El MINI Coupé es la versión con carrocería de dos plazas de la gama del utilitario británico. Como todos los modelos de la gama MINI, el Coupé es un coche que entusiasma por su extraordinaria agilidad sin parangón en el segmento de los automóviles pequeños, por el concepto sin igual de su habitáculo y carrocería, así como por el carácter selecto y típico de la marca, que se expresa a través de su diseño, su alta calidad, su completo equipamiento y las numerosas posibilidades ofrecidas para su personalización.
Para probar la carrocería más deportiva del MINI, decidimos hacerlo de la mano de la versión Cooper S, que es la antesala de la más deportiva de todas, el JCW. Esta versión equipa un motor turbo de gasolina de 1.6 litros sobrealimentado que entrega una potencia de 184 CV. Esta versión, si optas por el cambio automático, está disponible desde 29.377 € (ver todos los precios del MINI Coupé).
Estética inconfundible
Pero antes de entrar a valorar las prestaciones del motor, no quiero pasar por alto el diseño de este pequeño biplaza. En el caso nuestra unidad de pruebas, la carrocería estaba decorada a lo John Cooper Works. Es decir, la carrocería, pintada en color rojo, contrataba con detalles en negro y dos franjas decorativas. Pero además del color, no faltaban unas atractivas llantas de aleación, unos paragolpes más agresivos y una doble salida de escape situada en la parte central de la zaga.
Por dentro es como cualquier otro MINI. En el caso del nuestro, la personalización del interior se limitaba a inserciones plásticas que imitaban a la fibra de carbono. Sin duda, muy deportivo.
A diferencia de cualquier otro MINI, en el Coupé sientes que estás dentro de un pequeño Coupé deportivo. Digo esto, porque la postura de conducción puede ser muy baja, además de ser confortable.
Los asientos son normales. Cuando digo normales, me refiero a que no vamos sentados en unos baquets, por lo que si quieres mayor sujeción, tendrás que optar por otros más deportivos. De todas formas, a mi me han parecido cómodos y el agarre es más que aceptable como para no echar de menos algo más radical.
Tan auténtico como siempre
Por lo demás, qué puedo contarte que ya no conozcas de un MINI… pues que se trata de un coche especial y diferente. Sí, algunos usuarios se quejan que todo está un poco desordenado, que algunos mandos son poco intuitivos y que la instrumentación no es muy clara, pero si te doy mi opinión, debo decirte que a mi me gusta tal y como es. Me gusta que sea diferente, me encanta su aire retro y, sobre todo, animo a los diseñadores de MINI que, en futuras generaciones, todo siga teniendo el mismo encanto de siempre. Para coches anodinos e insípidos ya tenemos a un montón de alternativas en el mercado.
En términos prácticos, es un coche perfectamente válido para el día a día. Bien es cierto que no hay plazas traseras, pero no deja de ser un Coupé. No obstante, al no tener plazas traseras, el maletero tiene una capacidad más que aceptable, ya que sus 280 litros de volumen están a la altura de los mejores utilitarios, por ejemplo, un SEAT Ibiza.
El portón de gran tamaño se abre en un gran ángulo. La abertura de 36 centímetros de ancho y de 20 centímetros de altura entre el maletero y el habitáculo tiene una tapa que también puede abrirse cómodamente desde cualquiera de los dos asientos, por lo que la capacidad de carga del nuevo coupé es apropiada para transportar objetos diversos de uso cotidiano, pero también en los ratos de ocio y al realzar viajes largos de a dos.
El carácter funcional del coche se acrecienta mediante amplios vanos en los revestimientos de las puertas, tres portavasos y un vano portaobjetos transversal detrás de los asientos. La abertura con tapa que se encuentra entre los asientos permite introducir en el habitáculo objetos de mayor tamaño o equipos deportivos desde el maletero. La parte posterior del vano portaobjetos de forma tridimensional se eleva junto con el portón cuando éste se abre. En caso necesario, es posible desmontar completamente este vano portaobjetos posterior.
Llega la hora de divertirse
Pero no quiero aburrirte hablándote en detalle de las cualidades prácticas de este coche, algo que probablemente no te interese demasiado. Ahora me quiero centrar en el encanto de este MINI que, además de su diseño, es cómo se comporta y mueve en carretera.
Además de esa atmosfera especial de la que te he hablado al principio de la prueba, y que permite que un aburrido medio de transporte se convierta en algo lúdico y especial, no hay que dejar de lado lo que se disfruta cuando uno se pone al volante. Debo decir que, este MINI, es de los coches con los que mejor me lo he pasado, no sólo para “curvear”, sino también para hacer un uso más racional, como acercarme al centro o hacer la compra del supermercado.
Para empezar, como buen utilitario que se precie, es un coche con una maniobrabilidad formidable y con un tacto de dirección y pedales exquisito. Además, su firme suspensión, no resulta incómoda, ya que filtra muy bien las imperfecciones del asfalto sin sufrir secas e incómodas sacudidas.
En carretera, circulando a un ritmo ágil, es un coche muy satisfactorio, asentado y muy directo de reacciones. Sin embargo, cuando se trata de sacar el máximo partido al conjunto mecánico, este pequeñín de dos plazas se vuelve un poco revoltoso. Desde los primeros giros, es un coche que te enseña los dientes desde el primer momento.
Se trata de un coche nervioso, que lo copia todo, que te transmite hasta la mínima imperfección del asfalto y que tiene un tren trasero que se insinúa a la mínima, por lo que nos obliga a ser muy finos con la dirección y con la transferencia de pesos para mantener a la trasera por la línea. También hay que ser muy cuidadoso en los giros más pronunciados, sobre todo si se hace a una velocidad medio o alta, ya que a poco que giremos el volante unos dos cuartos –aproximadamente-, el tren trasero muestra una clara tendencia a descolocarse para redondear la curva.
A mi me encanta ese carácter nervioso, esa forma de ponerte las cosas un poco difíciles y la respuesta direccional del tren trasero a poco que lo tires en una curva.
Un muy buen tacto de conducción
La dirección me ha gustado mucho por tacto y precisión, incluso es más agradable cuando se practica una conducción normal, que una más rápida. Se puede endurecer levemente si pulsamos un botón que hay delante del cambio y que pone “Sport”. No sólo hace que la dirección sea más deportiva, sino que mejora la respuesta del acelerador.
En la misma línea se encuentran los frenos, ya que hacen gala de un tacto muy deportivo y permiten que, este MINI, se detenga en pocos metros. Además, los hemos utilizado en condiciones de mucha exigencia, y han aguantado bastante bien sin presentar grandes síntomas de fatiga.
De todo el conjunto mecánico, lo que menos me ha gustado es el cambio automático que equipa esta versión. Me parece válido para una conducción normal en la que se busque el confort de marcha, pero no creo que sea muy recomendable si lo que te gusta es conducir. Es muy lento, excesivamente lento para practicar una conducción mínimamente ágil. Incluso, para subir marcha, tenemos la sensación que a este cambio le gusta muy poco cambiar de marcha.
El cambio se puede manejar de manera semiautomática desde la palanca de cambios, o bien desde unas levas situadas detrás del volante. Estas levas tienen un funcionamiento curioso. Para manejar el cambio cuando toca girar mucho el volante, resultan bastante prácticas, ya que ambas tienen las mismas funciones. Es decir, para subir de marcha funcionan como cualquier otra leva convencional, pero, para bajar, hay que pulsarlas hacia delante.
El consumo se encuentra más o menos dentro de lo esperado en un coche de esta potencia y masa. Según nuestras mediciones, hemos obtenido un consumo ponderado de 8,4 litros sin buscar una conducción particularmente eficiente.
Como es lógico, sin tener la fuerza y el sonido de la versión JCW de 211 CV, el motor de 184 CV del Cooper S no está mal y se encuentra a la altura de lo esperado. Al igual que el chasis, esta mecánica tiene mucho nervio y nos deleita con un saborcillo a motor añejo que es de agradecer. No obstante, hay que apuntar que tiene los refinamientos propios de una buena mecánica de última generación.
Motor técnicamente avanzado
Esta motorización de 1.600 cc emplea un sistema de regulación variable de las válvulas, incluido en el kit tecnológico que, además, incluye el turbo Twin-Scroll y la inyección directa de gasolina. El colector de escape y el compresor turbo atienden cada uno a dos cilindros con el fin de conseguir una inmediata generación de la presión de carga. Gracias a la inyección directa, la dosificación del combustible es especialmente precisa.
A apenas 1.600 rpm se dispone del par motor máximo de 240 Nm. Con el overboost, ese par aumenta durante unos instantes a 260 Nm. De esta manera, el coche tiene una mayor capacidad de aceleración y recuperación, lo que permite ejecutar maniobras de aceleración especialmente dinámicas. Por tanto, es un motor que empuja bien desde abajo y mantiene una pegada hasta las 4.500 rpm. A partir de ahí, sigue estirando hasta pasadas las 6.000 rpm, aunque en este último margen el motor pierde algo de fuerza.
Toda esta fuerza, traducida en números, deja al MINI Cooper S Coupé en buen lugar, ya que es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 6,9 segundos, y su velocidad punta es de 230 km/h.
Alerón automático
Ya que hablo de prestaciones y dinamismo, no quiero pasar por alto el alerón posterior del MINI, que se activa automáticamente cuando se superan los 80 km/h para mejorar la estabilidad de tren trasero a altas velocidades. Si disminuye la velocidad a menos de 60 km/h, el alerón activado mediante un mecanismo de cuatro articulaciones vuelve a recuperar su posición inicial. Con una tecla que se encuentra en el panel de mando montado en el techo, es posible activar manualmente el alerón. Esto puede ser útil cuando, por ejemplo, se lava el coche.
Euipamiento
El MINI Coupé tiene un equipamiento de serie muy completo, que realza su cualidad de automóvil selecto y que permite disfrutar más de la conducción. Este equipamiento incluye, entre otros, climatizador (MINI Cooper S Coupé, MINI Cooper SD Coupé, MINI John Cooper Works Coupé), dirección asistida de funcionamiento en función de la velocidad y el sistema de asistencia al aparcar Park Distance Control con sensores en la parte posterior del coche. De serie también se incluyen asientos deportivos con regulación de altura, espejos retrovisores exteriores regulables eléctricamente, sistema audio Radio MINI CD (MINI John Cooper Works Coupé: Radio MINI Boost CD) con unidad CD compatible con MP3 y conexión AUX-In.
Opcionalmente se puede aumentar el confort y el carácter individual de este pequeño biplaza adquiriendo diversos equipos opcionales de alta calidad, algunos de ellos únicos en el segmento de los coches pequeños.
La gama de equipos opcionales incluye, por ejemplo, faros antiniebla, sensor de lluvia con función de activación automática de las luces de cruce que en combinación con los faros xenón opcionales también incluye la orientación automática del haz de luz en función del giro del volante y de la velocidad del coche. Con este sistema de orientación del haz de luz, se logra optimizar la iluminación de la calzada al trazar curvas. Además, los faros xenón pueden combinarse con carcasas de faros de color negro.
Entre los demás equipos opcionales cabe destacar la función de acceso de confort, el ordenador de a bordo, el climatizador, la calefacción de los asientos, el volante de funciones múltiples, los espejos retrovisores exteriores e interior con función automática de antideslumbramiento, el apoyabrazos, el kit de vanos portaobjetos y el conjunto de piezas de anclaje para el montaje de un portaequipajes exterior en la parte posterior del coche. Adicionalmente se puede optar por equipos de carácter exclusivo de la gama MINI Yours. Además, es posible adquirir equipos opcionales y accesorios especialmente deportivos de John Cooper Works.
Con el sistema de altavoces de alta fidelidad Harman Kardon y el puerto USB para sistemas audio es posible aumentar adicionalmente la calidad y funcionalidad de los sistemas de entretenimiento y comunicación.
Equipo de alta fidelidad
El equipo de radio MINI Visual Boost y el sistema de navegación de MINI están equipados con una pantalla de color de alta resolución de 6,5 pulgadas, montada en el tablero de instrumentos central, e incluyen un sistema de manos libres vía Bluetooth y un puerto USB de audio. Con él se dispone de funciones ampliadas gracias a la posibilidad de conectar equipos externos. Entre ellas, la función audio-streaming a través de Bluetooth, la representación de las imágenes de las tapas de CD musicales en la pantalla de a bordo, además de innovadoras funciones de ofimática. Los mapas y planos del sistema de navegación MINI están memorizados en una memoria flash incorporada en el coche. Los datos de esta memoria pueden actualizarse a través del puerto USB.
Conclusión: El MINI Coupé es un auténtico coche de capricho que te permite disfrutar de la conducción al máximo, incluso si lo utilizas para darte un paseo. El chasis da mucho juego para divertirte mucho cuando llegan las curvas y, el motor, está a la altura de lo esperado, ya que hay potencia suficiente para encontrar un buen nivel de prestaciones. Por tanto, si te gusta conducir y disfrutar de la conducción al máximo en un coche pequeño con una estética muy deportiva, el MINI debería ser el coupé que andabas buscando.
Texto: Gustavo Rodríguez
Fotos: A.R. Sastre, G. Rodríguez y MINI