El Kia Niro es el primer modelo híbrido de la marca coreana. Es un crossover compacto dotado de un motor de gasolina y otro electrico que entregan conjuntamente una potencia máxima de 141 CV.
Pese a que se trata de un vehículo con carrocería de todoterreno, Kia se ha preocupado en diseñar una carrocería lo más eficiente posible. Un buen ejemplo de ello es su coeficiente aerodinámico Cd de sólo 0,29, una cifra que le coloca entre los híbridos más aerodinámico del mercado.
El Kia Niro ocupa un nuevo lugar dentro de la gama de la marca en términos de tamaño. Mide 4.355 mm de largo, 1.805 mm de ancho y 1.535 mm de alto; por tanto, es más pequeño que el nuevo Kia Sportage y su planta es mayor que la de un cee’d de cinco puertas.
Por fuera, es un coche que transmite una calidad de fabricación cuidada; da sensación de solidez, todas las partes de la carrocería están bien ajustadas, no ofrece detalles que hagan pensar que la marca ha recortado demasiado en costes -como ya hacen algunas marcas europeas-, y la apertura y cierre de todas las puertas están cuidados (todas las puertas resultan sólidas y su cierre transmite calidad).
El interior sigue la misma tónica del exterior. La buena de construcción del vehículo, la sensación de solidez y los buenos ajustes están presentes en todo momento. Es cierto que la calidad de los materiales es normal, pero no le restan puntos a la buena realización del conjunto.
Como en todos los modelos de Kia, el diseño del interior está muy bien resuelto para que todo sea ergonómico y accesible. La marca ha optado, con buen criterio, por ofrecer mandos tradicionales y bien diseñados para que cada función pueda manejarse con rapidez y comodidad. Un buen ejemplo de ello son los mandos giratorios del climatizador o del equipo de sonido.
En la parte superior de la consola central se encuentra ubicada la habitual pantalla multifunción, que también es muy sencilla de manejar y que informa de forma eficaz sin crear confusión en ningún momento.
La posición al volante es muy buena, pues uno se encuentra perfectamente integrado con los mandos y el salpicadero. Además, los reglajes en altura y profundidad del asiento y el volante permiten que nos podamos acomodar a la perfección.
Además de la gran sensación de espacio que hay en las plazas traseras y que hemos comentado con anterioridad, destacan los asientos. Éstos, pese a no ser muy envolventes, prácticamente algo habitual en la inmensa mayoría de los coches, son confortables y permiten que la postura sea natural. En la plaza central hay un apoyabrazos abatible que queda a una altura perfecta para que podamos apoyar el brazo sin forzar la postura.
Confortable y refinado
La calidad que transmite el Kia Niro también se hace presente cuando llega el momento de conducirlo. Al ser un vehículo híbrido, hay ocasiones en las que el motor de combustión no se pone en marcha, lo que es de agradecer cuando, por ejemplo, el coche se encuentra en un garaje.
El Niro combina un motor de inyección directa de gasolina GDI de Kia, con 1,6 l de cilindrada, 105 CV de potencia y 147 Nm de par, con un motor eléctrico de 32 kW y una batería de polímeros de ion litio de 1,56 kWh. La potencia combinada del sistema, 141 CV, se transmite a la carretera a través de una caja de cambios de seis velocidades de doble embrague (6DCT) de buen rendimiento, con un par máximo de 265 Nm disponible en primera velocidad para una aceleración poderosa desde parado.
La caja de cambios le permite a este vehículo dar un gran salto de calidad y aprovechar mucho mejor la potencia disponible, sobre todo si le comparamos con otros híbridos con cajas de tipo CVT, que resultan desgradables de utilizar a poco que busquemos aceleraciones con un mínimo de contundencia.
Las prestaciones no son excesivamente brillantes (acelera de 0 a 100 km/h en más de 11 segundos y alcanza una velocidad máxima de 162 km/h), pero nos han parecido mejores que las que solíamos encontrar hasta ahora en algunos híbridos de similar potencia. Por otro lado, también detectamos un lag algo acusado a la hora de buscar la mejor respuesta a la hora de acelerar, aunque no supone un gran problema ni resulta muy molesto en condiciones normales.
El consumo de carburante nos ha parecido ajustado para tratarse de un coche de gasolina. Según nuestras mediciones, este Kia es capaz de consumir 5,6 l/100 km en ciclo combinado. El gasto de carburante puede bajar mucho en función de la conducción que se lleve a cabo. Las emisiones de CO2 también son bajas: 88 g/km.
En movimiento, lo más destacable de este modelo, es su calidad de rodadura y el elevado nivel de confort. Frente a otros modelos equivalentes, el Niro es capaz de transmitir más calidad a la hora de rodar, además de amortiguar mucho mejor las imperfecciones de la carretera.
La dirección es muy suave, agradable de utilizar y suficientemente precisa. Por otro lado, Kia afirma que se ha prestado especial atención al tacto del freno. Aplicando las lecciones aprendidas a través del desarrollo de dos generaciones del Optima Híbrido, así como del Soul EV de propulsión completamente eléctrica, los ingenieros de Kia han diseñado el sistema de frenada regenerativa del Niro para que se combine uniformemente con los frenos hidráulicos de fricción. Consecuentemente, la deceleración se siente de forma más consistente y lineal que en otros híbridos. A nosotros nos ha parecido que su tacto es mejorable, sobre todo por precisión. En cualquier caso, el tacto del coche resulta satisfactorio y sin mayores pegas.
Como todos los Kia de venta en Europa, el nuevo Niro tendrá la garantía exclusiva de la marca de 7 años o 150.000 km. En España, el Kia Niro estará disponible en ocho colores y una selección de llantas de 16 y 18 pulgadas. Ya está en los concesionarios y se puede adquirir desde 19.986 euros (aquí puedes consultar todos los precios).
Conclusión: el nuevo Kia Niro nos ha dejado un muy buen sabor de boca. Nos ha gustado por su calidad de construcción, confort de marcha, bajo consumo, amplitud interior y posibilidades de equipamiento. Sin duda, una de las mejores opciones dentro del mundo de los híbridos.