El Colt y el Swift representan dos opciones a los tradicionales utilitarios europeos, ya que además de unos diseños menos vistos, ofrecen una calidad de realización tan buena como sus rivales del Viejo Continente.
A simple vista, lo que más sorprende de nuestros protagonistas son los diferentes conceptos de carrocería que han adoptado los diseñadores de Mitsubishi y Suzuki.
Éstos últimos, ha creado un coche que recuerda por la forma del techo al Mini. No sólo lo decimos nosotros, ya que durante las jornadas de pruebas, muchos fueron los que nos preguntaron sobre el Swift. “¿Es un Mini nuevo?”. Dejando aparte parecidos estéticos, la configuración de la carrocería es la de un utilitario tradicional de cinco puertas y con un espacio interior que sorprende por la amplitud, no anchura, que ofrece a pesar de su tamaño reducido.
HABITÁCULOS ESPACIOSOS
El Mitsubishi recurre a la plataforma del Smart ForFour para construir un coche con un corte de monovolumen, aunque su habitabilidad es menor que la de un Opel Meriva o un Fiat Idea. Cuando cogemos el metro, comenzamos a comprobar las diferencias de tamaño. El Colt destaca por su mayor longitud, 3.870 milímetros frente a los 3.695 milímetros del Swift, lo que se traduce en un ligero espacio mayor para las piernas de los pasajeros. Otra zona donde vence el Colt es en la altura, ya que su carrocería de un solo volumen se eleva hasta los 1.550 milímetros.
Lógicamente las mayores dimensiones del Colt, le permiten ofrecer un espacio interior más amplio que su rival, que presenta un interior más tradicional. Aunque este hecho, no le impide ofrecer más espacio en las plazas traseras que un Renault Clio.
Si continuamos en el interior, podemos seguir apreciando diferencias. Mientras el Colt sigue apostando por la practicidad y la vida a bordo, el Swift ofrece un diseño más deportivo. El cuadro de mandos está presidido por un velocímetro que utiliza el mismo sistema de iluminación de Mazda. Mientras que en el centro del salpicadero se ha instalado un pequeño ordenador de a bordo que sólo indica el consumo instantáneo. La calidad general de los acabados es suficiente, aunque hay zonas del salpicadero que se pueden desmontar fácilmente. En el Colt la situación es similar, acabados correctos excepto cuando comenzamos a husmear por las zonas inferiores del salpicadero.
PEDIGRI JAPONÉS
Los dos motores presentan el característico modo de funcionamiento oriental. Es decir, son coches que desarrollan la dosis máxima de par sobre las 4.000 rpm – 14,8 mkg para el Colt y 13,5 mkg en el Swift- por lo que para aprovechar por completo el propulsor es conveniente llevarlos altos de vueltas. Las prestaciones de ambos vehículos son muy similares, el Swift alcanza 185 km/h frente a los 186 km/h del Colt. Mientras que la aceleración de 0 a 100 km/h la realizan en 10 segundos. Los consumos también son clavados: 6,2 litros a los 100 km de media para el Colt, mientras que el Swift consume 0,3 litros más.
Donde si hemos apreciado diferencias es en el funcionamiento de las cajas de cambio. El Suzuki ofrece una caja de cambios muy suave, precisa y con tacto excelente. Sin duda, una de las mejores virtudes del Swift, junto con una dirección muy suave para circular por ciudad.
Al ser dos coches con un claro espíritu urbano, se desenvuelven perfectamente entre el tráfico denso. En el Colt como la posición de conducción es más elevada, tenemos un mayor control de lo que sucede a nuestro alrededor. Aunque en el Swift, podemos ver perfectamente lo que ocurre a nuestras espaldas gracias a unos enormes retrovisores.
Como sus propulsores superan los 100 caballos, nuestros protagonistas no se asustarán cuando tengan que salir a la autovía. Ambos se defienden a las mil maravillas y permiten adelantar con autoridad siempre que se use el cambio. El mayor problema es la autonomía, ya que los 47 litros de gasolina del Colt y los 45 del Swift no dan para realizar muchos kilómetros.
En cuanto al precio, tenemos un claro ganador. Nos parece excesivos los 16.841 euros que cuesta el Mitsubishi Colt 1.5 Instyle, y alucinante los 18.200 que cuesta la versión Allshift. Para circular por ciudad y realizar alguna escapada los fines de semana, preferimos invertir los 13.895 que cuesta el Suzuki Swift 1.5 GLX que no ofrece tanto espacio interior pero su precio y equipamiento es mucho más atractivo.