El Lancia Ypsilon entra dentro de ese reducido grupo de utilitarios, formado por modelos como el MINI, Fiat 500 o Citroen DS3, que ofrece mucho diseño y una calidad aparente por encima de la media. El urbano de Lancia está disponible con tres motorizaciones y cuatro niveles de acabado. Se puede adquirir desde 13.750 € (ver precios).
Nosotros hemos tenido la oportunidad de probar la versión dotada con el nuevo motor bicilíndrico de gasolina de 85 CV asociado al acabado más alto de toda la gama, el Platino. Con este motor, las prestaciones en carretera están por encima de lo esperado y, en ciudad, son normales.
Pero antes de analizar en profundidad el motor y las capacidades dinámicas del Lancia Ypsilon, vamos a hablar de su Exterior e interior. Por lo que respecta al diseño de la carrocería, no cabe duda que es uno de esos coches distinguidos y exclusivos que no circula con indiferencia, y que tiene una pizca de originalidad y lujo aparente que puede ser un buen reclamo para un nutrido grupo de usuarios, sobre todo del género femenino.
Ya dentro, se nota que Lancia ha puesto especial hincapié para que todo el habitáculo tenga una atmósfera de lujo aparente que no se suele encontrar en la mayoría de los coches de este tamaño. La mayoría de los plásticos utilizados son de una calidad normal, aunque ofrecen un aspecto bien cuidado en líneas generales.
El ensamblaje de la mayoría de piezas también es normal. En las zonas más visibles, el ajuste de los guarnecidos está cuidado. Sin embargo, en algunas partes más ocultas del salpicadero no se han cuidado tanto las tolerancias y correspondientes ajustes. También hay otras piezas, como por ejemplo la mayoría de las piezas que componen la consola central del salpicadero, que generan crujidos cuando se presionan.
A diferencia de la mayoría de los coches de este tamaño, el interior del Lancia Ypsilon presenta zonas acolchadas –de generoso espesor- en el salpicadero y en los paneles de las puertas.
La posición al volante está bien estudiada para que sea elevada, cosa que facilita mucho la visibilidad del conductor para conducir con mayor visibilidad, sobre todo cuando se circula por entornos urbanos.
Los asientos delanteros no recogen mucho el cuerpo, pero resultan confortables. En el caso de nuestra unidad de pruebas, asociada al acabad Plantino, todos los asientos estaban revestidos en tela y, en su gran mayoría, en cuero. El tapizado de cuero, que tiene un aspecto poco natural y una calidad bastante normalita, cuenta con un tratamiento especial para que sea brillante, muy liso y con una tonalidad marrón.
La habitabilidad en las plazas delanteras es buena y válida para personas de diferentes estaturas. Detrás, lo asientos no son tan confortables como los delanteros y el espacio es algo justo, sobre todo en altura y longitud para dos adultos de talla media (1,75 m aproximadamente). Además, no hay apoyabrazos en la parte central del respaldo de los asientos y, los que hay en los paneles de las puertas, quedan lejos para que los codos apoyen con naturalidad.
Los reposacabezas de todas las plazas no son los ideales para ubicarlos en el punto óptimo –esto dependerá mucho de la estatura de cada uno- pero, al menos, no quedan lejos de la cabeza. Únicamente pueden regularse en altura.
Al igual que el Ypsilon con carrocería de tres puertas, el habitáculo no tiene demasiados compartimentos para dejar objetos. Todos tienen muy poca capacidad, muchos son poco profundos, otros son de difícil acceso, algunos prácticamente son inservibles –como una pequeña bandeja que hay delante del mando del cambio (ver imagen)-, y casi todos carecen de un tapizado de goma o textil.
El maletero tiene una capacidad de 245 litros, que es una cifra normal para un coche de este tamaño. Es profundo y es bastante regular, cosa que se agradece para aprovechar al máximo todo su volumen. Si se quiere aumentar la capacidad, se pueden abatir los respaldos de los asientos traseros en proporción 50/50. Cuando se abaten los respaldos, estos no quedan totalmente enrasados con el piso.
El maletero de nuestra unidad de pruebas no contaba con mucho equipamiento, tan sólo integraba dos ganchos bastante resistentes para colgar bolsas y un punto de luz que ofrece una iluminación bastante pobre –algo habitual en la inmensa mayoría de turismos-. Debajo del piso, hay un molde fonoabsorbente en el que se encuentra el kit antipinchazos, un destornillador y el gancho que permite que el coche pueda ser remolcado por la grúa (ver imagen).
Al igual que Lancia Ypsilon que se fabrica desde 2006, el nuevo de cinco puertas, mantiene el mismo diseño estructural del salpicadero. Es decir, todos los mandos y el panel de instrumentos quedan centrados en la parte central del salpicadero (ver imagen).
Los mandos de control (volante, cambio y pedales) tienen una buena ubicación para que sean accesibles y se manejen con comodidad. Destaca, especialmente, la ubicación del la palanca de cambios que, al igual que anterior Ypsilon, queda muy a mano.
El volante es completamente redondo –cosa que se agradece- y, aunque es algo grande, no es demasiado aparatoso a la hora de utilizarlo.
En la consola central del salpicadero, están agrupados todos los mandos que nos permiten controlar el equipo de sonido y climatización. Todo está muy bien ordenado y las diferentes funciones se pueden manipular de forma intuitiva. Toda la consola esta cubierta por una pantalla plástica de color negro que le otorga mucho empaque al salpicadero, pero se raya con facilidad y, en ocasiones, genera unos brillos muy molestos que dificultan la visibilidad de los displays que muestran la información del equipo de sonido y climatizador (ver imagen).
En el centro del salpicadero también se ubica el cuadro de instrumentos (ver imagen). Es una posición poco convencional que ya va en función de los gustos de cada usuario. El diseño de la instrumentación es claro y ordenado.
La disposición de todos los mandos es correcta, salvo los botones que integra el volante (ver imagen) y los mandos que controlan las luces, intermitentes y limpiaparabrisas (ver imagen) -todos ellos están un poco alejados-.
Bajo el capó de esta versión, se encuentra un motor de gasolina sobrealimentado con dos cilindros en línea y 875 cc. Ofrece una potencia de 85 CV a 5.500 rpm y un par máximo de 145 Nm a 1.900 rpm. Por prestaciones, si sólo tenemos en cuenta la velocidad máxima (176 km/h) y la aceleración de 0 a 100 km/h (11,9 segundos), es un coche que supera a casi todos sus oponentes con motores de potencia equivalente pero con una cilindrada muy superior. Sólo le superan el Skoda Fabia 1.2 TSI de 85 CV y, muy levemente, el SEAT Ibiza 1.4 litros de idéntica potencia.
Otra de las ventajas que tiene este motor, son sus emisiones. Los 99 gr/km de CO2 que emite, le permiten quedar exento del impuesto de matriculación. Además, gracias a su reducida cilindrada, también sale bien parado en cuanto al importe del impuesto de circulación y del seguro del vehículo.
Este motor sorprende por lo voluntarioso que es y por sus buenas prestaciones en carretera frente a otras alternativas de idéntica potencia. Llama poderosamente la atención lo rápido que sube de vueltas y la facilidad que tiene para ir a un régimen de giro alto sin que el conductor tenga esa percepción.
Teniendo en cuenta las cifras, todo son elogios para este pequeño motor de gasolina. Sin embargo, no me ha gustado nada por tacto y funcionamiento. Para empezar, es ruidosoÂ… muy ruidoso. Incluso si lo llevamos a un régimen de giro bajo –algo difícil de conseguir- el ruido y las vibraciones mecánicas se hacen notar de forma notoria.
Tampoco cuenta con el refinamiento de un buen motor de cuatro cilindros cuando se trata de aprovechar todo su margen de giro. Para obtener una buena respuesta, hay que estirar el motor hasta las 5.000 rpm y, a partir de ahí, no hay mucho que rascar, ya que a las 5.500 rpm la potencia se viene abajo y no merece la pena exprimirlo más. En ese caso, sólo encontraremos mucho ruido y el corte electrónico de la inyección.
Otro de los inconvenientes que le veo, al menos en el Ypsilon, es que funciona mejor en carretera que en ciudad. Algo demasiado contradictorio para un utilitario. En ciudad resulta lento cuando se quiere salir desde parado y ofrece un tacto de conducción poco agradable.
En el caso de nuestra unidad de pruebas, el 0.9 TwinAir de 85 CV estaba acoplado a una caja manual de cinco velocidades. Es un cambio que sin ser excesivamente duro, tiene un guiado con un recorrido muy largo que resulta poco agradable de utilizar a poco que queramos moverlo con cierta agilidad.
El consumo que hemos medido ha sido muy alto, demasiado para lo que cabe esperar en un coche con un motor tan pequeño. En ciudad cuesta mucho trabajo bajar de 7,5 l/100 km, incluso, si se lleva el coche con cierta alegría, el consumo puede aumentar por encima de los 8 litros. Ya en carretera, el panorama no mejora demasiado aunque se conduzca a una velocidad sostenida. En estas condiciones, no hemos conseguido mejorar mucho los consumos –la cifra más baja que hemos registrado ha sido de 6,5 l/100 km-.
Si se quiere rebajar ligeramente el gasto de carburante, se puede pulsar la tecla ECO, presente en el salpicadero, para limitar el par a 100 Nm a 2.000 rpm. En ese tipo de condiciones, no he notado que se mejore notablemente el consumo de carburante, pero lo que sí tengo claro, es que la perdida de prestaciones es notoria.
En marcha
Como buen utilitario que se precie, el Lancia Ypsilon se desenvuelve muy bien en su habitat natural, que es la ciudad. Se aparca perfectamente, gira en pocos metros y se mueve perfectamente en espacios reducidos.
La dirección asistida eléctrica cuenta con una modalidad, denominada ”City”, que se puede activar desde un botón ubicado en el salpicadero (ver imagen). Cuando entra en funcionamiento, la dirección se suaviza para poder manejarla con muy poco esfuerzo. Esta solución, que ya equipan otros modelos del Grupo Fiat, me parece muy útil, tanto en ciudad como en carretera.
La estabilidad del Ypsilon, sin destacar especialmente, es correcta y se sitúa al nivel de lo que puede ofrecer un coche de esta categoría. El nivel de confort es normal y la absorción de las imperfecciones me ha parecido mejorable.
Toda la gama del Lancia Ypsilon equipa, de serie, unos neumáticos Goodyear EfficientGrip. En el caso de nuestra unidad de pruebas, la medida era de 195/45 R16 con código de carga “84” y de velocidad “V” (ver imagen). Su nivel de adherencia en seco es normal.
Como suele ocurrir en este tipo de utilitarios, entre los que prima fundamentalmente el diseño, hay innumerables opciones de personalización. El Lancia Ypsilon ofrece más de 600 personalizaciones diferentes, fruto de la combinación de 16 colores de carrocería, 3 equipamientos (Silver, Gold y Platinum), 6 revestimientos interiores diferentes y 3 tipos de llantas de aleación. Como puedes ver, será complicado que encuentres un Ypsilon exactamente igual al que quieras comprar tú. La versión que hemos tenido la oportunidad de probar, el 0.9 TwinAir 85 CV, se puede adquirir desde 16.500 € (ver todos los precios). Su precio de salida es elevado si lo comparamos con el que tienen otros modelos de similares características y nivel de potencia.
Equipamiento
Dentro del equipamiento que puede ofrecer el Lancia Ypsilon, cabe destacar asistente de aparcamiento, navegador portátil firmado por TomTom, el sistema "Smart Fuel", unos buenos grupos opticos desarrollados por Magneti Marelli y un equipo de sonido opcional Hi-Fi de 500 W. En cuanto a seguridad se refiere, no van a faltar 4 airbags (frontales delanteros y de cortina), control de estabilidad, asistente automático "Hill Holder", que permite parar y arrancar en carreteras con pendiente sin la ayuda del freno de mano.
- “Magic Parking” de segunda generación: La búsqueda de un hueco adecuado para aparcar es a menudo una operación difícil en las ciudades con alta densidad de tráfico. Lancia Ypsilon adopta un nuevo sistema llamado Magic Parking que puede activarse mediante una tecla situada en el salpicadero y ayuda al conductor a buscar un hueco adecuado para aparcar. Evolución del sistema utilizado en el Delta, el Magic Parking del nuevo Ypsilon permite acciones automáticas "multi-maniobra", estacionando cómodamente en tan solo 4,6 metros (la longitud del coche más 80 centímetros, 40 delante y 40 detrás). El dispositivo está disponible como opción con cambio manual y cambio automático. En una primera fase, el sistema mide la longitud del hueco libre, indicando si es suficiente para el coche. Después, el sistema gira automáticamente la dirección y aparca el vehículo marcha atrás, dejando al conductor la única tarea de regular la velocidad mediante el acelerador y el freno.
Como todos los sistemas de este tipo, todavía tienen mucho que mejorar para que tengan una utilidad de verdad en la vida real.
- “Blue&Me–y Navegador TomTom LIVE” (opcional como accesorio): “Blue&Me–TomTom LIVE”, es la evolución del sistema infotelemático nacido de la colaboración entre Fiat Group Automobiles y TomTom, líder en Europa en la navegación portátil, que le saca partido a la versatilidad del sistema Blue&Me. Basado en el modelo TomTom Go1000, el dispositivo permite gestionar a través de una práctica pantalla táctil a color – el teléfono, la navegación y toda la información 13 necesaria para conducir, capturándola directamente de la electrónica de a bordo. También el reproductor multimedia se gestiona a través de la interfaz táctil. Esta versión recoge los servicios LIVE de TomTom, como la función HD Traffic, certificada como el mejor sistema de información de tráfico disponible en la actualidad. Esta última combina fuentes de información sobre el tráfico con el cálculo dinámico de las rutas, proporcionando actualizaciones en tiempo real en caso de atascos o bloqueos en la ruta. Los clientes disfrutarán gratuitamente de los servicios LIVE por un año.
- Sistema “Smart Fuel”: Es la primera vez que veo esta solución en un utilitario. Es un dispositivo que integra el clásico tapón en el extremo del tubo de llenado del depósito (ver imagen). El sistema se abre y se cierra automáticamente al introducir y sacar la manguera de combustible permitiendo un repostaje más cómodo, pero también más seguro, entre otras cosas porque impide equivocarse y repostar gasolina en un automóvil que funciona con gasoil (y viceversa).
- Grupos ópticos de vanguardia: El nuevo Ypsilon está dotado con grupos ópticos sofisticados, desarrollados con Magneti Marelli Automotive Lighting, que se distinguen por un elevado contenido tecnológico. Los pilotos traseros adoptan luces LED que, respecto a las lámparas convencionales, ofrecen una mayor intensidad luminosa y una mayor duración. En cambio, los faros delanteros presentan una solución integrada para la función “luz diurna” (Adaptive Daytime Lamp) que, al arrancar el coche, enciende automáticamente las luces de posición (hay que destacar que esta función responde a una normativa europea que entrará en vigor en 2012). Además, están disponibles como opción (según versión) los grupos ópticos delanteros de xenón, una tecnología de vanguardia compartida con pocos modelos del segmento y que garantiza estilo, tecnología y seguridad.
- “360° Hi-Fi Music” de 500 W: Como opcional, está disponible el sistema “360° Hi-Fi Music” de 500 W, una novedad absoluta en el segmento que se distingue por una técnica refinada, ideal para quien desea un sistema avanzado de alta fidelidad. El nuevo equipo consta de 8 altavoces (4 tweeter de cúpula, de 40W musicales y 4 mid-woofer de neodimio de 80W) y de un amplificador digital de 8 canales. Además, para hacer realmente única la experiencia sonora a bordo del vehículo, el sistema trabaja con el uso simultáneo de 3 métodos diferentes de procesamiento de la señal y de sus correspondientes efectos acústicos, lo que otorga un sonido perfecto
Conclusión: El Lancia Ypsilon está concebido para llegar a un público muy concreto, preferentemente femenino. Como artículo de moda es ideal si estás buscando un vehículo de estas características. La versión 0.9 TwinAir de 85 CV no me parece recomendable por consumo y agrado de conducción. Los acabados y la calidad de fabricación también debería ser mejor, si se tiene en cuenta el precio que puede llegar a tener una versión de acabado medio y equipamiento decente. Por equipamiento, está entre los mejores de su clase.
El Lancia Ypsilon es uno de los candidatos que optan a la nueva edición de "Coche del Año en Internet 2012". Ayúdanos a elegirlo pinchando aquí. ¡Esperamos vuestras votaciones!
Texto: Gustavo Rodríguez
Fotos: A. R. Sastre y G. Rodríguez