Lexus se ha sacado de la manga un paquete deportivo muy interesante, denominado F-Sport, que puede servir como “alternativa” al 'todopoderoso' IS F de 408 CV –la versión más deportiva y potente de toda la gama-.
Este paquete está disponible en dos versiones: en el Diesel 200D de 150 CV y en el gasolina 250 de 208 CV, que ha sido objeto de nuestra prueba.
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Respecto a un IS equivalente, presenta cambios en la carrocería, interior, suspensiones y algún elemento de equipamiento.
En la carrocería destacan el paragolpes delantero deportivo con una parrilla tipo panal, el spoiler Trasero y las llantas de 18 pulgadas y 10 radios pintadas en aluminio oscurecido. En vivo, te puedo asegurar que el aspecto es imponente.
En el interior, las novedades se centran en los embellecedores de los umbrales de las puertas delanteras acabados en aluminio (ver imagen), los asientos delanteros de corte deportivo con refuerzos laterales e inserciones de microfibra (ver imagen), el volante con logo F Sport, las inserciones metálicas repartidas por todo el interior, los pedales y reposapiés de competición en aluminio perforado y las levas del cambio incorporadas en el volante (ver imagen).
Para aquellos clientes que quieran personalizar aún más el vehículo, también está disponible como equipamiento opcional el navegador con Disco Duro (HDD) y el techo solar eléctrico. Además de todo el aspecto dinámico mejorado, como son las suspensiones de nuevo desarrollo, esta versión incorpora elementos novedosos de seguridad activa y pasiva, de serie, como el sistema B.O.S. (Brake override system). Este sistema permite detener completamente el vehículo si son pulsados simultáneamente tanto el acelerador como el freno. Ello no le limita a la hora de desarrollar un cero a 100 km/h en 8,5”.
La mayoría de los materiales del interior son correctos o, al menos, entran dentro de lo que cabe esperar, como mínimo, en un coche de este precio. No obstante, hemos detectado varios fallos de acabado poco justificables. Por ejemplo, el salpicadero no está perfectamente ensamblado (hay más tolerancia entre la unión con el panel de la puerta izquierda, que con el de la derecha –ver imagen-) y la consola central no está perfectamente ajustada con el propio salpicadero (ver imagen) y con el túnel de transmisión (ver imagen). Todos son fallos que saltan demasiado a la vista.
La parte inferior del salpicadero y del entorno del habitáculo, hay plásticos de una calidad normal que no corresponden con lo que cabe esperar en un coche de este precio. Además, muchas de estas piezas no están bien ensambladas.
En los paneles de las puertas y en el salpicadero hay inserciones plásticas de imitación de aluminio que tienen un aspecto pobre y están pintadas con un lacado que se raya con facilidad.
El tapizado de alcántara y cuero, presente en el entorno del habitáculo y en los asientos, es de buena calidad y tiene un tacto agradable.
Asientos
Los asientos están bien diseñados para que sean cómodos. El mullido es firme y confortable para que el paso de los kilómetros no se traduzca en cansancio. Además, son suficientemente ergonómicos como para sujetar el cuerpo correctamente, sobre todo en los movimientos laterales.
Los reposacabezas no se pueden ajustar en el punto ideal, pero quedan cerca de la cabeza. Presentan cuatro posiciones prefijadas en altura (ver imagen) y no se pueden regular longitudinalmente.
Los dos asientos delanteros cuentan con regulaciones eléctricas de todo tipo para ajustar el respaldo y la banqueta en la posición ideal para cada ocupante (ver imagen). De todos los reglajes eléctricos, el único que he echado de menos, es la regulación longitudinal de la banqueta. Este reglaje facilita mucho las cosas para las personas de mayor altura.
Los reglajes eléctricos de los dos asientos delanteros funcionan a la velocidad ideal para que podamos ajustar perfectamente todos los reglajes.
Los asientos delanteros disponen de calefacción (ver imagen). Ésta, afecta a todo el asiento, es rápida, eficaz y proporciona suficiente calor cuando queremos pelear con las bajas temperaturas.
Como Lexus ha querido darle la máxima importancia a la aerodinámica y estética de la carrocería (con buen criterio), la habitabilidad interior se ve algo penalizada, sobre todo en las plazas traseras. En las delanteras, como suele ser habitual en este tipo de berlinas no hay problemas en las diferentes cotas, salvo que sus ocupantes se acerquen peligrosamente a los dos metros de altura. En las traseras el espacio en anchura es bueno y es algo más limitado en altura y, sobre todo, en longitud, aunque un adulto de talla media no tendrá grandes problemas. La posición de la banqueta y el respado hace que la postura sea realmente confortable, no obstante, los apoyabrazos de las puertas y el central quedan en una posición demasiado baja para que los brazos descansen adecuadamente.
Mandos: disposición y funcionamiento
Aunque no hay una recarga excesiva de mandos y, aparentemente, todo parece bastante ordenado, en la práctica hay algunas soluciones muy poco prácticas y demasiado engorrosas.
Hay mandos que ofrecen una buena ubicación y funcionamiento, como por ejemplo, los mandos satélite que se encargan de activar los indicadores de dirección, el alumbrado exterior (ver imagen), limpia y lavaparabrisas y la sensibilidad del sensor de lluvia (ver imagen). Hay otros que están muy bien agrupados, justo a la izquierda del volante. Éstos, permiten controlar la iluminación del cuadro de mandos y de todos los pictogramas, la sensibilidad del sensor de estacionamiento, los lavafaros, el dispositivo térmico de la luneta trasera, la apertura del maletero y depósito de carburante y el mando que permite regular la posición del volante (ver imagen).
En la consola central hay mandos que están bien ubicados y se accede muy bien a ellos, pero hay funciones que resultan demasiado complejas y muy poco intuitivas. Nuestra unidad, que equipaba sistema de navegación, integraba una pantalla LCD táctil desde la que se puede manejar el menú de configuración del vehículo, el propio sistema de navegación, el climatizador y el equipo de sonido.
Desde esta pantalla se controlan la mayoría las funciones de todos estos dispositivos, aunque hay que combinarlo con el resto de botones mecánicos que hay en la consola central (esta solución no nos parece la más acertada).
El cuadro de instrumentos tiene una tipografía clara, ordenada y moderna. La iluminación de todo el cuadro es permanente y no cansa la vista (la intensidad de la iluminación se puede regular desde un mando).
Climatizador, equipo de sonido y navegador
Para manejar el sistema de climatización, hay que seleccionarlo desde un botón mecánico y, posteriormente, configurar la temperatura o el flujo de aire desde botones distintos. Todo resulta demasiado complejo.
Hemos probado el sistema de climatización con unas temperaturas que oscilaban entre 15 grados de máxima y 3 grados de mínima. En ninguno de los casos el climatizador ha sido capaz de calentar el habitáculo con la rapidez y la eficacia deseada. Sí que cumple con su función, pero es demasiado lento.
El sistema de navegaciones es de nueva factura e incorpora un potente disco duro con una capacidad de 40 Gb. Cuenta con mapas de toda Europa, y es compatible con la infraestructura de información del tráfico de cada país. Sus nuevas funcionalidades le permiten disponer de reconocimiento de voz mejorado, con cuatro idiomas adicionales, incluido el ruso, y un nuevo menú con 14 idiomas, que integra caracteres cirílicos.
El menú que nos permite controlar el sistema de navegación es muy poco intuitivo y, en muchas ocasiones, había que invertir demasiado tiempo en insertar un destino. Además, se equivocaba bastante y confundía algunas de las vías por las que circulamos habitualmente. En cambio, sí nos ha gustado la voz de guía; una voz clara, con acento neutro y sin “palabros” forzados, algo que se agradece.
La interfaz gráfica de todas las funciones que muestra la LCD táctil tiene un diseño bastante anticuado. También llama la atención el reloj digital de aspecto bastante retro (ver imagen).
Nuestra unidad de pruebas equipaba el sistema de sonido premium de serie, con 8 altavoces y 246 Watios. La calidad que ofrece es muy buena, hasta tal punto, que no tiene mucho que envidiar al equipo opcional firmado por Mark Levinson (éste, equipa 12 altavoces y tiene una potencia de 365 Watios).
El equipo de sonido dispone de conectores USB y toma de auriculares para la utilización de reproductores portátiles tipo iPod (ver imagen), y ofrece conectividad Bluetooth para teléfonos móviles, con reproducción sin necesidad de descarga "streaming" de audio y vídeo. La unidad de disco duro del Lexus Navigation System puede utilizarse como "Biblioteca de Audio", mediante su tecnología Compact Disc Data Base, que permite transferir y almacenar archivos musicales hasta una capacidad total de 10 Gb.
El asistente de aparcamiento funciona muy bien. Presenta sensores ultrasónicos en el paragolpes delantero y trasero. Además, incorpora una cámara trasera que es muy útil y que facilita mucho las maniobras de estacionamiento, sobre todo si queremos aparcar en plazas con espacio muy limitado (ver imagen).
Hay que hacer una mención especial al volante, un mando que en los últimos años está siendo maltratado por muchos fabricantes. Afortunadamente, en el caso de Lexus y en la totalidad de los fabricantes japoneses, esto no es así. El volante del IS 250 tiene un tamaño, grosor y diseño perfecto. Para tomar nota.
Huecos, compartimentos y maletero
Aunque hay pocas zonas dedicadas para guardar objetos, los huecos que existentes son prácticos y están muy bien ubicados: hay compartimentos en los paneles de las puertas, en el túnel de transmisión, en la guantera y bolsas en los respaldos de los asientos delanteros.
La guantera no tiene demasiada capacidad, pero tiene suficiente volumen para que podamos guardar los manuales del vehículo (son dos libros muy voluminosos), la documentación del vehículo y el chaleco de señalización. Dentro de la guantera hay diferentes compartimentos que permiten que todo esté más ordenado. La tapa que cubre la guantera se abre con poco esfuerzo, pero el tacto de apertura y cierre no transmite demasiada calidad.
Todos los huecos están tapizados con fondos de goma o con fibras sintéticas, como es el caso de la guantera (ver imagen) o del cofre que hay entre los dos asientos delanteros (ver imagen).
El maletero tiene una capacidad normal (398 litros). No hay posibilidad de ampliarlo, ya que los asientos de las plazas traseras no se pueden abatir. Como suele ser habitual en las berlinas de cuatro puertas, la boca de carga no es demasiado amplia, no obstante, como hemos comentado anteriormente, en este Lexus priman otras cosas.
Todo el entorno del maletero está completamente guarnecido, aunque la moqueta no es de una gran calidad. Debajo del piso, se encuentra un pequeño compartimento equipado con un separador (ver imagen) y la rueda de repuesto (es de emergencia), el gato y las herramientas (ver imagen). Los triángulos de señalización están muy bien guardados en una bolsa de cuero sintético. La iluminación de todo el entorno del maletero es muy pobre y corre a cargo de un pequeño plafón (ver imagen).
En marcha
El Lexus IS 250 recurre a una suspensión delantera de doble triángulo y un esquema multilink en el trasero. El paquete deportivo F-Sport incorpora una suspensión más firme y con un menor recorrido. Esto se traduce en un comportamiento dinámico que está al nivel de lo que se espera de una berlina deportiva.
Pese a que la suspensión es más firme que la versión convencional, no es incómoda y filtra muy bien las imperfecciones del asfalto. El Lexus IS 250 F-Sport es un coche perfectamente válido para el día a día, para realizar largos desplazamientos y para disfrutar de un buen nivel de confort acompañado de una estabilidad elevada.
Aunque la suspensión tenga cierto recorrido y el coche no sea una tabla, todos los movimientos de compresión y extensión están muy bien tarados para que el IS 250 F-Sport sea muy eficaz y estable. Dónde más cómodo se encuentra es en las curvas de alta velocidad, en ese tipo de condiciones es donde mejor se desenvuelve. El tren delantero es preciso ante las indicaciones del conductor y el coche entra sin problemas y sin movimientos parásitos que nos hagan levantar el pie del acelerador.
La estabilidad lineal es sobresaliente. Lo es porque, circulando a la máxima velocidad que puede alcanzar este coche (225 km/h), avanza perfectamente asentado, sin movimientos extraños, manteniendo la línea recta como si fuera sobre raíles y sin ningún síntoma de nerviosismo que nos obliguen a mostrar una excesiva atención al volante, ya que la sensación de velocidad es inexistente cuando buscamos los límites prestacionales que ofrece esta versión.
En zonas de media y baja velocidad sigue siendo un coche rápido y, sobre todo, muy fácil de conducir al límite. La gran limitación la encontramos en el marcado subviraje que limita algo las cosas cuando se quiere rodar con agilidad. El tren trasero se puede descolocar levemente para encontrar un paso por curva más neutro, pero el control de estabilidad no permite demasiadas licencias.
Los frenos cumplen mejor de lo esperado y dan la talla siempre que no les pidamos las prestaciones de un coche de carreras. El tacto del pedal no está nada mal y ofrece un primer recorrido en el que los frenos responden con potencia. En ese tipo de situaciones, podemos dosificar muy bien la frenada para entrar a la velocidad deseada al inicio de la curva.
El control de estabilidad no se puede desconectar (sólo el de tracción y hasta una velocidad máxima de 50 Km/h). Aunque puede que sea algo intrusivo en conducción deportiva, en el fondo está muy bien reglado para que actúe con suavidad y mantega al coche por la trazada para que la seguridad prime por encima de otros apartados.
Nuestra unidad de pruebas equipaba unos muy buenos neumáticos. Se trata del modelo Bridgestone Turanza EA 33 (el tren delantero calza una medida de 225/40 R18 88 Y, y el trasero 255/40 R18 95 Y -ver imagen-). El nivel de adherencia de este neumático en seco es excelente; se muestra adherente en las frenadas más exigentes y asimila muy bien los apoyos más fuertes.
Motor 2.5 litros V6 de 208 CV
El Lexus IS 250 F-Sport equipa una mecánica de inyección directa de gasolina V6 de 2.5 litros y 24 válvulas con doble árbol de levas en cabeza accionado por cadena. Entrega una potencia de 208 CV a 6.400 rpm y un par motor máximo de 252 Nm a 4.800 rpm (ver motor).
Sus prestaciones son normales si tenemos en cuenta que el peso que tiene que lastrar (1.605 kg). Acelera de 0 a 100 km/h en 8,4 segundos y una velocidad máxima de 225 km/h.
Cuando solicitamos una aceleración desde parado o a bajas velocidades, la respuesta es más bien modesta, sin embargo, una vez que el coche está lanzado a una velocidad media, entorno a los 130 km/h aproximadamente, le cuesta menos trabajo ganar velocidad y es capaz de llegar a la velocidad máxima (225 km/h) con relativa facilidad.
Este motor sorprende y agrada por su exquisito refinamiento y, sobre todo, por la rápida respuesta que ofrece a las solicitudes del acelerador, algo poco común en la mayoría de los coches modernos. La respuesta del motor es siempre muy suave, constante y refinada; no hay molestos tirones, no baches de potencia, ni resonancias parásitas...todo sucede con una finura ejemplar. Es, sin duda, un gran motor.
Caja de cambios y consumo
Esta mecánica se encuentra asociada a una transmisión automática de 6 velocidades con control secuencial. Cuenta con tres unidades de engranajes planetarios, 4 embragues y 4 embragues unidireccionales. Entre la 5ª y 6ª marcha se ha incorporado un nuevo control de cambio de embrague a embrague, lo que elimina el embrague unidireccional entre ellas para reducir el peso y facilitar un diseño más compacto. Un control artificial inteligente (AI-SHIFT) modifica automáticamente el modelo de cambio de marchas en función de las condiciones de la carretera y del estilo de conducción.
Mientras el control mejorado de la sincronización de bloqueo mejora el consumo de combustible en 5ª y 6ª marcha, un calentador automático del líquido de la transmisión mejora aún más el ahorro de combustible en los arranques en frío.
El cambio funciona muy bien en líneas generales, es muy refinado y gestiona perfectamente las marchas para encontrar el equilibrio ideal entre prestaciones y consumo de carburante. Además, su funcionamiento es impecable para que el confort y el agrado de conducción imperen sobre otros apartados.
Me ha gustado, especialmente, lo preciso que es en maniobras de estacionamiento o a muy baja velocidad. No hay tirones inoportunos y permite que seamos muy precisos en ese tipo de condiciones.
Esta transmisión ofrece una modalidad secuencial que sirve de muy poco, ya que la electrónica no permite muchas licencias y retarda mucho la transición de una marcha a otra cuando solicitamos rapidez. El modo semiautomático se puede gestionar desde unas levas que están situadas detrás del volante (ver imagen), o bien desde la propia palanca de cambios (ver imagen). Sin embargo, es mejor poner la directa y que el cambio automático se encargue de todo.
El consumo de carburante me ha parecido muy bajo si se tiene en cuenta la cilindrada, la potencia del motor y el peso mínimo que tiene que lastrar. Según nuestras mediciones, hemos obtenido un consumo medio de unos 9 l/100 km (aproximadamente) en recorrido urbano y de 5,4 l/100 km en autovía a velocidades legales (en ese tipo de vías el consumo se puede incrementar hasta los 6,3 l/100 km si se circula a una velocidad comprendida entre 120 y 140 Km/h). Si decidimos sacar el máximo partido al motor, en tramos con muchas curvas, el consumo se puede incrementar hasta una media de 14 l/100 km.
Precio y equipamiento
El Lexus IS 250 F-Sport está disponible desde 46.980 €. El precio final se puede incrementar hasta los 51.000 € si se adquiere, bajo pedido, el navegador (cuesta 2.985 €) y el techo solar (cuesta 1.035 €). Aquí puedes configurar tu versión.
Por lo demás, el equipamiento es muy completo en ambas versiones. No nos va a faltar la tapicería de cuero, asientos climatizados, faros bi-xenón dotados de un sistema de iluminación frontal inteligente, llave de acceso “manos libres”, climatizador y un buen equipo de sonido entre lo más destacable.
El equipamiento de seguridad es muy completo. El Lexus IS 250C, en línea con la gama de berlinas IS, incorpora el mayor y más sofisticado conjunto de tecnologías de seguridad activa y pasiva de su segmento, incluyendo el Sistema VDIM de Control de Estabilidad Avanzado del Vehículo, que incorpora ajustes específicos de VSC con una menor distancia de frenado en superficies con adherencia irregular, además de un nuevo sistema PCS de Seguridad Pre-Colisión con funciones de asistencia de cinturones con pretensores y frenada anti-colisión, y el primer airbag SRS de pasajero del mercado con equipado con doble cámara.
Conclusión: El IS 250 F-Sport es la respuesta que tiene Lexus para los conductores que buscan una berlina refinada, confortable y perfectamente utilizable para el día a día sin prescindir, eso sí, del tacto deportivo ideal que permite disfrutar de la conducción. Dinámicamente, es un coche muy fácil de conducir con un nivel de estabilidad soberbio que transmite mucha seguridad al volante.
Texto: Gustavo Rodríguez
Fotos: A. R. Sastre y G. Rodríguez