El Mazda3 2.2 CRTD de 185 CV es la versión más potente de la gama con motor Diesel. Este modelo es recomendable para quien busque un compacto con un buen nivel de confort y con un propulsor suave, potente y agradable de conducir. Está disponible por 25.570 € y se comercializa con un único acabado denominado “Sportive”.
Respecto al anterior modelo, el actual Mazda3 es un modelo de un tamaño superior, con mejores acabados, mayor equipamiento y una calidad de rodadura mucho más cuidada. El motor Diesel de 185 CV le permite a este modelo dar un gran salto de calidad respecto a las versiones Diesel de su predecesor.
Comportamiento
Centrándonos en su bastidor, lo que más me ha gustado ha sido la calidad de rodadura del mismo. El Mazda3 es un coche muy confortable; las suspensiones tratan muy bien a los ocupantes de las posibles irregularidades del asfalto y los ruidos generados por las resonancias que se transmiten a través del bastidor están muy bien aisladas. En este sentido, el tacto del Mazda3 está más próximo al de una buena berlina que a muchos compactos de la competencia.
El tacto de la dirección es muy satisfactorio, ya que por precisión y asistencia será, posiblemente, muy agradable de utilizar para la mayoría de conductores. No obstante, presenta unos cambios muy bruscos en su asistencia cuando se realizan rápidos cambios de dirección, por ejemplo al intentar librar un obstáculo cuando circulamos en línea recta.
El Mazda3 2.2 CRTD de 185 CV es un coche estable y preciso en todo tipo de carreteras. Tan sólo la forma que tiene de reaccionar cuando realizamos cambios bruscos de masas le penaliza ligeramente en este sentido. El control de estabilidad es un elemento de serie y actúa correctamente sin ser demasiado violento en sus intervenciones.
Los frenos son de disco en las cuatro ruedas, ventilados en la parte delantera y macizos en la trasera. Funcionan perfectamente y permiten obtener buenas distancias de frenado.
El cambio más notable en el sistema de frenos es un nuevo servofreno de vacío que proporciona una respuesta más segura a los movimientos del pedal sin perturbar el tacto altamente directo y lineal heredado del modelo anterior. Los ajustes en la programación de la distribución electrónica de la frenada mejoran la estabilidad del vehículo en las maniobras de frenada y viraje. Los cambios estructurales del monocasco antes mencionados no sólo mejoran la rigidez de los frenos sino también su linealidad durante las paradas con fuerzas g elevadas.
Aquí tienes información técnica sobre el bastidor del Mazda3.
Una mecánica Diesel de 185 CV
El motor es un turbodiesel de 2.2 litros que ofrece una potencia de 185 CV a 3.500 rpm y un par máximo de 400 Nm entre 1.800 y 3.000 rpm. La mayor virtud de esta mecánica es la suavidad que presenta cuando se conduce y el escaso nivel de ruidos que transmite al interior. Además, es un motor con mucha fuerza (la entrega de par es muy suave y progresiva). Por otra parte, aunque no sea un motor muy elástico, la respuesta tanto a bajo como a medio régimen es excelente.
Su consumo medio es adecuado para la potencia y cilindrada que tiene esta versión y para la masa que tiene que lastrar (1465 kg). Su consumo combinado (ciudad/carretera) se sitúa sobre los 6 litros aproximadamente. En ciudad, dependiendo del tráfico, el gasto de carburante se sitúa sobre los 7 litros. Esta versión emite 149 g/km de CO2 a la atmósfera, por lo que hay que pagar un 4,75 % para afrontar el impuesto de matriculación.
El motor se encuentra acoplado a un cambio manual de seis velocidades que tiene un desarrollo adecuado para obtener un consumo correcto y unas prestaciones satisfactorias. Los recorridos del mismo están muy marcados y su guiado transmite solidez y precisión, no obstante, el tacto del mismo me pareció demasiado duro si se busca un tacto de conducción agradable.
Aquí tienes más información sobre todas las motorizaciones del Mazda3.
Interior y equipamiento
Lo primero que se aprecia cuando se accede al interior es la ganancia en calidad y espacio respecto al modelo que sustituye. Por lo que respecta a los acabados de su interior, también es de los mejor colocados dentro de la categoría.
La sensación de espacio es mayor en las plazas delanteras que en las traseras. El puesto de conducción es confortable (el asiento y el volante presentan amplias posibilidades de regulación). En las plazas traseras el espacio en altura y anchura es adecuado para las formas que tiene la carrocería.
Nueva versión Sportive
El Mazda3 2.2 CRTD de 185 CV está disponible con un solo acabado denominado “Sportive”. Incluye un equipamiento deportivo exterior compuesto por: paragolpes delantero especial, más bajo y con una parrilla de metal oscurecida, faros antiniebla redondos, llantas de aluminio de 17 pulgadas, un paragolpes trasero diferente y un gran deflector en la parte posterior.
En el interior predomina el color oscuro, y se han añadido acabados plateados y asientos deportivos. La parte superior del respaldo del asiento se puede desplazar hacia dentro, aumentando así la rigidez, mientras que la parte inferior se puede elevar, proporcionando una firmeza adicional y una mejor sujeción en conducción deportiva.
Aquí tienes más información sobre el interior y el equipamiento del Mazda3.
Texto: Gustavo Rodríguez
Fotos: A. R. Sastre, G.R. y Mazda
