Si la anterior generación del Mazda6 ya supuso un gran salto respecto a la primera, esta última ha mejorado aún más para ganar en tamaño, calidad de fabricación tecnología y equipamiento. Ahora es una berlina más cercana al segmento E –el de las berlinas Premium, que al D -el de las berlinas generalistas-. Para ponerte en situación, por precio y tamaño, el Mazda6 supone una alternativa a un BMW Serie 3 o un Audi A4, más que, por ejemplo, a un Renault Laguna o un Peugeot 508.
Ni que decir tiene que, cuando lo ves en vivo, te das cuenta que el nuevo Mazda6 es un coche con más empaque. Sus líneas deportivas y generoso tamaño es imponente, y su apariencia nos recuerda mucho a la que pueda tener un Lexus o un Infiniti, dos marcas que las asociamos claramente al lujo.
Mucho empaque acompañado de una estética deportiva
Por fuera, todos los detalles están cuidados; la carrocería transmite la solidez de los buenos coches, y la tolerancia y ajuste entre piezas está muy cuidado.
Por dentro, nos encontramos lo que cabe esperar en un coche de este precio y categoría. La buena calidad de realización se impone en un interior que, sin transmitir un lujo extremo, nos dice a las claras que estamos ante un buen coche.
Aunque no todos los materiales del interior son de la misma calidad, todos están bien cuidados. La parte más visible del salpicadero, está recubierta por una capa de un espesor bastante grueso, que es agradable al tacto, parece consistente y tiene un muy buen aspecto. En el caso de nuestra unidad de pruebas, el salpicadero estaba adornado con unas inserciones de madera que también transmitían bastante calidad y que estaban bien ensambladas.
Los asientos de nuestra unidad de pruebas estaban forrados en un cuero oscuro de tacto agradable. Sin ser excesivamente envolventes, resultaban confortables y válidos para lo que se espera de una berlina de estas características.
Sencillez y sobriedad en su interior
A diferencia de otros modelos similares, el interior del Mazda6 es muy sobrio y sencillo. Todos los mandos se han simplificado al máximo, y se nota que están diseñados para que sean sencillos de manejar sin importar si son más o menos bonitos y futuristas. Por ejemplo, para manejar el sistema de climatización, se ha optado, con buen criterio bajo mi punto de vista, por unos mandos giratorios en lugar de botones. Lo mismo ocurre con los mandos del volante; son grandes y se localizan con facilidad. Lo malo, es que ofrecen un tacto un pelín tosco, aunque transmiten bastante solidez.
El panel de instrumentos también mejora respecto al modelo anterior. La información de interés para el conductor, como consumo de combustible, temperatura y distancia recorrida, se muestra claramente en una pantalla multifuncional de 3,5 pulgadas, situada en el cuadro de relojes. Otros datos (por ejemplo los sistemas de audio y de navegación) aparecen en la pantalla táctil de 5,8 pulgadas de la consola central. Incluso se ha elevado la posición de esta última para ayudar a los conductores a mantener la vista en la carretera. Además, el mando giratorio HMI commander, situado en la consola central, detrás de la palanca de cambios, se puede utilizar para controlar la mayoría de las funciones de la pantalla de 5,8 pulgadas.
Junto al sistema de sonido envolvente Bose de 11 altavoces, que suena de maravilla, la oferta de información y entretenimiento incluye una conexión USB (compatible con iPod) y toma AUX. Se ha actualizado la conexión Bluetooth y ahora ofrece funciones de reproducción, reproducción aleatoria y cambio de carpetas. La función de correo permite visionar en la pantalla de la consola central los SMS, MMS y correos electrónicos recibidos por un smartphone conectado por Bluetooth. Incluso puede leerlos una voz automatizada.
También ha mejorado considerablemente la tecnología de supresión de ruido y la funcionalidad de reconocimiento de voz. Es posible descargar hasta 1000 entradas de agenda en el sistema de telefonía móvil y llamar instantáneamente utilizando control por voz, sin necesidad de registrar por voz cada entrada individual. Incluso algunas funciones de audio (como cambiar pistas de música o emisoras de radio) pueden funcionar con control de voz.
Muy amplio por dentro
La generosa distancia entre ejes (2.830 mm) permite que, el espacio disponible en las plazas traseras, sea de los mejores de su segmento. Hay suficiente espacio en todas las cotas, y sólo he echado en falta que la banqueta de los asientos traseros fuera algo más larga o que se pudiera regular en longitud, pero esto ya irá en función de gustos.
Pero además de disfrutar de un habitáculo amplio, el Mazda6 también puede presumir de ser un coche práctico. Para ello, los ingenieros han dividido el habitáculo en zonas de almacenamiento, tomando buena nota de los comentarios de los propietarios del anterior modelo. Lógicamente, se ha dado prioridad a los lugares para las cosas que más utiliza el conductor (como la bandeja de la consola central, los posavasos de la consola del suelo y los bolsillos de la puerta delantera), que están situados de forma que sean visibles y accesibles con un movimiento mínimo. Incluso se ha optimizado la guantera con un sistema de cierre lateral, en vez de central, para que el conductor pueda acceder a ella con más facilidad. Ahora, en cada puerta hay espacio para una botella de 1 litro.
Los asientos traseros están divididos en secciones 60:40 y se pliegan para formar una zona de carga plana y flexible. Abatirlos es muy fácil, gracias a las palancas situadas en los laterales del maletero o los botones de desbloqueo estándar situados en los propios respaldos (los botones en los respaldos solo están disponibles en la versión Wagon). La capacidad máxima de carga del Wagon, que ha sido muy alabada desde su lanzamiento en 2002, es ahora de 1664 litros.
Aunque no tenía rival dentro de su segmento, en el Mazda6 la bandeja es más ligera y más fácil de poner y quitar que nunca, quedando perfectamente recogida bajo el suelo del compartimento de carga. Por su parte, el portón se abre con más rapidez y menos esfuerzo que antes, especialmente con tiempo frío.
Motor de gasolina de bajo consumo
Probamos el nuevo motor más potente de toda la gama. Se trata de un gasolina de cuatro cilindros de 2.5 litros que destaca por suavidad y, sobre todo, bajo consumo.
Esta mecánica ofrece una potencia de 192 CV a 5.700 rpm y un par motor máximo de 256 Nm a 3.250 rpm. Con estas cifras, el Mazda6 alcanza una velocidad máxima de 223 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en 7,8 segundos.
Como digo, lo que más me ha sorprendido de este motor, es su bajo consumo. En este sentido, me he quedado gratamente sorprendido al ver que, en carretera y respetando las limitaciones de velocidad, el gasto medio de carburante no iba más allá de los 6,5 l/100 km. Lo mismo ocurría en ciudad, ya que en condiciones normales y sin practicar una conducción eficiente, la media no superaba los 7,5 l/100 km, lo que es un dato excepcional.
Además de gastar poco, menos que algunos Diésel de menor potencia, es un motor que, pese a ser un cuatro cilindros en línea, es muy suave y a un régimen medio-bajo tiene un cierto saborcillo a un motor de mayor categoría con una arquitectura en “V”.
No debes asustarte por la potencia si lo que buscas es una conducción normal, ni pensar que con menos caballos vas servido. Esta versión me parece recomendable para cualquier conductor, salvo los que busquen unas prestaciones extremas. Con esta mecánica, el Mazda6 responde bien, incluso a una velocidad medio-alta en la que queramos buscar una aceleración aceptable.
Cambio automático de 6 velocidades
El motor está acoplado a un cambio automático de 6 velocidades que funciona correctamente y que está concebido para actuar con suavidad más que con rapidez. Digo esto, ya que se puede manejar de forma manual mediante la palanca de cambios o unas levas que hay detrás del volante, pero que al final y, salvo un caso puntual en el que queramos ir con marchas largas, no sirve de mucho si quieres realizar una conducción más dinámica.
Confortable y con buenas dosis de dinamismo
El funcionamiento de la suspensión nos recuerda que estamos ante un Mazda, ya que la suavidad y el confort es la nota predominante en todo momento. Es un coche que convierte el asfalto en una alfombra terciopelo, porque absorbe muy bien las imperfecciones y es capaz de filtrar muy bien las asperezas que se transmiten a través del chasis. Mecánicamente es un coche tan silencioso, que el ruido aerodinámico se percibe algo más de lo deseado, sobre todo si nos movemos a una velocidad alta. Por su parte, el motor se hace notar cuando lo arrancamos en frío, pero apenas se oye cuando alcanza su temperatura de servicio y, el ruido que hace, no resulta nada molesto.
Dinámicamente, debemos tener presente que estamos ante una berlina de casi 5 metros y 1.500 kg, por lo que no podemos pedirle la agilidad de un GTI. Sin embargo, como buen Mazda que se precie, el “6” mantiene bien el tipo en curva, resulta preciso y podemos ir muy rápido de una forma segura, ya que las reacciones son siempre predecibles y muy fáciles de controlar cuando se pierde adherencia.
Equipamiento y precio
Al igual que otros coches de última generación, el Mazda6 equipa varios asistentes a la conducción, que hacen que circulemos con mayor seguridad, Entre todos ellos, cabe destacar, el “Control de crucero adaptativo”, que mantiene la distancia con el vehículo precedente, y el “sistema de Frenada de emergencia”, que precarga los frenos y los aplica automáticamente si persiste el peligro por no haber respuesta del conductor. Si el conductor reacciona, se cancela la precarga. El SBS funciona a velocidades de entre 15 y 145 km/h, y ayuda a evitar o, al menos, a reducir la gravedad de un impacto trasero con el vehículo que nos precede, incluso a velocidades elevadas.
El Mazda6 SKYACTIV-G 2.5 192 CV Aut. Luxury, asociado a los packs Premium y Travel, cuesta 36.000 €, un precio que se ajusta perfectamente al equipamiento y la calidad del coche, y que también lo compensa con un equipamiento muy amplio que no deja prácticamente nada en opción, tan sólo la pintura metalizada, que cuesta 670 € (ver todos los precios).
Conclusión: El nuevo Mazda6 ha dado un gran salto, tanto es así, que ya no pelea con las berlinas generalistas, y sí lo hace con las Premium alemanas y japonesas. Argumentos tiene de sobra para convencer a cualquiera que busque una berlina de más de 30.000 € con una buena calidad de fabricación. La versión de 192 CV es muy recomendable por prestaciones, funcionamiento y, sobre todo, consumo.
Texto: Gustavo Rodríguez
Fotos: G. Rodríguez y Mazda