Probamos la cuarta generación del Kia Rio, que es un modelo urbano desarrollado para competir en el segmento B y que se sitúa por encima del Picanto y por debajo del Cee’d. Nosotros probamos la versión 1.0 T-GDi, que equipa un nuevo motor de gasolina de tres cilindros que alcanza una potencia máxima de 100 CV. Este modelo se produce en la planta que Kia tiene en Sohari, Corea. Ya está en los concesionarios con un precio de salida de 9.970 euros (consultar todos los precios).
Amplio y práctico
El nuevo Rio gana en dimensiones para ofrecer una mayor habitabilidad interior. En conjunto, es 15 mm más largo que su predecesor (ahora 4.065 mm) y tiene 5 mm menos de altura (hasta 1.450 mm).
Como en todos los modelos de la marca, el interior del Rio resulta agradable, sencillo y muy bien diseñado. El salpicadero está ahora orientado hacia el conductor. En el centro hay un nuevo sistema de infoentretenimiento, un HMI (interfaz hombre máquina) “flotante” con una pantalla táctil de alta resolución de 5,0 pulgadas. Por debajo del HMI, la consola orientada al conductor tiene menos botones y, para controlar la calefacción y la ventilación, una disposición más ergonómica con interruptores cóncavos y mandos giratorios -la ubicación, el diseño y el funcionamiento de todos los mandos nos ha parecido mucho mejor que cualquiera de las alternativas anteriormente citadas-.
El nuevo Rio es un coche amplio, muy práctico y funcional. El aumento de 10 mm en la batalla y 15 mm en la longitud contribuyen a incrementar el espacio del habitáculo y del maletero. El espacio para las piernas crece hasta 1.120 mm delante y 770 mm detrás, mientras que el espacio para hombros es mayor que en la mayoría de los coches de su clase: 1.375 mm delante y 1.355 detrás. Aunque el nuevo Rio es 5 mm más bajo que el anterior, el espacio para la cabeza delante y detrás (1.021 mm y 966 mm respectivamente) está entre los mejores del segmento B.
En las plazas delanteras la sensación de espacio es muy positiva. Aunque los asientos nos hubiera gustado que fueran algo más ergonómicos y envolventes en la zona lumbar, es de los mejores que hemos probado dentro de su categoría. No solo son buenos por diseño, sino también por el mullido y el tapizado, que es mucho mejor que lo que podemos encontrar, por ejemplo, en un Opel Corsa o en un Renault Clio.
El habitáculo del Rio ofrece más espacios de almacenamiento que antes. En la base de la consola central hay una doble bandeja para dispositivos móviles u otros objetos pequeños, en el techo existe un hueco para guardar unas gafas de sol y la guantera tiene un espacio único. Hay huecos para botellas en cada puerta (caben envases de 1,5 l en las delanteras y de 0,5 l en las traseras) y dos grandes portabebidas en la parte delantera. Las puertas tienen incorporados huecos con fondo en sus asideros, muy útiles para dejar cosas como el teléfono o monedas. Opcionalmente habrá un reposabrazos que añade más espacios de almacenamiento al interior. Se echa en falta guarnecidos textiles y de goma en todos ellos, sobre todo para evitar ruidos y evitar que los objetos más frágiles puedan dañarse.
El interior del Kia Rio presenta materiales sencillos, pero de buen aspecto y muy bien ensamblados para que el habitáculo transmita sensación de calidad y solidez. Si los paneles de las puertas contaran con zonas acolchadas en los apoyabrazo, el conjunto de lo que ofrece todo el habitáculo sería notable.
Dispone de un gran maletero
Otro de los puntos destacables del nuevo Kia Rio, es su fantástica visibilidad, que supera a la del anterior modelo y le permite ser uno de los mejores modelos de su segmento que mejor visibilidad ofrece desde todos los ángulos. Los pilares C, que son 87 mm más finos, y los espejos retrovisores recolocados (ahora en la base de los pilares A), ayudan a minimizar los ángulos muertos del conductor y mejorar la visibilidad. La base de las ventanillas más baja y nuevos cristales por detrás de las ventanillas traseras también da una mejor visión del exterior al conductor y los pasajeros.
Con un volumen de maletero 37 l mayor (un 13% más) alcanza 325 l VDA, lo que le posiciona entre los mejores de su categoría. El Rio tiene este espacio extra a pesar de que el voladizo trasero es 15 mm menor (655 mm), un elemento clave en el nuevo diseño del coche. Por primera vez, el nuevo Rio está dotado con un suelo del maletero de dos niveles, que permite a los propietarios cambiar la altura desde el suelo del maletero para alojar objetos debajo y evitar que rueden o mantenerlos fuera de la vista. El Rio está equipado de serie con un respaldo trasero abatible dividido y rueda de repuesto. Gracias a esta ganancia de volumen, el Rio cuenta con un maletero prácticamente equivalente a modelos de superior tamaño.
El depósito de carburante, ubicado bajo la banqueta trasera, tiene 45 l de capacidad, dos más que en el modelo anterior.
Cómodo y eficiente
Nuestra unidad de pruebas equipaba la nueva motorización de gasolina T-GDI (turbo gasoline direct injection) de tres cilindros y 1,0 litros. Este compacto y ligero motor se introdujo por primera vez en el renovado Kia cee’d de 2015 y se espera que registre la mayoría de las ventas en el Rio tras su lanzamiento. Sus principales ventajas, además de ofrecer un elevado rendimiento, es su ligereza, algo que le permite ganar en agilidad en curva debido a su menor masa e inercia en curva.
Nuevamente reconozco que los motores de este tipo, es decir, de tres cilindros, no son de mi agrado. Sin embargo, el de Kia me ha parecido de los mejores en cuanto a funcionamiento, prestaciones y consumo de carburante. Los conductores que practiquen una conducción ágil o se muevan por zonas con constantes pendientes, notarán que esta motorización no responde con mucha fuerza en la parte baja del cuentavueltas, no obstante, en la parte media y alta, ofrece un rendimiento notable. Sus 100 CV se consiguen a 4.500 rpm, y su par máximo, que es de 172 Nm, se consigue entre las 1.500 y las 4.000 rpm.
Esta motorización está asociada a una caja de cambios manual de cinco velocidades que funciona con suavidad y se maneja con poco esfuerzo. Sus desarrollos están bien escalonados y son los adecuados para ofrecer un buen compromiso entre prestaciones y consumo. Precisamente, ya que hablamos de este apartado, el Rio es un coche que obtiene unas cifras correctas. Según nuestras mediciones, el Rio puede llegar a consumir unos 7,5 l/100 km en ciudad o en otro tipo de vías circulando a un ritmo alegre, o bien, unos 5,6 l/100 km en carretera practicando una conducción más moderada.
Cuando nos ponemos al volante, el Rio convence desde el primer momento. Comparado con los modelos equivalentes de su segmento, el Kia sobresale claramente por la calidad que transmiten sus elementos mecánicos y su base rodante. En este sentido, el Rio es un coche refinado y muy suave que agrada de manera sobresaliente. Todos sus rivales ofrecen una suspensión más brusca, menos refinada y que no cuidan tanto a sus ocupantes. Si la rodadura se hubiera aislado algo mejor, el resultado hubiera sido sobresaliente.
El tarado de la suspensión es más bien blando, sobre todo en el tren delantero. Gracias a ello, el Rio es un coche muy confortable que agota mucho menos a sus ocupantes. Por estabilidad, es un coche que aprueba con nota, ya que transmite una gran sensación de seguridad, reacciona perfectamente ante una situación extrema y es un coche que resulta muy fácil de conducir en todo tipo de condiciones. Además, la dirección, que es muy suave y funciona con rapidez, transmitiendo muy buenas sensaciones en cuanto a tacto y funcionamiento.
7 años de garantía
El nuevo Rio está disponible con acceso y arranque sin llave, automatismo para el limpiaparabrisas y encendido de las luces. También estará disponible con Control de Crucero (Automatic Cruise Control ACC), limitador de velocidad, seis airbags y anclajes Isofix para sillas de niño en los asientos delantero del pasajero y los traseros, y ayuda al aparcamiento trasero con cámara. Además, Kia ofrece una garantía de 7 años o 150.000 kilómetros.
