1.6 litros de 117 CV cumple con su cometido, aunque se echa de menos algo con mas mordiente a revoluciones bajas y medias. Un motor como el 1.4 Tce de Renault le vendría de maravilla. Conjugando el concepto de crossover urbano, un diseño muy personal (con un mayor catalogo de colores sería aun mejor), un buen precio y un equipamiento moderno y completo estamos antes un coche con argumentos suficientes para crear un nuevo éxito de ventas. Algo a lo que Nissan se ha abonado con sus últimos modelos.
Texto: Gustavo Rodríguez
Fotos: A.R. Sastre y Nissan
Agradecimientos: La unidad de pruebas ha sido cedida por cortesía de Eylo Motor, concesionario oficial de Nissan en Valladolid - 47009, Avenida de Gijón, 92 - Tel. 983 36 38 50