Probamos uno de los mejores crossovers del segmento B, un modelo polivalente que tiene grandes cualidades como modelo utilitario. En su versión diésel de 110 CV resulta muy recomendable por prestaciones, consumo y agrado de conducción.
Respecto a la versión de 2011, la que se vende actualmente no cambia demasiado en cuanto a diseño se refiere, pero sí que ofrece ligeras mejoras. En la parte delantera, los faros superiores se han rediseñado para adoptar la forma de boomerang vista en el 370Z, el nuevo Qashqai y el nuevo Murano y para incorporar los faros de día de LED de dos intensidades. Los faros principales pueden ser ahora de xenón para mejorar la visibilidad y disponen de nuevas carcasas. El frontal incorpora una nueva parrilla en forma de V mientras que la parte baja es ahora más robusta gracias a la incorporación de unas pequeñas derivas en la parte inferior del parachoques.
Los retrovisores se han rediseñado para acoger los intermitentes de LED y, en el caso de que el coche equipe la Cámara de Vision 360º, las cámaras laterales.
En la parte trasera, el parachoques es más agresivo para combinar con los rediseñados pilotos en forma de boomerang con tecnología LED que dan al Juke una apariencia más distintiva por la noche.
Ahora, el paquete exterior dispone de diferentes elementos de personalización como las carcasas de los retrovisores, el acabado de los faros y el de los parachoques en cuatro colores a elegir; rojo, blanco, negro y amarillo.
La nueva paleta de colores se amplía hasta 10 tonos, tres de ellos nuevos, el Amarillo metalizado, el Azul metalizado y el Rojo sólido.
Una amplia gama de llantas de aleación personalizadas completan los cambios en el exteriores. El acabado de acceso Visia cuenta con llantas de 16 pulgadas de chapa o aleación mientras que las versiones Acenta y Tekna proponen llantas de aleación de 17 o 18 pulgadas. Para que los clientes puedan añadir su toque personal, se ofrecen también inserciones de color para las llantas de 18 pulgadas.
Mucho diseño por dentro
En su interior lo que más cambia son las nuevas opciones de personalización, que le dan un aspecto más alegre al mismo. De serie, el habitáculo del Juke plantea una tonalidad gris, que le otorga un diseño más austero. El nuevo paquete de personalización del interior utiliza inserciones de brillantes colores (puede elegirse el rojo, el blanco, el negro e incluso el amarillo) para personalizar la consola central, los acabados de las puertas, los marcos de las salidas de aire e incluso la palanca del cambio, el volante, los asientos y la parte superior del salpicadero. Dependiendo del acabado, existen dos tipos de tapicerías de tela -confort y sport- más una tapicería de cuero para los acabados superiores.
Los materiales no varían en cuanto aspecto y calidad. Siguen siendo rígidos y de fabricación sencilla, no obstante, ofrecen un muy buen ajuste y terminación.
El Nissan Juke sigue ofreciendo un puesto de conducción en el que es fácil sentirse cómodo desde el primer momento, gracias a la excelente ubicación de la palanca de cambios y del volante. Precisamente, este último, tiene un tamaño perfecto e integra los mandos justos y necesarios para manejar el teléfono, el regulador de velocidad y el equipo de sonido.
Los mandos que están integrados en la consola central también tienen un cómodo acceso, además de ofrecer muy buenas sensaciones en cuanto a su funcionamiento.
Los asientos delanteros nos han parecido más ergonómicos y confortables que los que se suelen encontrar en modelos de similar categoría y precio. Los traseros son algo más planos, pero igualmente cómodos.
Respecto al anterior modelo, hay cambios en el maletero que, en las versiones de dos ruedas motrices, ofrece un aumento del 40%, siendo ahora de 354 litros (una de las mejores cifras de su segmento). La versatilidad se ha mejorado con el abatido de los asientos traseros que deja un piso plano, lo que facilita la carga de objetos largos, y la inclusión de un piso de maletero de dos alturas lo que aumenta la flexibilidad del espacio de carga.
Muy buenas sensaciones al volante
El Nissan Juke ofrece una conducción de calidad. La posición al volante está muy cuidada -tal y como hemos comentado con anterioridad-, la dirección es muy suave con una asistencia perfecta, la maniobrabilidad es equivalente a la de los mejores utilitarios del mercado y es un coche que transmite mucha ligereza a la hora de conducir, lo que redunda muy positivamente en agrado de la conducción.
La versión diésel de 110 CV brinda un tacto muy cuidado, ya que los pedales, la dirección y el cambio presentan un tacto muy por encima del que solemos encontrar en coches de este precio y categoría. Especialmente, destaca el cambio manual de seis velocidades, que ofrece un tacto y funcionamiento formidable.
La versión Diésel es una magnífica elección si buscas un coche de bajo consumo (según nuestras mediciones obtuvimos un gasto medio combinado de poco más de 5,0 l/100 km). Además, responde muy bien desde la parte más baja del cuentavueltas, transmite mucha fuerza y nos deleita con un refinamiento muy cuidado.
El equipamiento de serie de todas las versiones es muy completo. Incluye luces diurnas de LED, radio CD con toma AUX-In, indicador del momento óptimo de cambio de marcha para promover una conducción más eficiente y un sensor de presión de neumáticos. Las versiones Visia 1.5 dCi y 1.6 Pack añaden llantas de aleación, aire acondicionado, ordenador de a bordo y regulación en altura también para el asiento del acompañante. La versión dCi de 110 CV está disponible desde 15.850 euros (consultar todos los precios de la gama Juke).
Conclusión: El Nissan Juke ahora es un coche con mayores posibilidades de personalización y con un aspecto aún más fresco y juvenil. Como utilitario es un coche sobresaliente, gracias a su maniobrabilidad y a su bajo consumo -en el caso de la versión Diésel-. Las posibilidades de equipamiento son amplias y los precios siguen siendo muy competitivos.