Dentro de las opciones Diesel que ofrece el Mazda6, la versión 2.2 CRTD 180 CV me parece, a priori, la más interesante de la gama, no sólo por la potencia y prestaciones que ofrece, sino también por el funcionamiento y tacto del que hace gala. Bajo nuestro punto de vista, es un motor más recomendable que la versión de 163 CV.
La versión que hemos tenido la oportunidad de probar ha recibido el reequipamiento que Mazda ha dado a la gama Mazda6, mejorando algunas cosas respecto a la gama anterior y también empeorando otras. Sin embargo, se mantienen algunos detalles que no nos dejan contentos a todos.
Han mejorado algunos materiales y ajustes que, aunque eran ya bastante buenos, ahora son mejores aún. Este es un coche de gran calidad constructiva, con detalles de segmento superior, donde la calidad percibida está al nivel de los mejores en el segmento de las berlinas generalistas. Tiene guarnecidos muy confortables al tacto (como el de las puertas), materiales con buenos acabados (como el símil metal que decoran la consola, el salpicadero y los mandos de las puertas delanteras). También tiene detalles interesantes, como la tapa amortiguada que oculta dos posavasos en la consola, los plásticos que cubre los rieles de los anclajes de los asientos delanteros o los pedales acabados en aluminio. Todos ellos nos hacen sentirnos en un coche con una buena realización.
Asientos, habitabilidad y maletero
Los asientos delanteros de esta versión son buenos en general, sujetan muy bien y tienen una dureza perfecta, orientado claramente al confort. Están guarnecidos en cuero de grano fino, muy agradable al tacto, pero de un color que en verano puede ser muy caluroso. Un sistema de ventilación asociado al de calefacción que ya llevan los asientos delanteros sería perfecto (el sistema de la calefacción es ejemplarmente rápido). Ambos asientos tienen mandos eléctricos para la regulación de altura en el conductor y los habituales de inclinación, lumbar y longitud.
Los reposacabezas se ajustan bien en altura, pero siguen sin ser perfectos, porque siguen estando demasiado separados de nuestra cabeza. Un detalle que no me ha gustado es que el respaldo queda un poco bajo con respecto a los hombros, por lo menos en personas de más de 1,85 metros. Si quiero tener el respaldo más alto, tengo que inclinar la banqueta hacia delante.
Los asientos traseros son cómodos para dos adultos o dos niños con sistemas de retención infantil de los grupos 0, 0+, I y II. Hay muy buen espacio entre asientos, en anchura y suficiente en altura, aunque nuestra unidad montaba un techo solar y restaba algo de espacio (el guarnecido del techo es mucho más grueso que las versiones sin techo solar). Por espacio, sólo es recomendable para tres ocupantes, en caso que estos sean tres niños que no necesiten sistemas de retención infantil. Los asientos traseros se abaten mediante mandos a ambos lados del interior del maletero, en la típica proporción 60/40, dejando un fondo de maletero completamente llano. Montan anclajes ISOFIX en las plazas laterales traseras donde no podemos encontrar airbags laterales, ya que no están disponibles para estas plazas, sí los de cortina.
El maletero tiene una muy buena capacidad con 510 litros. Está bien terminado y completamente guarnecido en moqueta de pelo corto con aspecto de ser resistente y sufrida. Hay cuatro ganchos para poner una red elástica y una cinta para sujetar objetos altos en el lateral izquierdo.
Debajo del falso suelo del maletero tenemos un kit anti pinchazos alojado en fondo del maletero junto a diversos útiles y herramientas. Todo está perfectamente alojado en una pieza moldeada de corcho sintético que sirve además como material insonorizante (ver imagen).
El acceso al maletero es muy sencillo, la boca de carga es amplia y el umbral no queda demasiado alto, lo cual se agradece. El portón pesa bastante, y se nota mucho el esfuerzo que tienen que hacer los amortiguadores y el usuario al abrirlo. Tiene un sistema eléctrico que lo ajusta automáticamente cuando lo cerramos. Un sistema automático de apertura vendría muy bien para hacer mucho más confortable su uso, pero la verdad es que ninguno de sus directos oponentes lo tiene, así que no me parece algo realmente criticable. El portón se puede abrir desde el mando a distancia, o bien, desde un botón integrando en la luz trasera de freno (ver imagen).
Mandos: disposición y funcionamiento
El cuadro de instrumentación tiene una tipografía muy clara de tamaño perfecto e iluminación en azul claro y rojo. Es muy agradable a la vista, siempre está iluminada y tiene una intensidad diferente cuando se circula de día y de noche. Tiene un reostato para regular la intensidad de la iluminación del cuadro y de los mandos y botones del interior (el mando que regula los espejos retrovisores exteriores no está iluminado).
La información se muestra algo desordenada, y eso nos obliga a distraer demasiado la atención para manipular algunas funciones o acceder visualmente a algunos datos. Por ejemplo, el sistema de climatización funciona por separado. Por un lado -en la parte superior de la consola central- se muestra la temperatura y, por otro, -en la parte inferior- están los mandos giratorios que controlan la temperatura y las zonas del habitáculo.
En la parte superior de la consola central hay un pequeño display rectangular que integra demasiados datos para lo pequeño que es (ver imagen). Al final uno se termina acostumbrando, pero se ve demasiada información amontonada. De hecho, no se puede ver la hora y los datos del ordenador de viaje a la vez. Para ver la hora, hay que pulsar un botón situado en el volante (ver imagen).
Los mandos del puesto de conducción están bien dispuestos, justo a mano. Los mandos que sirven para desconectar el sistema de alerta de cambio de carril, el control de estabilidad, el sistema AFS de alumbrado y el sensor de parking son menos accesibles (ver imagen). En mi opinión, son más ocultables los botones de la calefacción que éstos, que seguro que se usan bastante más. Yo, sin duda, intercambiaría su localización.
La iluminación del habitáculo es buena. El plafón delantero incluye luces de lectura y, el trasero, ofrece una buena iluminación interior. Los parasoles delanteros llevan espejo de cortesía e iluminación, aunque su intensidad es poco más que testimonial. El espejo retrovisor fotosensible se oscurece cuando recibe una intensidad luminosa correcta a una velocidad adecuada.
Algunos mandos dispuestos en el volante no me han gustado mucho y repito lo comentado en la prueba del Mazda CX-7 de mi compañero Antonio Somonte: “Por disposición molestan en las maniobras al volante. Los mandos de volumen y selección a la izquierda y de “set” a la derecha (con forma de pulsador), sobresalen demasiado. Salvo esa pega, tengo que decir que su funcionamiento es bueno y correcto, con un tacto incluso agradable. Si no fuera por ese fallo, serían mandos perfectos. Los botones que controlan la radio, el ordenador, el teléfono y el control de velocidad de crucero (no dispone de limitador de velocidad) están bien dispuestos. El volante también es muy bueno, forrado en cuero. Tiene un tacto muy agradable y un grosor y diámetro perfecto. Además, cuenta con una amplia regulación en altura y, sobre todo, en profundidad.”
Los pedales, acabados en aluminio y con tacos en goma, son muy buenos, con un tacto correcto en líneas generales. El embrague tiene una asistencia más dura que las versiones de gasolina.
La consola contiene la pantalla multifunción donde podemos ver la información correspondiente al climatizador, teléfono, ordenador de bordo y navegador. También integra los botones de la calefacción de los asientos delanteros.
Equipo de sonido y climatizador
El equipo de sonido es muy bueno, con un sonido potente y limpio. Gestiona bien, tanto el cargador de discos mp3/wma como fuentes auxiliares vía conector jack (en este último caso no se puede gestionar la fuente de sonido con los mandos del vehículo). Navegar por un iPod es de lo más sencillo, ya que lo emparejamos como un dispositivo bluetooth más y lo gestionamos desde el volante, con las mismas funciones que el propio sistema (ver imagen).
El bluetooth para teléfono funciona perfectamente, tanto la emisión como la recepción son muy buenas. La gestión de la agenda del teléfono se hace de forma transparente y automática para el usuario (ver imagen).
El navegador es lo que más flojea del conjunto, porque la cartografía, representada solo en 2D, tiene un apariencia pobre y no dispone de muchos puntos de información, no obstante, es amplia y está actualizada (tiene la mayor parte de
Europa). Sí dispone de información de tráfico TMC, pero no ofrece información de la situación de radares.
El climatizador tiene un funcionamiento perfecto, es muy sencillo de manejar y en función automática mantiene perfecta y rápidamente la temperatura solicitada. La consola no tiene salidas de aire para las plazas traseras, que son las habituales salidas debajo de los asientos delanteros.
Automatismos
El Sistema de apertura y arranque “manos libres” funciona muy bien (ver imagen). Para acceder al habitáculo sólo tenemos que abrir el tirador de la puerta (ver imagen). Para arrancar el motor hay que pisar el embrague y presionar el botón de arranque/parada, sin tener que alojar el mando/llave en ninguna ranura ni similar. Para apagar el motor es suficiente con la breve pulsación del botón de arranque/parada (ver imagen). Para cerrar el coche hay que pulsar el botón del mando a distancia o el de las puertas o maletero. Este sistema sería perfecto si se cerraran las puertas sin intervención del usuario, algo que otras marcas ya tienen desde hace más de 10 años.
Los automatismos para los limpiaparabrisas y para el encendido del alumbrado de cruce funcionan perfectamente. Los faros bixenon AFS alumbran muy bien, aunque el movimiento lateral del foco, con la función AFS activa, me ha parecido un poco lento.
Nuestra unidad de pruebas equipaba el sistema RVM de alerta de cambio involuntario de carril, que también realiza las funciones de avisador de presencia de vehículos en el ángulo muerto. Funciona perfectamente y sólo podemos decir en su debe que la luz de emergencia tiene una intensidad pobre que hace que de día casi ni se vea. El que equipa el Mazda3 es mejor en este sentido (el testigo luminoso se ve mucho mejor y está integrado en los espejos retrovisores -ver imagen-).
Hay un detalle que no me ha gustado demasiado. Cuando paramos el motor, no se encienden las luces de cortesía del interior y el equipo de sonido se apaga.
Existen varios huecos repartidos por el habitáculo que contribuyen a dar mayor capacidad al interior del coche. No nos faltarán huecos en puertas, consola, reposabrazos y guantera. La guantera es espaciosa, pero no va guarnecida ni refrigerada. Salvo la guantera, todos los huecos están acabados en goma o moqueta.
Hay un compartimento muy práctico, útil y capaz que está cubierto con una tapa amortiguada y que se sitúa en la consola, justo al lado del freno de mano.
Motor y cambio
El 2.2 CRTD de 180 CV me parece uno de los mejores motores Diesel de la gama y del mercado (ver motor). Tengo que confesaros que me ha sorprendido, y mucho. Lo que más me ha gustado es la respuesta que tiene al acelerador. Poco o nada que ver con la que ofrece muchos motores modernos, ya sean Diesel o gasolina. También destaca por ofrecer una respuesta efectiva desde bajas vueltas; es un motor que responde perfectamente, incluso, saliendo desde parado.
El tacto que ofrece el motor es muy satisfactorio. Desde 1.800 rpm responde perfectamente con una entrega de potencia muy lineal hasta aproximadamente las 4.000 rpm (el motor estira unas 500 rpm más, pero no merece demasiado la pena exprimirlo al máximo).
Su funcionamiento es suave y progresivo. Además, es una mecánica con mucho par disponible, lo que facilita el poder ir en marchas largas a bajos regímenes sin problemas.
Asociado a este motor, se encuentra un cambio manual de seis velocidades. Lo primero que sorprende es su guiado; bastante preciso y con unos recorridos cortos y bastante marcados. En uso normal es suave y satisfactorio, pero cuando lo manejamos con rapidez su dureza se incrementa considerablemente. Aún así, las marchas no ofrecen demasiada resistencia.
Los desarrollos están bien elegidos para ofrecer un buen equilibrio entre consumo y prestaciones. Me llamó especialmente la atención lo corta que es la sexta velocidad, algo que permite llegar con cierta facilidad a la velocidad máxima declarada por el fabricante (218 km/h). La sexta es tan corta, que apenas se nota diferencia entre la quinta y la sexta, sobre todo cuando se circula a altas velocidades. En condiciones normales, no se echa en falta una relación más larga. Creo que Mazda ha elegido bien en este sentido.
El motor es ruidoso y transmite alguna que otra vibración cuando se arranca en frío. El ruido y la sensación cuando lo arrancas no es demasiado agradable. Una vez que el motor coge temperatura se vuelve más silencioso y el panorama cambia por completo, aunque, eso sí, transmite alguna vibración parásita al volante, pedal de embrague y mando del cambio. No son demasiado notorias, pero se hacen sentir.
El consumo de carburante varía mucho en función del tipo de conducción que se practique. En carretera, respetando las limitaciones de velocidad, obtuvimos un consumo medio de 6,7 l/100 km. En ciudad, el consumo siempre se situaba sobre los 8 litros de media.
Comportamiento dinámico
El Mazda6 2.2 CRTD 180 CV es un coche muy confortable, no sólo por lo poco que suena el motor, sino también por lo confortable que resulta la suspensión. El filtrado de la rodadura está muy trabajado y permite que los ocupantes viajen con mucha comodidad.
La suspensión es blanda en extensión y el balanceo de la carrocería es generoso (creo que por la configuración de las estabilizadoras). El tren trasero es muy ágil y receptivo a los cambios de masas y dirección. Es fácil descolocarlo, y estas reacciones hacen que el conductor lo tenga muy en cuenta, incluso con el control de estabilidad conectado.
Este tipo de reacciones serán del agrado de los conductores que quieran un coche ágil y, no tanto, para los que quieran un coche con sensación de aplomo y estabilidad en el que prime la facilidad de conducción.
Cuando sobrepasamos los límites de adherencia, las reacciones son progresivas y predecibles aunque, insisto, siempre debemos de ser cuidadosos con los cambios de masas en curva, ya que el tren trasero es bastante receptivo.
La dirección es muy comunicativa, precisa y agradable de utilizar. Además, tiene la asistencia adecuada para ofrecer las mejores prestaciones, tanto en ciudad como en carretera. También permite que el coche gire mucho.
El equipo de frenos cuenta con ABS, asistente de arranque en cuesta, repartidor electrónico de frenada y asistente para la frenada de emergencia. Tiene una buena potencia de frenado y es muy dosificable, aunque la resistencia al uso intensivo no era la deseable.
Nuestra unidad de pruebas equipaba unos neumáticos Dunlop SP Sport 2050 225/45 R18 con código de carga "91" y de velocidad "W" (ver imagen).
El Mazda6 2.2 CRTD 180 CV únicamente se comercializa con el acabado Sportive. Su equipamiento de serie es muy completo, lo suficiente como para no echar de menos prácticamente nada. La única opción que queda a la vista es la pintura metalizada, que cuesta 450 €. Entre todo el equipamiento disponible no nos va a faltar elementos como los airbag frontales, laterales y de cabeza, sensores de aparcamiento, asistente de cambio de carril, sistema de apertura y arranque “manos libres”, techo eléctrico, navegador, tapicería de cuero, asientos calefactables, un equipo de sonido firmado por “Bose”, alarma y llantas de aleación de 18 pulgadas entre lo más destacable. Esta versión se puede adquirir por 37.475 € (ver precios).
Conclusión: Aunque únicamente sea por el motor, te recomendaría la compra de esta berlina. Con esta frase, no quiero decir que el resto del conjunto no merezca la pena, más bien lo contrario. El Mazda6 2.2 CRTD 180 CV es un coche muy satisfactorio en líneas generales; es confortable, disfrutarás mucho conduciéndolo, tiene un maletero enorme y un equipamiento completo a un precio bastante razonable. Aunque 180 caballos te parezcan demasiados, son los adecuados para una berlina de este tamaño y peso. Además, me parece preferible frente a la versión de 163 CV por prestaciones y, sobre todo, funcionamiento.
Texto: G. Rodríguez y A. Somonte
Fotos: G. Rodríguez y Mazda
