Nissan presenta una evolución en el GT-R que afecta al motor y al bastidor. Ya está disponible en los concesionarios desde 106.000 €. El GT-R sigue siendo el deportivo más interesante por la buena relación que tiene ente precio y prestaciones.
Con una estabilidad mejorada, un comportamiento más dinámico y una respuesta más rápida, el último GT-R alcanza un nuevo hito en términos de rendimiento. También se han mejorado los niveles de confort de marcha para permitir al conductor disfrutar de las mejores prestaciones en el mundo real.
Como los demás modelos de Nissan, el GT-R 2013 se ha beneficiado, de manera significativa, de las implicaciones de Nissan en el deporte del automóvil. Las conclusiones sacadas de la participación en las 24 Horas de Nürburgring de 2012 se han aplicado con sumo cuidado a la versión de calle del GT-R para mejorar la respuesta del motor y la estabilidad a alta velocidad.
Motor evolucionado
El famoso motor V6 bi-turbo de 3,8 litros del GT-R tiene nuevos inyectores de alta presión que ofrecen un control más preciso de la inyección. Con ello se ha mejorado la respuesta a medio y alto régimen y se ha aumentado la ya legendaria elasticidad del propulsor del GT-R.
También se ha montado una nueva válvula bypass para el turbo que limita el rápido descenso de la presión de inyección forzada cuando se levanta el pie del acelerador, mejorando la respuesta del turbo y manteniendo la respuesta al acelerador.
Finalmente, se ha diseñado un nuevo deflector especial en el interior del cárter de aceite para ayudar a mantener constante la presión de aceite y reducir la fricción rotativa, en especial en conducción deportiva.
Como resultado de estas mejoras, el GT-R 2013 puede acelerar de 0 a 100 km/h en unos increíbles 2,7 segundos (0,1 segundos más rápido que el modelo de 2012).
Más rígido y con suspensiones mejoradas
La todavía más rígida estructura del GT-R es consecuencia de los refuerzos adicionales en la barra estructural del salpicadero y en el panel de instrumentos. Estas pequeñas mejoras han aportado más rigidez a la carrocería y permiten un mayor control de la suspensión.
Los propios reglajes de la suspensión se han revisado también en la versión 2013 del GT-R. Tras medir el momento de inercia del coche en las curvas, los ingenieros han logrado aumentar el equilibrio en el comportamiento dinámico. Las modificaciones en los amortiguadores, los muelles y la barra estabilizadora delantera han permitido rebajar el centro de gravedad.
Entre los pequeños cambios efectuados en el chasis y la transmisión deben destacarse unos nuevos pernos que mejoran la caída de las ruedas y la estabilidad en curva así como unos árboles de transmisión más robustos.
Para validar las mejoras del modelo 2013, los ingenieros sometieron al coche a un extenso programa de pruebas en Nürburgring. La vuelta al famoso circuito alemán se cubrió en 7 minutos 19 segundos 1 décima en los tests de mayo del año pasado. Kazutoshi Mizuno, creador del GT-R, reveló, sin embargo, que se perdieron 5 décimas por culpa del tráfico en la vuelta rápida, lo que significa que el GT-R 2013 es capaz de rodar en 7 minutos 18 segundos 6 décimas. Este tiempo debe compararse con los 7 minutos 21 segundos de la versión 2012 del GT-R.