El Jaguar XJ es la máxima expresión de lujo que ofrece la firma de origen británico en su gama. En esta ocasión, probamos la versión Diesel de 275 CV asociada al acabado Premium Luxury, que ofrece un nivel de confort elevado, prestaciones a la altura de la dura competencia y un comportamiento dinámico muy logrado si tenemos en cuenta las dimensiones (5.122 mm de longitud) y peso de esta berlina (1.871 kg). Se puede adquirir desde 85.680 € (ver precios).
Calidad y acabados del interior
Entrando en un análisis más profundo del producto, debo empezar por el interior. La primera impresión cuando abro la puerta que me permite acceder al puesto de conducción es muy positiva, ya que la calidad de los materiales y la presentación es, aparentemente, impecable. No obstante, antes de ponerse uno a los mandos, recomendaría al futuro comprador que se sentara en una de las plazas traseras y contemplara toda la panorámica del habitáculo durante unos minutos. Ese, es uno de los momentos en los que este coche te gana por completo.
La calidad y los acabados de todo el interior están a la altura de lo esperado en un modelo de este nivel. Sin embargo, no es de recibo que todas las inserciones metálicas del interior sean de plástico, en lugar del material que intentan imitar. Por lo demás, el resto de los materiales está a un buen nivel. Casi todo el entorno del habitáculo está revestido con cuero de grano fino que tiene un tacto agradable y un buen aspecto. Hay otras zonas –las menos vistosas- que están recubiertos de un plástico con un tacto blando y agradable. La madera, como cabe esperar, también tiene mucho protagonismo en el interior, ya que envuelve todo el habitáculo.
Puesto de conducción y asientos
Una vez sentados a los mandos, uno se siente casi mejor que en casa, gracias, en gran medida, al aspecto y calidad de todo el entorno del interior. Hay infinidad de reglajes en los mandos y asientos (todos ellos eléctricos) para adaptarnos rápidamente a los mandos del coche. El asiento del conductor es el que más reglajes tiene (ver imagen). Podemos regular la altura, la longitud de la banqueta, la altura y profundidad de los reposacabezas y el ajuste lumbar. Además, como suele ser habitual en este tipo de coches, podemos memorizar hasta tres tipos de reglajes diferentes (ver imagen).
Los asientos delanteros son confortables y tienen un grado de dureza perfecto. Puede que algunos conductores echen en falta algo más de sujeción, pero creo que en líneas generales guardan un buen equilibrio para que, como es lógico, el confort salga ganando. Los reposacabezas cuentan con una regulación eléctrica y otra manual, que se ajusta desde un botón que está integrado en el propio reposacabezas.
Los asientos traseros son muy confortables y recogen muy bien el cuerpo, sobre todo por banqueta. El tacto del cuero, al igual que el que recubre a los asientos delanteros, es muy agradable y de calidad. En el respaldo de la plaza central, hay un apoyabrazos que se puede abatir (ver imagen). Es grande y tiene un anclaje muy sólido. Integra dos tapas que se abren en forma de libro y que esconden un amplio portaobjetos en el que podemos dejar dos vasos, botellas o multitud de objetos que normalmente podemos llevar encima (ver imagen). Todo el interior está guarnecido, aunque hay plásticos de una calidad bastante normal.
Mandos: disposición y funcionamiento
La ergonomía del interior y la disposición de los mandos es fantástica. La totalidad de los mandos tienen una ubicación, disposición y funcionamiento perfecto en líneas generales. Desde luego, no tiene nada que ver con la locura de botones y funciones que presentan algunos de sus rivales. Todo está donde tiene que estar, y para manejar cualquier función lo hacemos al momento, sin distracciones y sin volvernos locos.
El Jaguar XJ cuenta con algunas soluciones poco convencionales. Por ejemplo, el cuadro de instrumentos está compuesto por una pantalla de alta definición de 12,3” que muestra todos los indicadores y testigos de forma virtual (ver imagen). A mí, la solución me parece ingeniosa, ya que permite una gran variedad de opciones de configuración para que el panel de instrumentos varíe su diseño y la información que presenta. Por ejemplo, cuando las circunstancias lo requieren –si el nivel de combustible es bajo o seleccionamos una emisora de radio-, el cuentarrevoluciones se desvanece temporalmente siendo sustituido por el mensaje de aviso o menú correspondiente (ver imagen). Es una solución que inauguró el Mercedes-Benz Clase S y que iremos viendo en más coches próximamente. Lo peor de esta pantalla es que, en ocasiones, cuando hay mucho sol y, éste, incide sobre la pantalla plástica que lo protege, genera algún que otro brillo bastante molesto. Además, la luminosidad, el contraste, la calidad de la definición y el diseño de los diales y los menús me ha parecido mejorable.
En la consola central, hay otra pantalla táctil de 8” que nos permite ajustar todas las funciones del sistema de audio y vídeo, climatización, teléfono y navegador. Todo está perfectamente ordenado y el manejo es realmente intuitivo. Sin duda, y aunque la definición y el diseño de los menús podría tener un aspecto más moderno, es un buen ejemplo para que otros fabricantes tomen buena nota.
Esta pantalla multifunción también permite que el conductor y el acompañante puedan ver una película DVD o un programa de televisión. Nosotros lo hemos probado en profundidad y la calidad y definición de la pantalla es claramente mejorable.
Debajo de la pantalla multifunción están los típicos mandos físicos y convencionales que nos permiten controlar el funcionamiento del sistema de climatización y equipo de sonido (ver imagen). Todos están perfectamente ordenados y bien dispuestos. Además, se agradece que la temperatura, el flujo de aire y el volumen de la radio se controlen mediante mandos giratorios y no por botones.
El volante integra los típicos mandos que nos permiten controlar el equipo de sonido, las funciones del control por voz, teléfono y el control de crucero. La ubicación y el funcionamiento de estos dos últimos es destacable.
La disposición y el funcionamiento del mando del cambio y del mando del freno de estacionamiento es formidable (ver imagen). El cambio se controla desde un mando giratorio que permite liberar mucho espacio. Lo mismo ocurre con el freno de mano; es eléctrico y se puede accionar desde un pequeño gatillo electrónico. Al quedar todo liberado de espacio, se dispone de unos compartimentos muy prácticos y bastante capaces (ver imagen). Además, también permite que se puedan integrar los botones que afectan a los sistemas de ayuda a la conducción, como el control de estabilidad o el modo deportivo del que más adelante hablaré.
Huecos y compartimentos
Todos están bien ubicados, son bastante accesibles y tienen muy buena capacidad: El conductor tiene suficientes huecos para dejar todos los pequeños objetos que se suelen llevar encima (ver imagen). Delante del asiento del acompañante hay una guantera que está climatizada e iluminada (ver imagen). La tapa que la cubre no es demasiado sólida, ni tiene una apertura demasiado refinada aunque sí que está amortiguada. Esta guantera, se abre pasando el dedo por un sensor de aproximación que tiene forma de botón (ver imagen). Todas las puertas tienen bolsas rígidas para guardar cosas (ver imagen) y en el apoyabrazos de las plazas traseras hay un cofre enorme en el que se puede guardar casi de todo (ver imagen).
Iluminación, sistema de climatización y equipo de sonido
La iluminación del interior me ha decepcionado por su intensidad escasa. No es de recibo que en un coche de estas características, presentación y precio no tenga una iluminación interior acorde a la calidad que se percibe. Eso sí, hay muchos puntos de luz situados en la guantera, techo, respaldos de los asientos delanteros, puertas y piso. Un detalle que me ha gustado es que, para apagar o encender los plafones del techo no hay que pulsar ningún botón, simplemente hay que rozarlos con un dedo para que un sensor se encargue de apagarlos o encenderlos, según se requiera.
La climatización del habitáculo está muy bien estudiada y es de calidad. Este sistema es capaz de enfriar y calentar todo el interior con mucha rapidez. Todos los ocupantes pueden regular la temperatura de forma independiente. El flujo de aire únicamente comienza a ser ruidoso cuando funciona, prácticamente, al máximo.
Como suele ser habitual en cualquier berlina de lujo, todos los asientos tienen calefacción. Opcionalmente, los asientos delanteros pueden tener un sistema de masaje. Los traseros no lo tienen, algo que me parece un fallo en un coche en el que uno de los mayores atractivos deben ser las plazas traseras.
Nuestra unidad de pruebas equipaba el equipo de sonido estándar que el XJ lleva de serie. Sin ser el fantástico sistema opcional “Bowers & Wilkins” que podemos adquirir por 3.220 €, hay que reconocer que da la talla y cumple correctamente con lo que se puede esperar de un buen equipo de sonido. Equipa 12 altavoces y tiene una potencia de 400 W. Además, gestiona bien los discos CD con mp3/wma/cd audio y reproductores MP3 conectados vía USB o AUX. Ambos conectores están situados en el cofre del apoyabrazos, su ubicación me parece un acierto (ver imagen).
Lo que menos me ha gustado del sistema de sonido es que, cuando paramos el motor, tambien se apaga el audio. En mi opinión, debería apagarse cuando el conductor abre la puerta para salir del coche.
Maletero
Tiene una capacidad de 520 litros. Está completamente guarnecido con un textil de pelo medio que transmite bastante calidad (ver imagen). En el fondo del mismo, se encuentran perfectamente protegidos y sujetos los triángulos de señalización. Están colocados en una funda del mismo tejido del maletero que permite camuflarlos perfectamente. En las paredes del maletero hay unas tiras elásticas que sirven para sujetar objetos no demasiado grandes y hay ganchos de acero niquelado que nos permiten instalar una red. Debajo del piso del maletero se encuentra la batería, el kit antipinchazos, los útiles para cambiar las ruedas y las luces de repuesto. Todo está perfectamente sujeto (ver imagen).
La tapa del maletero se puede abrir desde el interior (ver imagen), desde el mando a distancia (ver imagen) o pulsando un botón que se encuentra debajo del piloto trasero derecho (ver imagen). El cierre se realiza desde un botón dedicado que está integrado en el portón (ver imagen). Toda la apertura y cierre se realiza de forma automática y sin intervención por parte del usuario. En la tapa del maletero, hay un tirador de emergencia que sirve para que se pueda abrir desde el interior –se trata de una solución de seguridad por si alguien se quedara encerrado en el maletero por accidente- (ver imagen).
En marcha
Aunque cueste creerlo, puedo asegurar que detrás de un aspecto de berlina de lujo, se esconde un coche con unas cualidades dinámicas soberbias y con un tacto deportivo que a mí, personalmente, me ha sorprendido muy gratamente por lo bien que se ha trabajado la puesta a punto del chasis. Encontrar una berlina diesel de lujo, con un tacto deportivo y que, como es lógico, apueste claramente por el confort, es tremendamente complicado. En Jaguar lo han conseguido.
Dinámicamente es un coche que te permite ir muy rápido sin que tengas que ser un virtuoso del volante. La agilidad y ligereza que transmite en los trazados más revirados es sorprendente a pesar de sus 1.871 kg de peso y sus grandes dimensiones.
Lo primero que me sorprendió al recorrer los primeros kilómetros, es lo directo que es el tren delantero ante cualquier cambio de dirección. En cuanto realizamos un pequeño gesto con el volante, el tren delantero responde de forma instantánea y con un tiempo de reacción bastante corto. Se agradece tener una direccionalidad así de rápida, ágil y precisa.
La estabilidad lineal es impecable, aunque cuando circulamos a velocidades medias o altas, es un coche que nos exige continuas correcciones con la dirección.
En carretera, el Jaguar XJ rueda muy asentado y seguro. Asume perfectamente un cambio de masas en pleno apoyo o un rápido cambio de dirección a altas velocidades sin un mal gesto. Todas las reacciones son seguras y bastante predecibles. Además, es un coche muy efectivo con un alto nivel de adherencia que te permite ir a velocidades de vértigo en las curvas más rápidas.
La suspensión trasera es neumática. Optimiza automáticamente los tarados de la suspensión para adaptarlos a las condiciones de la calzada y al estilo de conducción, modificando continuamente la amortiguación entre un tarado deportivo más rígido y uno más blando. Además, también adapta la dureza y el recorrido en función del la carga que llevemos.
Como complemento a las magníficas cualidades que ofrece el bastidor, el Jaguar XJ ofrece un completo paquete de ayudas de seguridad activa que incluye Sistema de Frenos Antibloqueo (ABS), Control Dinámico de Estabilidad (DSC), Sistema de Frenado en Curva (CBC), Control de Subviraje, Distribución Electrónica de la Presión de Frenado (EBD), Control Electrónico de Tracción (ETC), Asistencia de Frenado de Emergencia (EBA) y Control de Par Motor.
Además de todo esto, hay un dispositivo denominado “Jaguar Drive Control” que ofrece dos modos diferentes: Dynamic –más sensible y deportivo- y Winter, que actúa sobre la tracción para circular con mayor seguridad por firmes deslizantes. Cada uno de ellos modifica la configuración del motor, de la amortiguación neumática trasera, del control activo del diferencial y de las intervenciones del control de estabilidad. Cuando activamos una de las dos funciones, los diales del cuadro de instrumentos cambian de color; en rojo para el modo “Dynamic” y en azul claro para el modo “Winter”.
Después de probarlo en profundidad, en el modo deportivo “Dynamic”, se nota que el balanceo de la carrocería y el subviraje es menor que en el modo normal. Pero el nivel de confort, en ambos casos, es muy similar.
La suspensión tiene un tarado más bien firme en cualquiera de las dos modalidades. No es una suspensión incómoda o de reacciones secas, ya que amortigua perfectamente cualquier tipo de imperfección sin que transmita golpes secos o resonancias parásitas.
Como cabe esperar en un coche de esta categoría, el nivel de ruidos en el interior es prácticamente inexistente. Todo el habitáculo está perfectamente aislado para que los ocupantes no muestren signos de cansancio por muchos kilómetros que recorramos. Hay que reconocer que viajar en este coche es tremendamente placentero. Tan sólo detectamos algún ruido en los paneles de las puerta del conductor y trasera izquierda, probablemente un defecto puntual de nuestra unidad de pruebas.
Los frenos responden de una forma potente y eficaz. Además, el tacto del pedal es francamente bueno. Un detalle que me ha gustado es que, por ejemplo, para obtener una frenada potente, no hace falta aplicar mucha fuerza sobre el pedal.
Si realizamos un uso muy exigente, los frenos terminan desfalleciendo con rapidez. En condiciones normales y con la exigencia que se pueda tener en carretera a velocidades legales, las prestaciones de los frenos son más que suficientes.
Los neumáticos Dunlop con medida 245/45 ZR19 que equipaba nuestra unidad ofrecían un nivel elevado de adherencia en seco y aportaban mucho para asistir en las frenadas, ya que la banda de rodadura es muy ancha (ver imagen).
Motor y caja de cambios
Bajo el capó, que está asistido por dos amortiguadores hidráulicos, encontramos un buen motor Diesel de última generación que es un ejemplo de suavidad y refinamiento. Se trata de un 6 cilindros en V de 3.0 litros con doble turbocompresor secuencial que entrega una potencia de 275 CV -internamente se le reconoce con el código AJ-V6D Gen III- (ver imagen).
La puesta a punto de este motor está enfocada para que sea muy lineal. La entrega de la potencia se produce de una forma muy plana, sin que se perciban fuertes aceleraciones. En líneas generales el coche ofrece buenas prestaciones y avanza rápido, aunque de una forma constante y suave. Un gran acierto de Jaguar.
El margen de giro del motor no es muy aprovechable, ya que no empieza a empujar con decisión hasta las 2.000 rpm, y a partir de las 4.000 rpm no hay nada que hacer por mucho que queramos estirarlo.
Con este propulsor, el Jaguar XJ alcanza una velocidad máxima de 250 Km/h -está limitada electrónicamente-. Es un coche que asimila perfectamente la velocidad máxima, sin que se perciban signos de debilidad o una falta de estabilidad notoria. En este sentido, el coche va sobre raíles.
El motor apenas transmite ruidos y vibraciones al interior. Además, tiene un tacto muy refinado, que permite que la conducción sea sumamente suave y, sobre todo, muy agradable.
El consumo de carburante es bastante contenido para la potencia y cilindrada del motor y el peso del vehículo. Según nuestras mediciones, en carretera a velocidades legales el consumo puede estabilizarse, perfectamente, por debajo de 7 litros. En carreteras de segundo orden, exprimiendo toda la capacidad de aceleración del motor, el consumo se puede disparar hasta los 11 l/100 km, que es una buena cifra. Por último, en ciudad, el consumo se situaba normalmente sobre los 8 l/100 km.
Este motor se encuentra asociado a una buena transmisión automática de seis velocidades que es una auténtica dulzura. Tiene todo lo que se le puede pedir a un buen cambio automático; es muy rápido, gestiona muy bien las marchas en cambio automático, tiene una modalidad manual “de verdad” y funciona con un refinamiento fuera de serie en el que no se percibe ni un solo tirón.
Este cambio cuenta con dos tipos de modalidades: “Normal” y “Sport”. La primera de ellas gestiona perfectamente el cambio de marchas para encontrar el equilibrio perfecto entre prestaciones y gasto de carburante. La segunda modalidad, permite que el motor vaya más revolucionado para encontrar la mejor aceleración posible.
Si optamos por la modalidad manual, las marchas se pueden gestionar desde unas levas que se encuentran detrás del volante. El tacto que tienen a la hora de presionarlas es muy bueno y son muy accesibles.
La caja de cambios se maneja desde un mando giratorio poco convencional que sustituye a la típica palanca. Además de suponer una ventaja para liberar espacio, su manejo es perfecto y su tacto impecable. Cuando arrancamos el motor emerge para que podamos utilizarlo y, cuando lo paramos, se oculta automáticamente (ver imagen).
Iluminación exterior y visibilidad
El Jaguar XJ ofrece encendido automático de luces mediante sensor crepuscular. Las luces de cruce y carretera son de gas xenón. Por su parte, las luces de circulación diurna, de posición, freno y los indicadores direccionales son de diodos luminosos. El haz de luz es muy amplio y, sobre todo, potente. Incluso, en un día muy soleado, se puede ver el reflejo de las luces en las señales viales.
La visibilidad es bastante correcta en todas las direcciones. La retrovisión está muy bien asistida por los espejos retrovisores exteriores, que se abren y cierra automáticamente cuando abrimos y cerramos el coche. Por cierto, el mecanismo que permite abatirlos, es demasiado ruidoso para lo que cabe esperar en un coche de este precio.
El equipamiento de serie del Jaguar XJ es muy completo. Además de la instrumentación digital, la pantalla táctil de la consola central y el enorme techo panorámico –todos ellos elementos de serie en todas las versiones-, se ofrecen llantas de aleación de 19 pulgadas de diámetro, quedando opcionales las de 20 pulgadas. Entre ambas, hay seis diseños para elegir y se puede optar por un acabado pulido o cromado (más información).
Conclusión: El Jaguar Xj tiene cualidades suficientes para plantar cara a la dura competencia, sobre todo de origen alemán, ya que tiene unas prestaciones dinámicas sobresalientes, un conjunto motor-transmisión formidable y una ergonomía interior muy estudiada que debería ser una referencia para otros fabricantes. Respecto a sus rivales, el XJ tiene un equipamiento de serie muy completo. Sin embargo, para redondear el conjunto, le hace falta solucionar esos pequeños detalles que hemos señalado y las opciones de equipamiento de seguridad y ayuda a la conducción que ya incorporan vehículos de segmentos inferiores y que seguro veremos en futuras versiones de este imponente vehículo.
Texto: Gustavo Rodríguez
Fotos: A.R. Sastre y G. Rodríguez