La cuarta generación del KIA Río poco o nada tiene que ver con las anteriores –aunque comparta algunos elementos mecánicos con su predecesor-. Bajo mi punto de vista es el utilitario más avanzado y de más calidad que ha fabricado la firma coreana en toda su historia. Como puedes ver, la cosa promete.
Nosotros hemos probado la versión menos potente de la gama. Se trata de un motor de gasolina de 1.2 litros que entrega 85 CV. La unidad probada, estaba asociada al acabado Drive, que es el más alto que se comercializa con este motor. Se puede adquirir por 11.750 € (ver configurador).
Buenas sensaciones
Antes de entrar en análisis, me gustaría apuntar que este coche me ha gustado, pese a que me parece un producto a medio-hacer con un potencial de “superventas” que creo que, por parte de KIA, no se ha sabido explotar.
En primer lugar, KIA está haciendo muy bien las cosas en cuanto a diseño se refiere. El nuevo Río es, bajo mi punto de vista, de lo más atractivo que hay en el segmento en cuanto a diseño puro y duro se refiere. El frontal tiene un aspecto bastante deportivo y el resto de la carrocería me parece compacta y bien proporcionada en cuanto a líneas. Por tanto, en este apartado aprueba con nota.
Interior: Acabados y habitabilidad
Una vez dentro, las buenas sensaciones continúan, aunque cuando uno se sienta en el puesto del conductor, se percibe claramente que estamos en un coche económico que cuesta menos de 12.000 €. La calidad de los materiales es muy normal, sin embargo los ajustes y el ensamblaje de las diferentes piezas plásticas son correctos -todos los plásticos del interior son rígidos y tienen un aspecto muy sencillo-.
Por otro lado, entendemos que es un coche diseñado para que tenga un precio lo más justo posible, no obstante, se echa en falta zonas acolchadas, sobre todo en los apoyabrazos que están situados en los paneles de las puertas (ver imagen). Por lo demás, se aprecia la falta de solidez característica que se suele percibir en coches de este precio.
El habitáculo es más amplio que el de su predecesor, con un incremento tanto del espacio para los ocupantes como de la capacidad de carga. La base del parabrisas se ha adelantado 156 mm y se ha elevado 18 mm, mientras que la distancia entre ejes aumenta 70 mm y el ancho de la carrocería 25 mm. El espacio para las piernas de los ocupantes delanteros aumenta 45 mm, y la altura 8 mm.
Si estás buscando un utilitario amplio por dentro, el KIA Río debe estar entre tus favoritos. La sensación de espacio que se respira en el interior es sorprendente, pese a que la carrocería, vista por fuera, no da la sensación de ser muy voluminosa, sobre todo en altura.
Lo mejor de todo, es que detrás hay mucho espacio en todas las cotas, algo en lo que no destacan, por razones obvias, la mayoría de coches de este tamaño. Si viajan dos ocupantes adultos de talla media (1,75 cm, aproximadamente), se sentirán cómodos y con suficiente espacio para las piernas.
El puesto de conducción se adapta bien a la mayoría de estaturas; el volante se puede regular en altura y profundidad, y el asiento cuenta con una regulación máxima en altura de 12 cm, no está nada mal. Sin embargo, hay un pequeño defecto de diseño, y es que el mando del cambio queda demasiado retrasado, por lo que se pega con el codo en el apoyabrazos central cuando queremos meter segunda y cuarta velocidad -a mi me resultaba muy incómodo de manejar-.
Asientos
Me han gustado los asientos delanteros. Recogen muy bien la zona lumbar y resultan bastante envolventes para tratarse de unos asientos normales. El grado de dureza del mullido está bien elegido para que resulten confortables sin que la espalda se resienta cuando se conduce durante mucho tiempo.
Los reposacabezas no se pueden colocar en el punto ideal para que funcionen adecuadamente en caso de colisión. Únicamente cuentan con regulación en altura con un total de seis posiciones, lo que no está nada mal.
Los asientos de las plazas traseras no cuentan con el mismo nivel de confort que los delanteros, sin embargo, la postura cuando uno se sienta, resulta natural y confortable –la banqueta está más bien baja-. Frente a los delanteros, son menos envolventes y el mullido es más blando, aún así, son bastante confortables.
Los reposacabezas tienen forma de coma para facilitar la visibilidad del conductor cuando no viajan ocupantes en las plazas traseras. Quedan lejos de la cabeza y, únicamente, se pueden regular en altura, con un total de tres posiciones.
Como he apuntado anteriormente, el entorno del habitáculo no es demasiado confortable, ya que lo paneles de las puertas no presentan zonas mullidas para apoyar los brazos con un mínimo nivel de confort. Es algo habitual en coches de esta categoría y precio.
Huecos y compartimentos
En el interior no hay demasiadas zonas de almacenamiento, no obstante, todas son prácticas, accesibles y cuentan con bastante capacidad.
Para empezar, delante del asiento del conductor hay una guantera iluminada que tiene una capacidad de 15 litros. -hay espacio de sobra para guardar la documentación y el chaleco de emergencia- (ver imagen).
En la consola central hay un pequeño compartimento que no sirve de mucho, ya que es pequeño y lo que queramos guardar puede que se caiga con facilidad. En cualquier caso, no está de más y siempre puede ser bienvenido para muchos conductores.
Delante del mando del cambio hay dos zonas de almacenamiento; una circular y muy profunda y, otra, rectangular que puede venir muy bien para dejar una cartera, tarjetas o, incluso, un teléfono móvil con una pantalla de unas 3,5 pulgadas.
Entre los dos asientos delanteros hay dos zonas para guardar objetos: Hay dos posavasos –uno puede estar ocupado por un cenicero extraíble- y un cofre que hace las veces de apoyabrazos –es profundo, no está iluminado y el fondo está guarnecido con una alfombrilla fabricada en un textil sintético-.
En los paneles de las puertas hay una zona portaobjetos para acoger una botella de 1,5 litros en cada puerta delantera y de 0,5 litros en cada puerta trasera.
Ninguno de los compartimentos, salvo el cofre central que hay entre los dos asientos delanteros y un pequeño compartimento que hay en la consola central, tienen guarnecidos de goma o textil que eviten ruidos o impidan que los objetos más frágiles puedan rayarse cuando entran en contacto con la superficie de plástico rígido.
Maletero
Tiene una capacidad de 288 litros –representa un aumento del 6,6 por ciento sobre el anterior modelo-. El volumen puede aumentar hasta los 920 litros si se abaten los respaldos de los asientos traseros en proporción 60/40 (ver imagen).
Las formas de todo el maletero son regulares y permiten que podamos aprovecharlo muy bien.
El maletero está equipado con un punto de luz que ofrece una iluminación muy pobre, una zona de almacenamiento dotada de una red en la parte izquierda y, otro, en la parte derecha.
Debajo de la moqueta que cubre el piso del maletero, se encuentra la rueda de repuesto –es de galleta- y todas las herramientas necesarias para utilizarla en caso de pinchazo (ver imagen).
Mandos: disposición y funcionamiento
En líneas generales me ha gustado el aspecto del interior y la disposición y funcionamiento de todos los mandos. La sensación que tiene uno cuando se sienta a los mandos del KIA Río, es que está ante un coche moderno de última generación.
El cuadro de instrumentos me gusta porque es claro, ordenado y de fácil lectura. Está compuesto por tres esferas, claramente diferenciadas, que muestran las informaciones habituales sobre el régimen de giro del motor, el velocímetro y el indicador de nivel de carburante. En el centro hay un pequeño display digital que muestra toda la información necesaria del ordenador de a bordo (consumos, velocidad media, kilometraje y temperatura).
En la consola central están muy bien agrupados y diferenciados todos los mandos que permiten controlar el climatizador y el equipo de sonido. KIA ha elegido muy bien el tipo de mandos –hay ruletas y botones- y la suavidad y tacto que transmiten cuando se utilizan. Todo se maneja con rapidez y facilidad, y eso es algo que se agradece.
El volante cuenta con un buen diseño en cuanto a formas y grosor. Está fabricado en un plástico de dureza intermedia que resulta agradable al tacto y da la sensación de que tendrá una buena vejez por lo sufrido que es el material por el que está fabricado. Integra varios mandos que permiten controlar el equipo de sonido, teléfono, ordenador de a bordo y claxon (ver imagen).
Detrás del volante se encuentran los mandos habituales que permiten controlar las luces, intermitentes y limpiaparabrisas –estos mandos tienen un tacto y funcionamiento muy bueno-.
En la parte inferior izquierda del salpicadero hay varios mandos agrupados que nos permiten controlar la inclinación del alumbrado delantero, la intensidad de la iluminación de los diferentes pictogramas y cuadro de instrumentos y la conexión y desconexión del control de estabilidad (ver imagen).
Climatizador, equipo de sonido e iluminación interior
El climatizador funciona muy bien. Es capaz de alcanzar la temperatura deseada con rapidez y la mantiene con facilidad. Además, sorprende lo silencioso que es –únicamente se hace notar cuando tenemos el flujo de aire al máximo para desempañar el parabrisas-.
El Rio es el primer Kia en montar de serie el nuevo sistema ‘Virtual SoundÂ’, desarrollado por los especialistas en audio Arkamys y adaptado específicamente a este modelo.
El sistema supera las limitaciones acústicas del vehículo propias de la ubicación de los altavoces en la parte inferior de los paneles de las puertas, para ofrecer una experiencia sonora más intensa y envolvente. Están disponibles las modalidades ‘Power TrebleÂ’ y ‘Power BassÂ’ que realzan y mejoran el sonido para todos los ocupantes del coche, o bien la modalidad ‘Virtual SurroundÂ’ que utiliza un sistema de vanguardia para que el sonido envuelva solo a los pasajeros delanteros.
El equipo de sonido funciona muy bien cuando queremos asociar dispositivos externos vía bluetooth o mediante entradas Jack y USB (ver imagen). Todo se acopla con rapidez y, sobre todo, facilidad. Además, el funcionamiento es tremendamente rápido y efectivo.
La iluminación del interior es deficiente –sobre todo para los pasajeros traseros-, no obstante, hay un punto de luz en los parasoles delanteros y otros dos en el techo, justo delante del parabrisas (ver imagen).
Conducción
Cuando nos ponemos en marcha, el KIA Rio es un coche agradable de conducir, gracias a la suavidad de todos los elementos mecánicos con los que entramos en contacto.
La dirección tiene un tarado en el que prima la suavidad. Esto se agradece cuando queremos aparcar o cuando utilizamos mucho la dirección con amplios grados de giro. Sin embargo, le falta precisión, es demasiado artificial y debería ser algo más rápida al auto centrarse.
Según KIA, la dirección eléctrica ofrece un sensor combinado de par y ángulo de giro para proteger contra los efectos de las ráfagas de viento lateral. Ofrece 2,82 vueltas entre topes, y el volante es regulable en altura y en profundidad.
Con el cambio ocurre más de lo mismo, prima la suavidad y es muy agradable de utilizar, pese a que tiene unos recorridos en su guiado más bien largos.
Los pedales de control (embrague, freno y acelerador) también cuentan con un tarado para que cueste muy poco trabajo utilizarlos y cansen lo menos posible cuando se utilizan constantemente.
El bastidor está desarrollado sobre la base del modelo anterior. La suspensión delantera tipo McPherson, montada sobre un subchasis, continúa prácticamente sin cambios, con pequeñas evoluciones en cuanto a diseño para dar cabida a la mayor batalla y anchura del nuevo modelo, y su nueva distribución del peso. El eje trasero torsional CTBA es ahora más firme, reduciendo el subviraje, y la resistencia de la unión entre los brazos de suspensión y las manguetas se ha duplicado, mejorando la estabilidad. El recorrido de suspensiones se ha aumentado 10 mm y la geometría se ha mejorado para aumentar la estabilidad y ofrecer un mayor confort.
La suspensión transmite cierta firmeza, aunque tiene mucho recorrido –algo habitual en este tipo de coches-. Sin embargo, sin resultar excesivamente seca, se echa en falta un mejor filtrado cuando se pasa por un bache, por un badén o por asfalto en mal estado.
En carretera, no es un coche que apasione al volante, tampoco resulta preciso y no es de los más estables de la categoría.
Pese a que los 85 CV del pequeño motor de gasolina apenas pone en apuros las cualidades del bastidor, la carrocería no queda exenta de responder con balanceos y cabeceos notorios cuando se circula a una velocidad medio-alta. En condiciones normales y en recorrido urbano es un coche estable y correcto.
Los frenos de disco en las cuatro ruedas – los delanteros ventilados de 280 mm (para motores 1.4) o 256 mm (para resto motores) y los traseros de 262 mm – vienen de serie en todos los acabados. Las prestaciones del sistema de frenado se ven apoyadas por el sistema electrónico de antibloqueo ABS, el de distribución electrónica de frenada de frenado y la ayuda al freno de emergencia. Las frenadas no me han resultado especialmente potentes y desfallecen con rapidez. En condiciones normales cumplen correctamente.
El nivel de ruidos y vibraciones es el habitual que se suele encontrar en este tipo de vehículos. En carretera, el motor y la aerodinámica se imponen frente a la rodadura, pero sin resultar excesivamente molestos. En ciudad, el nivel de confort acústico es bueno.
Nuestra unidad equipaba unos neumáticos Hankook kinergy eco 185 65 R15 con código de carga "88" y de velocidad "H" (ver imagen). Ofrecen una resistencia baja a la rodadura, y eso se nota cuando les exigimos adherencia en frenadas o fuertes apoyos en curva. No obstante, Hankook afirma que, con estos neumáticos, se logra reducir el gasto de carburante –no dice cuanto-.
Motor de gasolina 1.2 litros de 85 CV
Bajó el capó encontramos un pequeño motor de gasolina de 1.2 litros que entrega una potencia de 85 CV a 6.000 rpm y un par motor máximo de 12 Nm a 4.000 rpm. Se trata de un motor de última generación que incorpora la doble distribución variable, conocida como CVVT, un bloque motor de aluminio, cigüeñal no alineado con la carrera del pistón, cadena de distribución sin mantenimiento y muelles de válvula asimétricos de baja fricción.
Con este motor, el KIA Rio es un coche muy agradable de conducir, ya que siempre responde de una forma extremadamente suave y refinada. Es cierto, que sus prestaciones son muy modestas, pero son más que suficientes para circular en ciudad y para salir a carretera siempre que no seamos muy exigentes y cumplamos con las limitaciones de velocidad.
El KIA Rio 1.2 CVVT acelera de 0-100 km/h en 13,1 segundos y alcanza una velocidad máxima de 168 Km/h.
El consumo se ajusta a lo esperado en un coche con este tipo de motor, potencia, dimensiones y masa. En ciudad, en condiciones normales, he obtenido un consumo medio de 7,5 litros. En carretera, se puede bajar el gasto en 1 litro con bastante facilidad. Sacando el máximo partido al propulsor en circuito cerrado al tráfico, hemos obtenido un consumo de 9,8 litros a los 100 kilómetros.
Lo mejor de todo es que, si compras un KIA Rio 1.2 CVVT de 85 CV, no tendrás que pagar el impuesto de matriculación, ya que sólo emite 119 gr/km de CO2.
Precio y equipamiento
El KIA Rio 1.2 CVVT de 85 CV con carrocería de 5 puertas se puede adquirir desde 9.635 € -ahora hay un descuento promocional de 2.850 €-. Esta motorización está disponible con tres niveles de acabado (Basic, Concept y Drive). Ver configurador
El equipamiento de serie en materia de seguridad es destacable. Incluye seis airbags (delanteros, laterales y de cortina), ESP (Programa Electrónico de Estabilidad), VSM (Sistema de gestión de Estabilidad), HAC (Sistema de ayuda de arranque en pendiente), y cinturones de seguridad de tres puntos de anclaje para los cinco ocupantes. Adicionalmente a este completo equipamiento de seguridad, en función del acabado, se puede disponer de un limitador regulable de velocidad, sensores traseros de aparcamiento y sensores de lluvia junto con el desempañado automático.
Conclusión: Si necesitas un compacto, pero lo quieres a precio de utilitario, el KIA Rio puede ser la opción que estabas buscando. Es un coche muy equilibrado en cuanto a tamaño, cuenta con mucho espacio en su interior, su tacto de conducción es agradable y su equipamiento puede ser muy completo. Si se hubiera trabajado más su comportamiento dinámico y la calidad de su interior, estaríamos hablando de una de las referencias de su segmento. Aún así, me sigue pareciendo uno de los mejores coches de la categoría y estaría entre mis principales candidatos si tuviera que comprarme un coche polivalente para la ciudad, correcto en carretera e ideal para la batalla del día a día.
Texto: Gustavo Rodríguez
Fotos: A. R. Sastre, G. Rodríguez y KIA