Lancia Delta 1.6 JTDm Oro es la versión diesel más económica de la gama del compacto italiano. Ofrece un reducido consumo de combustible a la vez que unas dignas prestaciones dinámicas. Su equipamiento de serie es completo para el precio que tiene (23.090 euros).
Nos hemos decantado por esta versión mecánica por su economía de combustible. Su motor, de baja cilindrada, ofrece una potencia y unas prestaciones notables. Además, su relación precio / equipamiento, le convierten en un duro rival frente al Alfa Romeo Giulietta, Audi A3 Sportback, BMW Serie 1, Mercedes-Benz CLC, Opel Astra, Volvo C30 o Volkswagen Golf.
Un compacto grande con un bastidor muy afinado
El Lancia Delta mide 4.520 milímetros de longitud, 1.797 milímetros de ancho, 1.499 milímetros de alto y tiene una distancia entre ejes de 2.700 milímetros, cotas que lo convierten en uno de los compactos más grandes del segmento C.
Su bastidor ha sido construido partiendo de la plataforma del FIAT Bravo, aunque el chasis ha experimentado un afinamiento especial para lograr un nivel de confor más elevado. Su comportamiento dinámico no queda mermado, ya que el Lancia Delta afronta las curvas con un gran aplomo y circula por vías rápidas a alta velocidad soldado al asfalto.
Mientras que la suspensión delantera está formada por un sistema independiente, de tipo McPherson con barra estabilizadora, en el tren posterior se ha optado por una estructura semi-independiente de brazo tirado con eje torsional y barra estabilizadora.
Esta configuración de suspensiones, junto con la amplia distancia entre ejes, nos permitió descubrir el alto índice de estabilidad que ofrece el Lancia Delta, sobre todo envías rápidas de largo recorrido. En tramos de montaña y con curvas muy cerradas, el Lancia Delta 1.6 JTDm Oro no tuvo problema alguno en su trazada, aunque en los cambios de dirección del volante, apreciamos unas ligeras oscilaciones de la carrocería. Una reacción muy normal si tenemos en cuenta que se trata de un compacto en el que prima el confort por encima de otros apartados.
Como en el Alfa Romeo 147, el sistema de frenos montado en el Lancia Delta ofrece una frenada muy correcta y con un alto nivel de resistencia a la fatiga, gracias a los poderosos discos ventilados de 284 milímetros de diámetro y 22 milímetros de grosor en el tren delantero y los discos macizos de 251 milímetros de diámetro y 10 milímetros de espesor en el tren trasero. En algunas ocasiones, decidimos probar la respuesta de los frenos y no pudo ser más efectiva y positiva; con pisar levemente el pedal, los frenos paraban con rapidez y en una corta distancia al Lancia Delta.
En todos los acabados del Lancia Delta, la dirección asistida eléctrica Dualdrive es un elemento de serie. En ciudad, son muy cómodas las maniobras, especialmente de aparcamiento, gracias a la función "City" que suaviza el movimiento del volante, si bien en carretera se aprecia un exceso de asistencia y un tacto algo artificial. La función "City" se activa pulsando un botón situado en la consola central (ver imagen).
Habitáculo amplio, cómodo y cuidado al máximo detalle
Gracias a la gran distancia entre ejes del nuevo Lancia Delta, el espacio interior es generosamente amplio, con capacidad suficiente para cinco ocupantes, pudiendo viajar cómodamente tres personas en las plazas traseras.
El amplio interior está dominado por una gran cantidad de luz natural, fruto de la enorme superficie acristalada y que puede verse incrementada, aún más, con el equipamiento opcional de techo panorámico.
La tapicería de los asientos y paneles de las puertas es de buena calidad, en una elegante combinación de piel y Alcántara Starlite. Los asientos delanteros disponen de un buen mullido y de regulación en altura e inclinación de los respaldos, invitando a pasar horas viajando, si bien en tramos revirados sentimos una leve falta de sujeción lateral. La banqueta nos pareció algo corta.
En las plazas traseras, los asientos disponen de regulación en altura, son deslizantes (estas posibilidades no se encuentran disponibles en el resto de rivales) y abatibles por mitades asimétricas en proporción 1/3 - 2/3 (ver imagen). La posición es algo sobreelevada y la banqueta, al igual que la de las plazas delanteras, se queda algo corta.
Además, la plaza central trasera dispone, como el resto de asientos, de reposacabezas y el acceso a las mismas es sencillo y cómodo, pudiendo introducir y acoplar una sillita de bebés sin problemas. También hay un apoyabrazos escamoteable que resulta muy cómodo (ver imagen).
El puesto de conducción se ha diseñado primando la ergonomía del conductor. Todos los mandos se encuentran a la mano del conductor y en el radio de visión del mismo. La consola central destaca por la disposición de los sistemas, divididos en dos secciones; en la parte superior se halla el sistema de sonido, con mandos en el mismo equipo y a ambos lados del mismo, mientras que en un sector inferior, se encuentra el climatizador de doble zona y la interfaz de comunicación Blue&Me con el puerto de conexión USB, desarrollado entre FIAT y Microsoft.
El único defecto, si se puede llamar así, que hemos encontrado en el puesto de conducción, es el extremado grosor de los montantes de los parabrisas, especialmente el izquierdo que, en determinadas situaciones, puede restar visibilidad al conductor en la entrada de algunas curvas.
El salpicadero está construido con buenos materiales, blandos y agradables al tacto y a la vista. Su calidad contrasta con la de algunas inserciones decorativas del salpicadero y consola central y algunos botones del sistema de sonido y climatización (estos restaban el toque de elegancia y calidad de los modelos de Lancia por su aspecto plástico). Lancia ha prestado especial atención a los detalles, de forma que no existen tolerancias en el ajuste entre piezas en el habitáculo del Delta.
Maletero suficiente y de fácil acceso
El Lancia Delta 1.6 JTDm Oro dispone de un volumen de maletero con 380 litros de capacidad, ampliables hasta 465 litros (ver imagen). El acceso al mismo es fácil, rápido y muy cómodo, gracias al portón trasero de grandes dimensiones, con una ancha boca y un bajo umbral de carga (ver imagen).
Completo equipamiento de serie
El equipamiento de serie del Lancia Delta es de los más completos del segmento compacto. De serie, incluye mando a distancia de apertura y cierre de puertas, cuadro multifuncional con display, climatizador automático de doble zona con filtro anti-polen y kit de fumador, elevalunas eléctricos delanteros y traseros, fijaciones Isofix, sistema de sonido y radio con lector de CD y MP3, volante multifunción con mandos del sistema de sonido y Pack Comfort.
Las llantas de aleación ligera de nuestra unidad eran de 17 pulgadas de diámetro en diseño Elegant y montadas sobre neumáticos en medidas 225/45 R 17 91W (ver imagen).
La dotación de seguridad comprende sistema antibloqueo de frenos ABS con EBD, airbag frontales, laterales y de cortina en las plazas delanteras y traseras, control de estabilidad ESP y de tracción, rueda de repuesto de emergencia, cinturones de seguridad de tres puntos de anclaje, con pretensores pirotécnico y avisador acústico de cinturón no abrochado en las plazas delanteras.
Nuestra unidad probada no disponía de faros bi-xenón, sino con faros halógenos pero un elemento que lo diferencia, de forma importante de sus rivales, es el hecho de incorporar luces diurnas mediante diodos en una banda en la base de los faros (ver imagen) y LED en los pilotos traseros, dos elementos de serie en todas las versiones de equipamiento desde la más básica.
Mecánica económica pero con prestaciones aceptables
La unidad probada del Lancia Delta montaba un propulsor diesel, muy silencioso, con sistema de inyección directa por conducto común de segunda generación Multijet, con control electrónico, turbocompresor de geometría variable e intercooler (ver especificaciones técnicas).
De cuatro cilindros en línea y 16 válvulas y de 1.598 centímetros cúbicos, desarrolla una potencia máxima de 120 caballos a 4.000 revoluciones por minuto y un par motor máximo de 300 Newton metros, disponible desde un muy bajo régimen, a sólo 1.500 revoluciones por minuto, entregando ya la mayor parte de su fuerza hasta cerca de 4.000 vueltas, cifra en la que pierde la fuerza. El rendimiento de este motor es bueno en líneas generales, aunque la reducida cilindrada se hace notar a bajos regímienes.
La mecánica se encuentra acoplada a una transmisión manual de seis velocidades, cuyas relaciones se engranan perfecta y fácilmente. La sexta velocidad dispone de un elevado margen que permite realizar estiramientos sin necesidad de recurrir a relaciones más bajas para incrementar el régimen de giro.
Así, con un buen grado de respuesta, alcanza una velocidad máxima de 194 km/h y acelera, de cero a 100 km/h, en sólo 10,7 segundos. El consumo medio es de 4,9 litros cada cien kilómetros y las emisiones de CO2 de 130 gramos por kilómetro.
Partiendo de la autonomía que ofrece el Lancia Delta 1.6 JTDm, de 1.200 kilómetros, hemos llevado a la unidad probada por carretera nacional, vías rápidas y por ciudad.
En carretera, pudimos comprobar que, manteniendo las indicaciones de velocidad de la vía, el consumo medio de combustible bajó medio litro, quedando en 4,4 litros cada cien kilómetros. Circulando por vías rápidas, el consumo de combustible ascendió hasta 5,2 litros cada cien kilómetros, superando el homologado por la marca en 0,3 litros. En ciudad, el consumo con el cambio manual de seis velocidades se disparó hasta una cifra cercana a los 7 litros cada cien kilómetros.
Texto: Francisco Romero
Fotos: A.R. Sastre y G.R.