El KIA Rio es uno de los coches más completos del mercado; cuenta con una estética atractiva, un tamaño ideal para cubrir las necesidades de muchos conductores, un equipamiento muy completo y suficientes motores como para tener una gama bastante completa.
De todos los utilitarios que hay en el mercado, el KIA Rio es uno de los que de los más recomendables. Sobre todo destaca por su habitabilidad interior. Lo más importante, es que detrás hay mucho espacio en todas las cotas, algo en lo que no destacan, por razones obvias, la mayoría de coches de este tamaño. Si viajan dos ocupantes adultos de talla media (1,75 cm, aproximadamente), se sentirán cómodos y con suficiente espacio para las piernas.
Delante también hay mucho espacio. El puesto de conducción se adapta bien a la mayoría de estaturas; el volante se puede regular en altura y profundidad, y el asiento cuenta con una regulación máxima en altura de 12 cm, no está nada mal. Sin embargo, hay un pequeño defecto de diseño, y es que el mando del cambio queda demasiado retrasado, por lo que se pega con el codo en el apoyabrazos central cuando queremos meter segunda y cuarta velocidad -a mi me resultaba muy incómodo de manejar-.
Me han gustado los asientos delanteros. Recogen muy bien la zona lumbar y resultan bastante envolventes para tratarse de unos asientos normales. El grado de dureza del mullido está bien elegido para que resulten confortables sin que la espalda se resienta cuando se conduce durante mucho tiempo.
Compartimentos, maletero y mandos
En el interior no hay demasiadas zonas de almacenamiento, no obstante, todas son prácticas, accesibles y cuentan con bastante capacidad. De todos los compartimentos, destacan los dos huecos que hay delante del cambio; uno circular y muy profunda y, otro, rectangular que puede venir muy bien para dejar una cartera, tarjetas o, incluso, un teléfono móvil con una pantalla de unas 3,5 pulgadas.
El maletero es suficientemente amplio. Con una capacidad de 288 litros, aumenta su volumen en un 6,6 por ciento si lo comparamos con el de su predecesor. Si es necesario hacerlo más capaz, se pueden abatir los respaldos de los asientos traseros, en proporción 60/40- para alcanzar los 920 litros.
En líneas generales me ha gustado el aspecto del interior y la disposición y funcionamiento de todos los mandos. La sensación que tiene uno cuando se sienta a los mandos del KIA Río, es que está ante un coche moderno de última generación.
Lo mejor de todo, además de la sencillez y la buena ubicación de todos los mandos, es que se trata un coche bastante avanzado en cuanto a conectividad se refiere. Podemos asociar dispositivos externos vía bluetooth o mediante entradas Jack y USB. Todo se acopla con rapidez y, sobre todo, facilidad. Además, el funcionamiento es tremendamente rápido y efectivo. Otros fabricantes deberían tomar buena nota en este sentido.
Motor de bajo consumo y buen rendimiento
El 1.4 litros de 90 CV es el Diesel más potente de toda la gama (hay otra versión de 1.1 litros con 75 CV). Por prestaciones, es más que suficiente y equilibrado como para cumplir con creces para cualquier tipo de utilización que se le quiera dar. Aunque el rendimiento mecánico es bueno, lo peor de este motor es lo perezoso que resulta por debajo de 2.000 rpm. Eso sí, a partir de ese régimen, y hasta las 4.000 rpm es una mecánica que responde con nervio y energía. Otro de los puntos en los que debería mejorar si lo comparamos con la competencia, es su refinamiento. Quizá se le nota algo aspero y ruidoso cuando estiramos las marchas y nos movemos a un régimen medio alto, no obstante, si lo llevamos estabilizado en carretera, el nivel de ruidos es bajo. En gran medida, la reducción de ruidos en ese tipo de condiciones se produce, en gran medida, a una caja de cambios que cuenta con una sexta muy larga.
El consumo de carburante es bajo en todo tipo de condiciones. En ciudad nunca hemos gastado más de 7,5 litros de media y, en carretera es muy fácil estabilizarnos por debajo de los 6 litros, siempre y cuando seamos respetuosos con las limitaciones de velocidad. Para mejorar el gasto de carburante en recorrido urbano, este KIA Rio equipa un sistema Stop&Start que apaga y enciende el motor en las detenciones.
Muy bien en ciudad y carretera
En ciudad es un coche que se conduce con agrado, gracias a que tiene un buen radio de giro, no tiene una carrocería de tamaño desproporcionado y todos los elementos cuentan con un tarado suave. Quizá lo peor, como he comentado anteriormente, es la pobre respuesta del motor por debajo de las 2.000 rpm.
En carretera es un coche que está a un muy buen nivel. Lo que más me gusta en este sentido, es el buen trabajo de la suspensión trasera, ya que permite inscribir muy bien al coche en curva y hace que salga con agilidad de la misma a poco que levantemos el pie del pedal del acelerador. Por su parte, el tren delantero entra bien en curva y la dirección muestra bastante precisión en los giros.
Los frenos muestran un buen tacto, con una mordiente adecuada y una durabilidad más que correcta en uso intensivo.
Nuestra unidad de pruebas calzaba unos neumáticos Kumho Solus KH17 con medida 195/55 R16 87H. Sin ser un portento de adherencia, sobre todo en mojado, cumplen más que de sobra en conducción normal y circulando a velocidades legales.
Precio y equipamiento
El KIA Rio asociado al motor Diesel de 90 CV, únicamente se puede adquirir con el nivel de acabado más alto (Emotion). Su equipamiento de serie es muy completo y prácticamente no se echa en falta grandes cosas. Tanto es así, que no te va a faltar control de crucero, climatizador, luces direccionales, retrovisores eléctricos y volante forrado en cuero entre lo más destacable. Esta versión se puede adquirir desde 16.062 € (ver todos los precios).
El equipamiento de serie en materia de seguridad para toda la gama incluye seis airbags (delanteros, laterales y de cortina), ESP (Programa Electrónico de Estabilidad), VSM (Sistema de gestión de Estabilidad), HAC (Sistema de ayuda de arranque en pendiente), y cinturones de seguridad de tres puntos de anclaje para los cinco ocupantes.
Conclusión: Aquí tenemos uno de los mejores utilitarios del segmento y una seria alternativa a un compacto (un Renault Mégane o Ford Focus, por ejemplo). Es un coche que resulta satisfactorio en casi todo y no tiene grandes defectos que nos obliguen a descartarlo. A mi me encanta por su estética, equipamiento, habitabilidad interior y calidad de realización. Su motor, sin ser muy enérgico en la zona más baja del cuentavueltas, resulta más que aceptable por rendimiento y consumo.