El Mazda CX-7 es un SUV compacto que presenta una serie de mejoras que afectan a su bastidor, carrocería, interior, equipamiento y motores (estrena un nuevo motor Diesel 2.2 litros de 173 CV) -ver vídeo-. La gama está disponible desde 31.350 € (ver todos los precios).
Un éxito de ventas desde su lanzamiento
Desde su lanzamiento comercial el pasado año 2007, el Mazda CX-7 ha logrado una acogida magnífica, reafirmada con 15 premios de automoción y 190.000 unidades vendidas, de las que 30.000 corresponden a unidades matriculadas en Europa en menos de dos años.
Chasis mejorado para ofrecer mayor estabilidad, confort de conducción y seguridad
Mazda CX-7 mide 4.700 milímetros de longitud, 2.055 milímetros de ancho, 1.645 milímetros de alto y tiene una distancia entre ejes de 2.750 milímetros. El conjunto de la carrocería y el habitáculo del Mazda CX-7 2009 heredan la estructura de triple H, exclusiva de Mazda, extremadamente resistente, capaz de soportar impactos procedentes de distintas direcciones y de proteger eficazmente a los ocupantes del vehículo.
Dispone de un sub-bastidor delantero que posee una alta capacidad de absorción de impactos en caso de colisión frontal, además de un travesaño lateral delantero que redirige la energía del impacto hacia fuera del habitáculo. Además, en caso de colisión frontal, la sección delantera pueda llegar a subirse al capó del otro coche, protegiendo a los ocupantes del Mazda CX-7.
La estructura de la sección trasera, de alta rigidez, incluye una zona de absorción de impactos encargada de proteger el depósito de gasolina en caso de colisión trasera. También, los pilares se han revestido con una nervadura capaz de absorber la energía generada tras una colisión
El conjunto chasis-carrocería responde a una estructura monocasco que ha experimentado mejoras que han incrementado los valores de rigidez torsional en un 5 por ciento, lo que mejora el confort de conducción y la estabilidad, empleándose refuerzos locales y aceros de alta resistencia y ultra-alta en puntos en donde resultaban más efectivos y se utilizaron puntos de soldadura ligera, con adhesivos avanzados, materiales que no suponen un aumento adicional en el peso, todo ello mediante modernos métodos de análisis asistido por ordenador para cumplir los objetivos de rigidez y bajo peso.
Así, se ha reforzado la rigidez en los pasos de rueda traseros, los vanos de las puertas, los pilares B y el sub-bastidor situado bajo el suelo de la versión diesel.
Suspensión, dirección y frenos mejorados
El Nuevo Mazda CX-7 dispone de esquemas clásicos de suspensión, con ejes de tipo McPherson delante y suspensión multibrazo detrás, igual que el modelo de 2007, si bien se han reconfigurado para ofrecer un comportamiento más lineal y una mejor dinámica de conducción. Para ello, se han introducido nuevos amortiguadores delanteros que mejoran la estabilidad y el confort de marcha, combinados con una torreta de suspensión anclada con cojinetes de bola de baja fricción, potentes muelles de control de las fuerzas laterales y asientos de goma.
En la suspensión trasera, también monta nuevos amortiguadores especialmente ajustados para el nuevo modelo, de carrera más suave y cuya nueva geometría garantiza que las ruedas sufran una inclinación lateral mínima y mantengan su posición prácticamente vertical, incluso en las curvas más cerradas.
En cuanto al sistema de dirección, la versión de gasolina conserva la misma dirección asistida hidráulica del modelo de 2007, mientras que la nueva versión diésel monta una dirección asistida electrohidráulica.
Las dos versiones mecánicas del nuevo CX-7 cuentan con un sistema de frenos, formado por discos ventilados delanteros y traseros de 320 y 302 milímetros de diámetro, respectivamente, si bien en la versión diesel, los discos traseros son de 325 milímetros. Además, están asistidos por un arsenal de electrónica, en forma de sistemas que garantizan la seguridad de los pasajeros a bordo, con el control de estabilidad DSC, controla de tracción TCS, antibloqueo de frenos ABS con repartidor electrónicos de la fuerza de frenado EBD y asistente a la frenada, sistemas que son parte del equipamiento de serie en toda la gama.
Tracción total con reparto activo de par y control electrónico
El sistema de tracción total permanente del Mazda CX-7 2009 utiliza el reparto activo de par exclusivo de Mazda para trasladar a la carretera el par del motor, de forma suave y controlable. El sistema de tracción total se vale de la avanzada tecnología de sensores que equipa, cuyas funciones son controlar el ángulo de la dirección, el índice de guiñada, la velocidad de las ruedas, la fuerza G lateral y la posición del acelerador.
Con toda esa información, el sistema optimiza la tracción en milésimas de segundo, enviando la información al módulo de control de tracción que distribuye el par entre el eje delantero y el trasero, mediante un acoplamiento de reparto activo del par, controlado electrónicamente, ubicado delante del diferencial trasero. Este sistema distribuye hasta el 50 por ciento de la potencia del motor al eje trasero, optimizando el reparto de par en cualquier situación.
El SUV compacto que es 95 por cien reciclable
El nuevo Mazda CX-7 es un fiel reflejo de la filosofía de absoluto respeto por el medio ambiente que profesa Mazda en todos sus modelos y, más especialmente, el nuevo CX-7. De este modelo, es posible reciclar un 80 por ciento, mientras que el 20 por ciento restante se corresponde con materiales como caucho y cristal, asegurando la no existencia de sustancias nocivas en los procesos de reciclado.
La marca nipona no utiliza plomo en el depósito de combustible, ni en el cableado, ni en la capa protectora de pintura, ni tampoco cromo hexavalente o cadmio en ningún componente. Además, en el nuevo CX-7, como el resto de modelos de su gama, se emplea un exclusivo sistema de tres capas de pintura que reduce en un 15 por ciento la generación de CO2 y rebaja a la mitad el contenido de compuestos orgánicos volátiles en la pintura.
Nueva imagen de carrocería, más dinámica
El renovado Mazda CX-7 tiene mantiene la misma imagen tan deportiva como la carrocería del modelo original, si bien se han implantado cambios que realzan el diseño. Con un coeficiente aerodinámico de 0,34x, proporcionado por el afilado diseño de la carrocería y detalles como el marcado ángulo del pilar A de 66º, la línea de la cintura en elevación progresiva, el spoiler trasero y los musculosos pasos de rueda inspirados en los del deportivo Mazda RX-8 (ver imagen), se suma una nueva parrilla inferior de cinco puntas, más grande, que coincide con el nuevo lenguaje de diseño introducido con el nuevo Mazda3. La nueva parrilla se ha enmarcado en una moldura cromada que realza su presencia, al igual que los nuevos faros antiniebla, remarcados por un bisel más vertical.
En la silueta, la superficie acristalada del nuevo Mazda CX-7 dispone de molduras cromadas, detalle que también se encuentra en los umbrales de las puertas y en el portón trasero, por debajo del emblema de la marca. En la zaga, se ha instalado un nuevo spoiler de techo más grande, elemento que es de serie en el acabado Sportive.
Los cambios en la carrocería se completan con nuevas llantas de aleación de 18 y 19 pulgadas de diámetro, en diseños tridimensionales y con unas nuevas tonalidades de carrocería, aumentando la gama de colores a siete opciones, con los nuevos Aluminium Metallic, Stormy Blue Mica y Sparkling Black Mica.