Con el nuevo Mazda3, la marca japonesa ha dado un golpe encima de la mesa para posicionarse como uno de los mejores compactos de su segmento. Respecto a la anterior generación, el nuevo, mejora en calidad, equipamiento, comportamiento dinámico, motores, confort y tacto de conducción. Nosotros nos subimos a una de las versiones más interesantes, que no es otra que la gasolina de 120 CV.
A primera vista, el nuevo Mazda3 no esconde sus intenciones. Su carrocería dimensionada y su diseño deportivo, le otorgan algo más de empaque. Toda esta ganancia de tamaño, se aprecia claramente en el habitáculo, dónde encontramos más amplitud respecto a su antecesor en la mayoría de medidas. Asimismo, Mazda ha sabido mantener el espacio para la cabeza, a pesar de la reducción de 15 mm en la altura general del coche. Para ello, ha rebajado el punto H de los asientos.
Un puesto de conducción muy estudiado
Pero además de ser un coche amplio en todas las plazas y cotas, el asiento del conductor puede regularse longitudinalmente 260 mm, el ángulo de inclinación tiene un ajuste de 80° y el ajuste vertical es de 50 mm. Mazda ha buscado los fundamentos y ofrece unos asientos que envuelven a los ocupantes, proporcionándoles una posición natural con buen apoyo y una sujeción magnífica. Por este motivo, uno se encuentra muy cómodo e integrado con el coche desde el primer momento. Los asientos de las plazas delanteras resultan suficientemente envolventes, además de confortables.
Mazda también ha incorporado mejores materiales en el interior. Ahora nos encontramos materiales mullidos en mayor cantidad y una sensación de solidez superior. No es que el interior esté a la altura de un Volkswagen Golf de equipamiento similar, pero hay que reconocer que se quedan muy cerca, lo que habla muy a favor del nuevo Mazda3.
El puesto de conducción está estudiado a conciencia para que todos los mandos estén perfectamente ubicados y podamos utilizarlos con facilidad. La consola central ofrece un diseño sencillo y funcional. Los mandos de climatización, que están situados debajo de las salidas de ventilación centrales, poseen un elegante aspecto tridimensional, con mandos circulares. En la parte superior del salpicadero, tanto el conductor como el acompañante pueden acceder cómodamente a la pantalla táctil de 7 pulgadas; en el caso del conductor, sin distraerse de la conducción.
El volante cuenta con un tamaño muy bueno, su diseño nos permite utilizarlo perfectamente y, además, el pomo del cambio está en la posición deseada. De la misma manera, podemos hablar de la ubicación de los pedales, que resulta perfecta.
También es un coche muy práctico por dentro. Los diferentes espacios de almacenamiento del habitáculo se han diseñado pensando en las distintas zonas interiores. Permiten a los ocupantes y especialmente al conductor acceder a los artículos desviando mínimamente la vista. Por ejemplo, en la sección delantera hay un gran espacio de almacenamiento debajo de la consola central, bolsillos en las puertas con espacio para botellas de 1 litro y un soporte para gafas en la consola superior. Los pasajeros de las plazas delanteras y traseras disponen también de posavasos en la consola central o en el reposabrazos.
La amplitud del habitáculo no ha penaliza la capacidad del maletero y, de esta forma, encontramos un volumen de 364 litros, que se puede ampliar con facilidad hasta los 1.263 litros, siempre y cuando abatamos los asientos posteriores.
Un motor sobresaliente
Hasta el momento, todo lo que nos hemos encontrados en el nuevo Mazda3 ha resultado más que satisfactorio, no obstante, cuando toca hablar del motor, llega una de las mejores partes del conjunto. No me equivoco, si afirmo que, el nuevo compacto de Mazda, puede presumir de tener una de las mejores mecánicas de gasolina de su segmento. El nuevo SKYACTIV-G 2.0 de 120 CV es un motor sobresaliente por funcionamiento, consumo y rendimiento. Además, ofrece un tacto muy agradable, gracias a la suavidad de la que hace gala. Su potencia se consigue a 6000 rpm, mientras que los 210 Nm de par motor máximo, se obtienen a las 4.000 rpm.
Su consumo es sobresaliente, ya que, en ciclo mixto cercano a los 6 litros, lo que es una cifra francamente buena. Por prestaciones, es un coche que también está a un gran nivel; acelera de 0 a 100 km/h en 8,8 segundos y alcanza una velocidad punta de 198 km/h.
Para rematar un excelente conjunto mecánico, encontramos un excelente cambio manual de 6 velocidades que es una delicia por el tacto que ofrece. Además, se maneja con suavidad y permite que podamos realizar unas transiciones en las marchas francamente rápidas.
El nuevo Mazda3 utiliza un nuevo bastidor, que está formado por una suspensión de tipo MacPherson en el tren delantero y un esquema multibrazo en la parte trasera. A diferencia del anterior modelo, las suspensiones absorber mejor las imperfecciones del asfalto y apenan transmiten ruidos parásitos al interior. Por calidad de rodadura, está a la altura de un compacto Premium tipo Volkswagen Golf o BMW Serie 1.
La dirección asistida eléctrica, que es una delicia por tacto, tiene una desmultiplicación baja (14:1 en vez de los 16,2:1 del modelo de segunda generación), algo que reduce los movimientos del volante y permite que el coche responda con mayor agilidad. Resulta precisa y agradable de utilizar en todo tipo de condiciones.
Precio y equipamiento
En cuanto a equipamiento se refiere, el nuevo Mazda3 es un auténtico líder de su categoría. No van a faltar innumerables asistentes a la conducción para mejorar ostensiblemente la seguridad, un avanzado sistema de infoentretenimiento equipado con una pantalla de 7 pulgadas y un equipo de sonido –firmado por el especialista ‘Bose’- que es de lo mejor que nos podemos encontrar dentro de lo que ofrecen sus rivales. La unidad que pudimos probar, asociada al acabado Style, está disponible desde 18.700 €, un precio más que competitivo si tenemos en cuenta la calidad del producto (ver todos los precios).
Conclusión: Mazda ha conseguido con el nuevo 3 un producto de mucha calidad que consigue posicionarse entre los mejores de su segmento. Cumple perfectamente en todos los apartados, y apenas cuenta con lagunas reseñables. La versión de gasolina de 120 CV resulta muy recomendable por consumo, rendimiento y, sobre todo, agrado de conducción. Su equipamiento también le permite situarse entre los mejores.
