Desde mayo de 2010, la variante familiar del Mazda6 incorpora una actualización que afecta a la carrocería, interior, chasis, motores y equipamiento (más información). Nosotros probamos la versión Diesel 2.2 CRTD de 163 CV asociada al acabado “Sportive” (cuesta 31.850 €). Veamos como le sienta este restyling al familiar de Mazda.
Entra por los ojos
Para empezar, lo primero que me llama la atención del Mazda6 Wagon es su diseño; moderno, dinámico e imponente. En este sentido, hay que reconocer que una de las bazas comerciales que tiene Mazda a la hora de vender sus productos es el diseño de todos sus modelos. El Mazda6 es uno de esos coches que cuando lo ves por primera vez en vivo te convence por su planta y empaque, algo de lo que muchos de sus rivales no pueden presumir (ver imágenes de la carrocería).
Pero dejando de lado las líneas de la carrocería, nos centramos en lo que realmente importa en un coche de estas características, que es la habitabilidad interior que puede llegar a ofrecer y las funciones prácticas, que al final es lo que se va buscando en este tipo de coches.
Por tamaño, el Mazda6 Wagon pelea directamente en la liga de las berlinas de última hornada: Renault Laguna Grand Tour, Citroën C5 Tourer, Toyota Avensis Cross Sport, y Opel Insignia Sports Tourer, entre los modelos más recientes.
El Mazda6 Wagon me ha gustado porque cumple con creces en todo lo que debe ofrecer una berlina familiar de este tamaño: Practicidad, buena capacidad de carga, versatilidad, confort, habitabilidad interior y un buen equipamiento. Si a todo esto le sumamos un coche con calidad de fabricación, de atractivas y deportivas líneas, parece que el cóctel es sugerente.
Cumple con lo previsto
Subimos al interior y vemos que accedemos a un coche amplio y bien hecho en líneas generales. Todos los materiales del interior guardan un buen aspecto visual y unos acabados sin tacha. Los asientos delanteros son dos buenos butacones tapizados en cuero que sujetan correctamente el cuerpo y que tratan con mimo a la espalda.
El puesto de conducción me ha parecido suficientemente cómodo como para no encontrar grandes pegas. El selector del cambio y los pedales resultan accesibles y la regulación del volante se adapta bastante bien a la postura adecuada. Echamos un primer vistazo para dejar los objetos que llevamos encima y enseguida encontramos un compartimento muy práctico en la zona más retrasada de la consola central. Además de hacer las veces de posavasos, se pueden guardar la cartera, el móvil y las llaves sin problemas. Las bolsas rígidas que se integran en los paneles también pueden ser útiles para guardar un bote de refresco o pequeños objetos. No son demasiado grandes, pero son accesibles.
Entre los dos asientos delanteros hay un apoyabrazos que no molesta en absoluto al manejar el cambio. Se puede regular longitudinalmente y oculta un cajón en el que se pueden guardar pequeños objetos, monedas y conectar fuentes de audio externas (ipod, mp4, etc) en una sola conexión jack.
La guantera tiene la capacidad suficiente para guardar el chaleco de señalización y toda la documentación de vehículo con los correspondientes manuales incluidos. No hay mucho más espacio para dejar más cosas, aunque se pueden guardar pequeños objetos. Lo que sí me parece criticable es que la guantera no esté climatizada ni tenga iluminación, como si tienen la mayoría de sus competidores. En un día de calor llevar una botella de agua refrigerada lo agradecerán todos los ocupantes del coche.
Los mandos y sus funciones
Antes de ponernos en marcha nos toca investigar entre todos los mandos y botones para poner en funcionamiento el equipo de sonido y ajustar la climatización. Nuestra unidad de pruebas equipaba un navegador integrado que elimina toda la botonería correspondiente al equipo de sonido. No me ha parecido ni accesible ni fácil de manejar.
Entre todos los mandos e información hay un desorden considerable que nos obliga a distraer demasiado la atención para manipular algunas funciones o acceder visualmente a algunos datos. Por ejemplo, el sistema de climatización funciona por separado. Por un lado -en la parte superior de la consola central- se muestra la temperatura y por otro -en la parte inferior- están los mandos giratorios que controlan la temperatura y las zonas del habitáculo.
En la parte superior de la consola central hay un pequeño display rectangular que integra demasiados datos para lo pequeño que es (ver imagen). Al final uno se termina acostumbrando, pero se ve demasiada información amontonada. De hecho, no se puede ver la hora y los datos del ordenador de viaje a la vez. Para ver la hora, hay que pulsar un botón situado en el volante (ver imagen).
Hablando del volante, la colección de botones es inmensa. No me ha parecido de los peores volantes “multifuncionales”, pero hay demasiado botón. Sin un aprendizaje avanzado, nos distraeremos demasiado para bajar el volumen del equipo de sonido, colgar el teléfono o ajustar el control de crucero. Además, nos parece que algunos botones son frágiles, sobresalen demasiado e interfieren en las maniobras de manejo del volante (ver botones parte izquierda y parte derecha).
El motor se pone en marcha y se para mediante este botón. Sin embargo, el freno de mano es mecánico, algo que choca demasiado en un coche que transmite un diseño moderno y de última hornada.
Nuestra unidad de pruebas equipa un techo solar. Me ha gustado por varios motivos: los botones que lo ponen en funcionamiento están muy bien ordenados, el cierre y la apertura es rápida y silenciosa y su ajuste es muy bueno, sin ruidos ni vibraciones.
Plazas traseras y maletero
Las plazas traseras me han gustado por su nivel de confort y espacio. La banqueta es cómoda. Tiene un mullido que tira a blando, pero que no resulta incómodo. La posición al sentarnos también es buena con la espalda algo inclinada. Es perfecta para realizar largos desplazamientos sin que nos sintamos incómodos a los cinco minutos y también para poner sillas infantiles sin que los niños vayan con la cabeza colgando hacia delante. Por último, hay suficiente espacio para las piernas. En la parte central hay un apoyabrazos que integra dos posavasos y que nos parece de obligada presencia para disfrutar de un confort aceptable.
El maletero tiene una capacidad de 519 litros, que se puede aumentar hasta los 1.751 litros si abatimos los asientos (ver imagen). Su piso es completamente plano, incluso con los asientos abatidos. Por cierto, los asientos se abaten de una forma rápida y cómoda. Hay unos tiradores en las paredes laterales del maletero para abatir automáticamente los asientos (ver imagen). Por lo demás, el maletero está equipado con dos ganchos muy resistentes para colgar bolsas incluso de peso considerable, cuatro argollas para instalar una red de sujeción y una toma de 12V. Además, en los laterales hay dos compartimentos (uno a cada lado) que vienen muy bien para guardar pequeños objetos.
En el umbral del maletero hay dos inserciones metálicas que facilitan la carga de objetos para que resbalen perfectamente. El maletero tiene un fondo donde están perfectamente ordenados en varios compartimentos un kit antipinchazos, los triángulos de emergencia y las luces de repuesto (ver imagen).
La bandeja del maletero es completamente retráctil, por lo que no estorba ni nos obliga a quitarla manualmente (ver imagen). El portón no resulta demasiado pesado, tanto al abrirlo como al cerrarlo. La iluminación me ha parecido muy deficiente. Tan sólo tiene un pequeño plafón que se puede apagar y encender manualmente y que está integrado en el propio portón, por lo que la pobre luz que emite de noche sirve de muy poco para tener una visibilidad medianamente decente.
El capó del motor es de acero y pesa mucho. Tampoco tiene un amortiguador que nos permita abrirlo y cerrarlo con menos esfuerzo.
Cómodo y dinámico
Puestos en marcha me ha resultado un coche muy cómodo, tal y como cabe esperar en una buena berlina familiar. En carretera, el motor no suena demasiado y las vibraciones están bastante contenidas. También existe un aislamiento de rodadura y aerodinámica bastante logrado en líneas generales.
Por el funcionamiento del motor, me ha parecido un coche más recomendable para circular por carretera que por ciudad. En carretera, el motor se encuentra más cómodo. En ciudad resulta más incómodo de conducir, ya que la respuesta por debajo de 2.000 rpm es más bien perezosa. Además, es un coche más bien brusco cuando se hace un cambio de marchas (tanto para subir como para reducir), cuando hay una retención o cuando sale desde parado. No sé muy bien si es por el embrague o por el propio motor. Lo que está claro que el embrague tiene un recorrido algo duro y cuesta trabajo dosificarlo. En este sentido, pienso lo mismo que mi compañero Antonio Somonte en la prueba que realizó al Mazda CX-7, a este motor le vendría como anillo al dedo un cambio automático.
El cambio tiene unos recorridos más bien marcados y no es demasiado suave, aunque transmite solidez y su tacto, aunque brusco, es correcto.
Teniendo en cuenta que el Mazda6 Wagon 2.2 CRTD de 163 CV pesa 1.575 kg, el gasto de combustible puede llegar a ser razonable, no obstante, a mi me ha parecido algo más elevado de lo que esperaba, y más si tenemos en cuenta que sus contrincantes se muestran menos sedientos. Circulando en autovía a velocidades legales el consumo es estabilizaba en 6,8 litros. En carretera secundaría aprovechando la máxima aceleración posible el consumo medio puede llegar a los 12.3 litros. En ciudad, el consumo puede variar entre 7 y 8 litros, dependiendo de las condiciones del tráfico y del tipo de conducción.
Buenas sensaciones al volante
Dinámicamente es un coche dotado de una suspensión orientada al confort. Es muy blanda en extensión y tiene mucho recorrido. Aún así, encontramos un coche estable y que transmite confianza cuando se conduce. Además, sus reacciones son nobles, sanas y bastante predecibles cuando se superan los límites de adherencia.
La dirección me ha gustado: es precisa, suave y muy comunicativa. Aportando mucho para agradar al usuario que le guste disfrutar de la conducción.
Los frenos son eficaces y aguantan perfectamente el uso intensivo. El tacto del pedal permite dosificar bien las frenadas. Por su parte, el ABS es bastante permisivo y no entorpece demasiado cuando se buscan buenas frenadas.
El control de estabilidad está bien trabajado. Te permite ir rápido sin que apenas se note, salvo en situaciones en las que la perdida de adherencia es exagerada. No es brusco y transmite mucha seguridad.
Nuestra unidad de pruebas calzaba neumáticos Dunlop SP Sport 2050 con medida 225/45 R18 con código de carga 91 y de velocidad W (ver imagen). Sólo he podido probarlos con suelo seco y con una temperatura ambiental de unos 30 grados. Su rendimiento y adherencia me ha parecido adecuada.
Precio y equipamiento
Nuestra unidad de pruebas, dotada con el acabado “Sportive” tenía un equipamiento muy completo:
Alumbrado AFS, Asistente de cambio de carril, asistente de arranque en pendiente, Airbag frontales, laterales y de cortina, control de tracción y estabilidad, climatizador bizona, bluetooth, control de crucero, equipo de sonido “Bose” con cargador para 6 CD, sistema de acceso y arranque sin llave, asientos calefactables con ajuste eléctrico y memoria, llantas de aleación de 18 pulgadas, sensor de lluvia y parking delantero y trasero y tapicería de cuero entre lo más destacable. Opcionalmente, nuestra unidad equipaba la pintura metalizada (400 €) y un pack que incluye el techo solar y el navegador (2.220 €).
El precio final de nuestra unidad era de 35.500 € (el Mazda 6 con este motor se puede adquirir desde 25.150 € y el acabado "Sportive" está disponible desde 31.850 €). El precio de la versión probada supera peligrosamente al de un Mazda CX-7 con un motor Diesel de 163 CV asociado al acabado Luxury (34.000 €).
Conclusión: El Mazda6 Wagon me ha gustado bastante en líneas generales, ya que cumple con los cometidos esenciales de un vehículo familiar de estas características. Es un coche cómodo, amplio, puede tener un equipamiento muy completo y tiene un maletero amplio y práctico. En carretera, que es donde mas a gusto se encuentra, se muestra como un coche cómodo, estable y agradable de conducir. El motor Diesel de 163 CV no es lo mejor del conjunto, pero cumple dignamente, ya que no es demasiado ruidoso y ofrece buenas prestaciones.
Texto: Gustavo Rodríguez
Fotos: A.R. Sastre, G. Rodríguez y Mazda