El nuevo Kia Optima, ahora en su cuarta generación, sale a la venta en España tras vender más de un millón de unidades. Respecto a su predecesor, el nuevo modelo gana muchos enteros en cuanto a tamaño, habitabilidad, confort, equipamiento y conducción. Nosotros probamos la versión diésel 1.7 CRDI de 141 CV, que puede adquirirse desde 21.704 € (consultar todos los precios).
Lo primero que nos llama la atención, es la ganancia en tamaño que ha tenido esta berlina. La distancia entre ejes se ha extendido 10 mm, hasta 2.805 mm, con un aumento de la longitud total del vehículo de 10 mm, hasta 4.855 mm. El nuevo modelo también es 25 mm más ancho (1.860 mm) y 10 mm más alto (1.465 mm). Estos cambios hacen posible un habitáculo más espacioso y confortable, que proporciona mayor espacio para la cabeza, los hombros y las piernas en las plazas traseras, así como un maletero mayor.
Su interior gana en calidad
La calidad de los materiales usados en el interior del nuevo Optima se ha mejorado significativamente respecto al modelo anterior, con una proporción de superficies blandas mucho mayor, tejido y piel de tonos naturales y costuras reales en el salpicadero y la puertas. Los nuevos resaltes metálicos en todo el habitáculo añaden un ambiente de mayor calidad al habitáculo, mientras que una mejora en aislantes acústicos asegura un mayor refinamiento.
Respecto al anterior modelo, la ergonomía del interior ha ganado significativamente. No sólo la posición es mucho mejor, además de ser confortable, sino que la nueva ubicación de los mandos ha permitido que el acceso a los mismos sea mejor y se haga de una manera más intuitiva. Como suele ser habitual en todos los modelos de Kia, el cuadro de instrumentos es muy claro, la conectividad del cualquier dispositivo externo es rápida y sencilla, y el manejo de la radio y la climatización, por ejemplo, se realiza con suma facilidad.
Los asientos de las plazas delanteras nos han resultado muy confortables. La sujeción resulta correcta y el relleno cuenta con un relleno de espuma bastante mullido que, además, cuenta con la firmeza deseada. En las plazas traseras, además de disfrutar de más espacio, el confort también está a un gran nivel, pese a que la forma de los asientos sea algo más plana. Para mejorar el agrado de los ocupantes en dichas plazas, éstas tienen su propia calefacción, además de cortinillas deslizables en las puertas traseras para limitar la entrada de luz.
El maletero del nuevo Optima aumenta de 505 a 510 litros, con un espacio de carga bajo el piso y un vano mayor de la tapa del maletero que lo hace más práctico. Por capacidad y boca de carga resulta muy satisfactorio y práctico.
Una berlina muy confortable
El Kia Optima cuenta con un rodar realmente confortable. Al momento, uno nota que las suspensión filtran a la perfección, transmitiendo una sensación de suavidad que está a la altura de berlinas de mayor precio y categoría. El ruido de la rodadura también está muy bien aislado, por lo que lo único que se percibe con notoriedad es el ruido del motor.
Por estabilidad, el nuevo Optima también ha dado un paso adelante. Ahora, la berlina coreana es mucho más estable, ágil y aplomada. También da una gran sensación de ligereza, lo que supone un plus importante a la hora de disfrutar de la conducción, ya sea en una carretera virada, o bien, en ciudad.
La dirección funciona con suavidad, y su nivel de precisión es más que correcto. En ciudad, su asistencia permite que podamos manejarla con poco esfuerzo sin que apenas canse cuando nos movemos mucho tiempo en este entorno.
El motor diésel 1.7 CRDi de 141 CV, que es una evolución del anterior mecánica de 136 CV, ofrece unas prestaciones más que adecuadas para practicar una conducción normal en la que no veamos limitaciones de ningún tipo. Incorpora un nuevo turbocompresor de geometría variable controlado electrónicamente, que proporciona una sobrealimentación más eficaz para la respuesta al acelerador y el par a bajo régimen. El par máximo está disponible ahora entre 1.750 y 2.500 rpm, lo que facilita la conducción en margen muy amplio de velocidad; el par máximo del anterior Optima estaba disponible entre 2.000 y 2.500 rpm. Un nuevo recubrimiento del pistón reduce el rozamiento en los cuatro cilindros y unos nuevos piñones en la cadena de distribución reducen el ruido del motor, lo que se combina con el aumento de material aislante en todo el coche.
Está mecánica se encuentra asociada a un cambio manual de seis velocidades, que hace gala de un guiado y tacto preciso. Asimismo, los movimientos del cambio resultan suaves, lo que redunda muy positivamente en una conducción confortable. Sus desarrollos nos han parecido lo suficientemente equilibrados como para encontrar ese balance deseado entre prestaciones y consumo. Precisamente, ya que hablamos de consumo, hay que desatacar lo ajustado que resulta, ya que, según nuestras mediciones, nuestra unidad de pruebas obtuvo una media de unos 5,4 litros en carretera.
Su equipamiento
El nuevo Optima se comercializa con tres niveles de acabado (Concept, Drive y Emotion). Ya desde el primero de ellos, la berlina coreana dispone de un sistema de navegación, regulador de velocidad, llantas de aleación, sistema de ayuda de arranque en pendiente, airbag de rodilla para el conductor, sistema de control de presión de los neumáticos, espejos retrovisores eléctricos y calefactables, volante y palanca de cambios forrados en piel, climatizador y sensores de lluvia y luces.
Conclusión: La cuarta entrega del Kia Optima irrumpe en el mercado con muy buenos argumentos para llamar la atención de sus potenciales compradores. Como es habitual en la marca, respecto a sus competidores, el Optima tiene una relación calidad/precio/equipamiento que, hoy por hoy, no tiene rival. Entre los puntos fuertes del nuevo modelo, destaca su mayor habitabilidad, calidad de fabricación, confort y agrado de conducción. La versión diésel de 141 CV ofrece buenas prestaciones y un consumo de carburante muy bajo.