El nuevo Optima GT es el automóvil más potente que Kia ha desarrollado para Europa -esfuerzo coordinado de los centros de I+D eurpeo y mundial de Kia: el de Rüsselsheim, Alemania, y el de Namyang, Corea-. Ya está a la venta en España con las carrocerías berlina de cuatro puertas y Sportswagon, y con una garantía de 7 años o 150.000 km de serie. Se fabrica en las instalaciones que la marca coreana tiene en Hwasung (Corea) y se puede adquirir desde (consultar todos los precios).
Tal y como cabe esperar en este tipo de versiones deportivas, el Optima GT recibe un acabado exclusivo. Las modificaciones exteriores incluyen paragolpes delantero y trasero de nuevo diseño, con una nueva toma de aire de cromo satinado y una rejilla inferior. La parrilla también recibe un tratamiento con cromo satinado; los grupos ópticos integrados presentan una firma luminosa LED. De perfil, el GT se destaca con unas nuevas llantas de aluminio de 18 pulgadas de nuevo diseño, que alojan pinzas de freno de color rojo y discos ventilados de mayor tamaño, así como molduras laterales y tiradores de las puertas de cromo satinado. El GT tiene un nuevo acabado negro brillante en los estribos. En la parte trasera, el Optima presenta un emblema especial GT y un nuevo difusor con doble salida de escape en sus extremos. La carrocería se puede pintar con un total de ocho colores exteriores, ya presentes en la gama Optima.
Práctico y muy deportivo
Por dentro, el Optima GT cuenta con el mismo nivel de acabado que podemos encontrar en una versión de equipamiento equivalente. La calidad de los materiales utilizados en el interior se ha mejorado significativamente respecto al modelo anterior, con una proporción de superficies blandas mucho mayor. No obstante, nos ha parecido que hay materiales que deberían ser mucho mejores. Por ejemplo, la parte más visible del salpicadero está recubierta por un plástico blando demasiado áspero que, además, generan brillos con facilidad –también cuenta con unas falsas costuras que desmerecen demasiado el resultado final del conjunto-.
Respecto al anterior modelo, la ergonomía del interior ha ganado significativamente. La posición al volante es mucho mejor; es confortable y la nueva ubicación de los mandos permite que el acceso a los mismos sea mejor y se haga de una manera más intuitiva.
La versión que nos ocupa cuenta con unos nuevos asientos deportivos de piel, delanteros y traseros, están acabados en negro con costuras rojas. Los asientos delanteros tienen grabado el logo GT y los apoyos laterales más grandes para proporcionar una sujeción mayor: de 25,9 mm en el respaldo y 14,4 en la banqueta. Nos han resultado muy confortables, con un tapizado de piel y un mullido que resultan muy acogedores.
La tapicería interior del techo, gris en el Optima normal, es de ante negro en el GT, mientras que la consola central tiene un acabado de aluminio. Para el conductor, el Optima GT se distingue por unos nuevos pedales de aluminio y un volante con forma de “D” forrado de cuero negro con costuras rojas. Como los asientos, el volante también presenta el emblema GT. Una instrumentación exclusiva realza aún más la imagen deportiva de esta versión, con un manómetro digital del turbo y un indicador del par motor generado en cada momento.
Motor de altas prestaciones
El Optima GT está propulsado por el nuevo motor de Kia T-GDI (Turbocharged Gasoline Direct Injection) de 2,0 litros. Este motor enteramente de aluminio produce 245 CV a 6.000 rpm y un par máximo de 353 Nm entre 1.350 y 4.000 rpm. Una de las principales innovaciones de esta motorización, es el sistema de distribución variable CVVT (variación de fase continua) movido por un motor, en conjunción con unos nuevos inyectores con orificios perforados con láser. Combinados, estos sistemas contribuyen a proporcionar las prestaciones del Optima GT, al tiempo que mantienen bajas las emisiones y el consumo. El motor está dotado con una bomba de carburante de alta presión (200 bar), que reduce aún más las emisiones y determina las características de la combustión en el motor.
Se trata de un motor que responde con suavidad y, a la vez, permite que este Optima sea un coche rápido. De hecho, tarda 3,7 s (el Sportswagon en 3,8 s) en acelerar de 60 a 100 km/h, alcanza los 100 km/h en 7,4 s (el Sportswagon, en 7,6 s) desde parado y consigue una velocidad máxima de 240 km/h (Sportswagon, 232 km/h).
El motor T-GDI de 2,0 litros transmite su potencia a las ruedas delanteras a través de una caja de cambios automática de seis velocidades. Comparada con la caja automática de seis velocidades de la versión con motor atmosférico de 2,0 l, la capacidad de refrigerante de la caja del GT aumenta un 33%, de 2,1 a 2,8 l.
Su consumo se ajusta a lo que cabe esperar en una berlina de este tamaño, peso y potencia. Según nuestras mediciones, este modelo consiguió unos 10,6 l/100 km en ciudad, unos 8,6 l/100 km en ciclo mixto y, en carretera a velocidades legales, fue capaz de consumir 7,8 l/ 100 km.
Para crear una atmósfera interior de inspiración más deportiva, el Optima GT tiene incorporado un sistema de sonido activo que utiliza un generador electrónico de sonido. Este generador en la base del parabrisas utiliza las vibraciones del motor para reproducir el sonido de aceleración, mediante la cubierta frontal y el parabrisas mismo, que amplifican el sonido en todo el habitáculo.
Este sistema actúa en función del modo de conducción seleccionado, con más generación de sonido en el modo Sport. En función de la posición del acelerador y el régimen del motor, en el modo Sport hay un aumento de 2 a 4 dB en el sonido interior en una aceleración fuerte. En los modos Normal y Eco, el generador reduce progresivamente el nivel de sonido adicional en el habitáculo, con casi ningún aumento en el modo Eco.
Un chasis más rígido
Comparado con otras versiones del Optima, la altura de carrocería del GT se ha rebajado 10 mm (queda en 1.455 mm) y se beneficia de unos amortiguadores significativamente más duros, delante y detrás. La dureza de los muelles aumenta un 11% delante (de 2,7 a 3 kgf) y un 10% detrás (de 4 a 4,4 kg-f). Una mayor rigidez en la barra estabilizadora delantera y en los casquillos traseros, aumentan aún más la agilidad y producen una respuesta inmediata al giro del volante.
La suspensión, que cuenta con un control electrónico -la marca lo denomina ‘ECS’-, permite establecer la dureza de los amortiguadores de forma independiente para cada rueda. El sistema consta de válvulas internas en cada uno de ellos, sensores de aceleración G en la unidad de control ECU y dos sensores de aceleración G en las ruedas delanteras. El ECS detecta los movimientos de la dirección, la posición del acelerador y monitoriza las condiciones de la carretera para adaptar la suspensión bien a un tacto firme y deportivo o bien a un confort mayor. El conductor puede elegir entre los modos Sport, Normal y Eco, a los que se adaptan también las características de la suspensión. En los modos Normal y Eco selecciona un ajuste suave para una marcha confortable, especialmente cuando se viaja en carreteras rápidas; en el modo Sport mejora la estabilidad y la respuesta dinámica.
El Optima GT está equipado con una dirección específica de asistencia eléctrica, montada directamente en la cremallera en lugar de en la columna de la dirección. Este sistema se ha desarrollado paralelamente con la nueva suspensión para proporcionar un nivel más alto de tacto, precisión y reacciones más rápidas que en las otras versiones del Optima. Su tacto resulta muy agradable, es suficientemente comunicativa y precisa. No obstante, tan sólo hemos notado que resulta algo lenta a la hora de recuperar su posición original.
La versión GT también está dotada, de serie, de frenos mayores, con discos ventilados que crecen hasta 330 mm de diámetro delante (+30 mm) y 314 mm detrás (+30 mm), que además son ventilados en lugar de macizos. Estos frenos han sido desarrollados para mejorar el tacto del pedal y la capacidad de refrigeración, de forma que resisten la aparición del sobrecalentamiento cuando se realizan frenadas fuertes repetidamente.